¡Hola a todos! Como verán este es un drabble sobre la pareja TezukaxAtobe, así que si no les gusta el shonen ai mejor ni lo lean (a pesar de que el grado shonen ai es bajísimo) Por otra parte contiene SPOILER del manga New Prince of Tennis o Shin Tennis no Oujisama, como prefieran llamarlo.

Lo hice porque, simplemente, esta es una de mis parejas favoritas de la serie (si es que no es mi favorita) A mi juicio Tezuka pertenece a Atobe y Atobe a Tezuka. ¡Soy una Imperial Pair Forever!

Espero que les guste o, por lo menos, que se les haga ameno.

Declaración obvia de siempre: Prince of Tennis le pertenece a Takeshi Konomi-sensei, ya que, si fuera mía, sería un yaoi o, por lo menos, habría yaoi entre Tezuka y Atobe.

SMS

Él, Keigo Atobe, había quedado a cargo de la selección sub-17 luego de la partida de Tezuka a Alemania. Claro, no fue por votación, sino más bien las palabras de un "dictador" impulsivo. Nadie votó por él para liderar el lugar, como tampoco nadie lo había hecho para que el capitán del Seigaku lo hiciera… Y, sin embargo, interiormente todos sabían que si Kunimitsu Tezuka estaba allí él era el dueño y amo del sitio. Por esto mismo el buen capitán de la Hyotei se había "ofrecido" amablemente para tan duro trabajo, liberando de esta forma al anterior líder y permitiéndole seguir su anhelado viaje a Alemania.

Entró en su habitación del campamento, suspirando agotado. Sólo habían pasado dos días desde tal marcha y el joven del lunar quería matarse para acabar con el estrés. En otras circunstancias su calma sería la de siempre pero, ahora, había prometido a Tezuka cuidar de todos y eso le exigía realizar su trabajo a la perfección. No podía quedar mal frente a esa persona tan importante en su vida. Se desordenó los cabellos y se tiró a la cama boca abajo. Lo extrañaba, quizá, eso era lo más estresante del asunto. Cuando el serio capitán estaba allí él tenía una motivación, alguien por quien luchar al máximo para no flaquear, para demostrar estar a su igual y… Que lo mirara. Si Tezuka le dirigía aunque fuese una mirada cada tres horas entonces era una victoria. Si le hablaba, mucho mejor. Pero ahora nada de eso podía darse.

Tomó su celular, estaba sobre la cómoda al lado de la cama. De forma mecánica escribió "te extraño", pero, al minuto de enviarlo, no tuvo valor. Lo miró largo rato, sin decidirse. Enviarlo sería quedar muy expuesto. En el fondo le daba pánico recibir una respuesta no deseada o ser ignorado. El rechazo por parte de ese ser lo aterraba.

Se molestó consigo mismo, tratándose de cobarde. "¿Cuándo he dejado de ser el gran Keigo Atobe?" se reprochó, antes de presionar el botón de envío de manera casi inconsciente, por lo que, cuando cayó en la realidad de lo que acababa de hacer, por poco le da una crisis de pánico. Alejó el celular, dejándolo en la cómoda nuevamente. Para su sorpresa tuvo que tomarlo a los pocos minutos, gracias al sonidito que soltaba. Respiró hondo y leyó el mensaje recibido.

"Yo también".

Antes de creerse lo que leía el aparato volvió a sonar.

"Recuerda que te estaré esperando. No bajes la guardia".

Se echó a reír, aliviado y en extremo feliz. Tezuka no cambiaría nunca, ni siquiera en Alemania. Miró los mensajes durante varios minutos. Terminó por escribir "cuando nos veamos nuevamente te besaré", pero no lo envió. Era mejor imaginar el rostro sorprendido de su amado una vez lo hiciera.