Titulo: En el último suspiro.

Pareja:SasuSaku

Aclaraciones: Esta historia compite en el concurso de "Reto tu ingenio" en el grupo de Facebook "Escritoras y Lectoras de fanfics". Tabla 1 - Emociones, Reto 4 – Dolor.

Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, sin embargo la trama es de mi dominio.

Fiction Ranking: T

Summary: No dolía el metal atravesando su abdomen, ni los múltiples golpes que de él había recibido, los cuales ahora parecían recuerdos lejanos.

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"En el último suspiro"

No dolía el metal atravesando su abdomen, tampoco el chacra que la espada cargaba y que le quemaba hasta la última célula de su cuerpo. Los múltiples golpes que de él había recibido, ahora parecían recuerdos lejanos.

No se alarmó cuando lo tuvo frente a ella, empuñando el arma y amenazando con dañarla. Ni siquiera se había alterado cuando sintió como su carne era penetrada, o cuando la sangre brotó cual pequeña fuente de la herida. Sakura sabía muy bien el papel que jugaba en ese momento. Era como aquella noche en que él la había abandonado, por más que tratara de traerlo de vuelta, o de seguir junto a él, al final el Uchiha había terminado por alejarse de la luz, para sumirse en su mundo de sombras.

Lo había observado con detenimiento, justo dos segundos antes de que él la atacara, seguía conservando ese encanto misterioso, sus ojos eran tan negros y enigmáticos como siempre. ¿En verdad estaba disfrutando tanto aquel momento, matando e hiriendo a quienes alguna vez lo amaron?

Curioso sin duda alguna que en vez de dolor sólo sintiera la fría espada demoliendo sus entrañas. No, nada de eso causaba dolor físico, él no lo sabía. Lo que en realidad le estaba causando la muerte era ver como por fin Sasuke había terminado su destino, de vengador había pasado a ser un asesino.

El joven sonrió con malicia, con su propio dolor escondido entra las sombras de su pasado.

—Gracias, Sakura—alcanzó a susurrar antes de que ella perdiera el brillo de sus ojos jade.

A la chica le hubiese gustado decir por última vez que ni siquiera el hecho de que él fuera un criminal, que había traicionado a sus amigos, que estaba empeñado en destruir todo a su paso, y que no le había importado nuca los sentimientos de ella, aún así y por desgracia, ese amor que ella le había tenido, no se borraba después de todo ello. Ni todo el dolor del mundo haría que sus sentimientos cambiaran, eso lo sabía muy bien, aún estando a punto de morir, no dejaba de desear que él cambiara, que recapacitara y que abriera los ojos.

La espada salió fácilmente de su cuerpo cuando éste cayó al suelo. Él chico se quedó ahí observando el cuerpo inmóvil. Por lo menos le había agradecido, quizás por amar a un ser tan despreciable como él.

Tal vez después de la muerte…la volvería a encontrar.

Ni siquiera se había alterado cuando sintió como su carne era penetrada por aquella arma, o cuando la sangre brotó cual pequeña fuente de la herida.