Bueno, pues aquí esta lo que va a ser el primer capitulo de mi nuevo fic, ya tenia rato que no hacia un universo alterno y la verdad es que ya lo extrañaba. El capitulo es algo corto a comparación de los que suelo escribir pero es solo es principio, el siguiente capitulo será algo más largo aunque no tanto como los que hacia en "El sentimiento correcto".

Decidí dejar este fic en la clasificación M porque va a contener lemon. No al principio, claro, pero para los que han leído mis otros fics ya saben que una vez que estas escenas empiezan forman parte importante en el desarrollo de la historia

Les agradezco por tomarse su tiempo para leer este fic, puede que el principio no parezca muy interesante pero les suplico que le den una oportunidad.


CAPITULO 1

Una bella sonrisa

Naruto estaba molesto, sí sus padres no lo hubieran arrastrado a esa estúpida fiesta seguramente ahora estaría con Sakura-Chan, y probablemente con el teme de Sasuke, pero prefería eso a estarse aburriendo en esa estúpida fiesta para niños.

Buscó con la mirada a ver si había alguien de su edad pero parecía que no era así ¿Cómo se les ocurría a sus padres pensar que podía divertirse en una fiesta de niñitos? Todos los asistentes debían tener entre 5 y 7 años y él ya era un chico de 10 años, ese tipo de fiestas no hacían si no irritarlo.

–Vamos Naruto, ya quita esa cara– Le dijo su madre mientras le acariciaba la cabeza alborotando mas su rubia cabellera –Deberías tratar de divertirte

–¿En este lugar?– Refunfuño el chiquillo –Parece un centro preescolar, hace mucho que dejaron de gustarme este tipo de cosas– Le dijo señalando la gran variedad de juegos y atracciones que poblaban el bello jardín de la enorme mansión donde se llevaba a cabo la fiesta –¿Es que no hay nadie de mi edad para hablar de otra cosa que no sean figuras de acción y ponys?– Su madre solo le dirigió una sonrisa comprensiva

–Siento que no te estés divirtiendo, cariño, pero tu sabes que esto es importante para papá, es la fiesta de la hija de su socio y ya sabes que...

–Que algún día ella y yo dirigiremos los hospitales Konohagakure– Dijo arrebatándole la palabra a su madre –Por lo que es mejor que siempre trate de mantener una buena relación con la familia Hyuuga

–Me alegro que lo entiendas– Escucho una voz a sus espaldas, Naruto se volvió y se encontró con el sonriente rostro de su padre –Pero tu actitud deja mucho que desear– Le reprocho

–¡Yo no quería venir!– Protesto obstinadamente –¡Estoy aburrido!

–Bueno, podrías jugar con Neji-Kun– Sugirió su madre

–Ese sujeto solo sabe estudiar– Dijo el rubio mientras dirigía su mirada a un chico de 13 años que parecía muy entretenido leyendo un libro a la sombra de un árbol algo apartado del resto.

–Naruto...– Su padre estaba a punto de sermonearlo cuando otra voz llamo la atención de este

–¡Minato, que gusto que tu y tu familia pudieran venir!– Los tres Uzumakis voltearon a donde se escucho la voz y se encontraron con una versión adulta de Neji, Naruto conocía a ese hombre, era el socio de su padre, Hiashi Hyuuga; sus padres intercambiaron saludos con el hombre el cual para gusto de Naruto parecía demasiado serio, dijeron algo que él no pudo escuchar y después los tres adultos voltearon a verlo –Así que este es tu hijo– Dijo el Hyuuga mirándolo detalladamente cosa que desagrado al rubio –Gusto en saludarte, Naruto– Dijo el hombre tendiéndole la mano la cual el rubio tomo por pura cortesía –Has crecido mucho, la ultima vez que te vi solo eras un bebé– De repente un sonido se escucho detrás de aquel hombre, Naruto dirigió sus ojos allí y se encontró con una pequeña niña que tenia los mismos ojos perlados de aquel hombre y del aburrido de Neji, pero a diferencia de ellos estos no parecían fríos, mas bien lo miraban con curiosidad

–¡Valla, la pequeña Hinata-Chan también a crecido bastante!– Exclamo Kushina, entonces la pequeña salió de detrás de su padre e hizo una graciosa reverencia para saludar a los invitados

–Bienvenidos a mi fiesta– Les dijo y después les sonrió con ternura. Naruto la miro algo molesto ¡Así que esta era la culpable de haber sido arrastrado a ese lugar! Si esa mocosa no cumpliera años él bien habría podido tener una cita con Sakura-Chan

–Ey, Naruto– Le dijo su madre mientras sacaba de su bolso un pequeño paquete primorosamente envuelto y se lo entregaba –¿Por qué no le das su regalo de cumpleaños a Hinata?– Naruto le dirigió una mirada acusadora a su madre, encima de arrastrarlo a lo que probablemente era el día mas aburrido de su vida además tenia que darle él mismo el estúpido regalo, suspiro exasperado mientras tomaba el paquetito de las manos de su mamá, avanzaba unos pasos hasta quedar delante de la pequeña y después extendió sus brazos entregándoselo

–¡Feliz cumpleaños!– Le dijo no de muy buen modo, pero la pequeñita al parecer no se dio cuenta

–Mu... Muchas gracias– Respondió sonriéndole de una manera tan tierna que el rubio casi se olvida que estaba enfadado –Etooo... ¿Puedo abrirlo?– Pregunto tímidamente y con un hermoso sonrojo en sus mejillas

–Si quieres, es tuyo– Le respondió tratando de aparentar indiferencia, viéndolo bien y aunque no quisiera reconocerlo la pequeñita era bastante adorable, su piel era muy blanca y en contraste su pelo era azul oscuro lo que le daba la apariencia de una muñequita de porcelana, su nariz era pequeña y sus labios rosados, llevaba un bonito vestido blanco con rosas estampadas, llevaba el cabello muy corto pero destacaban dos mechones mas largos que enmarcaban su rostro sonrojado, definitivamente Hinata era una niña muy linda

–¡Kawaiii!– Exclamo emocionada al encontrarse con un finísimo estuche de terciopelo y dentro de este un bellísimo collar que tenia diminutos cascabeles y al frente lo que parecía una pequeña pero hermosa campanita de cristal –¡Muchas gracias, Naruto-kun!– Le dijo sonriéndole de tal manera que Naruto no pudo evitar ruborizarse levemente

–N... No es nada– Le respondió mientras miraba a otro lado pues de repente se había puesto nervioso

–Naruto lo escogió especialmente para ti, Hinata-Chan– Ese comentario de Minato le gano una furiosa mirada de parte de su hijo, Naruto intento negarlo pero al contemplar de nuevo la tierna sonrisa de la pequeña solo fue capaz de hacerlo

–Me alegro que te guste– Era cierto que él había escogido ese collar pero no lo había elegido "especialmente" para Hinata, una semana antes de la fiesta su madre lo había llevado casi a rastras al centro comercial para que la ayudara a escoger un regalo para la hija del socio de su padre quien iba a cumplir cinco años. Después de verse arrastrado hasta ahí Naruto decidió apresurarse a encontrar algo que convenciera a su madre y así salir de allí cuanto antes o de lo contrario volvería a llegar tarde a casa del Teme y entonces este se enfadaría y no lo ayudaría con la tarea.

Su madre se había detenido en una tienda de animales de peluche, cajas de música y ese tipo de curiosidades que por alguna extraña razón les gustaban a las chicas, el rubio rezaba para que su madre encontrara algo que considerara apropiado cuando entonces de alguna manera volvió la mirada a una pequeña tienda que estaba al final del pasillo, no sabría decir que fue pero algo de ese lugar llamo su atención y se acerco, se trataba de una joyería, Naruto pudo observar que aun cuando se trataba de un local mucho más pequeño que el resto las piezas que exhibía en el pequeño aparador eran realmente exquisitas, y entonces se fijo en el collar, sin duda que se trataba de un objeto curioso pero muy bello

–Bonito ¿Verdad?– El rubio casi salta al escuchar la voz a sus espaldas, se giro y se encontró con una bella pero extraña mujer, su rostro permanecía inexpresivo y su cabello estaba adornado por lo que parecía ser una flor de papel –¿Te gustaría verlo?

–No... Yo... Solo miraba...

–Esta bien, por mirar no se paga– Y antes de que pudiera reaccionar la mujer lo llevo dentro, una vez en la tienda la mujer abrió la pequeña vitrina y con sumo cuidado saco el collar, al moverlo los cascabeles se sacudieron produciendo un sonido casi imperceptible pero hermoso, parecía como si alguien susurrara una hermosa canción –Es una autentica obra de arte– Siguió diciendo la mujer mientras ponía el collar en las manos de Naruto –Es de platino, los cascabeles son de oro blanco y la campana es de cuarzo tallado a mano– Al escucharla Naruto sacudió levemente el collar para escuchar el sonido

–Es... Perfecto– Se escucho una voz a su espalda, el rubio se volvió y vio a su madre de pie en la entrada de la tienda mirando el collar que sostenía –¡Es sencillamente perfecto!– Volvió a decir mientras avanzaba hasta él y casi le arrebataba la joya –¡A la pequeña Hinata le encantará! ¡Buen trabajo, Naruto!– Dijo mientras le alborotaba el cabello

–¡No hagas eso, mamá!– Se quejo el rubio –¿No deberías ver primero el precio? Parece costoso– Aunque el dinero no era problema para la familia Uzumaki, Naruto no consideraba una joya como un regalo adecuado para una niña, sin embargo cuando la mujer les informo el precio del collar tanto él como su madre se sorprendieron del bajo costo

–¿Esta segura de que ese es su precio?– Pregunto Kushina –Me parece algo bajo para una joya tan fina

–Esta bien– Dijo tranquilamente la mujer que atendía la pequeña joyería –El precio de las joyas de este lugar varia dependiendo del cliente, le aseguro que este collar estaba esperando por ustedes– Bajo su mirada hacia el rubio –La persona para quien es este collar será alguien muy importante en tu vida, pequeño, puedes estar seguro– Naruto no entendió a que se refería la mujer, tal vez si el collar fuera para Sakura-Chan, pero era para una completa desconocida, sin embargo no pudo pensar mucho en el asunto pues su madre se apresuro a pagar y salir a toda prisa rumbo a su casa para enseñarle a Minato el regalo que habían comprado.

Al principio la mujer de la joyería le había parecido una lunática, sin embargo, en ese momento mientras miraba como la pequeña niña le mostraba emocionada al señor Hyuuga el regalo recibido no pudo sino darle la razón, parecía como si ese collar hubiera sido hecho para la pequeña Hinata. Ella le pidió a su padre que le ayudara a ponérselo, Hiashi se inclino detrás de la niña y se lo abrocho, ella le regalo una bellísima sonrisa de agradecimiento a Naruto acompañada de un adorable rubor en sus mejillas, por alguna razón desconocida para Naruto las palabras de la extraña mujer que le vendiera el collar resonaron en su mente –"La persona para quien es este collar será alguien muy importante en tu vida..."– El rubio sacudió la cabeza ¿Por qué recordaba eso?

El tiempo siguió pasando y Naruto termino sentado bajo un frondoso árbol apartado del resto de los invitados, a su lado había un plato de pastel vació, cuando había llegado el momento de cortarlo y repartirlo los niños se habían amontonado alrededor empujándose y gritando, él había optado por alejarse de todo ese escándalo, un trozo de pastel no valía entrar en medio de esa manada de pequeños demonios, tal vez si se hubiera tratado de ramen se habría arriesgado pero no era el caso, así que busco un lugar donde pudiera alejarse de todo ese alboroto, no llevaba mucho sentado debajo de aquel árbol cuando sintió un ligero golpecito en el hombro, cuando levanto la vista se encontró con una sonrojada Hinata que le tendía una suculenta rebanada de pastel, el rubio la miro algo sorprendido

–¿Es para mi?– Hinata respondió que si con un movimiento de cabeza, agradecido por el gesto él tomo la rebanada de pastel –Gracias, Hinata-Chan– A él le sorprendió tanto como a ella que le llamarla así, Hinata solo le sonrió de esa manera tan tierna como solía hacerlo y lo dejo solo para que pudiera comer. Y ahora, aun sintiendo la dulzura del pastel en su paladar Naruto debía aceptar que su pequeña anfitriona lo estaba tratando muy bien, justo en ese instante sus ojos se toparon con la pequeña Hinata, estaba arrodillada delante de su pequeña hermanita de casi un año, Hanabi, quien señalaba algo que se escondía entre las ramas de un árbol.

A pesar de ser muy pequeña, Hinata se tomaba muy en serio eso de ser hermana mayor, su madre había muerto días después de nacer Hanabi, así que estaba consiente que debía ayudar a su padre a cuidar a su pequeña hermana, motivo por el cual en esos momentos se encontraba en un pequeño apuro, y era que el pequeño gato mascota que tenían estaba atrapado en lo alto de un árbol, Hanabi señalaba al pequeño animalito y balbuceaba llorosa en un intento por pedir que lo bajaran, desafortunadamente estaban algo apartadas de los demás invitados y no había quien ayudara al pobre minino, Hinata le había pedido a Hanabi que fuera paciente, que iría a buscar a Neji y que seguro el podía rescatar al gato, pero en cuanto Hinata se alejo no menos de cinco pasos Hanabi había comenzado a llorar y berrear a todo pulmón señalando con más insistencia en dirección del gato, a Hinata no le gustaba la idea de marcharse y dejar a su pequeña hermana llorando, aun cuando fuera solo el breve momento que le tomaría localizar a Neji, así que opto por bajar al gato ella misma.

Cuando se paro debajo del enorme árbol no le pareció tan difícil, con sumo cuidado comenzó a trepar, cuando estaba a escasos centímetros de alcanzar al endemoniado animal la risita de Hanabi, quien pese a ser un bebe entendía que estaba a punto de salirse con la suya, la hizo mirar abajo, y le pareció que el suelo estaba muy pero muy lejos ¿Cómo demonios había llegado a ese lugar? Su primer impulso fue sujetarse con más fuerza del árbol, sin embargo en ese momento la rama donde se apoyaba crujió y sucumbió bajo su peso, el grito de Hinata mientas se precipitaba al suelo se escucho por todo el lugar.

Naruto observo entre impresionado y preocupado como la pequeña Hinata comenzaba a trepar por un árbol, no supo muy bien como reaccionar, aquello parecía peligroso, tal vez debería avisar a alguien, o tal vez debería esperar a que Hinata se asustara y así no tendría que hacer nada, el árbol era enorme y Hinata solo una pequeñita de cinco años ¿Qué tan alto podría llegar? Sin embargo, para su sorpresa Hinata siguió subiendo hasta las ramas más altas

–Una caída desde esa altura puede ser muy peligrosa– Susurro para si el chico, molesto y preocupado por la imprudencia de la niña, Naruto se levanto y se dirigió hacia el árbol, no estaba muy lejos cuando escucho el sonido de algo que se rompía y el grito de Hinata, lo que siguió paso en fracciones de segundo, pero para Naruto fue como si pasara en cámara lenta –¡Hinata!– Escucho un angustiado grito que más tarde reconocería como propio, y moviéndose a una velocidad impresionante Naruto técnicamente se lanzo barriéndose bajo el árbol para amortiguar la caída de la pequeñita.

El algún momento mientras caía Hinata había cerrado los ojos en espera de sentir mucho dolor, pero este no llego, en lugar de eso sintió como caía en algo cálido y firme pero suave, escucho una especie de quejido y después sintió que unos brazos temblorosos la sujetaban,

–¿Estas bien?– Escucho a alguien preguntándole, finalmente Hinata se animo a abrir los ojos y se sorprendió muchísimo al ver que estaba sentada sobre Naruto quien a su vez estaba sentado sobre el piso, una de las manos del chico estaba sobre el suelo para servirle de apoyo y la otra le rodeaba los hombros a ella, su cabello estaba alborotado, su ropa se había llenado de tierra y lucia raspones en varias partes

–¿Na... Naruto-Kun?– Susurro tímidamente mientras comprendía lo que había pasado –¿Tu... Tu me salvaste?– Por toda respuesta el chico le sonrió alegremente

–Me alegra que no te haya pasado nada– Aunque la sonrisa vacilo en los labios del rubio al ver que los perlados ojos de la niña se humedecían ¿Acaso si se habría lastimado?

–Pe... Pero... Tu... Te hiciste daño...– Susurro la niña mientras su manita acariciaba con suavidad un rasguño en el pómulo del chico, por alguna razón ese gesto lleno de ternura a Naruto.

–¡Hinata-Sama! ¿Se encuentra bien?– Se escucho una voz al lado de los chicos y antes de que pudieran comprender lo que pasaba alguien le arrebato a Hinata, Naruto parpadeo al ver como Neji la levantaba para ver si estaba bien –¿Qué paso?

–Yo... Quería bajar al gato...– Dijo señalando al felino que seguía encaramado en lo alto del árbol –Para que Hanabi-Chan no llorara

–Hinata-Sama, debió buscarme a mi para eso...– Neji no pudo terminar de reprender a su pequeña prima pues en ese momento el padre de Hinata y los padres de Naruto llegaron, Hiashi quito a Hinata de los brazos de Neji mientras preguntaba que había pasado y Minato y Kushina hacían lo propio con Naruto, ambos chicos trataban de explicar pero sus padres estaban tan preocupados por ver que no se hubieran echo daño que no los escuchaban, finalmente Hiashi se llevo a Hinata de allí, la pequeña miro a Naruto algo preocupada

–Pe... Pero Naruto-Kun se lastimo por ayudarme...¡Quiero quedarme con él!– Pero aun así su padre se la llevo, le hizo sentirse halagado ver la preocupación de la niña por él y por alguna extraña razón él tampoco quería que lo apartara de Hinata.

Después de que su madre le ayudara a limpiarse y arreglarse y le atendiera sus raspones llego el momento de marcharse, mientras su madre lo conducía hacia la salida, Naruto vio de reojo que su padre y el señor Hyuuga hablaban de algo, debía ser importante pues ambos se mostraban muy serios, casi preocupados, pero no pudo observar muy bien ya que cuando estaba llegando a la puerta que los conduciría al patio donde estaba estacionado su auto, un ligero tirón a su manga lo hizo mirar al frente, se encontró con la pequeña Hinata, mas sonrojada que nunca y jugando nerviosamente con sus dedos

–Etooo... Yo... Yo... Que... Quería a... Agradecerte– Susurro la niñita con un curioso tartamudeo, el rubio la contemplo por un momento, cuando había llegado a su casa estaba muy molesto con esa pequeña pues ella era la razón por la que se había visto arrastrado a una fiesta a la que no quería asistir, pero ahora al verla así... Simplemente sentía como su corazón se enternecía

–Esta bien, Hinata-Chan– Le dijo mientras le acariciaba el cabello alborotándoselo un poco –Me alegra ver que estas bien– Las mejillas de la niña parecieron encenderse más cuando extendió su mano cerrada hacia él, algo extrañado, Naruto extendió la mano con la palma abierta para recibir lo que la pequeña le ofrecía, un cristalino sonido se escucho cuando ella abrió la mano y dejo caer un diminuto objeto en la mano de Naruto quien contemplo asombrado lo que sostenía –Pero... Esto es...– Hinata le había dado la pequeña campana de cristal que había en el collar que él le había dado y que a ella le había encantado

–Estoy segura de que te traerá suerte como a mi...

–¿Suerte?– El rubio se pregunto que suerte le había traído en unas cuantas horas en las que había usado el collar

–Si... Porque... Porque el día que recibí este collar yo... Yo... Yo conocí a Naruto-Kun...– Esta vez fue el turno de Naruto para sonrojarse, Hinata se dio cuenta de lo que había dicho y simplemente salió disparada de allí sin darle tiempo al rubio para agregar nada, pero mientras veía a la niñita correr, una ligera sonrisa se dibujo en su rostro

Sin duda es Hinata-Chan es una pequeña realmente linda...– en ese momento su padre llego y los condujo a él y a su madre fuera de la mansión Hyuuga.

Desde el asiento trasero del auto de su padre Naruto veía el paisaje correr por la ventana mientras la noche caía, en su mano aun sostenía la pequeña campana que Hinata le había dado, sentía que sus párpados comenzaban a cerrarse, la verdad es que estaba algo cansado

–Y bien Naruto ¿Te divertiste?– Le pregunto su padre

–La comida era buena– Fue su respuesta, la verdad "divertido" no era la palabra que él usaría para definir su estancia en la casa Hyuuga

–¿Y que opinas de Hinata-Chan?– Tal vez era porque estaba algo dormido, pero Naruto juraría que su padre se escuchaba algo tenso

–Es una niña muy linda– Dijo ya mas dormido que despierto ya que de haber estado más conciente jamás habría admitido que la pequeña Hyuuga le había parecido muy agradable

–Me alegra que digas eso– Le dijo Minato –Porque Hinata va a ser alguien muy importante para ti en el futuro

–¿A si?– Sus ojos comenzaron a cerrarse

–Si, veras, Hiashi, el padre de Hinata, y yo acordamos algo muy importante... algo sobre ti y Hinata... Y el futuro de ambos

–¿Futuro?– Algo dentro de Naruto le decía que lo que su padre trataba de comunicarle era importante, pero estaba demasiado agotado, lo ultimo que escucho fue la voz de su madre hablándole a su padre

–Minato, por favor, es pronto para hablar de eso, tal vez no sea necesario que ellos...– Pero el sueño lo venció y no pudo seguir escuchando.

Al día siguiente Naruto despertó en su cama, en su mano aun tenia la pequeña campana que le había regalado Hinata, justo en ese momento su celular sonó indicando que tenia un mensaje, era de Sakura para decirle que ella, Sasuke y otros de sus amigos se reunirían para ir al parque, el rubio de inmediato respondió confirmando su participación, de esa manera el recuerdo de la adorable Hyuuga quedo relegado a segundo termino ante la posibilidad de ver a la pelirrosa de la que estaba enamorado y conforme los días transcurrían ese recuerdo se iba tornando cada vez más borroso al punto de que Naruto se olvido de la niña que le había parecido tan adorable.

Hasta que doce años más tarde el destino volvió a traer a Hinata Hyuuga a su vida.


Y hasta ahí queda el primer capitulo, como dije, puede parecer algo corto y tal vez no muy interesante pero les prometo que eso ira cambiando conforme se desarrolle la historia. Por favor, no duden en dejarme sus comentarios, dudas y sugerencia que yo tendré gusto en responderlas. Gracias por haberse tomado el tiempo de leer este primer capitulo y prometo intentar actualizar a la brevedad posible. ¡Hasta pronto!