Los personajes no son mios son de Kishimoto.. pero la trama si que los es..gracias por leer mi historia.

Lo encontre

El último día de clases había llegado a su fin, todos los estudiantes salían charlando sobre sus planes de estas vacaciones. Entre todas esas personas se encontraban dos muchachas, que al parecer era muy buenas amigas, a una de ellas la cual se veía muy emocionada, tenía el pelo rubio amarrado en una coleta que le llegaba hasta media espalda, de piel blanca que resaltaba sus ojos de un color azul celeste, la chica que parecía más tranquila que su amiga estaba sumida en sus pensamientos casi sin escuchar lo que su amiga le decía, ella era de piel blanca, era un poco más baja que su amiga, su cabello no podía pasar desapercibido entre los demás era de un raro pero hermoso color rosa que le llegaba hasta los hombros, sus ojos que se encontraban ausentes eran de un color verdes como jades. Tenía alrededor de su cuello una fina cadena de la cual colgaba un amuleto de plata, este tenía la forma de una estrella de seis puntas, en medio de ella tenía una piedra incrustada de un color azul profundo.

-Wow termina nuestro primer año de carrera- decía la rubia, quien a ver a su amiga distraída le dio un empujón con su codo- hey, gracias por escuchar.

- Lo siento Ino-dijo y sonriendo en forma de disculpa.

-Que te parece si vamos a la plaza comercial, quede de verme con Kiba- sugirió ya que quería animarla porque veía a su amiga triste.

-Gracias, pero no- Respondió la pelirosa- Me duele un poco la cabeza, pienso ir al jardín a caminar, ve tu y diviértete.

-Mmm Sakura, no creo que sea verdad, pero si quieres estar sola está bien- Contesto Ino- pero el sábado no me fallas, tienes que ir a mi fiesta.., tal vez conozcas a alguien.- Agrego con una sonrisa.

-No, Ino ya sabes que en este momento..-argumentaba la ojijade cansada del tema.

-Si, si ya se pero no todo es estudiar-replicaba su amiga- Algún día encontraras a alguien especial y que te haga muy feliz, pero debes hacer el esfuerzo por buscarlo.

Sakura solo guardo silencio, su amiga siempre le decía algo parecido siempre. La verdad es que desde que iba a la primaria se dedico al estudio solamente, si se fijaba en los chicos pero era tan tímida y seria que se guardaba para sí misma sus sentimientos hacia sus amores que nunca pasaron de platónicos.

Se despidieron y quedaron de llamarse.

Durante todo el día había sentido como un extraño presentimiento, no lo podía explicar, esa es la causa por la que había decidido ir a caminar al jardín botánico.

De todos los lugares que había en la Universidad, el que más le gustaba era el jardín era tan grande que no lo había terminado de conocer en casi un año que llevaba estudiando aquí.

El jardín era un lugar hermoso y tranquilo a Sakura le gustaba porque ahí se relajaba y podía pensar con más tranquilidad.

Era un lugar con tan lleno de vida. Había tantas flores de diversos colores y tamaños, arboles tan altos como una casa, se enamoro de ese lugar desde el primer día en que lo visito

Se sabía el camino de memoria, estaba un poco apartado pero valía la pena.

Era su lugar preferido, iba llegando a un puentecito de madera que atravesaba un pequeño arroyo.

Estaba a unos cuantos metros cuando se fijo que ya había alguien recargado sobre el barandal del puente.

Sakura de quedo parada durante unos segundos, pero siguió caminado sin dejar de observar a la persona que se encontraba en frente, era más alto que ella, su cabello era negro con unos tonos azulados, también tenía atada a su espalda una especie de espada.

Por alguna extraña razón que ella no legaba a comprender se paro junto a él.

-Hola-dijo la pelirosa sin quitar sus ojos de su cara.

El chico levanto su cabeza que se encontraba antes observando el agua que corría bajo el puente y la miro directo a los ojos.

Sakura respiro hondo, sus ojos eran de un profundo negro que sentía que se perdía en ellos, a ella le parecieron tan misteriosos y que la miraban con confusión.

-Hola- Respondió el, que la miraba con un poco de extrañeza.

- Disculpa si te interrumpí, casi no hay muchas personas por aquí- Explico la ojijade.

Ella seguía clavada en su mirada, no podía quitar sus ojos de los de él y de pronto sintió algo en todo su cuerpo que jamás había sentido.

-No te disculpes-contestó- solo pensaba en la tranquilidad que se siente en este lugar lleno de vida.- pude notar un destello de tristeza que desapareció que hasta pesen que me lo había imaginado.

El tampoco quitaba la vista de sus ojos verdes.

-Yo también vengo aquí por eso...dejo atrás los problemas al estar aquí, rodeada de tantas flores, plantas y árboles, aunque es triste cuando algunas se empiezan a marchitarse.

-Pero así es la vida-decía el ojinegro al mismo tiempo en que habría su mano en donde se encontraba una flor de tonos azulados en todo su esplendor – Todo debe seguir su curso, todo lo que inicia debe acabar y eso que se acaba puede volver a iniciar de diferente manera y mucho más hermoso- concluyo dejando caer la flor al agua que se fue con la corriente.

Fue entonces donde Sakura pudo desviar la miraba para ver como se perdía la flor.

-Si así es la vida- decía mientras observaba el arroyo- que termina en la muerte... pero ¿sabes? Yo no creo en eso, la muerte no es final es solo el principio, volvemos a despertar en un lugar nuevo donde empezamos de nuevo.- sonrió melancólicamente mirándolo nuevamente

Él volvió también a mirarla fijamente.

-Tienes un pensamiento muy interesante sobre la muerte- menciono.

Sakura sonrió.

-Pues otras personas pensarían que es un pensamiento muy loco y extraño.

-Claro, todos tenemos diferentes formas de verlo- añadió el pelinegro.

La joven pudo distinguir una pequeña sonrisa en él.

-¿Tu no eres de aquí?-pregunto la ojijade- me refiero de que no vienes a la universidad.

-No- respondió un poco serio- Solo estoy aquí por un tiempo.

Fijo su visto al frente.

Sakura lo miro, e hizo lo mismo que él.

Se ponía el sol en ese momento.

-Esto es lo hermoso de este lugar.-dijo mientras veía el atardecer.

Ambos se quedaron contemplándolo, hasta que el último rayo de sol desapareció.

Sakura respiro hondo.

-Creo que ya me tengo que ir-dijo- Adiós

Se quedo unos segundo mas, algo la detenía en ese lugar, no quería irse. Por fin dio media vuelta y empezó a caminar, cuando se encontraba al pie del puente una voz la detuvo.

-Espera- decía el joven de cabellos negros, ella se volteo rápidamente, él se encontraba parado en medio del puente mirándola fijamente- Hemos estado hablando todo este rato y quisiera hacerte una pregunta.

-Si-decía esperando a que siguiera hablando.

-¿Cuál es tu nombre?-pregunto.

-Sakura… ¿y el tuyo?

Él solo embozo una media sonrisa. Ella sintió como le temblaban las piernas ante eso.

-Me llamo Sasuke-respondió-Hasta pronto Sakura

-Hasta pronto-contesto la pelirosa y se dio media vuelta, pero a los pocos pasos se volteo.

Pero ya no se encontraba nadie en el puente.