Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. El drama y al cambio de humor en los personajes es solamente mío :P

Ángeles Y Demonios

Entregándose en cuerpo y alma

-Hola Bella - Saludo Ángela mientras caminamos por el pasillo del instituto. A las dos se nos había hecho tarde para llegar a nuestra sala de clases, donde a mi lado se sentaría el chico más guapo que he visto en mi vida, y del cual estoy enamorada en secreto - Te estuve esperando toda la mañana amiga.

-Gracias Ángela - Le respondí, pero lo único que deseaba era ver ese prefecto rostro que se sentaba a mi lado, ese mismo chico que era mi amigo y se sentaba con nosotros, es más, estaba en nuestro grupo, pero él estaba con Lizzie y yo no me podía meter en su vida por más que lo deseara - Me levante tarde hoy. Lo siento.

Ninguna de las dos dijo algo más. Entramos en la sala de clases y pude ver su perfecto rostro. Su pelo corto y negro brillaba con los rayos de sol que entraban por las ventanas, sus ojos negros pasionales eran perfectos, su piel nunca antes la había visto y su gran sonrisa blanca me hacia suspirar por él de mil formas diferentes. Me senté a su lado.

-Hola Jacob - Le salude mientras me sentaba a su lado, por alguna extraña razón, Jacob hablaba menos conmigo y cada vez menos, como si tratara de alejarme de él. Y eso me dolía como dagas en el corazón. El solo me dedico una sonrisa y siguió tomando atención a la clase. Después de esta nos tocaba Física, que mal, yo soy pésima en esa clase.

Las clases pasaron rápida, muy rápidas para mi gusto. No pude apreciar lo suficiente a Jacob. Él trato de salir rápido de las clases cuando nos quedamos solos, pero yo lo tome de un brazo y lo obligué a girar para que me mirara. Tenia que arreglar cuentas con ese chico, me dolía que me esquivara y ahora que no se quisiera quedar a solas unos minutos conmigo.

Pero el saco su brazo, sonrojado. Era como si le diera vergüenza estar conmigo y salio disparado de las clases. Yo no dije nada, pero me dolía que me tratara de esa forma cuando era mi amigo. Salí de la sala de clases y me encontré con Edward, mi novio, antes lo amaba, pero últimamente se a puesto muy distante conmigo. Mi vida era un asco.

Pasamos todo el recreo juntos, tomados de la manos y yo viendo como Lizzie tenia la manos de Jacob entrelazada con la suya amorosamente. Ángela estuvo con Ben todo el tiempo y Mike, aun que seguía teniendo un pequeño enamoramiento sobre mi, estaba junto con Jessica que siempre estuvo suspirando a sus pies.

Me fui a cambiar para entrar a la clase de Física, con un shorts negro y una polera blanca que se ajustaba a mi cuerpo. Alice. Mi amiga loca por la moda siempre me ponía este tipo de ropa ajustada. Siempre decía que tenia un cuerpo hermoso y que necesitaba ponerme estas cosas para atraer aun más hombres. Me sonroje al recordarlo y salí a la cancha.

Cuando estuve afuera, me fui al lado del profesor y note un montón de miradas sobre mi, pero una más fuerte que las otras, sentía como se posaba en mi espalda. Me gire y vi como Jacob me miraba con los ojos desencajados. Me sonroje. Y él al darse cuenta que lo miraba me quito la vista de encima y fue a besar a su novia. De nuevo mi pecho me dolió.

Empezamos la clase, esta vez eran con balones. Tuve miedo, no quería caerme y ser el hazmé reír de todos en el gimnasio. Pero mi suerte no duro mucho, ya que cuando escuche un "Cuidado" Me gire y una pelota me llego en plena cara, mandándome al piso. Todo se volvió negro al instante y el olor a sangre penetro en mi nariz.

Cuando desperté, estaba en unos fuertes brazos. Estaba algo mareada por el olor, pero cuando subí mi cabeza y me encontré con el cuello cobrizo de Jacob, mi corazón se disparo en mil por minuto. Subí un poco más mi cabeza y me encontré con su corto pelo negro y sus ojos que miraban el pasillo por donde caminaba. ¿Y la cancha?

-¿Jacob?- Me salio como una pregunta su perfecto nombre. Estaba muy enamorada de ese chico musculoso y con su aroma a bosque me embriagaba aun más de lo que ya estaba. Su pecho estaba cubierto por una polera negra, oculte mi cabeza en el hueco de su mandíbula y hombre, pasando mis brazos por su cuello. Su corazón se acelero tanto como el mio.

-Bella, por fin despiertas - Me respondió apretándome aun más a su cuerpo - Por un momento creí... creí que te mate. Lo siento tanto - Mi pelo se mojo, me pregunta si estábamos saliendo al estacionamiento y estaba lloviendo de tal forma que nos mojábamos el cabello - Soy un tonto, debí de tener más cuidado con esa pelota.

No hice caso a sus suplicas de que lo perdonara. Él no tenia la culpa, si no yo, con mi pésima mala suerte que tengo desde que nací.

-¿Donde estamos? - Pregunte. Como aun andaba mareada, pensaba que estábamos en los pasillos del instituto, pero por ahí no corre el viento y ahora tenia frío por eso mismo - ¿A donde vamos? - Abrí mis ojos y vi por su cuello como mi camioneta se alejaba de nosotros, y a los lados se extendían árboles familiares - Estamos...

-En tú casa. Te he llevado donde la enfermera luego de que te desmallaras y me ha dicho que necesitas un poco de reposo. Así que saque tus llaves de tú camioneta - Sonrió, su risa me pareció tan de un ángel - Si es que ha eso se le puede llamar una camioneta. Para mi es un dinosaurio de la época más antigua.

-Oye - Reclame feliz de que por fin nos hiciéramos más amigos. Saque mi cabeza de su cuello y lo mire a los ojos - Esa es mi camioneta y es sagrada. Yo la quiero, fue mi regalo de cuando llegue a Froks - Era verdad, mi padre nunca me dijo de donde la saco, pero a mi me gustaba esa camioneta roja.

-Un regalo que repare yo - Me respondió él. Abrí los ojos como platos y lo mire. Nunca en mi vida, pensaría que Jacob Black construyo mi camioneta querida. Sonreí - Charlie me dijo que la reparara ya que tú ibas a venir y, bueno, como buen niño que soy la repare. Espero que siga andando bien, pues no puede sobrepasar los 90 kilómetros por hora - Abrió la puerta de mi caza y entro conmigo aun en sus fuertes brazos.

Cerro la puerta y subió las escaleras a mi pieza. Me sorprendió que supiera cual era, ya que nunca antes ha venido a mi casa, o por lo menos que yo sepa no. Me acostó en mi cama, yo aun no me quería separar de su perfecto cuerpo que despertaba mis cinco sentidos. Así que el no pudo dejarme en la cama, por que mis brazos en su cuello se lo impidieron.

Por eso su rostro quedo cerca del mío. Nos miramos y en sus ojos pude ver una tonelada de sentimientos distintos, eran tan negros que parecían dos preciosas perlas negras que han sido encontradas en lo profundo del mar. Y así, poco a poco nos acercamos hasta que nuestros alientos chocaban el la cara del otro. Cerré mis ojos y por fin pude sentir sus labios sobre los mios.

¡Dios! Sus labios eran muy calientes, suaves y sabían besar muy bien. Mis manos aun en su fuerte cuello, lo atrajeron involuntariamente más a mi. Sus manos dejaron mi cuerpo y se posaron en mi espalda baja. ¡Rayos! Sus caricias también eran perfectas, este hombre era perfecto en todos sus sentidos ¿Como no enamorarme de él? Es perfecto hasta en hablar con su voz ronca.

El beso dejo de ser suave y se hizo más pasional. Mis manos recorrían su espalda por debajo de la tela de su polera negras y las suyas trataban de escabullirse por debajo de la mía. La respiración me falto y me separe de él, lo mire y vi como sus ojos se oscurecían por la pasión, deseo y lujuria. Deje de mirarlo.

Mis besos bajaron por su cuello. Él gimió al notar como mis manos bajaban aun más. Jacob bajo sus manos más rápido y las poso en mi trasero, regalándome caricias exquisitas, y luego apretó sus caderas contra las mías. Me maree al sentir como un bulto se elevaba entre sus pantalones. Y los bese en el cuello con más furia.

-Bella - Sus manos seguían en mi trasero, acariciándolo como si fuera de cristal. Bese sus labios para acallar el gemido errante que quiso salir - Charlie - Con eso me explico su preocupación. Temía que Charlie nos encontrara en esta posición algo intima. El estaba en estos momentos sobre mi cuerpo y apoyando su peso en sus manos.

Me senté en la cama sin dejar de besar su cuellos, dejándolo en puntillas en la orilla de mi cama. Su mirada seguía oscurecida y su respiración estaba entrecortada. No le respondí a su pregunta. Me saque mi polera blanca y luego mi sujetador. Los ojos de Jacob se abrieron como platos al ver mi cuerpo descubierto.

-Te deseo Jacob - Susurre, aun así el me escucho y me fue acostando en la cama mientras besaba mis pechos. Su boca caliente me hacía gemir, nunca antes me había encontrado en esta situación. Yo era virgen. Nunca pensé que me entregaría a un hombre así de fácil, pero lo amaba y quería que mi cuerpo fuera suyo.

Gemí su nombre. Y parece que eso le gustaba, por que mientras probaba mi otro pecho, empezó a sacarme mis shorts negros. Dejándome aun más expuesta a sus ojos y él aun no se quitaba ninguna prenda. Al parecer leyó mis pensamientos ya que en un movimiento rápido no traía puesta ni sus pantalones ni su palera negra. Dejándome apreciar su perfecto cuerpo.

Mis manos se pusieron en su espalda y la acaricie, no tarde en enterrarle mis uñas cuando empezó a morder mis pechos. Gemí aun mas fuerte. Estaba extasiada en felicidad, lo haríamos, aun cuando el amaba a Lizzi y yo tenia a Edward como compañero de la vida. Yo lo amaba, desearía que él me amara y no se dejara llevar por las hormonas.

Algo que desencajaba con todo esto, sería que no podría verlo de nuevo a los ojos sabiendo que nunca más podría tocarlo, que él nunca más me podría tocar como lo hacia ahora. Deseaba que esta no fuera la única vez que él fuera mio y yo de él, por que no dejaría que nadie más tocara mi cuerpo, el seria mi único dueño, no importaba cuanto tenga que pagar por eso.

Nunca pensé que estaría lista para hacer el amor, y menos con alguien con quien no estoy casada. Mi hermana Nessie, se caso para después perder su virginidad, pues ya tiene dos hermosos gemelos, un hombre y una mujer. Yo quiero a esos dos pequeño y sería aun más genial poder tener mi propia familia, pero a mi parecer, yo no merezco ser feliz.

Me dañaba engañar a Lizzie, ella era mi amiga, por lo menos lo fue, por que cuando supo que amaba a Jacob, se alejo de mi. Siempre me comprendió, estuvo conmigo en mis peores problemas, pero cuando le conté mi enamoramiento por Jacob ella me dejo y al poco tiempo Jake le pidió que estuvieran juntos, eso simplemente me venció.

-Jake - Salio en gemido cuando en verdad quería decirle que teníamos que detener esto por todos los seres que nos amaban - Lizzie... - Se separo de mis pecho y me miro confuso. Yo jadeaba mientras hablaba - No le podemos hacer esto, tú no le puede hacer esto - Sus manos estaban en mi cadera y eso me confundía aun más - ella te ama.

-No me puedo detener Bella - Respondió simplemente bajando la ultima prenda que cubría mi cuerpo. La bajaba como todo un caballero, sin ser rápido ni desesperado - Desde hace minutos que no me puedo detener - Se levanto de la cama y aprecio mi cuerpo desnudo en la cama. Sus ojos negros brillaban como estrellas en una noche. Me miraba como si fuera una obra de arte recién terminada - Eres... perfecta.

Siguió mirando mi cuerpo. Me dio un poco de vergüenza su intensa mirada de deseo sobre mi cuerpo. Su pecho subía y bajaba muy rápido, como pidiendo más y más aire para poder seguir firme en su lugar. La poca luz que entraba por la ventana me dejaba ver su cobrizo cuerpo, que brillaba contra esta. Me mordí el labio.

-Eres tan... deseable.

Se poso sobre mi aguantando su peso en sus brazos. Y me beso con furia, tal vez no quería recordar a Lizzie y yo se lo recordaba como si nada estuviera pasando entre nosotros en estos momentos. Tome sus vaqueros y los baje, sin mirar, pero no pude evitarlo y baje mi mirada. Jade más al ver su masculinidad, tan potente y grande ¿Eso entraría en mí?

Al parecer si, ya que Jacob empezó a mover sus caderas hacia las mías. Tome aire para aguantarme el dolor que vendría, muchas veces me dijeron que la primera vez dolía. Y como yo era virgen, tener esa gran cosa en mi interior me dolería tal vez mucho, pero más necesitaba tenerlo en su totalidad en mi interior.

Primero sentí como se queda en mi entrada, y luego tomaba un poco de confianza y se entraba en mi, muy despacio. Me pregunte si sabía que yo era virgen, digo, por la delicadeza que tiene al meterse tan lento en mi interior. Cuando entro un poco más, un fuerte ardor recorrió mi columna y vientre, ese ardor me dolió y quemaba. Empecé a llorar.

-Jake - Gemí. Las grandes gotas de agua saladas caían a mares por mis mejillas, cada una anunciando el dolor que se ocasionaba en mi vientre dentro de mi - Arde, me arde mucho - Sollocé, oculte mi rostro en su cuello. Él gracias a Dios se detuvo aun dentro de mi, empezó a acariciarme mi espalda con una mano y con la otra mi cintura, aminorando un poco el dolor.

-Ya - Su aliento choco en mi hombro y me estremecí. El seguía con su rápida respiración sobre mi - Pasara, se tiene que pasar - Me abrazo para que dejara de llorar, pues botaba mares por mis ojos, en verdad me dolía - Lo siento - Me pidió disculpas - Perdóname por favor - Se iba a retirar, con mucho esfuerzo enrede mis piernas en su cintura, impidiendo que se alejara de mi cuerpo.

Nos quedamos quietos los dos. El dolor aminoraba en forma que pasaban los minutos, ya casi ni lo sentía. Agradecía que ese dolor pasara, que que deseaba que Jacob me hiciera suya de una vez por todas y estábamos esperando mucho para poder movernos. Me moví un poco. Nada. No me dolía ya.

Lo bese. Él entendió mi mensaje silencioso y empezó a moverse delicadamente, entrando y saliendo de mi con embestidas que aun no provocaban placer en mi. Así fue como aumento el ritmo de nuestras caderas chocar y no pude evitar gemir del placer que me estaba dando en esos momentos. El sonar de nuestras caderas era débil.

-¡Jacob! - Gemí mientras sentía como todo mi cuerpo se movía - Másss... más por favor - Le pedí y el aumento el ritmo, ahora si se escuchaba donde nuestros cuerpo se unían. Un dulce sonido que llenaba mis oídos, eran tan gratificante que desee que fuera más rápido - más rápido - Jacob gruño, pero aun así aumento la velocidad de sus embistes contra mis caderas.

-Bella - Gimió mi nombre. Ataque sus labios, pero no los tuve por mucho tiempo, ya que el aire se hacia cada vez menos. Jacob bajo por mi cuellos y lo lamió y chupo como si quisiera sacarme algo de ese lugar, luego beso mis hombro y bajo a mi pechos. Ese lugar parece que le fascinaba, pues los lamió y chupo hasta el cansancio - Bells - Ese nuevo apodo me encanto, nunca antes me llamaron así.

Sus manos se fueron a mi cintura y hicieron que los dos nos uniéramos mejor. El choque de nuestras caderas fueron más profundas, fuertes y rápidas. Estaba tocado el cielo con las manos. Ese hombre me estaba asiendo experimentar una montonera de cosas. Que nunca antes sentí en mi vida.

Mis manos arañaban su espalda, el placer me estaba volviendo loca. Pero no creo que le hiciera daño con mi poca fuerza, pero mis uñas se llegaban a clavar en su espalda, a lo que escuchaba un gruñido seguido de un suspiro de él. Si le gustaba le daría más, así que apreté aun más mis uñas a su cuerpo.

Mis gemidos se escuchaban por toda la casa, los de él igual. Pero no me importaba, nadie nos vería ni nos encontraría así, puesto Charlie no llegaría hasta mañana y Renné estaba en un viaje de trabajo, tenia que ver unos papeles y arreglar unas cosas, así que tendríamos el día para nosotros dos solos.

Le preste atención a como nuestras caderas se unían así de rápido, como sus embestidas, aumentaban cada vez más de velocidad. Él ya no besaba mis pecho, ahora solo me miraba, así que aproveche de morder su cuello. Jacob gruño y gimió mi nombre de diferentes formas que asían que mi pecho se inflara de felicidad.

Mi mundo se movía, todo se movía, el junto conmigo y nuestros cuerpos en una danza de amor que no tardaríamos en terminar. Hasta mi cama rechinaba al moverse con nuestros cuerpo, lo único que escuchaba eras nuestras respiraciones, gemidos y jadeos que salían de nuestros labios. Ahora no estaba arrepentida, pero lo estaría.

-Te amo - Se escapo de mis labios, pero los sonidos eran tan fuertes que no lo logro escuchar. Me alivie. En cambio, él oculto su cara en mi pecho y siguió con su ritmo rápido. Jadeo en ese lugar, su aliento choco de nuevo mi piel y me estremecí por dentro, por fuera me movía tanto que el estremecimiento no pudo salir.

Saque mis piernas de su cintura, pero las abrí más para poder sentirlo entero. En ese momento Jacob me dio una embestida profunda y pude sentirlo tocar hasta lo más fondo de mi, tratando de quitarme el alma de cuerpo, que se estaba rindiendo antes sus caricias, que eran tan suaves como si me fuera a romper si presionaba más.

Diez choques de nuestras caderas y sentí como mi cuerpo empezaba a presionar el miembro de Jacob se seguía moviéndose en mi interior, pero esta vez más lento. Estaba teniendo un orgasmo y se sentía diabólicamente genial, un fuego en liquido me quemo las venas, me recorría por completo. Luego, un calor en liquido entraba en mi, la sensación era especial. Jacob también había terminado.

Nuestras respiraciones eran irregulares, mi corazón seguía revoloteando en mi pecho, queriendo salir para poder encontrar más espacio donde latir. El aliento de Jacob chocaba contra mi cara. Lo mire en los ojos y sonreí. Lo habíamos hecho, hicimos el amor, por lo menos de mi parte. Él no me devolvió la risa. Algo andaba mal.

Nos dio vuelta y yo quede sobre su pecho perlado en sudor, al igual que como estaba todo mi cuerpo. Su corazón estaba relajado, pero el mio no, seguía y seguiría revoloteando como loco en mi pecho mientras estuviera consiente de que Jake estaba cerca y yo encima de él con mi cuerpo desnudo.

Decidió romper el silencio.

-Lo siento, pero es que no me pude resistir - Lo mire con el ceño fruncido. ¿Que el no se pudo resistir? ¿Y yo? - Pero ha sido genial, nunca pensé que esto pasaría - Explico con felicidad. Su bella sonrisa desapareció de la sus labios - Pero esta es la ultima ves ¿No es así? - Pregunto confuso, no supe que responder, en sus ojos vi el sufrimiento - Bueno, en fin, tu tienes a tu querido Cullen.

-Y tú a Lizzie - Le contraataque. En sus ojos el dolor aumento. Me culpe por ocasionarle daño - Lo siento, pero es que no me puedo imaginas como podre verte de nuevo y penas en lo que lo hicimos no estuvo bien - Una pequeña lágrimas resbalo por mi mejilla, pero como mi cabeza estaba en su pecho no lo noto - Yo olvidare esto y tu también.

-Bueno - No se si fue mi imaginación, pero su voz sonó rota. No quise subir la vista por miedo a verlo llorando, no le quería mostrar que tan importante era para mi, cuanto lo amaba en verdad - Ahora duerme Bells - Ese nuevo nombre era como música para mis oídos, era tan lindo y lleno de cariño.

-Si lo hago te iras - Reclame. El suspiro triste.

-Es la única forma que puedo dejarte sin que me obligues a quedarme de nuevo - Tenia razón, si se quedaba conmigo, luego no lo dejaría marchar de mi casa - Duerme, yo me quedare hasta entonces.

Y sin decir nada más, me quede dormida en esos brazos que tanto amaba... y me protegían.

¡Demonios! esto si que me salio feo, pero no me importa, en fin, este capitulo salio largo, pero no se ilucionen, no todos seran así de largos, en fin, espero sus reviews y que me digan si les gusto como me quedo.