Siento mucho el retraso tan grande, pero estaba con los exámenes finales y hace apenas una semana que he terminado, ahora mudanza y vacaciones! Pero he cogido un ratito para escribir y ya tengo mas capis, aquí os dejo uno nuevo, espero que me perdonéis! ^^ Gracias por leer, si hay alguna falta de verdad que lo siento, pero entre las prisas y que mi corrector no es muy esplendido voy apañada :P un beso, gracias por leer de verdad! :D
-House? Donde diablos has estado estos días?- dijo, una voz tras de si. Se giro bruscamente, era Foreman.
-Has visto a Trece?- le ignoro completamente
-Creo que esta abajo en urgencias. Como tu no estabas, hemos tenido un poco de caos... Todos hemos bajado ha ayudar, y ha pasar consulta... Pero no me has respondido, donde...-Le corto.
-Pringados, no habéis tenido ningún caso en mi ausencia?-preguntaba curioso, pues su trabajo era una de sus mayores pasiones.
-No, no hemos aceptado nada, no hemos recibido casos muy graves en estos días.
-Habéis tenido suerte.- rió, le guiño un ojo y siguió su camino hacia el ascensor.
-Cuddy se a ido...-Dijo Foreman antes de que se cerraran las puertas del ascensor con House dentro.
-Lo se...-Susurro algo derrotado el doctor, bajo la cabeza mientras el ascensor descendía hasta la primera planta. Tenía fe en poder conseguir arreglar algo, pero todo estaba cuesta arriba y el no podía correr por esa cuesta como lo hacía todo el mundo, como en la vida real, eso a el le costaba mas.
-Trece! -grito nada mas verla.
Se asusto al oír el grito, pero reconoció esa voz enseguida y se dio la vuelta para encontrarse con el. Ella como buena empleada y amiga noto en su timbre de voz algo diferente, pedía ayuda, no era como la voz autoritaria o burlona con la que solía gritarle, esta vez le veía triste, pálido, decaído... Mas de lo normal.
Se acerco a el con una sonrisa sincera, quería hacerle sentir un poco mejor.
-Necesito que me ayudes. -Le dijo serio y directo.
-Que necesitas? -Pregunto sin ningún pero.
-Que mientas. -Finalizó con una sonrisa.
-Que novedad. -Trece rió también.
La invito a la cafetería para contarle parte de lo que había pensado, confiaba en ella y sabia que le iba a ayudar.
Trece por su parte, sintió lastima, lastima por ver a su jefe, un hombre que parecía ser muy fuerte pero que había resultado ser muy débil frente al amor, frente a Cuddy. Estaba dispuesta a ayudarle, pero a cambio el le debía un favor y eso siempre era un extra con House.
-No hay problema, mañana estaré atenta a la puerta, Wilson sabe todo esto?
-Si, el lo sabe todo. Acuérdate que ella es muy puntual, tu solo haz lo que te he dicho, muchas gracias por esto... Enserio. -La miro con sus ojos azules, que desde hacia unos meses brillaban de una forma diferente, lucían tristes y mas apagados de lo normal.
-No hay problema jefe, para eso estamos tus lacayos no?
-No. para esto están mejor los amigos. -Y le sonrió lo mas sinceramente que pudo, Trece se quedo anonadada, pero segundos después le correspondió con otra sonrisa.
House se levanto de la mesa. -Pagas tu. -Y le guiño un ojo mientras agarraba su bastón y se iba.
-Pero si has dicho que me invitabas! - le grito. -Este hombre no cambia...- Sonrió y observo como House se alejaba.
Cuddy
Su hija prácticamente la arrastraba de la mano hasta el columpio.
-Vamos mami, vamos!-tiraba de ella cuanto podía con sus pequeñas manos.
-Ya voy Raquel, ya voy.
No tenia muchas ganas de nada, pero su hija conseguía levantar-le el animo, hacer que olvidara todo. Ahora debía centrarse en aquel pequeño trozo de cielo que sonreía y jugaba de su mano, ella era su mundo ahora, su centro, su todo.
La abuela observaba a madre e hija desde un pequeño banco a la sombra de un árbol, el día había mejorado y un sol radiante iluminaba todo el parque y el vecindario.
-Tenia ganas de verla sonreír.- dijo una voz tras de si.
-Imbécil, me has asustado.- le miro, estaba escondido tras el árbol- no puede verte aquí.
-Esta ocupada...-dijo perdiéndose en aquella imagen tan bonita, Cuddy había subido al tobogán con su hija y ambas se lanzaban hacia abajo riendo y disfrutando del día.
-Si no fuera por Raquel...-enmudeció y se quedo observando a aquel hombre, que medio escondido tras un árbol observaba a las dos Cuddy con una sonrisa extremadamente sincera, pura, radiante. Una mirada que desprendía amor, alegría. Un brillo en los ojos de House, que no había visto nunca, era verdadera pasión y amor lo que sentía por aquellas dos mujeres, las mujeres de su vida. En ese momento comprendió que no había otro como el para hacerlas felices, nadie que pudiera quererlas de la manera en que el le estaba mostrando, desde la distancia, con cautela, las cuidaba.
Su miedo, su angustia, su dolor todo quedaba reducido a la nada si la veía sonreír.
-Mañana, en el hospital...- no le dejo terminar.
-Suerte... Ella esta dolida pero te ama.- le miro fijamente a los ojos- la amas.
-La amo.- y miro por ultima vez a sus dos chicas antes de marcharse.
Las tres jugaron un rato mas en aquel bonito parque lleno de niños y mas tarde volvieron a casa, ya casi era hora de cenar y Raquel milagrosamente estaba cansada, un alivio para su madre que también podría dormir un poco mejor esa noche.
Dejaste aromas de melancolía,
esa nostalgia de camas vacías...
House
Sentado frente al piano componía algo especial, para una ocasión especial, para alguien especial...
Wilson le observaba.
-Que haces House?- preguntó curioso.
-Nada, no te interesa, que haces aun aquí?
-Bueno yo... No quería dejarte solo, solo es por si...
-No voy a drogarme, no voy a emborracharme y no voy a irme quedate tranquilo papa, y ahora largate de aquí!
-Esta bien, esta bien, nos vemos mañana.- le miro por ultima vez y salio de allí.
Greg a penas pudo dormir esa noche, estaba nervioso, inquieto, tenía esperanzas pero sabia que no iba a ser fácil así que iba preparado para todo.
Quisimos ser testigos,
del tiempo y sus caprichos,
y lo que pudo ser ya no será,
ya no será, ya no será, ya no será...
Estaba aterrorizado, si el miedo pudiera olerse, el apestaría. Wilson le dejo solo, no sin antes darle unas ultimas palabras de "animo"- no lo jodas House- le había dicho antes de irse.
-Doctora Cuddy! Doctora Cuddy!- puntual como en ella era costumbre, cruzaba la puerta de su... Del hospital, ella ya no trabajaba allí. Por una razón que desconocía Trece gritaba su nombre.
-Que sucede?- se acerco a ella con resignación, no quería entretenerse mucho, quería salir de allí lo antes posible, coger sus papeles y desaparecer de ese lugar.
-Wilson me ha pedido que te de unos papeles. Desde que te fuiste el se ha encargado un poco de todo esto y ahora esta muy ocupado con un paciente y no puede atenderte. Me ha pedido que te los de yo.- Trece debía convencerla como fuera, era muy lista y conocía bien a House por eso no era tarea fácil.
-Esta bien.- dijo no muy segura. Estaba inquieta, no dejaba de mirar de un lado para el otro.- estoy paranoica- pensó. Y decidió tranquilizarse un poco.
-Acompáñeme, los papeles están en su despacho.- Trece se dio la vuelta y camino segura hasta el ascensor. Lisa lentamente siguió sus pasos.
Trece entro al ascensor y apretó el botón de bloqueo, esperándola. Lisa suspiro fuertemente y no muy segura se adentro en el ascensor.
Los pocos segundos que duro aquel trayecto pasaron lentos y en un incomodo silencio...
CONTINUARA!
