Voy a serles sincera.
No soy buena con los fanfics largos.
La mente de un escritor es como una mujer en etapa menstrual. Las ideas cambian, y la inspiración parece tener vida propia, viene y va cuando le da la gana sin siquiera pedirte permiso. Probablemente creyeron que esto sería una digna actualización con otro nuevo capítulo, en el que relataría el desenlace de la historia. Había dicho en el capítulo anterior que, a lo sumo, faltaban unos tres más para terminar la historia, y de verdad siento tener que dejarla hasta acá, faltando tan poco para el final.
Siempre lo he dicho y siempre lo diré: no escribo para complacer a los demás, escribo porque es mi pasión, y escribo cuando tengo la inspiración suficiente para hacerlo. Escribir de Twilight ya no me produce emoción ni inspiración, ni tampoco fanfics largos, porque siento que estoy atada y tengo el compromiso de actualizar para los lectores, lo cual está bien, pero sinceramente no va conmigo.
¿A que voy con esto? No seguiré con la historia, pero no la dejaré. Le tengo un cariño muy grande, y probablemente la continúe en otro momento en el que, quien sabe, mi musa me exige escribir otro capítulo. Sin embargo, no quiero que estén atadas a esta nota, y entren todos los malditos días a FF para ver si actualicé, porque no será de ese modo. No se cuando voy a actualizar, estoy con proyectos de escritura muy personales, escribiendo mi propia saga fantástica y toma mucho tiempo, sobre todo porque amo a cada personaje que creé y solo me es posible pensar en ellos.
No abandonaré FF ni muerta, subiré alguna que otra historia sobre algún fandom que me guste, porque el placer de escribir sobre personajes que no me pertenecen y los cuales amo, es todo un disfrute para una fangirl como yo.
No espero que lo entiendan, solo que respeten mi decisión y que las quiero mucho a todas, fue un largo camino desde Skins l hasta acá, y siempre voy a agradecer el eterno apoyo que me otorgaron :) no es un adiós, espero que pueda ser un 'hasta pronto.'
El fanfic quedará en un indefinido HIATUS.
Las quiere, Mel.