Esta es una adaptación a un libro de la autora Jones Amarinda.

Los personajes son de Stephenie Meyer.

SUMARY

Isabella Swan tiene cuarenta y tres años y siente una lujuria indomable por su profesor.
Ella es muy consciente de la diferencia de edad entre ellos. Pero una mujer puede mirar, maravillarse y soñar.
La edad no es un problema para Edward Cullen. Él ha puesto sus ojos en Isabella desde que se unió a su clase. Sabe que la castaña sexy no tiene el menor interés en el aprendizaje. Pero tiene una cosa o dos que planea enseñarle fuera del aula.


Prólogo

- Más duro… necesito más -

- Cariño, voy hacer que expulses a gritos los pulmones cuando te corras. -

- Oh sí. -

Isabella Swan gimió mientras envolvía más fuertemente el pecho del hombre con sus piernas. Su polla estaba bien colocada y firme dentro de ella. Era exactamente lo que necesitaba.

Su vibrador Conejito rampante de tres velocidades, extra-extra empuje, color rojo rubí, era bueno pero no era real. Ella necesitaba el calor y el poder una sólida polla humana. Nada podía con eso.

Había pasado tanto desde que había sentido esa necesidad de ser tomada. La fuerza de sus empujes hacía chocar su cuerpo arriba y abajo sobre el capó del coche donde estaba sentada. Podía sentirse a sí misma resbalándose con sus propios jugos.

- Jasper… -

Isabella se retorcía de placer en las manos que agarraban su trasero y en la boca que chupaba sus pechos como si él necesitara probarla o morir.

- Es James – la corrigió el hombre, aunque no sonaba como si le importara como le llamara.

Sacó la mitad de su polla y entró de golpe de nuevo en ella. Bella chilló con delicia y lo atrajo más cerca de ella. Oh sí esto era exactamente lo que necesitaba.

- ¡Jasper, James, lo que sea, solo dame más! -

No estaba buscando matrimonio o compromiso. Sólo buscaba un orgasmo provocado por un hombre. El nombre no le importaba, sólo el pene.

¿Era una mujerzuela?

No, no normalmente. Esto era los encierros de España. (1) Algunas veces necesitabas la emoción de un semental joven encima de ti.

Este semental en particular tenía que ser quince años más joven que ella y con el pene de un dios. Y ella no iba a rechazar la oportunidad de tener sexo con una joven deidad.

Se habían visto el uno al otro, se habían deseado el uno al otro y habían aceptado la oferta de sexo sin historias, salvaje, de ese en el que no recuerdas ni el nombre.

- Eres tan caliente – su lengua lamía con hambre sus pezones.

Isabella suspiró feliz. Nunca antes se había permitido sexo con extraños. Pensar que se había estado perdiendo todas esas desenfrenadas emociones tanto tiempo. ¿Podría hacerlo de nuevo mañana? Probamente no. Por eso intentaba hacer este encuentro memorable.

- Fóllame duro, hombre salvaje. -

Se inclinó para morder su hombro y se maravilló ante la vitalidad de Jasper, James, quien quiera.

No podía recordar la última vez que había tenido una follada sin preocupaciones como esta. Reverberaba deliciosamente a través de su cuerpo.

- ¿Les importa si me uno? -

- Adelante hombre – James sonrió directo a los ojos de Isabella.

Isabella se puso rígida ante el repentino sonido de la voz del otro hombre. Maldición. ¿Alguien más estaba viéndolos?

Isabella estaba delante de los hombres desnuda, sudada y sentada en el borde del capó de un coche en un oscuro estacionamiento con la polla de un hombre enterrada dentro de ella. Estaba al mismo tiempo avergonzada y extrañamente excitada. Jasper-James era un extraño. Y de repente aparecía este tipo y también la deseaba. ¿Era cosa de sus feromonas? Parecía que estaban en alerta máxima. ¿Podría ella tomar a otro? ¿Estaría echando por la borda la precaución si dejaba que otro joven semental la montara? Seria malo y pervertido.

Por lo tanto vale la pena hacerlo. Mañana me arrepentiré felizmente.

- Yo… oh… -

¿Qué? ¿Los quiero a ambos? ¿Cómo decir eso y seguir siendo una dama? La etiqueta para follar extraños no estaba escrita en ningún reglamento que Isabella supiera. Sintió al otro hombre al lado de ella. Se giró para mirarlo.

- No, no vuelvas la cabeza. Soy el extraño que quieres. No arruines la fantasía – sus manos la empujaron fuera del capó del coche.

Esa voz era tan familiar. Ella le conocía de algo. Isabella sospecha que el gutural gruñido era sólo una treta para ocultar quien era.

Ahora sentía dos pares de manos en su cuerpo. El primer chico tiró de ella hacia sus brazos y la mantuvo empalada en su polla mientras el segundo chico se ponía detrás de ella.

- ¿Quieres más? – murmuró en su oído mientras ella se empujaba hacia él.

Isabella sintió la caliente respiración en su cuello y el sonido de un cierre abriéndose. Repentinamente pudo sentir una polla larga y erecta apartando con exigencia los cachetes de su trasero.

- Oh… -

Sí por favor… El hombre en su espalda se rió quedamente.

- ¿Me quieres follando tu trasero mientras él te folla por delante? -

Sólo había una respuesta. Sus sueños nunca habían sido tan buenos.

- Sí. -

Escucho el sonido de un papel rasgándose y supo que no había vuelta atrás. La invitación había sido enviada y aceptada.

- Eso es lo que quería saber – la tomó por el pecho mientras Jasper-James la empujaba contra él. - Inclínala hacia adelante. Necesito acceso. -

Isabella sabia que él tenía que estar acostado en el capó del coche porque sus pies ahora estaban tocando la rejilla con sus rodillas dobladas. Su espalda estaba tan arqueada que sus pechos se presionaban en la calidez del pecho de Jasper-James y su trasero estaba completamente expuesto hacía el hombre de detrás.

Tuvo un momento de pánico mientras sentía unos insistentes dedos probando su ano.

- ¿Me quieres enterrado en tu trasero? -

Oh dios, sí.

- Sí, tómala hombre. Ella está muy caliente y esta buenísima. -

- Tengo un condón lubricado. Yo te deseo y sé que me deseas. Puedo sentirlo en la manera que tiemblas contra mí. -

El desconocido chupó su cuello mientras sus manos se movían hacia la humedad entre sus piernas.

Isabella se retorció cuando sintió sus dedos jugar en la resbalosa humedad. Jadeó cuando sintió un dedo y después otro empujándose dentro de ella pasando el tirante anillo de músculo para deslizarse dentro de ella, abriéndola y preparando el camino. James no se estaba moviendo. Permanecía empalmando mirando ávidamente la escena.

- Nunca he… - las palabras de Isabella murieron en sus labios mientras los dedos del hombre se movían lentamente dentro de ella.

Se mordió el labio y gimió.

- ¿Nunca has tenido dos hombres a la vez? ¿Ni has sido follada por el trasero? – él saco sus dedos –. Entonces disfrutarás esto. Relájate. Levántala más alto – Tomo sus caderas y posicionó su polla en la entrada del apretado agujero –. Perfecto. Bájala lentamente.

Isabella mordió fuertemente su labio inferior mientras la cabeza de su polla entraba en su trasero.

- Auu, duele – lloriqueo´. Esto no era como ella lo había imaginado.

- Relájate – el hombre canturreó suavemente –. Solo piensa lo bien que se sentirá con dos hombres dentro de ti. Eso es, empújala hacia mí. Sí – el hombre sonaba aliviado.

Isabella cerró los ojos mientras la larga y caliente polla se deslizaba toda en terreno virgen. Ella se había preguntado cómo se sentiría el sexo anal pero nunca había soñado nado como esto. Y con dos hombres a la vez.

Se sentía abierta más allá de sus límites normales y no estaba segura de si estaba más asustada o intrigada. Se sentía tan llena y apretada en su interior. Y una vez que pasó la incomodidad inicial, se estaba sintiendo morir. Sentía su cuerpo entero temblar con un hambre que no sabía que poseyera hasta ese momento.

- ¿Te gusta eso? – preguntó el hombre detrás de ella, sus manos subiendo para acariciar sus pechos mientras ponía pequeños besos en sus hombros.

- Sí. -

Los dos hombres entraban y salían, sus empujes extrañamente coordinados. Isabella empujó su trasero hacía atrás contra el hombre desconocido y cedió al calor de su toque.

- Ella es especial – murmuró James mientras sus labios volvían a capturar su pezón.

- Sí, lo es – las manos del hombre envolvieron su pecho posesivamente –. Dime, ¿siempre te desnudas y tienes sexo con extraños querida?

- No – gimoteó Isabella, intentando mantener algo de equilibrio en el duelo de pollas entrando y saliendo. Sabía que iba hacia la madre de todos los orgasmos.

- ¿Por qué ahora? -

Porque lo necesitaba. Estaba necesitando este momento para sentirme de nuevo viva otra vez.

- ¿Estabas vacía y dolorida entre tus piernas cariño? -

- Sí. -

El podría mimarla cualquier día de la semana.

- ¿Duele ahora? -

- Es un tipo diferente de dolor. Quiero correrme. -

- Creo que podemos dejarte hacerlo. -

Él sonaba como si creyera que tenía el poder de denegarle u otorgarle un orgasmo. Casi al mismo tiempo ambos hombres incrementaron sus embestidas.

Pollas gemelas embestían profundamente el cuerpo de Isabella, haciendo cosquillear y resonar cada nervio de su interior. Un gruñido se formó en su garganta mientras la presión crecía y sintió un desgarro en sus entrañas, subiendo por su columna y bajando hacia sus pies. Ella gritó ante la intensidad y se aferró a James, asustada de explotar en un millón de piezas y desaparecer. Mientras el hombre de detrás se corría fuertemente dentro de ella, Isabella Swan supo que nunca olvidaría esa noche.


Hola Chicas! Como estan? Que les parecio el comienzo de arriba? Les gusto? Si es así dejenme un pequeño Review &' diganme si la continuo o no... Saben que ustedes son las unicas que deciden eso :D

Les recuerdo que esta es una adaptación...

(1)Nombre tradicional que reciben en España las carreras en las que los mozos corren delante de los toros.

By: Katte