Disclaimer: Los personajes no son míos, le pertenecen a Naoko Takeuchi.
"Si tu mirada me llevaría al cielo, desearía perderme eternamente en ella"
—No puede ser… —esas fueron sus últimas palabras antes de soltar el celular.
Su corazón no dejaba de latir desesperadamente. La pena embarga su ser, me hubiera gustado tanto consolarla pero en realidad fui yo la causante de su inmenso dolor. Aún recuerdo como la conocí, como nos acercamos y como llegamos hasta este fatal día.
Era el primer día en la universidad, la gente andaba alborotada por la bienvenida a los ingresantes a la Universidad de Tokio. Todos andaban de un lugar a otro, buscando la facultad respectiva, ya que los mejores representantes por especialidad iban a dar pautas sobre la carrera además del respectivo saludo.
Mi ingreso a la facultad de humanidades no era nada emocionante, no tenia opción a elegir. O ingresaba a la universidad o me las buscaba por mi cuenta sin el apoyo familiar, en fin. Decidí tomar la especialidad de Literatura, era una carrera de letras, nada complicada o al menos eso pensaba. Sentí que estaba perdida entonces me acerque a una joven de cabellos rubios.
—Disculpa ¿Sabes dónde está la facultad de humanidades? —pregunte a la rubia, que en ese instante giro hacia mí.
—¿Eres de humanidades?
—¿En dónde me he metido? qué pregunta tan estúpida me estaba haciendo esa rubia moñuda— pensé llevando una de mis manos hacia mi cabeza —. Sí… soy de humanidades.
—¡Que bien! —Respondió muy emocionada, haciéndome sudar por la frente— No soy la única tonta que se ha perdido.
¿Tonta? Es lo único que me faltaba, que esa rubia con moños y cabeza hueca me llamara así. Además de estar perdida en medio de estos edificios, ahora tengo que aguantar esta molesta compañía. En eso, una voz me saco de mis pensamientos homicidas contra la rubia.
— ¡Serena! ¿Dónde te habías metido? —regaño la recién llegada —Te estuve buscando por todas partes.
—Lo siento Ray — respondió mientras sacaba la lengua —…me perdí entre la multitud.
—Bueno… debemos apurarnos antes de que comiencen las presentaciones —diciendo esto la morena comenzó a jalar a la rubia, ignorándome por completo — o sino no llegaremos a la presentación de la representante de humanidades.
—¡¿Qué dijiste? —mis ojos salieron de orbita, escuche bien o ellas son de… — No me digas que ustedes dos son…
—Somos de literatura, facultad de humanidades, y discúlpame pero estamos algo apuradas — sin más que decir, la morena corrió a toda velocidad junto con la rubia moñuda. No tenía más opción que seguirlas.
Pasamos algunos edificios, subimos varias escaleras y con la lengua casi afuera llegamos justo a tiempo. La morena, al percatarse de mi presencia, sólo atino a decir
—Veo que tú también eres de acá —dijo la morena mientras se enderezaba y observaba a su amiga— entonces seremos compañeras. Mi nombre es Ray Hino.
—Yo… me… lla…mo — hablo muy agitada la rubia.
—Su nombre es Serena Tsukino — completo Ray al observar que su amiga estaba al borde de morir del cansancio —, y tú eres…
—Haruka Tenou y creo que deberíamos ingresar al auditorio.
Sin más tiempo que perder abrí la puerta con mucho cuidado y pude observar una gran cantidad de personas a la expectativa de cada representante de su especialidad. Al voltear hacia atrás vi que Ray tenía el ceño fruncido.
—Piensas verme la cara todo el dia o deseas pasar mejor junto con tu amiga.
—Que grosera… —respondió entre dientes para después comenzar a caminar junto a Serena.
Ambas entraron primero tomando asiento cuidadosamente para no interrumpir al expositor de historia. La gente alrededor comenzaba a cerrar los ojos, otros conversaban en voz baja y otros jugaban con su celular. En ese entonces
—Gracias..
Una vez que la gente escucho esa frase, que fue música para sus oídos, comenzaron a aplaudir al licenciado de historia. En ese instante pude observar a una mujer, suponía que era una de las licenciadas de alguna de las especialidades. Era muy seria, aparentemente, pero al momento de acercarse al estrado vi un hermoso brillo en sus ojos y una sonrisa que no dejaba de deslumbrar el lugar.
—Buenas días, soy la licenciada Kaiou, de la especialidad de Literatura — en ese instante giro levemente hacia la pantalla que se encontraba detrás de ella, comenzando su presentación—. Si una persona sabe lo que desea de la vida cumple todos los requisitos para conseguir realizar un sueño. Aquello que ingresaron a un lugar por obligación, no llegaran muy lejos a diferencia de aquellos que, a pesar del futuro incierto, se arriesgaron dando así el todo por el todo hasta conseguir el éxito.
Palabras interesantes, por un momento pensé que me las dirigía a mí, pero eso era imposible, ni siquiera sabía de mi existencia hasta ese entonces. Se dirigía al público en general, quienes la miraban embelesados por su belleza y sabiduría. Hasta la moñuda estuvo atenta a las palabras de la Kaiou.
—Que hermosa es —dijo Serena en el oído de su amiga Ray — ¿Y ella nos enseñará en el cuarto ciclo?
—Eso escuche, pero te diré que es una de las más exigentes en esta carrera. Si en realidad no tienes vocación, estas pérdida.
Así comenzaría mis estudios en esta facultad, aunque mi objetivo era hacer mi cambio interno a Derecho, pero desde que vi a Kaiou sentí un gran respeto y admiración hacia ella. Así que, antes de cambiarme, esperaría a que ella me dictara su cátedra respectiva. Sin saber, lo que pasaría más adelante.
