Autora: Yo, yo y más yo, ¡Nyanko!
Parejas: Haber… toques de 1827 (esto fijo *¬*), 27OC (Solo se nombra, ya veréis), 33Hana (sigo sin saber su numero), 8059 (esta es muy obvia), 6996 (no se notara casi… supongo… no se, ya diréis vosotros) y bueno el OC96 (es decir Kyoko con alguien) y Tetsu86 (estoy leyendo un fic con insinuaciones de Kusakabe y Haru, y me ha gustado).
Summary: Después de su partida, han pasado ya los diez años, con muchos eventos, y en la mansión Vongola han llegado tres invitaciones, para la reunión que se fijo el último día de clase. Pero hay un pequeño problema… Tsuna no irá solo con sus amigos a la reunión, sino también con… Eliana. Si queréis saber quien es seguid leyendo~ y si no Bye Bye.
Disclaimer: Otra vez con lo mismo ¬¬* pero si ya sabéis que no me pertenece… *sigh* que ganas de hacerme repetir. KHR no me pertenece, es de Akira Amano-sensei.
N/A: Las traducciones las pondré al final del fic, otra cosa, las frases en italiano son sacadas del traductor de google, lo aclaro, no se italiano.
Two-shot: Después de diez años.
Capitulo II: Encuentros y Sorpresas.
Venecia, Italia. Viernes. Las 08:45 de la mañana, se encontraba una de las sedes Vongola, la principal en Sicilia, pero como al Decimo Vongola le gustaba más esta ciudad se instaló allí, aunque para las reuniones importantes se dirigía a la principal. Por el jardín de la sede correteaba, jugando, una niña, de cabello rojo atado con dos coletas, de ojos color miel, de unos 7 años, iba vestida con un suéter blanco con dos rayas rojas a los costados, una falda que le llegaba un poco por encima de las rodillas de color negra, y unas botas altas, del mismo patrón y color que el suéter. Esta niña es Sawada Eliana, hija del Decimo Vongola. Junto a ella había un chico con el cabello castaño claro, de ojos grisáceos, alrededor de los 8 años, vestía una camiseta negra a rayas blancas, unos pantalones que le llegaban hasta las rodillas de color caqui y unas combers negras. Este niño es Sasagawa Shoutarou, hijo del guardián del sol y su mujer Sasagawa Hana. También había dos gemelos, los dos con el cabello morado, la niña con dos trenzas bajas y el niño con el cabello suelto y alborotado, los ojos del niño eran añiles y los de la niña azul oscuro, los dos tendrían unos 7 años, el niño vestía una camiseta roja con estampados de puntos de color naranja, unos pantalones cortos negros hasta las rodillas y unas combers rojas, la niña vestía un suéter del mismo patrón que su hermano pero con los colores invertidos, una falda blanca que le llegaba un poco por encima de las rodillas, y unas botas altas del mismo patrón y color que el suéter. Los gemelos son Rokudo Gael y Rokudo Miharu, hijos de los guardianes de la niebla.
"¡SHOUTAROU! ¡Nos vamos a casa, a ver a tu madre, al extremo!" Llamó el guardián del sol, también conocido como Sasagawa Ryohei, a su hijo.
"¡Papà! ¿Abbiamo bisogno di urlare cosi tanto? ¡Non siamo sordi, anche tu sei qui con me!" Contestó en italiano Shoutarou, algo cabreado, por mucho que su padre creciese siempre iba gritando a todo dios. Algo que cabreaba un poco a su hijo y esposa.
Los otros tres niños, empezaron a ver la mini discusión padre e hijo, Shoutarou siempre que se enfadaba empezaba a hablar en italiano, para cabrear a su padre, porque por mucho que vivieran en Italia, eran Japoneses y tanto Hana como Ryohei, querían que su hijo hablara más Japonés que Italiano, pero no había manera. Una de las razones por las cuales hablaba más Italiano era, porque sus tres amigos eran mitad Italianos mitad Japoneses, y la otra porque iba a una escuela en Venecia con los otros tres. Eliana, cansada ya del panorama, fue ha hablar con su tío Ryohei.
"Ryo-jii, a parte de venir a buscar a Tarou-kun, ¿has venido para algo más?" Pregunto, seguida de cerca por los gemelos.
"Siiii… ¿Has venido para algo más, Ryo-jii?"Preguntaron al unísono con una voz algo tétrica, siempre que hablaban lo hacían a la vez y de la misma forma, cosa que ponía los pelos de punta a todos los guardianes y sirvientes, en cambio a su padre le encantaba que lo hicieran, el asustar a todo el mundo e intentar causarle algún que otro infarto al Decimo era uno de sus pasatiempos preferidos, y si sus hijos iban por el mismo camino, eso le enorgullecía mucho.
"¡Gael, Miharu, no hagáis eso, por dios! Y si, tengo algo para ti Eliana." Dijo mientras rebuscaba algo en sus bolsillos. "Haber donde lo tengo… mmm… ¡Oh! ¡Aquí está! Toma acuérdate de dárselo a tu padre, Gokudera y Yamamoto. Diles que es de parte de Hana." Acabó, entregándole tres cartas. Se las miró en una ponía el nombre de su padre y en las otras dos el nombre de sus tíos.
"¿De parte, da Zia Hana? ¿Y que es? si se puede preguntar, es raro que Zia Hana envíe algo a través de alguien normalmente viene ella personalmente." Cuestionó. Los gemelos y Tarou-kun mirando las cartas con interés, queriendo saber el que ponía.
"Si, tienes razón pero me dijo que ellos ya sabrían, que no hacía falta que lo supiera."
"Ne, Ne, Ryo-jii. ¿Y no tienes nada para nuestros padres~?" Comentaron, algo celosos, porque también querían alguna carta, más que nada para abrirla y saber lo que ponía.
"No, ¿veis?" Dijo señalando al remitente. "Pone que viene de la escuela Namimori. Pero eso solo hace que me pregunte, si ha pasado algo, pero tampoco puede ser porque sino Hibari y yo habríamos recibido una también… ¡Y no la hemos recibido!" Acabó, gritando y alzando los puños al cielo.
"No hace falta que grites, y nos dejes sordos, papá. Venga será mejor que nosotros dos nos vayamos, sino mamá se va a enfadar." Dijo, mientras se despedía de sus amigos, y alcanzaba a su padre que ya estaba en la puerta del jardín.
"¡Adiós, Tarou-kun!" Saludó con la mano Eliana, con los gemelos detrás suyo haciendo lo mismo. "Arrivederci~" Dijeron al unísono.
Después de que las dos figuras desaparecieran, los tres se quedaron observando las cartas. "Bueno, ¿a quien vamos a ver primero? ¿Papà? ¿Zia Gokudera? O ¿Yama-jii?" Pregunto, Eliana a los gemelos. "Mmmm… Yama-jii, debe estar por algún lugar de la sede~" Dijo Gael. "Mmmm… Zia Gokudera seguro que esta repostando su arsenal de dinamita y si no, entonces está ayudando a Decimo con alguna tarea~" Concluyo Miharu. "Y papà debe estar trabajando en su despacho… entonces la mejor opción es Yama-jii, luego Zia Gokudera y acabaremos con papà. ¿Entendido?" Los dos asintieron.
Se dirigieron a las puertas que conducen a la sede, y empezaron su búsqueda.
"09:30 de la mañana, Primo Obiettivo, Yama-jii" Dijeron los tres.
Empezaron su búsqueda, por la habitación de Takeshi, pensaron que podrían matar dos pájaros de un tiro al ir ahí, ya que normalmente se ve a Hayato dormir en la misma habitación. Al entrar, se llevaron una grata desilusión, no estaban ninguno de los dos. Otro lugar en el cual podrían encontrarle, era la sala de entrenamiento, practicando con su espada junto a Kyoya, Reborn o Squalo, pero para su gran suerte tampoco había nadie. Solo Kyoya, con un montón de cuerpos a su alrededor. Kyoya les vio y se acercó a ellos.
"¿Que estás haciendo aquí, Eliana?" Pregunto Kyoya, con su monótono tono de voz.
"Papà numero due." Ante eso, Kyoya frunció el ceño. "Estamos aquí, por que buscamos a Yama-jii. ¿Sabes donde está?"Pregunto, los gemelos junto a ella, observándolo todo y con una venita en la sien al ser ignorados por él.
"No me llames así, y Yamamoto Takeshi está con Varia. Si hicieras más caso de lo que dice Tsunayoshi, ahora lo sabrías." Contesto algo molesto, aunque fuera la hija de su Tsunayoshi, era todo lo contrario a él. Es contestona, corre por los pasillos, se junta con los gemelos de la cabeza de piña… y la lista se hacía eterna. El otro problema era que aunque le viera como su segundo padre, ella nunca le trataría igual que a Tsunayoshi.
"¿Y como te llamo entonces? Y si que hago caso a papà, además que si me lo ha dicho ha sido, seguramente, cuando aún estaba medio dormida."
"Como quieras, menos de esa forma. Y si ya no tienes nada más que hacer aquí puedes marcharte."
"Pues te llamare como quiera. Adiós y grazie." Se fueron dando un portazo. "Bueno, Yama-jii no está~" Dijo Miharu. "Entiendo que a la nube le caiga mal nuestro padre~ ¿pero nos ha de tratar igual~?" Le continúo Gael. Sacudiendo la cabeza, los tres se miraron.
"11:45 de la mañana, Secondo Obiettivo, Zia Gokudera" Empezaron una nueva búsqueda.
Al saber que no estaría en la habitación de Takeshi, el trío se fue a la biblioteca, a Hayato le gustaba estar en ella, principalmente, porque era el lugar idóneo para tener tranquilidad y que nadie te molestase, y en segundo lugar, porque a Hayato le gustaba poderle ser de utilidad a su querido Juuadime, y que mejor lugar que la biblioteca donde esta todo lo necesario. Entraron a la biblioteca, y empezaron a buscar por los pasillos, era una habitación enorme, con montones de estanterías llenas de libros, también había una mesa larga con cuatro sillas a cada lado y una silla en cada extremo. Después de un buen rato buscando, se dieron cuenta de que la biblioteca estaba vacía.
"Bueno aquí no esta." Dijo suspirando Eliana. Los tres se dirigieron a la puerta para irle ha buscar a otro lugar. "Y ahora, ¿a donde vamos~?" Cuestionaron los gemelos. "Mmmm… ¡Ya se! Zia Bianchi, seguramente sabe donde esta, vayamos a la cocina."
Camino a la cocina, escucharon una explosión. Alarmados fueron ha ver que pasaba, a lo mejor era Hayato, espantando a su hermana para que no le diera algo de comer, nunca se sabe. Entraron a la cocina, y para su gran decepción, solo era Bianchi experimentando con su comida veneno.
"Zia Bianchi." Bianchi, al escuchar su nombre se dio media vuelta, encontrando a los tres niños.
"¡Vaya! Pero mira que bien me vais, anda ¿porque no probáis la nueva cocina que he preparado?" Pregunto, mientras les enseñaba un plato, en el cual se veían burbujas explotando, un humeante olor que te echaba para atrás, incluso parecía que hubieran cabezas gritando en agonía.
"No, gracias Zia Bianchi. Veras queríamos preguntarte, si sabias donde esta Zia Gokudera." Le dijo, al mismo tiempo que los tres retrocedían, por si acaso.
"Mmmm… ¿Hayato?... Me parece que se fue a comprar más dinamitas, dijo que se le había ocurrido una nueva técnica y quería mostrársela a Tsuna." Contesto, algo alicaída, ya que no querían probar su nueva comida.
"Aaaaah… Entonces, ¿tampoco esta aquí? Bueno, gracias. Y suerte, por si alguien quiere probar tu nueva cocina." Dijo rápidamente, para poder marcharse, antes de que volviera a insistir, y que al final acabaran probándola.
"Ahora que hacemos, Eliana~" Dijo Gael. "Siii… Solo nos queda Decimo~" Le continuo Miharu. "Bueno pues iremos a por papà, y se las daremos a él… ¡Ah! ¡Gabriel!" Llamó Eliana, Gabriel era uno de los mayordomos, y como tal iba con un esmoquin negro, camisa blanca y un lazo negro. Tenía los ojos color negro y el cabello rubio, una combinación algo extraña. "¿Sì? ¿Vuoi qualcosa, Signorina Eliana?"
"Mmmm… Vedete, volevo sapere se papà è nel suo ufficio."
"Se, il Decimo è lì."
"Capisco. Grazie." Una vez acabada la conversación, se despidieron de Gabriel.
"15:05 del mediodía, Terzo Obiettivo, papà."
"Bien, ahora que tenemos asegurado que papà esta allí no tenemos tiempo que perder." Dijo toda ilusionada, al ver que por fin pondrían fin a su misión. "Eliana~ Siempre que te ilusionas mucho…" Empezó Miharu. "…Acabamos recibiendo un chasco~" Le continúo Gael. "¡Esta vez será distinto! ¡Lo siento!" Dijo mientras ponía sus brazos en forma de puño en frente de su torso. Los gemelos solo negaron con la cabeza, porque ya sabían como iba a acabar.
Namimori, Japón. Viernes. Las 15:05 del mediodía, en un restaurante se encontraban la familia Sasagawa, la familia Katakura y la familia Kusakabe. Las chicas, es decir, Hana, Kyoko y Haru estaban hablando, esperando a sus maridos. Mientras sus hijos estaban fuera, divirtiéndose.
"Bueno, Hana-chan. ¿Crees que Onii-chan ya habrá entregado las invitaciones?" Pregunto Kyoko, dirigiéndose a su mejor amiga, y observando que los niños no se fueran demasiado lejos.
"No te preocupes Kyoko, Shoutaoru me ha dicho, que las invitaciones se las dio a Eliana. Y que ella se encargaría de entregarlas."
"Bueno, eso esta bien. El-chan es una buena niña, y seguro que las entrega." Dijo Haru, después de diez años maduro, y se quito esa manía que tenía de decir 'Hahi' cada vez que se sorprendía, y 'desu' al acabar cada frase.
"Aaaah… si tienes razón. Bueno, entonces esperemos a que vengan mañana, ¿si?"
A fuera los niños, estaban hablando. El hijo de Hana, Sasagawa Shoutarou, el hijo de Haru, Kusakabe Ryoga, un niño de cabello color marrón, y ojos oscuros, de unos 6 años, vestía una camiseta de color rojo, unos pantalones hasta las rodillas de color marrón y unas combers azul oscuro. También estaba la hija de Kyoko, Katakura Aoi, una niña de cabello rubio y ojos marrón claro, de unos 6 años, vestía un suéter blanco con estampado de ositos de color rosa, una falda que le llegaba un poco por encima de sus rodillas de azul marino y unas botas altas con el mismo estampado que el suéter.
"Entonces, Tarou-kun. ¿Cómo están Eli-chan y los gemelos? Hace mucho que no les vemos." Dijo Aoi con una voz tan dulce como la de su madre, preocupada porque ya hacía un año que no veía a sus amigos.
"Eliana y esos dos monstruos, están la mar de bien. No hace falta que te preocupes. Además, según mamá les veremos mañana. ¿No?" Le contesto a su prima.
"¿Eh? ¿Mañana vendrán? No lo sabía mi madre no me ha dicho nada." Dijo Ryoga con mucho entusiasmo.
"Si. Eliana, seguro que viene. Los otros dos no estoy seguro–"
"¡NIÑOS! ¡Vamos a dentro!" Grito de repente Ryohei acompañado con el padre de Aoi, Katakura Kippei*, un hombre alto rubio y de ojos color marrón. El padre de Ryoga, Kusakabe Tetsuya, estaba en Italia por esa razón no se encontraba con ellos ahora mismo
"¡YA VAMOS!" Respondieron los tres al unísono.
Empezaron a correr, para ponerse al día con sus padres o tíos. Para comer junto a sus madres.
Venecia, Italia. Viernes. Las 16:30 de la tarde, después de haber comido, se dirigieron ha la oficina del Decimo Vongola. "Bueno, ya estamos en frente la oficina de papà" Dijo algo nerviosa, ese lugar le ponía los pelos de punta, sencillamente, porque siempre se reunían personas, que aunque conociera, le daban algo de miedo. Llamo a la puerta y espero a que respondieran, no tuvo que esperar mucho ya que se escucho un "Adelante".
"Papà, venia a darte algo que Ryo-jii me ha–" Empezó pero fue cortada por su padre.
"El-chan, cariño. Puedes venir más tarde, es que como veras hay un montón de trabajo y para acabarlo aún no he comido. Además, no quiero que Reborn piense que hago el vago. ¿Si?" Dijo Tsuna algo cansado de tanto papeleo.
"Entendido, papà." Dijo Eliana, mientras salía con los gemelos detrás suyo y cerraba la puerta. "No digáis nada."
"Mmmm… ¿Qué deberíamos decir, Gael?"
"Mmmm… No se, Miharu."
"Es posible que sea: Vi abbiamo detto~" Dijeron al unísono, mientras salían corriendo, ya que Eliana les empezó a perseguir por haber dicho lo que no tenían que decir.
Eran las 22:50 de la noche, Eliana decidió ir a la habitación de su padre para poder darle de una vez por todas las invitaciones. Esta vez, le gustara a su padre o no iba a recibirla así que entro sin llamar.
"Papà, he de darte algo impor–" Se quedo sorprendida por lo que veía. En la cama de su padre estaban, aparte de él, también Kyoya. Eliana parpadeo, pero salió enseguida del mini shock, para sacar su móvil y hacerles una foto.
"¡ELIANA! ¡No hagas fotos! ¡Además, ¿cuantas veces he de decirte que llames antes de entrar!" Grito Tsuna, todo rojo, por ser visto en una posición un tanto inapropiada por su hija de tan solo 7 años. Kyoya solo bufo, y salió de encima de Tsuna, sabía que esta noche no iba haber nada ya.
"No te preocupes por la fotos, papà. Tengo muchas, entre el móvil y el ordenador tengo cientos, no, miles de fotos. Entre las mías las de mamma y las de mis tías, tengo muchas… Pero eso no es a lo que venía. Toma, papà. De parte de Zia Hana. Y no os preocupéis por mi, podéis seguir si queréis." Dijo toda contenta, entregándole las cartas, le encantaba el poder enganchar a su padre y a Kyoya haciendo cosas, así luego podría ver a sus tías y hablar sobre ello. Tsuna cogió las cartas, y le tiró un cojín a su hija para que se fuera.
"Increíble, esta niña se parece cada vez más a Bea." Suspiro Tsuna, intentando leer las cartas con Kyoya encima, que intentaba retomar lo que había sido interrumpido. "Kyoya, basta. Haber que es esto… ¡Anda! ¡Pero si es para mañana! ¡Rápido levántate! Tenemos que ir a avisar a Hayato y Takeshi, hacer las maletas, buscar a alguien que cuide a El-chan e irnos a Namimori." Dijo todo alborotado, Kyoya solo se lo miraba interrogante. "Son las invitaciones de Nezu-sensei. El último día de clase nos dijo que nos reuniríamos dentro de diez años." Explico Tsuna.
"Mmmm… Yo también voy. He de vigilar que no hagan mucho alboroto, esos herbívoros."
"Bien. Pero primero, por favor. Vístete." Dijo todo rojo Tsuna.
"¿Por qué? Si te gusta verme así." Dijo con una sonrisa de suficiencia.
Tsuna solo cogió la sabana y se fue ha vestir en el baño. Cuando Kyoya se ponía así, era mejor estar lejos, sino no llegarían a tiempo a Namimori. Pero Kyoya no iba a dejarlo tal cual, al fin y al cabo, su hija les había dicho que continuaran. ¿No? Pues eso es lo que hizo. Continuar en el baño.
Namimori, Japón. Sábado. Las 10:00 de la mañana. Delante de Nami-ko, ya empezaban a reunirse los antiguos alumnos de 2-A, todos contentos, vestidos con sus mejores galas, mostrando que habían triunfado, en definitiva, para alardear. Habían muchos que hacía tiempo que no se veían, otros que sí se mantenían en contacto, pero les hacía ilusión el verse aquí de nuevo. Fueron entrando a la clase, donde ya les esperaba su antiguo tutor, Douhachiro Nezu. Que les estaba viendo con una sonrisa en su rostro. Poco a poco, la clase se fue llenando, todos charlando, Kyoko y Hana, ya estaban allí hablando con algunas antiguas amigas, el como les iba, si estaban casadas, si tenían trabajo, etc.
"Bueno," Empezó Nezu. "Id tomando vuestros antiguos asientos, y una vez sentados pasare lista."
Todos emocionados, empezaron a andar alrededor de la clase, intentando recordarse donde se sentaban. Kyoko y Hana ya estaban sentadas, la primera más preocupada que la segunda, ya que era la hora y Tsuna y los demás no habían llegado.
"Bueno, entonces voy a pasar lista."
Nezu cogió su antigua libreta, y empezó a nombrar a los alumnos. "Akita Toki"
"¡Presente!"
"Ayase Midori"
"¡Aquí!"
"Gokudera Hayato" Hubo un largo silencio, donde nadie contesto. "¿Gokudera Hayato?" Volvió a preguntar. El silencio se volvió a presentar, solo se oían cuchicheos de 'Gokudera-kun, no era ese que siempre sacaba dieces?' o 'Aaaah… ¡ya me acuerdo! Si, si, ¡el que siempre contestaba mal y fumaba, pero que estaba buenísimo!' Ah, ahora recordaba, ese chico era un buen estudiante, sino fuera por su vocabulario hubiera estado entre sus alumnos favoritos. Kyoko se preocupo aún más, hacia tiempo que no les veía y tenia ganas de volver a verles. Hana por el contrario, si esos tres no se presentaban iba a darle una buena a su marido por no saber ni entregar unas invitaciones.
"Bueno, sigamos." Continúo Nezu. "Kondo Reiichirou"
"¡Aquí, Nezu-san!"
"Kurihara Saotome"
"¡Si!"
"Kurokawa Hana"
"Aquí." Dijo con su típico tono de voz.
"Okochi Himura"
"¡Estoy aquí!"
"Sasagawa Kyoko"
"Aquí." Contesto, de repente, los chicos empezaron a murmurar lo hermosa que se había vuelto y si tendría pareja.
"Sawada Tsunayoshi"
Les respondió el silencio otra vez, y empezaron a cuchichear cosas como '¿Quien?' o '¿Había alguien con ese nombre?' y también '¡Ah! ¡Claro! ¡Dame-Tsuna!' y '¿Eh? ¿Os imagináis el como debe estar?' '¡Seguro que no ha hecho nada bueno, al fin y al cabo es Dame-Tsuna!' en ese comentario todos empezaron a reírse, Kyoko y Hana solo pusieron mala cara, para luego enviarse una sonrisa mutuamente. 'Si supieran,' pensaron las dos.
"Bueno, basta. Sigamos." Nezu volvió a centrarse en la lista. "Suzuki Aya"
"¡Aquí!"
"Tokunaga Kaoru"
"¡Presente, Nezu-sama!" Bromeo.
Nezu solo negó con la cabeza, volviendo a la lista. "Yamamoto Takeshi"
El silencio se hizo presente otra vez, y luego estallaron a murmurar sobre el as del béisbol. Como 'Seguro que se ha convertido en profesional' o '¿Os imagináis el como debe estar ahora? ¿Tendrá pareja?' y un sinfín de tonterías. Nezu iba a empezar de nuevo con su lista, cuando se escucharon unos pasos a fuera del aula, alguien parecía correr. Todos en seguida se callaron y escucharon.
"¡Eliana, non correre!"
"Bene in fretta papà. ¡Siamo in ritardo!
"Jajaja. Noi Tsuna non è così male, è una ragazza."
"¡Baseball Geek! Stai zitto se Hibari visto correre, ¿pensi di cura per avere una ragazza?"
"Jajaja."
"Erbivoro, quante volte ti ho detto de compotarsi."
"Buuu~ Aprendermi se potete."
"¡Eliana!"
No habían entendido ni una palabra, excepto Kyoko y Hana que ya sabían quienes eran. De golpe la puerta se abrió, dejando ver a una niña de 7 años peli roja, de ojos color miel, vestida con un suéter blanco, una falda peto de color gris y unas botas blancas. Los de dentro de la clase se quedaron sorprendidos, pero el shock les duro bien poco al ver a un hombre detrás de la niña, de cabello negro y ojos de igual color, vestido con un traje negro y una camisa púrpura.
"Te cogí, mocosa." Dijo el hombre, a todos les sonaba ese hombre, pero no sabrían decir quien era. Hasta que Kyoko se levantó y dijo toda contenta.
"¡Hiabri-kun! ¡El-chan!" Todos se quedaron con el nombre acabado de decir 'Hibari'… '¡No podía ser Hibari Kyoya!' Los cuchicheos empezaron, pero fueron callados rápidamente con una mirada de Kyoya. Detrás de él apareció un hombre peli plateado de ojos verdes, vestía un traje negro pero con la diferencia de que su camisa era roja.
"Vamos Hibari suéltala. Tampoco es para tanto." Dijo, medio gruñéndole por tratar así a la hija de Juudaime.
"Yo no recibo ordenes de nadie, Gokudera Hayato." Contrarrestó Kyoya. Los cuchicheos volvieron a empezar. '¡Kyaaa! ¡Es Gokudera-kun!' o '¡Está mejor que antes!' pero fueron callados, otra vez por una mirada de Kyoya.
"Jajaja, vamos, vamos. Calmaos los dos." Entró un hombre de cabello negro y ojos marrones, vestía un traje negro, pero su camisa era azul. El hombre cogió a Eliana y la dejó en el suelo. Eliana se fue corriendo a fuera, para ir a buscar a su padre.
"Tch. Sera mejor que no te metas, Takeshi." Contestó Hayato. Los cuchicheos una vez más empezaron, pero no les dio tiempo de ir demasiado lejos, por el aura que empezaba a salir de Kyoya. Así que optaron por callarse. Los tres llevaban unos trajes que parecían muy caros, más que los que cualquiera del aula llevara.
"B-Bueno," empezó Nezu. "Sentaos. Mmmm… ¿Hibari-san?" Pregunto Nezu, recibiendo una mirada del mencionado. "Me preguntaba, si ibas a quedarte o no." Recibió como respuesta, a Hibari yendo a la parte trasera del aula.
Kyoko y Hana se reunieron con Takeshi y Hayato. Para luego irse, a sus asientos para charlar. Cuando Nezu iba a hablar la puerta se volvió a abrir mostrando otra vez a la niña y a un hombre, algo alto, pero no tanto como los otros tres, tenía el cabello marrón claro y ojos color miel, vestía un traje negro con una camisa naranja. El traje de este hombre también parecía bastante más caro, que el de los demás. Las chicas chillaron al verle y a los hombres se les caía la baba, además, no tenían ni idea de quien era. Así que Nezu hizo lo primero que se le ocurrió.
"Mmmm… ¿Perdón?" Empezó Nezu, captando la atención de todos. "Pero… puedo saber, ¿Quién eres?" Se atrevió a preguntar, ese hombre aunque pareciese muy lindo, tenía un aura de poder que le rodeaba.
"¿Ara? ¿No os acordáis de mi?" Dijo Tsuna con falsa preocupación. Se dirigió al frente, al lado de Nezu-sensei. "Pues dejad que me presente… Soy Sawada Tsunayoshi y ella mi hija. Saluda, El-chan." Dijo, con una sonrisa tan brillante que dejo a todos ciegos.
"Buongiorno, sono Sawada Eliana." Se presento. De repente toda la clase gritó, '¡Imposible! ¿¡Él es Dame-Tsuna!' también habían otros como '¿Tiene una hija? ¡No puede ser!' y muchos más. En cambio, sus amigos solo sonreían ante las exclamaciones. La clase estaba toda revuelta, ni siquiera Nezu pudo hacer nada para calmarles, aunque él también estaba bastante shockeado, que su peor alumno se haya convertido en lo que veían era algo… impresionante. Eliana estaba viendo todo con una sonrisa, ella sabía él como era su padre en la escuela, el como le trataban, por eso todo esto le causaba mucha gracia.
En cambio al final de la clase, apoyado en la pared, estaba Kyoya. La primera reacción que tuvo la clase al ver a su Tsunayoshi no le gusto un pelo. Así que decidió poner orden en la clase. Se enderezo, y dirigió a donde estaba Tsuna, todos se le quedaron viendo haber que hacía. Eliana, al ver que Kyoya se acercaba se puso a un lado de su padre, sacando el móvil, preparándolo para hacer una foto. Ella sabía lo celoso que era su papà numero due. Y no se equivocó, una vez Kyoya estuvo delante de Tsuna, lo cogió y le beso delante de todos. Eliana fotografió a sus padres y también a la clase. Las expresiones no tenían precio. Kyoya se separo, todo satisfecho, dejando a un Tsuna que podía competir con un tomate, y dijo.
"Tsunayoshi, es mío. Tenedlo en cuenta, herbívoro." Tal y como lo soltó, se dirigió a la puerta y se marcho. Su trabajo ya estaba hecho, todos ya sabían a quien pertenecía Tsuna. Hayato estaba que echaba humo, Takeshi estaba riendo y preguntándole a Hayato si ellos debían hacer lo mismo, solo para recibir como respuesta un buen manotazo y un '¡Muérete imbécil!' de parte de Hayato. Kyoko y Hana estaban sonriendo, satisfechas de que la opinión que todos tenían de Tsuna hubiera cambiado de golpe. De repente, se escucho un gran golpe, todos miraron a Nezu-sensei, que estaba tumbado en el suelo del shock.
"¡QUE ALGUIEN LLAME A UN MEDICO!" Eso fue lo último que se escucho en la clase de 2-A.
N/A: ¡Aquí está el segundo y último capitulo! :P Espero que os haya gustado y no os haya decepcionado~ el * lo he puesto porque el nombre lo saque de Aishiteruze Baby, es el nombre del protagonista, así que para que lo sepáis no me pertenece ;P. También nombro una sola vez a la madre de Eliana, el nombre entero es Beatrice* Calabrase (*¡un nombre que me encanta! Lo se soy rara, ¿y, que?), corto Bea. Pues ala yo diría que nada más he de decir.
Bueno aquí van las traducciones las pondré en orden tal cual esta en el fic, para no liarnos y el no tener que poner numeritos.
"¡PAPÁ! ¿Hace falta que grites tanto? ¡No estamos sordos, que estas aquí a mi lado!"
"¿De tía Hana?" (Zia es tía, lo digo porque lo uso unas cuantas veces)
Primer Objetivo
"Papá numero dos"
Segundo Objetivo
"¿Si? ¿Desea algo, señorita Eliana?"
"Verás, quería saber si papá está en su despacho."
"Si, el Decimo se encuentra allí."
"Ya veo. Gracias."
"Te lo dijimos~"
"Eliana, no corras."
"Pues date prisa papá. ¡Llegamos tarde!"
"Jajaja. Vamos Tsuna, no es para tanto, es una niña."
"¡Friki del béisbol! Cállate, si Hibari la ve correr, ¿te crees que le va a importar que sea una niña?"
"Herbívoro, cuantas veces te he dicho que te comportes."
"Buuuu~ Cógeme si puedes."
Muchas gracias a los que han comentado:
Natalia (muchas gracias por comentar y me alegra que te guste, espero que este segundo no te haya decepcionado :D)
Himeno Sakura Hamasaki (Ciao~ nos volvemos a leer~ me alegra que te haya gustado el primer capitulo, y espero que el segundo haya sido de tu agrado~)
MissDinosaur (jajaja, si me viene la inspiración hare un one-shot de Tsuna cabreado ^^)
Dame Tsuna (Espero que te haya satisfecho un poco más el 1827 que he puesto~ Lo he intentado lo juro, pero es el primer fic y aún me cuesta un poco, tehe XP)
