Extraño Amor

Hola Amigos disculpen la demora de esto, pero me pasaron dos cosas, una falta de inspiración y dos falta de comentarios, en verdad pensé que nadie lo estaba leyendo entonces como que no me dieron ganas de escribir (aunque me gusta mucho escribir) así que lo deje, pero bueno he vuelto y en verdad quiero terminar esta historia .

Espero les guste, espero sus comentarios y bueno les recomiendo escuchar Strange Love de Depeche Mode que fue el soundtrack de este capítulo! Gracias por la paciencia! Cariños!

Su cabeza le dolía de una manera descomunal, era como que toda la sangre se le hubiera subido justo a la zona de sus sienes y bombeará de forma frenética, no sabía donde estaba ni que era lo que había sucedido, solo se sentía tan agotado que a pesar de haber despertado sus párpados pesaban demasiado como para abrirlos, estaban muy casados y sentía como le ardían, los sentía hinchados, y no solo eran sus párpados, todo su cuerpo estaba flojo y sumamente ido, como si hubiera tenido una pelea en un bar.

Abrió la boca para tomar una bocanada de aire, le costo bastante despegar sus labios deshidratados, la lengua estaba áspera y el sabor de las mejillas de su boca era ácida, con su lengua mojo ambos labios y trago un poco de saliva para así poder humedecer su garganta, esta inactividad aparente de todo su sistema se sentía atroz ahora que estaba consciente. Con aprieto se movió un poco sobre su cuerpo, pero la fuerza en estos momentos no lo acompañaban, los músculos estaban flojos y no respondían a las órdenes de su cerebro, Draco se consideró nuevamente como un niño de 1 año que aun esta aprendiendo a moverse en el mundo, obligándose así mismo se meneó encima del colchón reconociendo al momento que no era su colchón, era mucho mas duro y menos suave que el de su adorada cama.

Asumió que donde fuera que estuviera en estos momento él había estado allí unas cuantas horas por lo menos, su cuerpo le daba estas señales, como por ejemplo su espalda que acusaba recibo de tan poco movimiento, de hecho al intentar levantarse las punzadas le dieron fuerte cerca de la columna. Tratando de acomodarse para aliviar la molestia logró hacerlo con una gran conflicto de por medio pero pudo moverse girando un poco sus piernas para acostarse de lado cerrando los ojos para concentrar bien sus movimientos, doblando sus piernas hacia arriba muy pero muy despacio pretendiendo tomar la posición fetal que le resultaba muy cómoda, lentamente fue subiendo hasta que las sábanas comenzaron a tirar y hacerse mas estrechas mientras sus piernas seguían subiendo suavemente hasta que chocaron con algo

El rubio de golpe abrió los ojos, esto era mas extraño de lo que pensaba, ¿Él con alguien cerca? Eso no era posible, ni en la mas remota fantasía, él siempre estaba solo… ese era su destino, vivir solo hasta que la amiga del otro lado se lo llevara de una vez por todas.

Con el entrecejo fruncido abrió los ojos de golpe por la impresión, dirigiendo la mirada hacia donde estaban sus piernas y vio a una mujer sentada en un silla cerca de la cama, con el cuerpo hacia delante, apoyada en el borde, escondiendo su rostro entre sus brazos, acurrada sobre si misma en una posición bastante incómoda para dormir, si dormir, ella estaba absolutamente dormida, no había notado los débiles movimientos de Draco, al contrario su respiración era profunda al igual que su sueño.

El rubio apretó los párpados para poder distinguir quien era aquella persona, afinó su mirada aun mas para poder ver mejor sus rasgos y solo unos segundos después reconoció ese rostro, era un rostro inolvidable para él, un rostro que lo llevaba grabado hace muchos años, pero lo raro no era que él pudiera reconocer a esta mujer, lo raro era que ella estuviera en una habitación con él, que estuvieran compartiendo un espacio tan reducido, mas aun si ella estaba en lo que parecía un hospital, durmiendo de una forma terriblemente incómoda, junto a un enemigo del cual ella no conocía otra faceta de él que esa, su enemigo eterno.

A pesar de todas esas conjeturas la mujer estaba en una actitud de ¿cuidado? ¿Ella lo estaba cuidando a él?, si alguien se lo hubiera contado hace un día atrás él mismo hubiera sido el primero en revolcarse a carcajadas ahí mismo, y sin vacilación hubiera tratado de imbécil al muy idiota que hubiera osado a decir tremenda barbaridad, era ridículo el solo hecho de pensar que Hermione Granger, amiga del cara rajada y la comadreja podría cuidarlo a él, era algo tan ilógico, solo podría suceder si ambos volvieran a nacer y pudieran borrar todos los prejuicios existentes entre ellos desde que eran unos niños, en esa realidad paralela imposible esta escena podría tal vez llegar a ser factible y lógica para su razonamiento.

Pero…. Aunque él aplicara toda su capacidad y raciocinio en esto al parecer las leyes terrenales del sentido común, lo lógico de lo ilógico, hasta las ciencias exactas que el tanto creía y en las que tanto se apoyaba tenían sus propios códigos y él no podía hacer mucho por cambiar algo que simplemente no estaba a su alcance, al parecer lo que para él era ilógico para el planeta y las fuerzas cósmicas era lo mas normal del mundo.

Por extraño que pareciera ella estaba ahí, y él estaba en una cama de hospital y para su desesperación y mas enredo mental no tenía idea por que había llegado ahí y menos aun podía imaginarse por que la castaña lo estaba acompañando, a la última persona en el mundo que le hubiera pedido que lo acompañara a lo que fuera que él tuviera que hacer era a Hermione Jane Granger… bueno en verdad antes de ella estaba Harry Potter y Ronald Weasley, quizás ella había tratado de matarlo sin que él se percatara y ahora la culpa carcomía todo su ser, quizás era eso, este pensamiento si que era lógico, aunque tras darle unas vueltas dudaba que la ratona de biblioteca hiciera actos de ese calibre, independiente de la relación que tuvieron en el pasado el no podía negar que algo que si iba con la castaña era el ser una persona correcta.

Draco se quedó quieto analizando la situación, sin mover ni un centímetro de su cuerpo, no quería despertarla hasta no entender por que ella estaba aquí con él, tenía que haber una explicación racional a todo esto. Dentro de sus cavilaciones debía admitir que no sabia como actuar con ella, ya no eran adolescentes, él era una persona muy pero muy distinta a la que había sido en el pasado, pero tampoco estaba en una posición de sentarse a tomarse un té con la mejor amiga de San Potter, pero tampoco estaba interesado en molestarla y recriminarle cosas en su cara ni menos en hacerla sentir un ser inferior como en el pasado solía hacerlo, esas cosas habían sido simplemente ñiñerias de tiempos ya remotos, escudos que debía usar para sobrevivir en un mundo donde se le había impuesto vivir de las apariencias, Hermione había sido una victima no de él sino de su familia, del imperio Malfoy, lamentablemente quisiera él o no el no podía salir de ese circulo sino él iba a ser víctima de un fatal destino que lo mas seguro hubiera terminado con su propia muerte, y no solo él, sino toda su familias. Esta situación estaba resultando realmente incómoda, quería salir de la habitación, pero la presencia de la joven lo bloqueaba, necesitaba saber que le había pasado, pero no sentía "preparado" para hablar con ella, con ella no existía relación alguna, con suerte un cruce de palabras por cordialidad, todo se resumía a decir las palabras precisas, ni una mas y ni una menos, lo estrictamente necesario .

Con dificultad trato de poner sus pensamientos lo mas fríos posibles, esa era sin duda la mejor manera de pensar y ordenar las cosas, concentrándose lo mas posible cerró los ojos y trato de rebobinar su cinta mental para poder empezar a recordar que era lo que había sucedido, deducía que si estaba ahí era por algo realmente grave, sabía que estaba en un hospital y ocupaba una cama, así que el accidente lo había protagonizado él, el problema era que su memoria se quedaba estancada en un mismo recuerdo y no avanzaba, al parecer recordaba hasta cierto punto y luego todo lo que había pasado entremedio desaparecía para volver al presente, donde él estaba en una cama de hospital, ¿Y que podría haber él hecho para llegar a una cama de hospital? ¿Una pelea? en verdad Draco no recordaba haber peleado con nadie últimamente, él simplemente estaba en su oficina, recordaba haber visto a Blaise, luego a Hermione, luego el show de esta, la salida rápida, el papel de Blaise, el papel de Isabel… el papel, eso era.

El rostros de la mujer comenzó a florecer en su cabeza, su sonrisa y su olor se hicieron vivos en sus recuerdos, Draco pudo sentir la angustia nuevamente llenar todo su ser, su cabeza otra vez le juagaba una mala pasado, el rostro frio e inerte de Isabel apareció en su memoria como si la escena estuviera pasando en ese preciso instante, sentía en su corazón que estaba viviendo ese maldito día otra vez y podía revivir el dolor de aquella pérdida como si la perdiera por primera vez, el dolor era incomparable, el dolor no menguaba en ningún minuto, el dolor seguía tan fresco que lo recorría una y otra y otra vez, haciéndolo caer, domándolo y encerrándolo en un circulo de dolor. Bienvenida realidad otra vez, la maldita existencia donde ella ya no estaba, y de un golpe pudo recordar, la escena paso por su cerebro como una película, se podía ver a si mismo en el escritorio mirando aquella foto de ella, se pudo ver cuando golpeo la mesa con tanta ira y como lentamente tras aquel golpe comenzó a desvanecerse y a tambalearse sobre el escritorio perdiendo la consciencia, y el sentimiento que en ese momento había surgido volvió a surgir en ahora, por un segundo sintió alegría y dicha… alegría de poder irse con ella y lograr que aquel peso que llevaba sobre sus espaldas desapareciera para siempre, y la experiencia volvió a revivirla, ahí estaba Draco Malfoy el mas fuerte de los fuertes para la gente, ahora destruido y débil como jamás pensó verse a si mismo.

La película se corto al escuchar un suspiro, un escalofrío paso por su espalda y al mirar nuevamente a Hermione aun dormida pudo recordar sus ojos mirándolo, su voz llamándolo… al fin pudo recordar como esa mujer que tanto lo había obligado a detestar con una generosidad que pocas veces él había presenciado lo había tomado en sus brazos y lo había llamado, le había dado calor cuando su cuerpo estaba apunto de abandonar el mundo de los vivos, ese ojos vivos lo había mirado, y sus manos con esa tibieza lo habían despertado de ese trance al cual Draco se había entregado, y su voz lo había traído de vuelta, ahora entendía perfectamente por que esa mujer estaba ahí con él… ella era la razón por la cual él aun seguía respirando.

El rubio se quedo quieto pensando, no podía evitar pensar y pensar una y mil veces la situaciones, su intelecto lo condenaba siempre, él quería y necesitaba tener todas las respuestas, la situación que estaba viviendo ahora realmente era embarazosa, aun estaba estupefacto por todo esto, su cuerpo aun no se recuperaba y con toda esta información sentía que ahora su mente había sido arrollada y por primera vez se sentía en aguas peligrosas y no es por que odiara a Hermione Granger, de hecho no tenia ningún sentimiento hacia ella… hasta ahora, ella había sido testigo presencial de su mayor intimidad, de su ser frágil, había llegado justo cuando todas las defensas y todas las corazas estaban botadas en el suelo y justo ella lo había visto completamente desnudo emocionalmente, sin ninguna careta… sin nada con lo que él pudiera defenderse… ella había visto al verdadero Draco Malfoy y el joven abogado no sabia si esto le agradaba o lo enfurecía, ¿Cómo actuar con ella ahora? … No tenía ni la mas remota idea y peor aun, Hermione Granger había visto al Draco Malfoy que solo una mujer conocía y aparte Hermione Granger lo había salvado, Draco no podía hacerse el tonto… él había estado apunto de morir encima de su escritorio y la mujer menos pensada lo había devuelto a la vida.

Pasos por el pasillo resonaron y se acercaban a la habitación, Draco cerró los ojos haciéndose el dormido deteniendo sus pensamientos preparando sus oídos, la puerta se abrió suavemente y pudo escuchar unos tacones pertenecientes a una doctora o enfermera, con cuidado abrió apenas un ojo y pudo ver como la mujer, al parecer una doctora, se acercaba a la castaña sonriendo con ternura maternal, la mujer puso su mano sobre el hombro de la joven y susurró su nombre despacio para no asustarla hasta que ella reaccionó y se levantó pasándose las manos por el pelo, tratando de ordenarlo y con una sonrisa miro a la mujer en forma de saludo para luego de manera involuntaria giro la cabeza hacia el lado contrario, Draco cerró su ojo unos segundo antes de que ella pudiera percatarse que estaba despierto.

– ¿No a despertado?– preguntó la mujer a Hermione mientras tomaba la plaqueta que estaba al borde la cama y revisaba lo que estaba anotado, comenzando a escribir sus propias observaciones.

– No, no me he despegado de aquí y él con suerte se a movido un poco– respondió Hermione con una voz temblorosa– ¿Debo preocuparme?–

El rubio sintió un cosquilleo en su cuerpo al escuchar a su nueva compañera de trabajo hablar con la doctora, su tono de voz era ¿apenado? ¿preocupado? ¿por él?. Esto era muy extraño, y Draco sabia perfectamente lo que ella estaba sintiendo, para él siempre había sido tan fácil leer a las personas, solo mirándolas o en este caso escuchándolas, y lo que Hermione mostraba era una evidente, y para su asombro, genuina preocupación, su voz temblaba, sus frases eran muy rápidas y atiborradas sus consultas no eran el resultado de la mesura y la tranquilidad o una simple preocupación por un "compañero, ex enemigo" sino que presentaba algo mas, algo que en verdad lo descolocaba, jamás, ni en sus mas remotos sueños hubiera podido imaginar la escena que estaba sucediendo frente a sus narices, Hermione Granger preocupada por Draco Malfoy, casi parecía titular de algún diario sensacionalista.

– No te preocupes muchacha– sonrió la mujer dejando las anotaciones en la cama, acercándose a Draco para observarlo, intentando calmar a Hermione– Pronto despertará, tiene que hacerlo, lleva 3 días así, las pociones ya han surtido efecto, hemos logrado estabilizar su cuerpo, solo debemos esperar que despierte–

– Lo sé, pero es tanto tiempo, y él estaba tan mal, yo en verdad pensé que se iba a…– La voz de la castaña tembló y agachando su cabeza escondiendo su rostro, tratando de que la doctora no pudiera ver su pena.

– Tranquila, tu novio estará sano y salvo–

– No es mi novio– susurró despacio Hermione sin devolver la mirada,

– Deberías comer algo muchacha– continuó la mujer, al parecer no había escuchado lo que Hermione había respondido– Si tú no estas fuerte no podrás cuidar de él cuando despierte, esta muy débil, sin duda los dolores del alma son mucho mas difíciles de sanar que las heridas físicas, ni la mejor poción puede curar un corazón quebrado, pero personas como tú pueden volver a pegar ese corazón, él te necesitará mas que nunca, sino es muy probable que vuelva a caer en estos estados y quizás en alguno de ellos terminemos en un destino que no queremos ver, él es muy joven aun, tu debes darle la energía pequeña, si ahora lo vez aquí es por aun tiene energías de vivir sino simplemente ya no estaría–

Draco abrió los ojos, toda esta conversación entre las mujeres lo había dejado un poco atónito y aun mas descolocado, esa doctora creyendo que ambos eran pareja mas la preocupación de Granger , que para él era un misterio que aun no podía descifrar.

Al parecer había pasado tres días en este lugar, ella no se había despegado de su lado, con suerte había comido, esto lo había confirmado la doctora con sus comentarios y su aspecto que la delataba, podía ver su pelo desarreglado, su ropa arrugada y desaliñada, un pequeño rastro de maquillaje que fue puesto hace varios días, esto era preocupante y algo escalofriante, mas aun la actitud tremendamente real de ella, él nunca había experimentado que alguien tuviera esa "preocupación" por él… solo de ella, que ya no estaba.

El joven abogado espero a que la doctora se fuera de la habitación para poder por fin "despertar" al mundo, al escuchar la puerta cerrarse espero unos segundos y con cuidado comenzó a moverse sobre la cama lentamente, obligando a sus adoloridos músculos moverse, haciéndose sentir frente a los ojos de la castaña.

Hermione suspiró al ver la puerta cerrarse, todo lo que le había dicho la mujer era muy difícil de asimilar, Draco realmente estaba mal, su corazón estaba destruido, el dolor en sus ojos podía aun recordarlo y su agonía sentirla como si fuera propia, aun sentía sobre sus brazos la languidez de su cuerpo, la falta de energía de su voz y la tristeza de su mirada al chocar con la de ella.

Al llegar al hospital con él casi a rastras pudo percibir como la depresión lo estaba matando de a poco, lentamente, los fantasmas eran muy recientes y esta etapa era mas que complicada, lamentablemente en su interior sabía que aunque él se recompusiera ahora y lograra avanzar a la siguiente, si él pudiera salir del shock de su pérdida, el próximo escenario no era mejor que el primero, de hecho era igual o mas desolador, asumir la pérdida de un ser amado y saber que esa persona no estará mas en tu vida.

Hermione no sabia si era mejor estar apaleado por la impresión o asumir que la realidad a cambiado para siempre, todo era delicado y Draco estaba muy solo en el mundo, ella podría ayudarlo, contenerlo, pero sabía que él estaba solo por voluntad propia, él mismo había escogido ese camino y no podría asegurar que él buscaría o querría compañía y menos la de ella. Su cabeza trabajaba al cien por tratar de buscar algún tipo de solución a un dolor que jamás cesaría y su corazón se apretaba al sentir que este sentimiento que ella tenía por Draco era innegable, Hermione podría engañar a toda la sociedad mágica pero no a si misma, eso era estúpido. Con su mano apretó la sábana tratando de descargar un poco la tensión que la estaba dominando hasta que pudo notar los movimientos débiles del rubio, por fin estaba volviendo. Rápidamente se levanto de la silla y se puso a su lado, mirando su cara, trato de sonreír para hacerlo sentir mas cómodo, buscando sus ojos, necesitaba verlo, necesitaba ver esos inmensos ojos plateados y ver si aun tenían algo de chispa, algo de voluntad de seguir luchando.

Hermione comenzó a hablarle suavemente diciendo su nombre, llamándolo. Y para sorpresa del muchacho, que la escuchaba a la perfección, la joven acercó su mano a su mejilla y comenzó a acariciarlo con extrema ternura al igual que el tono de su cálida voz mientras que las manos algo temblorosas de la muchacha recorrían las mejillas del enfermo deslizándose para arreglarle el cabello sin parar de llamarlo.

Los ojos grises del muchacho chocaron con unos enormes ojos castaños que le devolvían la mirada preocupados, cansados y al borde de las lágrimas, Draco tomo aire llenando completamente sus pulmones y con la mirada fija en Hermione habló:

– ¿Qué haces aquí?– dijo casi sin voz, con los párpados alicaídos, esforzándose por mirar todos los gestos de la castaña.

Hermione sonrió por el solo hecho de escuchar su voz, sintiendo como su corazón que había estado en pausa, esperando que el rubio abriera los ojos de una buena vez, ese corazón comenzaba a latir nuevamente, fuerte y bravo. La castaña no pudo evitar volver a acariciar la mejilla de Draco sin vergüenza y con una alegría que se arrebataba por todo su cuerpo mientras un suspiro de alivio salía por su boca, y sin pensarlo ni meditarlo, sin mirar la expresión del joven ni percatarse de sus hábiles ojos detectivescos, se inclinó sobre él, acercando su rostro al de Draco, sin pensar en absolutamente nada, sin recordar la pregunta que él le había hecho, olvidando que él no sabía nada sobre sus sentimientos, olvidando que ella no tenía idea si estos eran recíprocos, de hecho ni siquiera sabía si él sentía algo por ella, aunque fuera una atracción pequeña, en verdad Hermione no sabia absolutamente nada de él, solo se estaba dejando llevar por sus propias emociones, todo en ella estaba fluyendo como un río que seguía su curso sin mirar si va por la senda correcta o no, solo seguía fuerte con su caudal, sin mirar atrás, sin preguntar por donde pasar, solo fluía y fluía sin ver las consecuencias posteriores.

La felicidad que tenía en estos momentos era tan grande que solo quería poder sentirlo cerca de ella, necesitaba fusionarse con él, eso era lo que ella soñaba, poder tomarlo, acariciarlo, cuidarlo y ojalá poder unirse con él y así ella poder ser un escudo para Draco

Los centímetros eran cada vez escasos y el pecho de Hermione subía y bajaba sin contenerse mientras sus ojo miraban directamente los agotados ojos de Draco y luego bajaban a sus labios para luego volver a sus ojos, sin parar de sonreír mientras enmarcaba el rostro cansado del joven con sus manos, tomándolo delicadamente y con todo el afecto del planeta, tomándolo con todas sus energías mientras ella no paraba su trayecto hacia él pudiendo sentir como la débil respiración del rubio golpeaba su propia boca, y este aliento provocó en la castaña mas anhelo por tenerlo y ese anhelo tan intenso como el fuego duro 5 segundos que fueron los que se demoró en juntar sus labios con los de él, besándolo por primera vez.