No podía dejar que murieran.

Luke y Annabeth eran lo más cercano a una familia que tenía. Haría lo que fuese necesario para protegerlos, no importa qué. Incluso si la única solución era morir, lo haría.

Al menos eso es lo que seguía repitiendo para mis adentros mientras los perros del infierno me rodeaban, mordiendo mis extremidades. Mi lanza colgaba, inútil, a mi lado mientras las gotas de sangre y lluvia resbalaban por su punta. Mi escudo, la Égida, se sentía exageradamente pesado. Tenía la tenue esperanza de que Grover pudiera poner a salvo a mis amigos con tiempo de sobra para buscarme un poco de ayuda, pero en el fondo sabía que moriría sola.

De pronto, uno de los monstruos saltó al ataque. Estaba cansada y tardé mucho en levantar mi escudo. Eso le dio oportunidad al sabueso de hundir sus colmillos en la unión entre mi hombro y mi cuello. Oí el enfermizo sonido de huesos rompiéndose y sentí más sangre brotar de mi cuerpo.

Mi visión se puso borrosa. Mi cabeza se sentía ligera, tanto que apenas y me di cuenta de que estaba tirada en el suelo, derrotada, con el aguacero golpeándome la cara y empapando mis heridas. El agua dolía. Todo dolía. Ni siquiera estaba segura de si la humedad en mi rostro eran lágrimas o gotas de lluvia.

Como último recurso, le recé a la única persona que podría salvarme en ese momento. Él me había dado la vida, después de todo.

Padre, pensé, rogando desesperadamente porque me escuchara. Por favor, ayúdame.

Antes de perder la conciencia, vislumbré un rayo iluminando momentáneamente el cielo nocturno, avisándome que él me había escuchado.

Eso me hizo sentir un poco mejor sobre estar muriendo.

Nota del autor: Se me ocurrió hace un par de días. La idea me encantó y no había publicado nada en mucho tiempo, así que lo escribí y lo subí. Trata sobre Thalia; cómo se convirtió en árbol y todo lo que sucedió mientras ella era un pino en la Colina Mestiza.

En realidad no recuerdo si fueron perros del infierno los que atacaron a Thalia, pero vamos a suponer que si, ¿va? Y no dice cuándo recibió la Égida, así que me tomé unas cuantas libertades. No olviden dejar un bonito review para decirme que les parece.


Nota del traductor: Hola, tipillos. Estoy de vuelta. Si, ya sé, tengo historias por terminar, pero leí esto en inglés y me pareció que sería una grosería no traducirlo a mi lengua natal: el español. Me tomé unas cuantas licencias literarias, por cierto. Ya saben, para corregirlo y dejarlo todo bonito y gramaticalmente correcto.

Descargo de responsabilidades: La trama y los personajes usados no me pertenecen, les pertenecen a la Belle Luna Claire y Rick Riordan respectivamente. Solamente me adjudico la traducción; cualquier reproducción total o parcial será reportada inmediatamente a la autora original y a un moderador.