Summary: En un lugar de Midgar, de cuyo nombre no quiero acordarme, se alzaba un institu...*Inner: ¡Ya-taaaaaa! /patada voladora/ ¡Bienvenidos al Instituto de Fuerzas Especiales Dissidia, donde el elenco de pjs del DFF tendrá que convivir día tras día en un edificio de mala muerte, en esa etapa de la vida que transcurre de los 17 a los 20 años en la que el cerebro humano está siendo controlado, mayoritariamente, por nuestras buenas amigas las hormonas!* Sí, prácticamente, eso es...

Disclaimer: Hm...Veamos...Yitán, Cloud, Squall, Luneth, Tidus, WoL y Sephiroth son míos...El resto os los podéis quedar ^^ *Inner: Ò-Ó ¡Hazlo como es debido! /capón/ * Vale, vale...Ejem...Los pjs no me pertenecen a mí (uy, iba a estar aquí escribiendo sino...), sino a Square-Enix y eso...¿Contenta? *Inner: ^^ ¡Por supuesto!* ¬¬'' Tsk...Estúpida Inner con mentalidad propia...*Inner: Paradójico...* Y que lo digas ú.ù...

¡AVISO! A pesar de las alusiones que puedan hacerse, este fic no contendrá yaoi, en principio. Puede que en algún momento me entre la venada yaoiera, no estoy muy segura...

Ah, por cierto, el mundo en el que se encuentran está formado por ciudades con el nombre de algunos lugares del FF, pero no tienen por qué ser necesariamente iguales a las de los juegos...lo digo para no crear confusión xDDDD (*Inner: Sí, lo que hace es coger los nombres e inventarse el diseño…* Que te calles, leñe)

P.D: Puede que la personalidad de los personajes no corresponda del todo a la del juego (a ver qué gracia iba a tener sino el fic si no se ridiculiza a los personajes aunque solo sea un poco...)

Cap I Presentaciones

Terra bajó el papel para observar el edificio que se levantaba ante ella. Suspiró, sin abrir apenas los labios, mirando con pena aquella mole. Destartalada, sucia, grafiteada, con plantas mustias y secas alrededor...Volvió a mirar la hoja, sin creerse lo que veía. A lo lejos vio a un chico pelirrojo persiguiendo a una joven rubia y a un hombre moreno, amenazándoles con un...¿cubo de arena? Parpadeó, sin creérselo muy bien. No, no podía ser.

A su lado se instaló una chica, unos escasos centímetros más bajita que ella, de pelo oscuro y largo, con apariencia tímida. Terra no saltó de milagro. No la había visto llegar.

-Perdona...-preguntó a la recién aparecida-¿Este edificio es...?

-Ca-ca-campus K-Kono-Konoha...-tartamudeó la joven, jugueteando con sus dedos.

La maga arqueó una ceja, mirando el papel para cerciorarse.

-No, tengo que ir al Dissidia...

-¿Di-Di-Dissidia? No me...suena...que esté cerca de...por...a-aquí.

-''¿No puede decir una frase sin tartamudear?''-pensó Terra, volviendo a suspirar- Me parece que se me ha pasado la parada...En fin...-se rascó el mentón, cogió su maleta y se dirigió a la parada del autobús-Un placer-se despidió de la tímida mujer.

No recibió una contestación o, al menos, no una coherente. Pesarosa, mirando hacia los lados con la esperanza de encontrar por los alrededores el instituto al que tenía que ir sin resultados positivos, anduvo hacia la estación. Se sentó, dejó su maleta con moguris dibujados al lado y balanceó las piernas, mirándose las botas rojas como si fuesen lo más interesante del mundo. Sacó otra vez el papel y miró el cartel que había plantado en la estación: ''Estación de Luca''. ¿Luca? ¡Pero si tenía que ir a Midgar! ¿Cómo se le había pasado la parada de esa forma? Suspiró, diciéndose que no le quedaba más remedio que esperar al siguiente autobús que se dirigiese a la ciudad donde estaba el Dissidia. Volvió a mirarse las botas con aire lúgubre.

-¡Hola!-dijo una voz alegre y despreocupada-¿Qué hace una señorita como tú aquí, tan aburrida?

Terra alzó la cabeza y se encontró con un adolescente bajito, rubio y con una cola pomposa que se movía hacia los lados. A la maga se le iluminaron los ojos y acercó una mano a la peluda colita. Luego, se sonrojó y retiró la mano.

-Lo siento-dijo, con timidez-. Perdón, ¿qué decías?

El rubio se sentó de un salto en el banco, dejando su maleta entre las piernas y moviendo todavía la cola.

-¿Adónde vas?

-Al Dissidia.

El muchacho abrió mucho los ojos, que se habían vuelto brillantes.

-¡Yo también! Es mi 3º año, empiezo este año 4ºC. Me llamo Yitán, ¿y tú?

-Terra.

-Terra-dijo el joven, sonriente-. Es guay.

Terra estiró las comisuras de sus labios, complacida. No era vanidosa, pero un halago de vez en cuando no mataba; además, acababa de descubrir que gracias a Shiva no se había equivocado de estación, pues si allí había un chico del Dissidia, era porque estaba en el lugar correcto. Yitán, de repente, activado como por un resorte, alzó un brazo, agitándole como si le fuese la vida en ello.

-¡Baaaaaaaartz!-gritó, eufórico.

-¡Yitaaaaaaaaaán!-respondió un chico a lo lejos.

-¡Baaaaaaaaaaaaartz!

-¡Yitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaán!

La mujer miró a un punto lejano, en el cual se veía una nube espesa y algo pequeño, acercándose y haciéndose cada vez más y más grande. Distinguió entonces a un chico, que corría como alma que lleva el diablo. El tal Bartz llegó a la estación, jadeando, cargando con un petate. Abrió los brazos.

-¡A mis brazos, Yitán, amigo mío!

El chico-mono y Bartz se abrazaron como si no se hubiesen visto en años, aunque en realidad sólo llevaban sin verse un par de días.

-Hola-saludó el recién incorporado a Terra.

La chica alzó una mano y correspondió al saludo.

-¡Viene con nosotros!-exclamó Yitán, saltando.

-¡Bien! ¡A mis brazos, amiga mía!

Y, sin más ni más, Bartz abrazó a Terra, que no atinó a hacer otra cosa sino darle unas palmaditas en la espalda, procurando mostrarse amistosa. Bartz dejó libre a la maga y puso los brazos en jarras.

-¿Dónde está nuestro Squally?-se giró a un lado y otro, poniéndose la mano a modo de visera.

-¡Aun no ha venido!-bufó Yitán, cruzándose de brazos y moviendo disgustado la cola- Pero mira, ahí viene nuestro querido WoL-empezó a dar saltitos otra vez, llamando al siempre tan alegre y divertido WoL...

Al cabo de unos minutos, teníamos al elenco de personajes en la estación de autobuses. Yitán se encargó de presentar a Terra a los otros siete personajillos, marcando muy mucho que era la única chica en la clase de Artes de la Luz de todo 4º, ya que Artemisa y Nube de Oscuridad iban a Clase para las Artes de la Oscuridad...conocida también como...diversificación xD (*Inner: pobrecillos, no te cebes con ellos...* T: ¿Tú, aquí? ¡Vete ahora mismo a mi otro fanfic! *Inner: Que te lo has creído...* T: ¡Socorro!).

-Este año te toca a ti ser el encargado de algunos de los internos, ¿verdad?-preguntó Tidus a WoL-. Te ascendían a ''cuidador'' o algo así este año...

-A mí y a Cecil en la rama de Cosmos, a Sephiroth y a Kuja en la de Caos-contestó, mirando al frente, como un soldado.

-Eso os pasa por llevar más años y ser más mayores-comentó Yitán, dando golpecitos en la cabeza de Luneth-. ¿A que sí, chiquitín?

Luneth refunfuñó y se quitó de encima la cola del chico, tentado de darle un señor mordisco.

-¿Por qué no vas a molestar a Squall?-le picó.

Los ojos de Yitán saltaron y se fue, junto con Bartz, a ''jugar'' con su querido amigo Squally, que, cruzado de brazos y con el ceño aun más fruncido si cabe, lanzó un sonoro suspiro, casi ronco, aguantando las ganas de estrangular a aquel par de bultos que se enganchaban a sus piernas como lapas.

Media hora después el autobús del Dissidia hizo su aparición. Los chicos se subieron como si estuviesen en procesión.

-¡¿Qué haces tú aquí?-gritó Tidus señalando al conductor.

-Ey, pequeño llorica-saludó Jecht-. Me toca hacer de chófer hoy. Venga, niño llorón, sube y deja pasar a los demás, que estás haciendo atasco.

-¡Profesor y, ahora, chófer! ¡No bastante con aguantarte en las clases, ahora cada vez que salgamos de excursión...!

Jecht le dio una fuerte palmada en el hombro, tirándole casi al suelo.

-¿No te había dicho que entraras y te sentases?

Tidus entró dando pisotones y se sentó cerca del fondo, donde estaban los de las Artes Oscuras...Ejem...En fin...

-...

Al deportista se le puso el pelo de punta en cuanto oyó la risa aguda del maniaco de Kefka, así que se cambió de sitio.

-Ser o no ser, esa es la cuestión...

Bueno...el hermano hermafrodita de Yitán se podía aguantar...

-Oh, sí, si es que me comía a besos de lo bueno que soy...Seré el próximo pelo pantene 2011...¡Te robaré el puesto, Sephiroth! ¡La única estrella de este mundo soy yo!

O no...

No quería probar con Artemisa ni con Nube de Oscuridad, que se sentaban juntitas como dos buenas amigas, ambas tan parecidas con su pelo canoso y sus ojos de colores tan...bueno...peculiares (rojo y naranja/amarillo/o lo que sea ese estúpido color de ojos de Artemisa -.-...muy comunes, desde luego)...lo que me hace preguntarme si no serán una especie de drows sin pigmentación en la piel...o una especie de eslabón perdido de los albinos.

Tidus se sentó cerca de Sephi, el sex-symbol del Dissidia, que tenía la misma cantidad de atractivo e irresistible como de egocéntrico. Se lo tenía tan creído que consideraba al resto meras lunas orbitando a su alrededor.

-¡Ey, rosita salvaje, siéntate aquí conmigo!-gritó a Firion.

Firion se acercó a Tidus y se sentó en el asiento de tal forma que dio a entender que la gravedad había aumentado de manera alarmante.

-Chss, tengo la forma de hacer que Sephiroth pierda la cabeza-murmuró el deportista-. Observa, rosita. Ey, Sephi-saludó, alzando una mano.

Sephiroth le miró como si fuese un piojo y siguió a lo suyo.

-¿Sabes? He estado husmeando y he encontrado cierta información que quizá te interese...sobre ti, claro.

Esta vez el peliplateado mostró cierto interés, aunque éste fuese totalmente amenazante. Tidus torció la cabeza y sonrió.

-Aunque, si quieres que te lo diga, claro, tendrás que darme algo a cambio...Todos tenemos un precio.

-No me interesa (Cloud: ¡Hey, no me robes la frase! Ò.Ó / Squall: Esa también la uso yo...).

-¿Seguro? No sé, no sé, es bastante inquietante...Y si los otros se enterasen...

Los ojos de Sephiroth emitieron un brillo amenazante.

-Desenfunda.

Tidus fingió atragantarse e hizo un grandísimo esfuerzo por sonrojarse. Parpadeó, llevándose una mano al pelo y adquiriendo una actitud levemente coqueta, haciendo que a Firion se le escapase una risa ahogada.

-¿Aquí, delante de todos? No sé, Sephi...

Sephiroth entendió entonces a lo que el deportista se refería. Frunció el ceño y se levantó, señalando a Tidus con el dedo.

-¡No soy gay!

-¿Quién ha dicho eso?

-Sí, tú ríete de mí, que este curso te haré la vida imposible.

-Hm...Si vas a acosarme, te recomiendo entonces que esquives a Yuna...Últimamente se pasea mucho a mi alrededor y seguro que hará alguna que otra visita al Dissidia a pesar de estar ella en el Spira...

-¡QUE NO SOY GAY! Ò-Ó

-Eso ya se verá...

-¡AAAAAAAAAAGHHHHHHHHH!

Tidus se miró el reloj de la muñeca y, después, observó a Firion.

-Menos de un minuto.

Efectivamente, Sephiroth parecía una especie de Gollum eufórico al que le han quitado su tesssssooooro. Nubecita se acercó a su camarada y le dio unas palmaditas en el hombro.

-Sephiroth, tranquilízate, que todos sabemos que no eres gay...

-¡¿QUÉ HAS DICHO? ¡Arrodíllate ante tu dios, fuerza blasfema!

-¡Artemisa, consuélale tú!

-Hmpf...Ese balón de blitzbol tiene razón, Nubecita-Artemisa miró fijamente un reloj de bolsillo que tenía colgado de la mano-. El tiempo ha dicho que es cierto...

-Jijijijijijiji tienes los ojos dilatados-se fijó Kefka, girando la cabeza 180º (¿¡WTF!)-. Jijijijijiji...

Artemisa cerró de un golpe seco el reloj y se lo guardó en el bolsillo de su chaqueta roja de cuero.

-Cállate, payaso.

-Jijijijijijiji...¿sabías que el LSD es malo? Jijijijijijijiji...Provoca intentos de suicidio...

La bruja bufó y le dio un capón. Kefka se llevó las manos a la cabeza.

-Jijijijijijijiji...Tú no eres de combate corporal, Artemi...

-Kefka, deja de reírte-pidió (exigió, más bien) Kuja-. Tu risa me perfora el tímpano como un taladro...

-Como quieras, querida...Jijiji...

Kuja tembló de pies a cabeza, se quitó la pluma que adornaba su cabeza y, atrapando al payaso con sus piernas, le metió la punta de la pluma en el ojo.

-¡Sufre, bufón del tres al cuarto! ¡Y soy un chico, un bello espécimen masculino del que tienes vil envidia, canalla!

Kefka, a pesar de la tortura, se seguía riendo como un bobalicón. Consiguió escabullirse de la pluma y las piernas de Kuja y se posicionó al lado del Emperador, que contaba cada dos por tres los billetes y las monedas de su cartera, mirando a ambos lados con desconfianza.

-¡Fuera de aquí, payaso!-le gritó, dándole patadas-Este es el sitio de honor para mi pelo.

Dicho esto, cogió su largo, largo, laaaargo cabello y lo puso encima del asiento. Kefka se puso entonces al lado de Sephiroth, que seguía medio ido con la idea de que sus enemigos pensaran que él, ÉL, el todopoderoso y sumamente sexy Sephiroth, era...gay.

Terra lo observaba todo desde la entrada del autobús, sin estar muy convencida de que aquellos personajes fuesen al Instituto de Fuerzas Especiales Dissidia...

-Tranquila, Terra-dijo Luneth, haciéndole un gesto para que se sentase a su lado.

La chica se acercó y se sentó en el asiento indicado. Luneth se llevó un dedo al pecho, sonriente.

-Yo te protegeré, te lo prometo.

-¿Proteger?-preguntó, alarmada.

-Cuando pasen un par de semanas, lo comprenderás mejor. Por cierto, ¿a qué clase vas?

-Mmmm...-Terra sacó el papel de entre los pañuelos ceñidos a su cintura-Veamos...Me han asignado en el aula 4ºB...

-Ah, bien, entonces vienes con nosotros, excepto con Cecil, Yitán, Cloud, WoL y Bartz. Cloud, Yitán y Bartz van a 4ºC y WoL y Cecil, que son dos años mayores ya, van a empezar el primer curso de F.E.

-¿F.E?

-Formaciones Especiales. A nosotros nos quedan dos años para entrar. Es muy parecido a 4º, solo que tienen más horas de entrenamiento y menos de teoría...aunque éstas son muchísimo más pesadas, claro. Y no te quiero contar nada del entrenamiento que hacen...Por eso, al empezar ya 1º, se encargan de los nuevos internos. La presión que sufren es tremenda...También van Sephiroth y Kuja. Luego están Kefka, Mateus o el Emperador, como le gusta que le llamen al muy egocéntrico, Golbez y Exdeath que van al último curso. Los demás van a 4ºC, a la rama de Artes de la Oscuridad...un burdo eufemismo, por supuesto. Los de Artes de la Oscuridad son los ''chicos malos'', por así decirlo, los problemáticos...No sé, todos los que cogen esa rama son unos buenos piezas, la verdad...No te aconsejo que te juntes con ellos; además, dudo que ellos se te acerquen. Nos tienen manía.

-¿Y eso?

-No os tenemos manía-corrigió Kuja-. Sólo os miramos por encima del hombro porque somos superiores y los superiores no se juntan con la escoria...

Terra frunció el ceño pero se abstuvo de decir algún comentario hiriente para el pisaverde de Kuja. Luneth resopló.

-¿Superiores? ¡Lo único que tienes tú de superior a mí es tu estupidez!

Nube de Oscuridad entró en cesa, sofrenando al hermano mayor de Yitán.

-Déjales, cielo-le dijo de forma...mmm...maternal (tratándose de Nubecita...igual de maternal que un rinoceronte)-. No quieren ver lo muy superiores que somos. Una prueba palpable de ello es ese comentario de la cebolla con patas...

Luneth se puso rojo de rabia.

-¡Amargada! ¡Métete en tus asuntos!-gritó, agitando los brazos como un niño pequeño-¡Esto es entre ese mono desteñido y yo!

-¿Amargada?

-¿Mono desteñido?

Luneth adquirió una actitud desdeñosa y se cruzó de brazos.

-Hmpf, puedo enfrentarme a vosotros dos a la vez y con los ojos cerrados.

-¡Veamos si eso es cierto!-exclamó Kuja.

-¡Claro que lo es! Nunca lucho contra quien no puedo vencer, y vosotros no entráis en ese grupo...

-¡Bueno, basta de tonterías!-bramó Jecht-Me está entrando dolor de cabeza con tanto grito y tanta memez.

Ante aquel grito, todos se pusieron firmes, quedaron como buenos amigos, se callaron y se sentaron en sus sitios. Era mejor no enfadar al temible, temible padre de Tidus.

¡Ey! Bueno…Ehm, no sé cómo me habrá quedado, la verdad…Espero haber empezado con buen pie ú.ù…¡Ah! Y recuerdo que esto es un poco parodia, así que no esperéis una imitación firme del carácter de los pjs…Mira que lo intento, pero es que no me sale muy bien…Lo sientooooooooo TT-TT