LA TRAICIÓN

PRÓLOGO

No podía ser, ella no podía volver a su vida, él la había sacado hace años de ésta, no podía volver a cometer la misma estupidez, ya no era un muchacho hormonal de veinte años, ella no podía tener el mismo magnetismo que lo llevó a relacionarse con una muchachita de trece putos años, si, ella tenía trece años cuando estuvo en su cama, en su vida y en su corazón, tenía trece años cuando ella lo traicionó, tenía trece años cuando él despechado la alejó de su vida de la peor manera posible, trece años tenía aquella hechicera cuando le dijo la peor de las mentiras, "estoy embarazada de ti, seremos padres". Él sabía que eso no podía ser, ella lo había engañado, pero esa arpía se las pagó hace seis años, la humilló, la despreció y seis años después todavía la odia, entonces ¿Por qué se siente caer en picada nuevamente por ella?.

Aléjate de mi gritó Isabella cuando lo vio acercarse a ella, no tenemos nada que hablar, aléjate de una vez por todas, suficiente daño me hiciste en el pasado, ahora soy feliz y voy a casarme.

Sobre mi cadáver gritó Edward, ni él entendía por qué no la dejaba en paz, por qué diablos la espiaba, la seguía ¿era sólo deseo? ¿o aún la amaba?, no, seguramente era deseo, deseo de tenerla nuevamente en su cama, deseo de hacerle tanto daño como ella se lo hizo a él, deseo de que ningún hombre la tocara nuevamente, ella había sido de él y la tendría nuevamente, aunque después la dejaría peor que a un perro, porque ella era eso, una perra, una zorra sin corazón, sin moral.