Chloe – Bueno… - suspiró y clavó su mirada en el monitor de la laptop – vamos a ver si con tu aporte mejoramos esta nota. – frunció el seño y colocó las manos delicadamente sobre el teclado para lanzarse a escribir.

En el Daily Planet le habían encargado un artículo acerca de un nuevo grupo ecologista que estaba cobrando fuerzas. Si bien la idea no le disgustaba, en realidad en estos momentos prefería otra clase de historia, alguna con un poco más de imponencia. Pero, "algo es algo" se convenció a ella misma, pensando que si este grupo crecía en importancia tal vez la saga de artículos le correspondiera a ella y podría hacerse más conocida. De todas formas, el tema no la inspiraba y a su criterio no lograba una nota de calidad.

Con esta excusa le pidió ayuda a Clark. No es que la necesitara realmente, pero quería que su amigo se despejara, que por un momento saliera de la fortaleza de su granja para que mejorara su ánimo.

Meses atrás, cuando Lana se había separado de Lex, Clark vio renovadas las esperanzas de poder reiniciar su relación con ella, más que ahora no había secretos. Fueron unas semanas muy felices para él, estaba con la mujer que amaba y ya no sentía el pesar de tener que mentirle, podía ser él mismo.

Pero, lo bueno duró poco.

"Clark,

Soy consciente del dolor que te estoy causando, pero este no es nuestro tiempo. No te haría feliz y yo tampoco lo sería si me quedo.

Tal vez nuestro momento haya pasado, o tendrá que venir, pero ahora no puedo estar contigo, no de la forma en que lo necesitas.

Por favor, no me busques. Deja todo así, es mejor.

Espero que algún día puedas perdonarme.

Lana"

Rezaba la nota que había encontrado sobre la mesada la mañana en que Lana lo había abandonado. Se había ido de su vida y de una forma que jamás se esperó, lo estaba rechazando. En su interior, esas palabras no hacían otra cosa que confirmar los temores que siempre lo habían acompañado: que no lo aceptaran por no ser humano. Se desmoronó totalmente.

Chloe jamás lo había visto así. Las acciones de Lana lo habían quebrado. Vio como cada día la tristeza le ganaba más terreno cambiando su carácter, su forma de ver la vida. No era más el Clark que conocía. No soportaba verlo sufrir de esa forma.

Intentó todo lo que estaba a su alcance para localizarla, obtener una explicación. Pero todo fue en vano, Lana no había dejado rastros, era más que claro que no quería ser encontrada. Estaba convencida de que su amiga tendría una muy buena razón para su proceder. Con el transcurso de los días y el silencio de parte de ella, llegó a pensar que no la conocía tanto como creía. Por momentos, hasta se sintió furiosa por el dolor que le causaba a Clark.

Lo único que le quedaba en esos momentos era estar junto a él, intentar desviarle de a poco la atención de Lana hasta que se recuperara, hasta que el tiempo cicatrizara las heridas a su paso. No lo iba a dejar solo, no ahora que era cuando más la necesitaba.

Clark, echado sobre la silla al frente de ella, enroscaba con ambas manos un rollo de papel compuesto por varios documentos que se encontraban analizando juntos, y la miraba con cara de fastidio con una pizca de admiración. "¿Cómo hace para obtener esas ideas?" se preguntaba mientras tomaba con más fuerzas los papeles.

Chloe – Clark… ellos no tienen la culpa – señalando el rollo de papel - … además ¿nunca has visto una linda rubia teniendo ideas excelentes? – y le regaló una terrible sonrisa mostrando todos los dientes.

Clark sonrió levemente desviando la vista hacia el rollo de papel. Por un momento Chloe había logrado que se distendiera.

Clark – Ya… claro, siendo así ¿para que necesitabas mi ayuda?

Chloe – Mmmmm… para que alguien alimentara mi vanidad. Además, tengo un pequeño desorden en el apartamento, no sé si te habías…

No le dejó terminar la frase que en un santiamén todo había quedado en su lugar.

Clark – Puse a preparar café... de la forma tradicional claro, como te gusta - se acercaba a ella limpiándose las manos con una toalla de papel, mirándola con cara altruista, como lo hace un buen mayordomo inglés - ¿se le ofrece algo más?

Chloe se giró en la silla y lo observó de arriba a abajo – La verdad es que siempre lo digo: la que se quede contigo se ganará todas las loterías juntas

Clark – Sí, claro…

Esa frase parecía tocar fibras sensibles. Clark cambió totalmente su mirada y se dirigió al sofá en donde se echó clavando la mirada hacia fuera.

Chloe cayó en cuenta de su error, él estaba tan sensible que tenía que medir todas las palabras. Verlo así, sufrir tan en silencio, la carcomía por dentro. Pero, no debía dejar que él lo notara ¿de qué serviría? Decidió concentrarse en su artículo y puso manos a la obra.

Si bien todo lo acontecido en su vida en estos últimos meses se lo habían echo pasar muy mal, Clark ya no se sentía tan deprimido como semanas atrás. Realmente el esfuerzo de Chloe por no dejarlo solo y distraerlo cada vez que podía, estaban dando resultados. Sentía una gran admiración por ella, su constancia, toda la energía y buena predisposición que había puesto en ayudarlo, soportando hasta su mal carácter en los días en los que peor la había pasado.

Últimamente la compañía Chloe ya no era sólo terapéutica, en realidad, estas últimas semanas hasta él buscaba excusas para pasar tiempo con ella. La necesitaba, pero no quería que lo advirtiera. Temía transformarse en una carga, en una responsabilidad más, o… ¿era eso lo que realmente temía?

Chloe - ¡Ya está! ¡Lo terminé, con conclusión y todo! Lo imprimo y lo lees así me dices que opinas ¿siiiiiii?

Clark - ¿Me queda otra opción? – le decía mientras la miraba con cara de resignación.

Chloe – No – y se echó a reír. Le extendió el artículo impreso mientras él se incorporaba en el sillón, preparándose para la lectura.

Clark suspiró frunciendo el ceño y se concentró en el artículo. Chloe aprovechó el momento para preparar dos cafés con mucha azúcar. Estaba haciendo frío en los primeros días de invierno y cualquier bebida caliente y dulce era bienvenida.

Se sentó en el sofá, al lado de Clark dejándole su café en la mesita ratona, al frente de él.

Chloe - ¿Y?

Clark - ¡No seas tan impaciente!

En ese instante se escuchó un sonido agudo, que provenía de la computadora. Chloe se incorporó y con una expresión de fastidio se acercó a revisar de qué se trataba.

Había llegado un correo electrónico sin asunto. No le extrañó para nada, existía una sola persona que le enviaba correos de esa clase. Se trataba de Mike, un talentoso fotógrafo, experto en software de composición y edición de imágenes digitales. Lo había conocido en su corta instancia en el Daily Planet, cuando Luthor le había conseguido una columna, siendo ella aún una estudiante de preparatoria.

Le había enviado una serie de imágenes satelitales de los equipos de las Industrias Queen que obtuvo cuando Clark colaboraba con Oliver. Gracias a esas fotografías, habían logrado tener información acerca de los phantom que se habían escapado junto a Clark cuando él logró salir de la Zona Fantasma. Tanto ella como Clark creían que ese era un tema cerrado, pero un día, archivando ese material, observó una vez más las fotografías y reparó en dos de ellas que le llamaron la atención. No llegaba a distinguir bien esas formas que le resultaron extraños y no contaba con la tecnología ni los conocimientos para revisar hasta el mínimo detalle, así que se las envió a Mike, a ver que podía llegar a obtener él. Por supuesto, sin darle demasiadas precisiones. De todas formas Mike era una persona muy práctica, no se metía en asuntos que no le correspondían.

El mensaje era simple y conciso: "Llegué hasta lo máximo que pude. Aparece algo nuevo. Todo tuyo. Saludos, Mike".

"Aparece algo nuevo"… ¿aparece algo nuevo? Esta frase resonó en su cabeza. Frunció el ceño y sin perder más tiempo abrió los archivos adjuntos que le habían enviado.

Las imágenes tardaron unos segundos en aparecer, eran archivos pesados. Cuando pudo verlas, si bien aportaban algo más, no le resolvía el misterio de primeras. Tendría que analizarlo en el contexto del resto de las fotografías. Esto la molestó un poco, ¿por qué no pueden darse respuestas rápidas una vez en su vida?

Clark – Chloe, ya tengo mi crítica ¿quieres oírla?

Chloe - ¿Tengo opción? – sin desviar la mirada del monitor.

Clark – La verdad que no, tu lo pediste… pero ¿no te interesa? ¿Qué estás viendo?

Chloe – Eh… nada, disculpa. Estaba leyendo un correo, de esas cadenas, ya sabes… estoy contigo – cerró rápidamente los archivos y el programa de correo electrónico. Giró en la silla para ver de frente a Clark – ¡Vamos, lanza tu mejor tiro!

Mientras Clark le daba su opinión, hacía un esfuerzo en concentrarse en lo que oía. Se había quedado pensando en las imágenes que había visto, y en su decisión de ocultárselo. Tampoco era para preocuparlo, ella sabía lo mucho que le había pesado liberar a asesinos de su planeta. Esperaría hasta analizar bien todo el material que tenía y cuando tuviera una conclusión bien formada se lo diría. Si, eso haría.

Clark – Bueno, cerrando mi crítica, me parece que debes quitar el segundo y tercer párrafo de la conclusión, no aportan nada nuevo y dan demasiadas vueltas y … ¿me estás escuchando?

Chloe – Eh… si… sacar los párrafos de la conclusión – sonriendo con cara de apuros, buscó una excusa para desviarse del tema – Eh, Clark, ¿viste la hora que es?

Clark – Si, las 8.30 pm, ¿por?

Chloe – ¿No recuerdas?… la fiesta de piso del Daily Planet ¿te suena?

Clark – Si, la fiesta… - revoleó los ojos y dejó caer su cabeza en expresión de desgano, la idea de una fiesta no le agradaba para nada. - Chloe ¿realmente tengo que ir? Es que no me siento con…

Chloe - ¡Clark! – lo interrumpió – Me dijiste que sí hace unos días, confirmé tu asistencia. Vamos, te hará bien conocer gente nueva, "gente nueva" ¿me entiendes? – y le guiñó un ojo.

Clark – Es que… ¿Por qué no vas con Jimmy?

Chloe – Sabes que él está de viaje… además, las cosas no van muy bien entre nosotros, es mejor que…

Clark - ¿Cómo? No me habías dicho nada…

Chloe – Bueno, ahora te lo estoy diciendo – lo cortó secamente, realmente no quería tocar ese tema, y menos con Clark. Ya demasiada información al respecto se le había escapado - ¿vas a venir? – lo miró con cara de súplica

Clark – Está bien – se resignó. Ahora le preocupaba lo que le pasaba a su amiga. ¿Por qué no le había contado lo que le sucedía? ¿A caso no confiaba en él? ¿Y si todo había sido su culpa?

Chloe – Ok, entonces ve a cambiarte, nos vemos en una hora. Salimos desde aquí en mi coche, ¿recuerdas al menos eso no?

Clark – Si, me acuerdo… tampoco es para enojarse tanto, ¿no es así mi general? – la miró, y le sonrió.

Chloe – Ya… – no podía resistirse a esa sonrisa – Ya vete, que me tengo que preparar, y sabes que yo no cuento con el modo de supervelocidad

Clark era muy puntual. A las 9.30 pm se encontraba tocando la puerta del departamento del Talón. En otras circunstancias hubiera entrado directamente, pero esa noche se sentía algo nervioso, no podía explicar su estado de ánimo y no le ayudaría sorprender a Chloe en ninguna situación embarazosa. Aunque, debía reconocer, se vio tentado a usar su visión de rayos x antes de golpear.

Chloe abrió la puerta y se quedó sorprendida de lo que vio. Esperaba encontrarse a Clark, de forma sencilla, con una camisa a cuadros tan a su estilo, pero no fue así. Llevaba un saco informal de color gris oscuro sobre una camisa negra que le quedaba al cuerpo y combinaba perfectamente con el jean al tono del saco que vestía. De su brazo colgaba el abrigo, siete octavos de pana negra. Esos colores, a su criterio, le favorecían. No se imaginaba que su amigo tuviera tan buen gusto, ¿desde cuando se preocupaba él por su imagen?

Chloe - ¡Wow! – observaba a Clark de arriba abajo, mientras se pasaba la lengua suavemente por los dientes – Si no lo veo no me lo creo.

Clark – Ya, tú también te ves guapa – apartó a Chloe de la puerta para entrar al departamento y terminar de una vez por toda la situación, realmente le incomodaba la mirada de ella.

Chloe – La verdad… el estilo que llevas te queda de maravillas – le decía mientras se terminaba de colocar un arete, todo sin quitarle los ojos de encima. - ¿No le habrás pedido ayuda a la "roja" no?

Clark sonrió ante estas palabras. No podía negar que cuando utilizaba la kriptonita roja abandonaba completamente su estilo simple de campesino. Debía admitir que conservaba algún recuerdo de aquellas épocas.

Clark – Algo de eso hay - le respondió mientras se dirigía rápidamente hacia el perchero para tomar el abrigo de Chloe. Quería terminar ese momento cuanto antes, se sentía incomodo bajo la mirada de ella -¿Nos vamos?

Cuando llegaron al bar en donde se daba lugar la fiesta, ya casi todos los compañeros de Chloe estaban presentes.

Era un sitio realmente agradable, con una decoración muy vanguardista y a la vez acogedora.

Después de atravesar el amplio pasillo de no más de cinco metros que lucía en sus paredes publicidades luminosas de distintas bebidas, se abría a la derecha la entrada al vestidor ambientado al mejor estilo boutique urbana, de colores fríos con percheros que rodeaban toda la pared.

Dejaron sus abrigos y se dispusieron a continuar para reunirse con el resto de las personas y de paso recorrer el lugar.

Desde allí y a no más de tres metros, luego de bajar dos grandes peldaños, se encontraba el salón principal. De forma rectangular, se hallaba ambientado al mejor estilo resto bar. La iluminación era suave, de colores calidos, ámbar o amarillo y se desprendían de grandes lámparas de forma circular que colgaban de las paredes siendo estas su único adorno. Todo el salón estaba amoblado con mesas cuadradas, bajas, rodeadas de sillones o pequeños bancos rectangulares completamente forrados. Dos de las paredes estaban cubiertas por largos sillones empotrados, lleno de almohadones de tonos fuertes, dando la nota de color.

Hacia el fondo se lucía la barra. Era también de forma cuadrada y estaba atendida por dos barmans, un hombre y un mujer, vestidos de forma similar pero adecuando el atuendo al sexo. Del techo de la barra colgaban toda clase de copas de pie, de distintas formas.

Clark miró al Chloe con expresión de grata sorpresa. Ella le devolvió la mirada con una media sonrisa.

Chloe – Vaya, ¡que lugar!

Clark – Realmente agradable.

Chloe – Ahora comienzo a comprender el precio de las tarjetas. – le decía mientras le indicaba que mirara hacia arriba.

A la derecha de la barra e iluminado con lámparas colgantes de tonos violáceos, se abría una escalera que llevaba a la cabina del DJ. Era amplia y se podía apreciar desde abajo que los propietarios del lugar no habían reparado en gastos a la de hora de adquirir la tecnología para el sonido. El DJ se movía de una bandeja a otra, mientras bailaba suavemente al son de la música chill out que estaba ejecutando.

Desde el fondo, cerca de la barra, un grupo de personas detectaron a Chloe a la distancia. Comenzaron a llamarla efusivamente moviendo las manos. Ella les sonrió al tiempo que levantó su brazo en señal de saludo. Tomó a Clark de la manga de su saco y de un pequeño tirón le obligó a caminar junto a ella.

Chloe – Bien Clark, voy a presentarte, aunque creo que con las mujeres no va a ser necesario. Ya te han fichado todas desde que me visitas en el sótano del Planet – y le guiñó un ojo – Es más, la "vampiresa" ya te detectó – y le dio un codazo en las costillas señalando con los ojos hacia el lugar donde se encontraba la hermosa chica que miraba a Clark con insistencia.

Clark – Ya – agachándose un poco en respuesta al codazo - ¿tan rápido me quieres entregar?

La "vampiresa" era una compañera de Chloe que se llamaba Julia. Era la encargada de la columna de chimentos del mundo del espectáculo y los escandalosos romances de los niños ricos de Metrópolis. Era una morocha mexicana que se las traía. Era alta, atlética, con curvas bien marcadas, cabello largo y oscuro que caída pesadamente sobre sus hombros, y una mirada profunda, muy sensual. Clark la miró por unos segundos y luego miró a Chloe levantando sus cejas en ademán de aceptación.

Chloe – Está hot, ¿no? – se lo decía por lo bajo, mientras le sonreía cómplice – Me da la espina que ella piensa lo mismo de ti.

En ese momento Julia se detuvo al frente de ambos. Inmediatamente recorrió de pies a cabeza a Clark con la mirada.

Julia – Buenas noches, Chloe ¿no me presentas a tu amigo?

Chloe – Ya, Julia, ¡vamos! como si no lo conocieras. Pero, en fin, respetemos el protocolo… Clark: Julia, la encargada de la columna picante de espectáculos, Julia: Clark, mi mejor amigo

Clark – Encantado – y le extendió la mano para saludarla, a lo que Julia se le adelantó y, pasando una mano sobre el hombro izquierdo, le plantó un húmedo beso en la mejilla derecha.

Julia – El encanto es mío, guapo

Chloe miró como Clark se incomodaba ante el arrebato de Julia, y se excusó con el pretexto de buscar unas bebidas para dejarlos solos. Clark la miró frunciendo el seño en señal de que no lo dejara con esa mujer, pero ya estaba todo hecho. Ella le devolvió una pequeña encogida de hombros y se mezcló entre las personas, para saludar al resto de sus compañeros. Susurrando por lo bajo, casi imperceptible, le decía a Clark "tranquilo, a lo mejor te gusta, y si no me miras y te rescato." Sabía que él la estaba escuchando.

A medida que transcurría la noche, Chloe le presentó a Clark al resto de sus compañeros más allegados, aquellos con los que compartía nueve o más horas diarias, "toda una vida" siempre decía. Esperaba que él de a poco se relajara y se olvidara aunque sea un poco de Lana y todo lo que había pasado en los últimos meses.

Clark no tardó mucho en adaptarse, todo lo contrario de lo que ella había pensado. Realmente esto le alegró. Veía como él se integraba lentamente a las pláticas, estuviera ella o no involucrada, respetando siempre su estilo serio pero de forma más relajada. Parecía que tenía en frente a un Clark renovado. Una sensación de tranquilidad la recorrió, después de todo, su insistencia estaba dando resultados.

La fiesta transcurría de forma amena. Se formaban distintos grupos de conversación de acuerdo a afinidad de temas. En la barra se ofrecían de forma libre distintas clases de bocados y bebidas. Sonaba música suave. En algunas mesas se habían formado grupos de poker y se apostaban aceitunas, bebidas, cigarrillos y hasta pequeñas sumas de dinero. Realmente, era un buena noche, quien hubiera organizado la fiesta sabía como hacer esta clase de cosas.

Clark la estaba pasando bien, sí realmente bien. Aunque por momentos sentía la necesidad de acercarse a Chloe, echaba de menos su compañía. La miraba a lo lejos y la veía conversar tan divertida, haciendo todas clases de gestos, de los que sólo ella puede hacer con su rostro y sus manos. Esta mujer si que podría hablar con todo el cuerpo, no sólo con los labios.

La observaba reírse y le encantaba. Hacía que él mismo se notara sonriendo al verla. Quería acercarse pero mejor no, Chloe necesitaba un respiro de él, por lo menos así lo creía. Por un momento debía olvidarse de todos sus problemas, no podía atarla siempre a su mundo sin darle nada a cambio.

Chloe de vez en cuando curioseaba lo que estaba haciendo Clark, "para asegurarse de que todo marchara bien", se decía. Él estaba siempre conversando con alguien, por suerte se había distendido. Había valido la pena insistirle, arrastrarlo a la fiesta.

Se lo veía tan bien, por una vez en tanto tiempo se lo notaba despreocupado. Le encantaba cuando se reía, contrayendo sus espesas cejas negras. La nariz se le tensaba con pequeñas arrugas sobre ella y sus hermosos ojos azules se reducían a dos líneas por unos segundos. Realmente destacaba de entre la multitud, su altura y prestancia eran inconfundibles.

Ya era la tercera vez en la noche que se advertía mirando a Clark por más tiempo del indicado para un amigo. Bueno, no es que ella se hubiera definido escalas que separaran las miradas de amigo de las que no, pero percibía que la forma en como lo observaba le estaba haciendo sentir cosas que creía haber superado hace tiempo. Pasar tanto tiempo con Clark ¿le había hecho bajar las defensas?

"Ya, ¿que haces mujer?" – se dijo a sí misma y sacudió la cabeza para concentrarse en la conversación que se estaba dando en su grupo.

Era entrada la madrugada. Ya a muchos se le notaba el cansancio y las copas de más. Algunas personas comenzaban a despedirse para retirarse a otros clubes nocturnos o a descansar.

Clark se había separado de Chloe cuando dos compañeras de ella la llamaron para hablar de un "importante tema de último momento", según habían dicho, "a solas". "Es un cotilleo y jugoso, te lo aseguro", le habría dicho ella por lo bajo a Clark antes de alejarse de él y del resto de las personas con las que estaban hablando.

Con una excusa, Clark se retiró del grupo y se fue hasta la barra para pedir un trago de lo que sea. Quería estar un rato a solas. No estaba cansado, pero la dinámica de la fiesta lo estaba comenzando a abrumar, personalmente, prefería sitios más tranquilos y más a esas alturas de la noche. Esperaba que Chloe no demorara mucho en su cotilleo, ni bien la viera le iba a proponer irse.

Se dirigió al rincón más tranquilo del bar y apoyó su hombro izquierdo en una de las columnas disponibles del lugar. Observó la copa que sostenía y la movió levemente en círculos. El hielo que flotaba a duras penas en el líquido viscoso de color celeste intenso, se derritió un poco más ante el movimiento diluyendo levemente la bebida. Sabía que Chloe se encontraba a escasos metros de él, en algún grupo, mezclada entre las personas. No podía evitar echarla de menos y, en cierta forma, ese sentir le incomodaba.

Miró la hora en su reloj pulsera. Faltaban veinte minutos para las cuatro de la madrugada. Sonrió al advertir la hora, a sus pensamientos vinieron recuerdos de las noches de conversaciones hasta entrada la madrugada que habían pasado juntos, echados en su cama o en la de Chloe, en el Talón. En sí no recordaba precisamente los temas de conversación, sino la voz de ella, los gestos que hacía cuando quería animarlo.

Bebió un sorbo del trago que había pedido. Sabía bien. Suspiró profundo para despejar su mente. Comenzó a buscar a Chloe entre la gente, recorriendo cada rostro con la mirada.

Allí estaba ella, sentada en un sillón junto a las dos amigas. Tenía una expresión pícara en los ojos y se hallaba muy concentrada en lo que estaba comentando una de las muchachas, la cual, con cara de asombro, no dejaba ni un minuto de batir las manos mientras hablaba.

Se veía tan hermosa, mordiéndose apenas los labios que aún conservaban el labial coral claro, que le daban un efecto húmedo y brillante. La blusa de color morado oscuro, que le dejaba al descubierto los hombros rosados, la hacían lucir muy sexi esa noche. Le encantaba como se le tensaban los músculos del cuello cuando giraba levemente la cabeza. Ella estaba radiante y a él eso lo hacía sentir muy bien.

Chloe, de repente y sin intención, giró suavemente la mirada y se encontró, a la distancia y entre medio de la gente, con la mirada de Clark clavada en ella. Podría haberse hecho la distraída y haberse detenido en otro rostro, simulando nunca haberlo visto, pero le encantó encontrarse con él. Le hizo sentir un revoloteo en el estómago igual que en la preparatoria…

Él advirtió los ojos de Chloe en los suyos. Un escalofrío le recorrió la espalda y le tensó el estómago. Podría haber desviado su mirada hacia otro sitio, cortar ese momento, pero le agradaba lo que sentía aunque lo pusiera nervioso. Hacía mucho que no experimentaba con intensidad esas sensaciones.

Clark atinó a brindarle una leve sonrisa. Chloe, sin apartarse de su mirada también le sonrió.

Todo alrededor había desaparecido, como si el tiempo se hubiera detenido y borrado cada elemento que la rodeaba. Sólo había cabida para ella y Clark. Ni siquiera existía la posibilidad de preguntarse que le estaba sucediendo. Se limitaba a sentir… y se sentía estupendo.

La realidad tomó nuevamente existencia cuando una de las compañeras le llamó la atención tomándole la muñeca. Chloe apartó sus ojos de él, sólo para despedirse rápidamente inventando cualquier excusa mientras se ponía de pie. Durante toda la noche había contenido su necesidad de estar junto a Clark, echaba de menos su compañía. Al encontrarse con él entre medio de la gente, juzgó que ya había sido suficiente.

Él no podía creer lo que veía. ¿Qué estaba haciendo su amiga? Se veía tan sensual caminando entre medio de la gente, sin bajar su mirada de los ojos de él. Nunca había reparado de esa forma en el cuerpo de Chloe. Era una mujer de formas muy curvas, tenía todo en su lugar. Notó que su pulso se aceleraba, ¿qué le estaba pasando?

Al llegar frente a él se detuvo y lo miró. Clark se retiró levemente hacia atrás. Le encantaba lo que ella estaba haciendo, pero a la vez lo descolocaba totalmente. Le ponía nervioso la situación, pero más haber caído en la cuenta de la sensualidad que ella tenía y lo que le provocaba.

Chloe – Clark - con una mueca de maliciosa diversión- ¿Qué te parece si nos vamos?

Clark – No se me ocurre una mejor idea – y le sonrió.