=Ni bakugan ni sus personajes me pertenecen=
Un pequeño niño de 7 años, cabellos negros cortados a la altura de los hombros y un par de hermosos ojos dorados se encontraba corriendo. En su mano llevaba una muñeca. Persiguiéndolo estaba una niña de 5 años cabello anaranjado y ojos cafés del tono del chocolate. Ella se veía notoriamente molesta mientras que el niño estaba realmente divertido, hasta que de pronto la pequeña pelinaranja se detiene.
- Shun… eres un tonto- le gritó en la cara para correr hacia la dirección de un bosque. Las lágrimas comenzaban a presenciarse en su rostro. No quiso decirle eso… pero su paciencia había explotado.
- E-Espera… Alice- dijo saliendo del shock para comenzar a perseguirla ahora. Estuvo un rato buscando… tantos árboles le estorbaban pero no podía hacer nada con ellos. Descansó un rato. Estaba jadeando, había mucho calor y la humedad en el bosque hacia que fuese más notorio. –No quería hacerla enojar- dijo para luego cerrar un momento sus ojos y poder descansar su vista.
- Tonto… tonto…- repetía molesta y triste la pequeña pelinaranja. No le gustaba enojarse con su mejor amigo… pero ese día no estaba de ánimos para soportar sus típicas bromas. Poco a poco cambio su paso veloz a uno lento. Estaba oscuro debido a que se encontraba en la parte del bosque con el follaje más denso. Había dos cosas que Alice temía. Los truenos o relámpagos… y la oscuridad.- Por que cuando en verdad necesito que estés aquí… no estás- dijo para después sentarse en la base de un árbol escondiendo su cara entre sus rodillas.
Shun había buscado por todos lados, pero de repente recordó la parte oscura. No creyó que haya ido hacía allá por su miedo a la oscuridad. Pero igual fue a investigar. Después de un rato de caminar logró divisar a su amiga claramente asustada.
- ¡Alice!- exclamó para luego acercarse corriendo a ella. Esta al verlo se aferró a él, estaba temblando. Shun la abrazó.- Vamos… no tienes por qué llorar… ¿Te parece si nos vamos?- le preguntó a pesar de que ya sabía la respuesta.
Caminaron lentamente debido a que Alice aún seguía abrazada a Shun. Este estaba sonrojado pero no la iba a separar de él sabiendo lo aterrada que ella se encontraba. Al regresar a una especie de palacio Shun se quedó pensando como entrar. Aunque usó el mismo método para salir… se acercaron a uno de los barrotes y los movió un poco dando espacio suficiente para que ambos niños pasaran. Al entrar al palacio una joven se les acercó.
- Príncipe Shun ¿dónde estaba metido?- preguntó una joven de aproximadamente 15 años, cabello castaño y ojos morados. Su nombre era Kaoru Yamamoto. Una de las consejeras de la reina y cuidadora de Shun.- Disculpa… ¿Quién eres tú?- dijo amablemente refiriéndose a Alice.
- No le digas a mi padre… por favor- rogó el pequeño príncipe, mientras jalaba a Alice detrás de él.
- Tranquilízate… no le diré nada, si me dices quien es ella- intentó hacer un acuerdo Kaoru.
- Ella es Alice… mi mejor amiga, Alice ella es Kaoru, es la consejera de mi mamá- presentó Shun.
- Mucho gusto- dijeron ambas al unísono. Kaoru sabía que ella era parte de las empleadas del palacio. Ayudaba con la limpieza… pero nunca se esperó que entablara amistad con el pequeño príncipe arrogante.
Después de un rato otra chica encargada de la limpieza, llamó a Alice para que ayudara así que se tuvo que despedir. Dejando a Shun a merced de los interrogatorios de Kaoru.
- Sabes que no puedes ser amigo de ella ¿Por qué lo haces?- comenzó Kaoru. Ella sabía lo meticuloso que era Shun escogiendo amistades. ¿Entonces por qué escogería una sirvienta?
- Por que a diferencia de todos los "amigos" que tengo… ella me aprecia por quien soy- respondió seriamente
- Te entiendo… pero… si tu padre se entera- mencionó pero fue interrumpida por Shun.
- El no se enterará de esto… ¿Verdad?- rogó con sus ojos. La única que sabía la relación de Shun con Alice era ella. Kaoru. Ante esta mirada ella no pudo hacer más que doblegarse.
- De acuerdo… pero procura no meterte en líos por ella- sugirió Kaoru antes de levantarse e irse al despacho de los 2 reyes –Recuerda que en 3 horas tienes tu lección de piano- le recordó Kaoru y cual Shun confirmó molesto.
Después de un rato él se fue a la cocina. Al verlo todas las trabajadoras, pararon momentáneamente sus labores, esperando alguna instrucción.
- Disculpen… ¿Alice Gehabich?- dijo con un semblante sombrío. Todas señalaron a la pequeña que estaba sentada en una esquina. –Vamos- dijo dándose media vuelta.
Al salir de la cocina continuaron el trayecto con dirección a la habitación del moreno. Al entrar en la habitación ambos no podían dejar de reír.
- No sabía que actuabas tan bien- decía entre risas Alice. Mientras Shun la miraba ligeramente indignado.
- Y se ve que tú te cansas trabajando- rió nuevamente al recordar que Alice estaba sentada en una esquina mientras los demás trabajaban. Ella solo lo miraba con enojo fingido y su rostro levemente ruborizado.
Estuvieron jugando un buen rato, entre pláticas y peleas. Pero de repente tocaron a la puerta de Shun el cual le pidió a Alice que se ocultara debajo de la cama. Al estar oculta Shun permitió el paso.
- Joven Kazami lo vine a buscar para su práctica de piano- mencionó una mujer de cabello azul largo y ondulado hasta la cintura y ojos amarillos. Su nombre era Melisa.
- Me dirigía hacia allá- dijo seriamente para luego cerrar la puerta. Le indicó a Alice que saliera de su escondite y se cambió de ropa para sus clases.
- Entonces ¿Te veo al rato? – preguntó la niña esperanzada de poder jugar de nuevo con él.
- Claro que sí- finalizó Shun para salir corriendo de la habitación.
Tardó mucho tiempo en poder escaparse de lo que él considera su tortura diaria. Ya era muy tarde así que no se tomó la molestia de buscar a Alice. Lo más probable es que estuviera dormida. Pero al abrir la puerta de su habitación se quedo sorprendido… ella estaba allí. Al verlo corrió y lo abrazó.
- ¿Qué ocurre?- preguntó Shun preocupado por su amiga. Estaba llorando y no sabía por qué. Aunque la pregunta se respondió sola al ver que estaba relampagueando. Había una tormenta afuera y los relámpagos asustaban a Alice- Vaya… y tan soleado que estaba en el día- dijo Shun sentándose con Alice en la cama -¿Qué tal si duermes hoy aquí?- ofreció Shun, a lo que ella aceptó.
El la cubrió con la suave colcha que tenía. En un lado se acomodó Shun y en el otro Alice. Aun así con cada relámpago que adornaba el cielo, la pelinaranja saltaba del susto. Por lo que el moreno decidió darse vuelta y abrazarla por la espalda. Al inicio Alice se incomodó pero al seguir relampagueándose giró y escondió su cabeza en el pecho del niño. La tormenta continuó pero ambos infantes lograron conciliar el sueño.
Nya~ aquí de nuevo con otro fic de ShunxAlice x3
(no se desharán de mi tan sencillo xD)
Bueno realmente no creo que esté muy largo… xD ya tengo parte de la historia avanzada
y me gustaría que me dieran críticas o sugerencias del fic (obviamente por MP)
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