Hola! Les presento mi nuevo fic. En esta nueva historia encontraremos a una Bella muy extrovertida y a la vez guerrillera que no permitirá que le tomen el pelo en la Universidad. Donde se encontrara con un mundo totalmente opuesto a lo que ella pensaba sobre esta etapa de su vida, la universitaria. Se encontrará con gente y con grupos que siempre pensó que eran pertenecientes a películas.
Simplemente decirles que espero que os guste. Un beso.
Todo por un sueño.
Vivir en Forks jamás me ayudó a conseguir alcanzar mi sueño, aquella meta que de pequeña me había puesto y que costase lo que costase algún día llegaría a cometer.
Nunca he sido una chica normal, como el resto, a quienes les encanta ir de compras y asistir a fiestas de pijamas donde pintarse las uñas y contarse los secretos, es el plan de la noche. Más bien, siempre he sido una niña que no solía congeniar con la población femenina de mi edad. Al sentir el rechazo por parte de las chicas, sin encontrar un motivo aparente, decidí alejarme de ellas y refugiarme en aquel lugar y en aquellas personas que me aceptaban tal y como era a pesar que eso significase juntarme con los chicos del pueblo. Por suerte, tenía a mis hermanos. Ellos tienen mi misma edad, sencillamente por la cuestión que somos trillizos. Los tres somos totalmente diferentes, pero a la vez tenemos un toque en nuestras facciones y en nuestro carácter que hace evidente los lazos que existen entre nosotros. Ellos junto con mis padres son mi gran apoyo en este mundo.
Desde pequeños nuestro grupo de amistades son las mismas, des de que tengo uso de memoria tan solo he tenido amigos, de vez en cuando alguna amiga, pero en cuanto las demás niñas del pueblo le comían la cabeza con sandeces en mi contra, me volvía a quedar con los chicos. De esa forma asimilé que mi lugar era a su lado, aunque ese hecho provocase que mis pasatiempos favoritos consistiesen en juegos masculinos, como el fútbol, baloncesto e incluso cuando nos fuimos haciendo mayores, llegamos a participar en alguna carrera ilegal de motos, pero después de una grave caída de un miembro de nuestro grupito decidimos no volver a hacer semejantes locuras.
Con mis hermanos siempre he tenido total confianza y en cuanto encontré en sentido y la dirección que le quería dar a mi vida se lo expliqué. Al principio estaba asustada por sus posibles reacciones, debido a que ellos eran muy sobreprotectores conmigo y separarnos nos provocaba un inmenso dolor, sabía que mi elección y mi sueño significaba separarme de mi hogar y no sabría como ellos se lo tomarían. Pero necesitaba saber que ellos me apoyaban y me ayudarían a planear algo con tal de poder cumplirlo, porque con el sueldo de un jefe de policía y de una maestra de parvulario, nunca podría llegar a alcanzarlo. Pero lo que no me esperaba es que ellos desde un primer momento me apoyasen e incluso que la idea les agradase tanto que decidieron que mi particular sueño a partir de ese mismo momento sería el sueño de los tres. De ese modo a partir de ese día empezamos a idear mil y un planes que nos ayudasen a reunir el suficiente dinero para poder estudiar nuestra carrera universitaria en el estado de California, donde el sol suele adornar el cielo de manera casi constante, no como en este oscuro y triste pueblo que raro era el día que hacía un poquito de sol.
Uno de los muchos días que nos encontrábamos jugando a los videojuegos, a mi hermano Jacob se le ocurrió una estupenda idea.
FLASBACK
-Bella, eres una tramposa! – me culpó Emmet después de haberle ganado por tres veces consecutivas – Y como castigo sufrirás una tortura – me amenazó mientras se lanzaba sobre mí y me hacía cosquillas.
-Emmet, por favor déjame. No puedo aguantar más – dije retorciéndome entre sus grandes y fuertes brazos, que me tenían sujeta imposibilitando cualquier tipo de escape.
-Ya lo tengo! – chilló Jacob soltando el mando de la consola y provocando que Emmet y yo nos asustásemos y nos cayésemos del sofá.
-Ostras Jake, que pasa? – dijo Emmet entre risas.
-Ya sé lo que haremos para conseguir ir a California – dijo muy animado e ilusionado mientras confirmaba las posibilidades existentes en su mente. En cuanto escuchamos esas palabras Emmet y yo nos levantamos como si nos hubiésemos sentado sobre un alfiler.
-Explica hermano – le animé a explicárnoslo.
-He pensado que ya que por las notas es imposible que nos den una beca, ya que aunque saquemos buenas no conseguiremos ser los mejores, pero por la experiencia que tenemos, sé que podremos conseguir otro tipo de becas – dijo mirándonos sugestivamente mientras alzaba las cejas pícaramente. – Podemos conseguir becas deportivas – esa era una idea realmente buena y que no se me había ocurrido. – Que pensáis? – dijo después de unos minutos de silencio en los que cada uno se encontraba perdido en sus propios pensamientos. Yo simplemente me lancé a sus brazos y le llené la cara a besos.
-Es la mejor idea del mundo – le dije después de abrazarle y besarle. En ese instante Emmet se nos unió al efusivo abrazo y acabamos los tres riendo a carcajadas en el suelo.
FIN FLASHBACK
Los primeros días fueron complicados. Emmet decidió que entraría en el equipo de Fútbol Europeo, mientras que Jake prefirió entrar en el equipo de Baloncesto. Los chicos fueron muy bien aceptados por los grupos e incluso después de unos meses de entrenamiento consiguieron el puesto de capitán del equipo, en sus respectivos equipos.
Desgraciadamente yo no tuve la misma suerte y no fue por intentos, ya que estuve durante seis meses presentándome a pruebas para conseguir que me admitiesen en cualquier puesto con tal de conseguir ser la mejor y que me ofreciesen la ansiada beca, pero no todo fue un camino de rosas y lirios en mi búsqueda. Todos los equipos a los que me presentaba y en los cuales ofrecían becas a sus mejores jugadores, pedían o más bien exigían que fuesen barones los integrantes del equipo. Ni siquiera se molestaban en dejarme hacerles una demostración de mis capacidades físicas.
Un día en el que mi ánimo estaba por los suelos, ya que me había presentado al último puesto de mi lista y me habían dicho la misma frase de siempre "eres buena pero necesitamos chicos", pasé por delante de un gimnasio en cuyo interior parecía que hubiese una fiesta por la alta música que se escuchaba. Decidida y curiosa me acerqué a la puerta entreabierta del lugar y pude observar ante mí un espectáculo que ni en mis mejores sueños me hubiese imaginado.
El gimnasio se encontraba habitado por un grupo de chicas despampanantes, que movían su cuerpo al ritmo de la música que sonaba en aquellos momentos, en un principio no la pude reconocer, pero más tarde me di cuenta que se trataba de Britney Spears y su alucinante canción que constantemente sonaba en la radio y en las discotecas de todos Estados Unidos, se trataba de "Till the world ends". Cuando volví a centrar mi atención a las chicas, me fijé que éntrelos majestuoso y complicados de baile se introducían y mezclaban complejos movimientos de máxima flexibilidad y todo tipo de piruetas, dotando al baile de una complicación y perfección inimaginable. Una idea se cruzó por mi mente en ese mismo instante. Recordé que un día buscando métodos para conseguir becas para la universidad de California, encontré que las mejores animadoras del país conseguirían una plaza segura en la concurrida universidad. Estaba tan sumida den mis pensamientos que no me di cuenta que todas las chicas se habían percatado de mi presencia y me observaban con un deje de curiosidad en su finas y femeninas facciones.
-Hola, deseas algo? – preguntó una chica mayor que las demás, por ese motivo intuí que sería la entrenadora del grupo.
-Hola, soy Bella – me presenté. Y en ese momento en cuanto puse un pie en el gimnasio me di cuenta que este sería mi opción para llegar a California, además que siempre bailar a sido un aspecto de la diversión juvenil que me ha encantado y fascinado. – No he podido evitar observar como bailabais, y dejadme que os diga que lo hacéis genial. Simplemente me gustaría saber si tengo alguna posibilidad de formar parte del grupo – ante mis palabras todas se miraron entre ellas – si lo deseáis os puedo hacer un pequeño baile, no creo que me salga perfecto porque va a ser improvisado, pero bueno si me dejáis lo intentaré – les supliqué, poniendo mi mejor puchero, aquel con el que mis hermanos jamás podían resistirse.
-Me gusta tu fuerza de voluntad y tu carisma, de momento tan solo nos tendrás que hacer dos demostraciones. La primera será de piruetas, ya que en todos los bailes las piruetas son un factor de máxima importancia – en eso agradecí las horas que había pasado en el suelo de pequeña intentando imitar los movimientos de mis amigos. Ahora era muy buena, por lo que en cuanto acabó de hablar empecé a hacer piruetas como la rueda, la voltereta en el aire y muchos otros movimientos que ni yo misma sabía que era capaz de realizar. En cuanto acabé la sala se llenó de aplausos. Involuntariamente me sonroje. – Bueno Bella, déjame decirte que lo que acabas de hacer ha sido alucinante en todos los años que he sido entrenadora jamás había visto tal cosa, por lo tanto tan solo me queda decirte que imites los movimientos de Nicole y si lo haces bien estas dentro del equipo – me explicó y me dio un fuerte abrazó infundiéndome fuerzas.
-Hola Bella, no te lo voy a poner muy difícil porque realmente me agradas y me gustaría que estuvieses con nosotras e incluso que fuésemos amigas – me confesó en el oído. Yo simplemente le sonreí y le guiñé un ojo dándole a entender que empezase. La música llenó la sala y lentamente empezó a moverse al compás de las suaves notas que se esparcían por la estancia. Al principio le seguí los pasos pero más tarde la música hizo sus efectos en mi cuerpo y empecé a moverme a mi antojo y por lo visto lo hacía bien porque las chicas me imitaban a mí alrededor y me daban grititos de ánimo y de bienvenida.
De ese día ya han pasado tres años y ahora con los 18 recién cumplidos y nerviosa porque dentro de poco tendría que empezar a rellenar panfletos para las universidades. Tanto Jake como Emmet habían conseguido la beca para estudiar en cualquier universidad de América con todos los gastos pagados y un alojamiento en la residencia de becados. Yo era la única que aún no sabía si lo conseguiría. En numerables ocasiones la entrenadora Sarah me había dicho que esa beca era para mí, pero definitivamente, ella no me había dicho nada. Por ese motivo nos encontrábamos muy nerviosos, el hecho por el que mis hermanos también estaban nervioso es porque me habían avisado que si yo no iba con ellos, lo tirarían todo por la borda y se quedarían conmigo. Justo cuando pensaba que ya no me quedaban uñas para morderme por el estado de agonía que me encontraba, sonó el timbre. Rápidamente la puerta fue abierta por mi Emmet quien subió corriendo y chillando a mi dormitorio.
-Bella, Jake! – gritó – han enviado una carta para Bella del centro mundial de animadoras – chillaba por el pasillo.
-Que! – salí corriendo y le quité la carta de las manos. Velozmente rompí el envoltorio y empecé a leerla, después de haberla leído no me creía lo que ponía y la volví a leer para asegurarme.
-Bella quieres hacer el favor de decirnos que pone! – chillaron mi madre y mi padre quienes venían corriendo por las escaleras.
-Lo hemos conseguido! – grité abrazando a toda mi familia.
-Wuoohh, California nos espera! – chilló Jake emocionado mientras daba saltitos como un niño pequeño y nos contagiaba a todos la risa.
A pesar de actuar como un niño pequeño cuando ve los regalos la noche de navidad mi hermano tenía razón. California nos espera.