Alumno y Profesora

Capitulo 1: El estudiante de Intercambio.

Era un nuevo día en la Preparatoria Grand Line, como ya era su costumbre todas las mañanas, una mujer ingresaba al instituto cruzando la gran puerta de entrada y caminaba tranquilamente por los pasillos.

La mujer, de largo cabello negro, ojos azules, largas piernas que dejaban entrever la blancura de su piel, una figura esbelta y curvilínea, y de muy bellas facciones, todo ello la definían como una mujer de extraordinaria belleza.

La pelinegra se detuvo ante una puerta, en la cual habia una placa dorada que rezaba, ''Sala de Profesores'', sin siquiera golpear entro en la sala en donde ya habia otra persona cómodamente sentada en una silla tomando un café.

Esta persona era otra mujer también muy hermosa, de largo cabello negro aunque no tanto como la primera, ojos azules, piel trigueña e igualmente poseedora de un cuerpo que la haría ser deseada por cualquier hombre.

Al ver entrar a la mujer, la que bebía el café se dio la vuelta en su silla para darle una sonrisa de bienvenida.

-Hancock- La saludo.

-Robin- Le devolvió la recién llegada con una sonrisa, se acerco a ella y tras colocar su bolsa encima de una mesa, se sentó en la silla al lado de su amiga- tan temprano como siempre.

-Bueno, ya conoces el dicho, ''al que madruga dios lo ayuda''…y ademas, de que mi madre me torturo durante toda mi vida con esa frase-.

-Ja ja ja…- Se reía Hancock suavemente- Olvia eh,… hablando de ella, ¿Cómo esta?, hace tiempo que no la veo.

-Viva, si es lo que te interesa…- Le contesto Robin suspirando- anteayer recibí otra carta suya desde las ruinas en las que esta haciendo su excavación, venia con una foto en la que se la veia muy feliz junto a su ayudante Saúl.

-Me alegro por ella- Murmuro Hancock.

-Si, la arqueología siempre le encanto- Continuo Robin- aun me acuerdo lo triste que se puso cuando le dije que me haría profesora y no arqueóloga como ella siempre quiso.

Ambas sonrieron al recordar ese día, ambas eran amigas de la infancia y durante la preparatoria habian decidido dedicarse a la docencia juntas.

-Bueno, al menos logro pegarte su amor por la historia- Le dijo Hancock.

-Je je je, es verdad- Afirmo su amiga.

Robin, de 25 años era la profesora de Historia, en tanto que Hancock, de 26 años era la profesora de Matemáticas.

Las dos mujeres continuaron con su charla recordando los días de su adolescencia, sin percatarse de lo rápido que corría el tiempo hasta que el resto de los profesores comenzaron a llegar.

Dos hombres entraron en la sala de profesores saludándolas cada uno a su manera.

Uno de ellos, Franky, era el Profesor de Educación Física, era un hombre alto y corpulento, siempre lleno de energía y dispuesto a ayudar a cualquiera, tenia una personalidad un tanto extraña pero agradable, siendo bastante permisivo con sus alumnos a los que rara vez castigaba cuando hacían algo que rompía las reglas del establecimiento, razón por la cual era muy querido tanto por el alumnado como por sus colegas.

El otro hombre, Brook, era el Profesor de Música, era un excelente docente capaz de tocar cualquier instrumento y alegrar hasta el espíritu mas decaído, delgado y mas alto aun que Franky ya superaba los 50 años por lo que era el docente mas veterano del Instituto, no obstante esto, no evitaba que en algunas ocasiones fuese mas infantil e inmaduro que sus propios alumnos.

-Buenos días, Hancock-san, Robin-san- Las saludo educadamente el hombre mayor inclinándose respetuosamente ante ellas..

-Buenos días Profesor Brook- Le devolvió Robin sonriendo.

-Buenos días- Dijo simplemente Hancock sin mirarlo.

-Yo, Robin, Hancock- A Franky nunca le gustaba ser demasiado cortes con sus conocidos- ¿como han pasado el domingo?.

-Muy bien, gracias por preguntar- Respondio únicamente Robin debido a que Hancock se habia dado vuelta en su silla empezando a sacar sus cosas del bolso.

-Hmm, tan fría como siempre ¿eh?- Murmuro Franky- con la única que se lleva es contigo Robin…

-Fu fu fu, es por que es tímida- Bromeo la morena ganándose una mirada enojada de su amiga- ademas, apenas te conoce, dale tiempo y ya veras como empieza a ser mas amistosa.

-Je je, si tu lo dices- Franky se encogió de hombros sin darle demasiada importancia y se dirigió a su mesa comenzando a organizar sus cosas, a su lado Brook hacia lo mismo en su respectivo escritorio hasta que se detuvo de golpe palmeándose la frente.

-Ah, casi se me olvida- Murmuro de pronto, se paro y se acerco a Hancock- Hancock-san, antes de venir aquí pase por la dirección y Sengoku-san me pidió que te mandara llamar.

-¿A mi?- Se extraño la pelinegra levantándose de su silla- ¿tienes idea de por que?.

-No, como te dije, solo pasaba por ahí, no llegue a entrar- Se disculpo el hombre- ah, pero si alcancé a ver que habian algunas personas allí reunidas- Le informo a lo ultimo.

``¿Personas?, ¿Quiénes serán? ¿y por que me habrán mandado llamar?´´ Pensaba Hancock curiosa saliendo de la sala no sin antes agradecerle al Profesor de Música por haberle avisado.

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Hancock se detuvo ante la puerta de la dirección, golpeo suavemente y espero que le diesen el visto bueno para acto seguido ingresar.

-¿Me mando llamar Sengoku-san?- Pregunto respetuosamente la pelinegra.

La mujer se detuvo a un lado de la puerta en tanto sus ojos estudiaban la habitación y se percataba de la presencia de cuatro hombres ademas del director.

A uno de ellos ya lo conocía, era un hombre serio, pero amable, según solía decir, para el sus alumnos eran como sus propios hijos y por tal motivo era muy exigente con ellos ya que deseaba aprendieran correctamente para tener un futuro digno y provechoso. De orgulloso porte y altura, con un largo bigote blanco que le cruzaba toda la cara, era Edward Newgate, el Profesor de Quimica.

Los otros en tanto, eran tres jóvenes parados uno al lado del otro prácticamente pegados entre si.

El primero, ubicado a la derecha desde la posicion de Hancock era un chico rubio de cabello corto, sonreía de forma elegante mientras sus ojos se movían con curiosidad por toda la habitación.

El que estaba en medio de los tres, de cabello corto negro un poco mas largo que los otros dos, tenia el rostro pecoso que lo hacia ver mas infantil de lo que probablemente era, al igual que el chico rubio, observaba a todos con una sonrisa entre elegante y sarcástica.

El tercer chico, ubicado a la izquierda y debido a su posicion el más cercano a Hancock, era el mas joven de los tres, tenia un desordenado cabello negro corto aplastado por un curioso sombrero de paja, ojos negros, una cicatriz debajo de su ojo izquierdo y una gran sonrisa que le dividía todo el rostro.

Sin saber por que Hancock se quedo observando detenidamente a este ultimo.

``Humm, un chico peculiar sin dudas´´ Se encontró pensando la pelinegra sin quitarle la vista de encima, ``ciertamente se ve algo extraño, y si no fuera por esa sonrisa de idiota que lleva en la cara hasta diría que es atractivo´´.

-Si, Profesora Hancock- Continuo el director interrumpiendo el hilo de pensamientos de la mujer, que rápidamente se aclaro la mente y dirigió su atención a Sengoku- como veras han llegado estos tres jóvenes que desde el día de hoy van a incorporarse a nuestro establecimiento.

-Oh, con que nuevos alumnos- Murmuro la mujer volviendo a mirarlos, estos a su vez la observaron en tanto se presentaban.

-Hola, mi nombre es Sabo- empezó el chico rubio, que al verla se trabo un poco con sus palabras- y-y ellos son mis hermanos Ace y Luffy- Dijo señalando al chico de pecas y al mas joven respectivamente.

-Hola, soy Portgas D Ace- Se presento el chico ruborizándose un poco al verla.

-Yo soy Monkey D Luffy- Levanto la mano el ultimo y a diferencia de los otros, no se veia para nada nervioso, manteniendo su sonrisa en todo momento.

-¿Hermanos?- Se extraño Hancock, los pelinegros podrían pasar, si bien tampoco tenían muchas similitudes, sin contar con que sus apellidos eran diferentes, pero el rubio no se les parecía en lo absoluto.

-Si, bueno, que puedo decir, circunstancias complicadas de la familia, pero aunque no lo parezcamos somos hermanos de sangre- Dijo Sabo.

``Si, realmente no lo parecen´´ Pensó la mujer un poco desconcertada de saber que estaban unidos por lazos sanguíneos verdaderos, ``¿me pregunto como es que puede pasar eso?´´.

-Bien- Prosiguió Sengoku contento dando un palmada- ahora que ya están las presentaciones, continuare, la eh llamado señorita Hancock y a usted también Newgate, debido a que estos jóvenes se quedaran a su cuidado- Les informo- Ace y Sabo tienen 18 por lo que estarán en el aula 3B, junto con usted Newgate.

El imponente hombre se adelanto unos pasos hasta colocarse delante de los dos y colocarles una de sus manos en los hombros a cada uno.

-Creo que antes no me presente- Les dijo- soy Edward Newgate el Profesor de Química y el tutor del salón 3B, seguro que nos llevaremos muy bien.

-Un placer conocerlo Profesor- Le contestaron al mismo tiempo inclinándose.

-Ahora, Luffy tiene 17 años- Continuo Sengoku- y ha sido colocado en el aula 2B, Luffy la señorita Boa Hancock, es la Profesora de Matemáticas y la tutora del salón 2B, espero que se lleven bien.

-A ah, si- Respondio el chico que de repente se veia nervioso.

-Je je, ¿estas nervioso por que dijeron la palabra matemáticas?- Le pregunto Ace en tono burlón.

-N No, claro que no, je je je- Se intento excusar, pero a leguas se veia que mentía.

-¿Sucede algo con las matemáticas?- Intervino Hancock.

-Nada importante, es solo que a nuestro hermanito siempre se le han dado fatal las matemáticas- Explico Sabo que miraba a Luffy con la misma sonrisa burlona de Ace.

-Ya veo- Musito la mujer- bien, que no se preocupe entonces, pues antes de que termine el año puede estar seguro de que lo convertiré en el mejor estudiante de la materia.

Ante esas palabras tanto Sengoku como Newgate sonrieron con complicidad, conocedores del orgullo de la mujer en lo tocante a su trabajo.

-Bien, eso es lo que se espera de mi personal de docencia- Dijo el director complacido- bueno, sin nada mas que decir, Profesores, ya pueden llevar a estos jóvenes a sus salones que de seguro el resto del alumnado los debe estar esperando.

Tras esto tanto Hancock como Newgate se despidieron de Sengoku dirigiéndose a sus respectivas aulas seguidos por los tres hermanos, al llegar a una esquina se separaron, llendo el Profesor con Ace y Sabo y Hancock con Luffy.

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-Hey, ¿han escuchado?- Pregunto de repente un chico de nariz larga a un grupo de estudiantes.

Estos lo miraron sin mucho interés para luego seguir con sus respectiva actividades, o sea charlar entre ellos, coquetear o en el caso de un chico de cabello verde dormir, solo una chica de largo cabello celeste se apiado de el, decidiendo seguirle la conversación.

-¿Escuchar que Usopp-san?-

-¡Un nuevo alumno!- Exclamo teatralmente, causando que esta vez si, todo el grupo le prestara atención.

-¡¿Un nuevo alumno?- Grito contento un chico rubio- ¿sera un chico o una chica?, No, ¡estoy seguro que es una chica! ¡Siii!.

-Sanji-kun, mantente callado- Le dijo una pelinaranja enojada.

-Si, Nami-Swwwan, pero, no es necesario que te pongas celosa, ya sabes que solo te quiero a ti- Le dijo con corazones en los ojos.

-¡¿Quién diablos esta celosa?- Le grito golpeándolo.

-¿Un nuevo alumno?, ¿en serio?- Siguió la chica de cabello celeste, esta ves, realmente interesada- que bien, tendremos un nuevo compañero.

-Asi es Vivi, pasaba por la dirección cuando escuche al director decirle al Profesor Brook que llamara a la Profesora Hancock, y cuando me asome a la puerta entreabierta de la dirección los vi, tres chicos nuevos que nunca antes habia visto con el uniforme de nuestra escuela.

-Humm, si llamaron a Hancock, eso significa que efectivamente esos chicos serán colocados en este salón- Analizo Nami la información dada por Usopp.

-Eh, si, bueno, no todos, eso seguro- Murmuro este.

-¿No todos?, ¿y por que?- Lo cuestiono la chica.

-Por que también estaba el viejo Shirohige en la habitación, asi que imagino que a el le habrá tocado también alguno o uno de los tres- Razono el chico de nariz larga.

-Ah, ya veo- Musito Nami- de cualquier forma, al menos es seguro de que tendremos a un nuevo compañero.

-Si, es genial y mas genial seria si uno de ellos se uniese al equipo de fútbol de la escuela, o mejor aun, los tres, si el año pasado con Zoro y Sanji logramos llegar hasta la final de las Nacionales en donde perdimos, pero si se unen mas buenos jugadores, de seguro que este año ganaremos el campeonato nacional- Decía Usopp muy emocionado.

-Quien quiera que sea, de seguro es alguien que revolucionara todo nuestro salón- Murmuro de repente una voz a sus espaldas, todos se dieron vuelta para ver al peliverde aun con cara de sueño elevar un poco el rostro para luego inmediatamente volverlo a colocar sobre el pupitre, continuando con su siesta.

-¿Qué fue eso?- Pregunto Usopp desconcertado.

-N No tengo idea- Dijo Vivi.

-¿Una predicción?- Bromeo la pelinaranja sonriendo.

-Una predicción del mundo de las algas de donde viene- Murmuro Sanji molesto.

Los cuatro se miraron unos momentos antes de soltar la carcajada general.

-Si, claro, como no- Dijeron todos al mismo tiempo.

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Hancock iba caminado por los pasillos delante del chico nuevo, no sabía por que pero se estaba empezando a poner extrañamente nerviosa de tener a ese chico detrás suya.

Ella se sabía una mujer hermosa y estaba más que acostumbrada a la atención indeseada de cualquier persona con la que se cruzase, su extraordinaria belleza atraía irremediablemente la vista de todos, incluso, y por muy extraño que pareciera, de las miradas femeninas, ya sea por deseo, admiración o envidia.

Acostumbrada a esto, habia aprendido a no darle importancia a nada de eso y ella podía seguir caminando como si nada.

Sin embargo, la sola presencia del chico a sus espaldas la ponía nerviosa en un sentido que no supo identificar, muy disimuladamente volteo la cabeza para ver si la estaba observando como todos los demás chicos que antes habian tenido la suerte de caminar con ella delante, pero para su sorpresa, el pelinegro ni siquiera la estaba mirando, pues observaba todo a su alrededor con algo que se podía definir como curiosidad infantil.

``Humm, ¿nada eh?´´ Pensaba ``con este ya serian cuatro´´.

Desde que era docente en esa escuela, la primera y única en la que habia trabajado, únicamente hubo tres chicos que al igual que este la habian ignorado, sin mostrar el mas mínimo interés en su belleza.

Ellos eran Roronoa Zoro, Tony Tony Chopper y Bon Clay.

El primero, de segundo año y que de echo era unos de sus alumnos, era un chico muy serio que aparentemente no era de los que se dejaban comprar solo por un buen cuerpo y una bonita cara, o al menos era lo que Hancock pensaba de el.

El segundo, un chico de primer año, se veia demasiado inocente pareciendo que aun no habia llegado a la etapa en la que se fijaba en el sexo opuesto.

Y el tercero, también de segundo año y, al igual que el primero, otro de los alumnos de su clase, bueno… pateaba para el otro bando.

Sin embargo, el desinterés de los otros tres no le habia importado en lo mas mínimo, pero en este caso se sorprendió encontrándose un poco ''molesta''.

Por tal motivo empezó a desacelerar el paso hasta que el chico se encontró caminando junto a ella.

-¿Te gusta esta escuela?- Le pregunto lo primero que le vino a la mente, sintiéndose un poco tonta por eso.

El chico dejo de observar a su alrededor para centrar su completa atención en ella.

-Eh, eso creo- Le contesto no muy seguro- vinimos aquí debido a que por culpa de los extensos y continuos viajes de papa, no podía mantenernos a los tres a su lado por lo que decidió enviarnos a vivir a esta ciudad en donde vive nuestro abuelo, y como esta es la escuela mas cercana de la casa del abuelo, decidimos venir aquí shi shi shi shi.

-Ya veo- Murmuro la mujer- por cierto… tu apellido… Monkey D, se me hace un poco familiar, estoy segura de haberlo escuchado antes pero no logro recordarlo…

-Bueno, probablemente te suene ya que mi padre es Monkey D Dragón, el Presidente y Dueño de las empresas internacionales Baltigo que tiene sucursales en varios otros países ademas de en este en el que esta ubicado el edificio principal.

-Eh?, ¿eres el hijo de Monkey D Dragón?- Pregunto desconcertada.

-Si- le respondio dándole su típica sonrisa- y mi abuelo es el héroe de guerra y Vicealmirante de la Marina japonesa Monkey D Garp, shi shi shi, el apellido Monkey D es muy famoso en este país, shi shi shi…

-Ya- ya lo creo- Murmuro Hancock aun mas sorprendida.

``¿También es el nieto de Monkey D Garp?, ¿Pero que clase de familia tiene?´´ Pensaba la mujer.

-Hmm, ¿y ese sombrero?- Continuo tratando de buscarle conversación.

El chico se saco el sombrero de su cabeza empezando a girarlo entre sus dedos en tanto lo miraba con mucho cariño.

-Este sombrero es un regalo que me hizo una persona muy querida para mi- Le dijo.

``¿Muy querida?´´ Pensó viendo la mirada tan llena de cariño de sus ojos y, sin darse cuanta empezó a fruncir el entrecejo con disgusto.

En ese momento los dos llegaron hasta el aula en cuya puerta estaba pegado un cartel en donde decía 2B.

-Ah, mira ya llegamos- Hancock llego primero deteniendo al chico con un gesto de su mano- espera aquí un momento y entra cuando te presente.

-Esta bien- Le dijo Luffy.

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Los chicos del aula 2B, seguían discutiendo sobre la llegada del nuevo alumno y mientras Sanji insistía que seria una chica, Usopp trataba de convencerlo de que no podría ser pues el estaba seguro de que los tres que habia visto en la oficina del director eran hombres y tocase quien les tocase seria un chico y no una chica.

Sin embargo ante la brava insistencia del rubio, Nami salio en auxilio del chico de nariz larga y noqueo al mujeriego de un violentísimo golpe en la cabeza.

Justo en ese instante, la puerta del salón se abrió dando paso a la presencia de su profesora y al levantamiento inmediato del cuerpo inerte de Sanji, quien como por arte de magia se encontró de repente arrodillado ante su profesora recitándole los versos mas románticos y dulces que recordara.

-Le agradezco la poesía señor Sanji, pero mucho me temo que tendremos que dejarla para otro momento- Le dijo Hancock con coquetería haciendo que al pobre chico casi le diera un infarto de la felicidad, el rubio era siempre muy propenso a sufrir las bromas de su profesora a quien le encantaba burlarse de el, siempre utilizando el punto débil del muchacho- y ya que se dirige a su asiento aproveche el viaje y despierte al señor Roronoa por favor.

-¡Sii!, ¡como usted mande!- Obedeció siempre atento ante loa mandados de su profesora.

-Pero que idiota- Murmuro Usopp por lo bajo- es mas que obvio que la profesora solo se esta burlando de el.

-Eh…- Vivi no sabia que decir.

-Solo déjenlo- Mascullo Nami molesta- le vendrá bien golpearse contra un muro de hielo para experimentar.

-Nami-san no seas tan dura con el pobre de Sanji-kun…- Decía Vivi siempre en su rol de apaciguadora del grupo.

En ese momento Sanji paso por su lado para ''sutilmente'' despertar al chico de cabello verde de una patada.

-¡PERO QUE DEMONIOS TE SUCEDE!- Bramo el peliverde, muy enojado por la ''caricia'' del rubio.

-La profesora acaba de llegar y me pidió que te despertara- Se excuso el rubio para acto seguido sentarse en su asiento y dirigirle una de sus miradas de amor a la profesora.

Por su parte el peliverde, se acomodo en su asiento todavía refunfuñando por lo bajo en tanto dirigía su atención al frente.

-Bien, ahora que tengo la atención de todos- Continúo Hancock, tomando una tiza y empezando a escribir un nombre en el pizarrón- déjenme presentarles a un nuevo estudiante de intercambio que a partir de hoy sera su compañero.

-Je je, era un chico ves, te lo dije- Le susurro Usopp victorioso a Sanji, sin embargo este estaba tan concentrado en la docente que ni lo habia escuchado.

-Adelante, pasa- Dijo Hancock, y en ese momento todas las miradas se volvieron hacia la puerta cuando esta se abrió de golpe y un chico sonriente de cabello y ojos negros con un sombrero de paja entro, se coloco al lado de la profesora de espaldas al pizarrón en donde la mujer terminaba de escribir su nombre, y de frente a sus desde ese momento nuevos compañeros.

-Hola- Les dijo sonriendo muy contento- Soy Monkey D Luffy, y desde hoy seré su nuevo compañero shi shi shi.

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Hola, ¿Qué tal?, aquí estoy de nuevo, presentándoles mi nueva historia, cuarta en mi libreto personal, contando el Destino de las Sekireis y mi tercera de One Piece je je je.

Sobre la historia, bien que puedo decir, para serles sincero no soy muy fan de la pareja Luffy x Hancock (ojo, eso no quiere decir que no me guste, pero la diferencia de 12 años entre ellos me corta un poco XD), ya que mi favorita es por decreto Luffy x Nami, sin embargo para esta historia en concreto el personaje de Hancock quedaba mucho mejor que el de Nami como compañera de nuestro Capitán pirata favorito, debido obviamente a la diferencia de edad y por supuesto la fantasía de todo joven de estar en una relación amorosa con una joven y bella profesora XD.

Bien, siguiendo con el tema, la tardanza del próximo capitulo dependerá de los lectores, si les gusto y quieren que la continúe, simplemente déjenme un pequeñísimo Review y yo sabré agradecérselos actualizando la historia en pocos días.

Como siempre estoy disponible a sugerencias o ideas que ayuden a mejorar mi historia, ya he decidido quienes seran ''profesores'' y quienes ''alumnos'' en esta historia, sin embargo, siempre hay espacio y si alguno quiere a cierto personaje como ''maestro'' o ''alumno'' me lo dice y vere como lo incorporo en el fanfic.

Como ultimo tema y ya que estoy aprovecho y les aviso que el capitulo numero seis de One Piece: Vikingos, lo estaré subiendo a mas tardar esta misma semana.

Eso es todo por el momento, nos leemos luego, Sayonara.