Los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi, yo solo escribo sobre ellos; la historia es mía :D
Capítulo 1: "Arta de Ellos"
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La rubia llego a la casa familiar más temprano de lo acostumbrado, aprovecho que era domingo familiar para hablar con Ikuko, necesitaba el apoyo de su madre, ella tendría que controlar a los zánganos perversos retrogradas y machistas de sus hijos, solo ella podría ayudarla.
Entro en la casa y se dirigió directamente a la cocina donde sabría que encontraría a su progenitora, y no erro en su suposición, Ikuko se encontraba removiendo lo que hubiera en el cazo sobre la estufa, se sentó cerca de ella donde estaba puesta la lechuga que seguramente seria para la ensalada y comenzó a desojarla, estando ahí, bien podría ayudar a su madre con la comida. Ikuko se volteo y brinco del susto al ver a su hija en la cocina.
―Hola cariño, me asustaste. ―le reprocho.
Serena no le contesto y siguió con su labor, sintió que Ikuko se sentaba junto a ella y esperaba a que ella comenzara a hablar, aun desconocía como lo hacía pero Ikuko siempre sabía cuál era el momento adecuado para cada uno de sus hijos.
―Mama… ―empezó tentativa la rubia.
―Dime cariño… ―le dijo amorosa.
― ¡Odio a tus malditos hijos! ―la rubia perdió la paciencia completamente. Ikuko solo la miro incrédula ante las palabras arrebatadas de su hija―. Son unos malditos metiches… ―le dijo la rubia llena de coraje.
― ¿Ahora qué fue lo que sucedió? ―le pregunto su madre llena de paciencia.
― ¡Lo de siempre! ―Se quejo la rubia―. Los odio mamá, los odio. ―le dijo arrugando la nariz para enfatizar sus palabras.
Ikuko meneo la cabeza y acerco a Serena para abrazarla y tratar de tranquilizarla, siempre era lo mismo, Haruka, Sammy y Andrew amaban a su hermana pequeña pero desde que esta comenzó a crecer y a desarrollarse se convirtieron en unos perros guardianes para ella, acosaban a sus citas y espantaban a sus novios, eran demasiado protectores con ella y la rubia al parecer comenzaba a llegar a su límite.
― ¿Qué hicieron esta vez? ―le pregunto Ikuko sabiendo de antemano lo que había sucedido.
―Yo salí, ya sabes muy mona, me puse un vestidito muy lindo que Michiru me ayudo a elegir, después fui a cenar con Ken después fuimos a bailar y ya sabes muy mona yo bailando con él, nos divertíamos y de pronto el quiso besarme y yo me deje y comenzamos a bailar más pegadito ya sabes y todo iba taaaan bien y de pronto estaba abrazada a Ken y al segundo abrazaba el aire… ―Serena respiro porque todo lo dijo de corrido―. ¿Y sabes que sucedió? ―pregunto e Ikuko meneo la cabeza negativamente―. Él imbécil estúpido idiota de tu hijo Haruka lo tenía del cuello de la camisa y lo estaba amenazando, ¿Lo entiendes? ¡Amenazando!
― ¿Otra vez? ―pregunto nada sorprendida Ikuko. Serena negó inmediatamente con la cabeza.
―No mamá, otra vez no, porque era la primera vez que salía con Ken y él lo tuvo que arruinar todo. ―dijo Serena a punto de gritar de frustración.
―Tranquila cariño… ―le dio palmaditas tranquilizantes sobre sus manos.
― ¡Los odio mami! ―lo dijo en medio de pucheros.
Ikuko abrazo nuevamente a su pobre hija, ella sabía que iba a ser duro para su pobre Serena cuando creciera con tres hermanos precediéndola y no había ayudado nada cuando su padre los había educado para cuidarla como si fuera el mayor tesoro Tsukino, y no es que no lo fuera, pero ellos exageraban en sus cuidados y Serena lo resentía cada vez más, y ellos cada vez más caían en la exageración.
Estaba consolándola cuando dos voces se acercaron por el pasillo y Serena profundizo el puchero, sabía que con él podía conseguir lo que se le antojara pero había circunstancias en las que no le funcionaba y los celos fraternales eran una de esas circunstancias.
― ¡Papi, sufro!... ―Serena gimoteo y profundizo más su puchero.
Kenji como buen padre corrió en su auxilio, ese puchero nunca fallaba con él pero en cambio miraron a Darien quien rodaba los ojos y se paraba en el marco de la puerta para presenciar la actuación casi perfecta de Serena, digna de un óscar.
― ¿Qué le paso a mi princesa? ―Kenji llego a su lado y le acaricio la cabeza dulcemente―. ¿Quién hizo llorar a mi niña? ―le dijo melosamente, ahora Ikuko y Darien rodaron nuevamente los ojos.
―El idiota de Haruka papito… ―hizo más pucheros.
― ¿Qué te hizo ahora ese mequetrefe? ―le pregunto molesto Kenji, era bien sabido que a los chicos les encantaba divertirse con la pobre indefensa de su princesa.
Serena comenzó a relatar otra vez su historia pero esta vez omitiendo el pequeño vestidito rojo y los besos con Ken. Darien conociéndola bien solo meneaba la cabeza y llenaba los espacios omitidos con hechos que seguramente habrían sucedido y que eran omitidos para hacer que la historia de Serena fuera más creíble a los ojos de Kenji y para hacerse pasar ella por la victima de esta tragedia griega.
―Pero princesa no tienes que enojarte de esa manera… ―trato de tranquilizarla Kenji―. Tu hermano solo quiere cuidarte. ―le dijo en tono conciliador.
Para el tiempo, Ikuko ya había abandonado su puesto y había seguido con su labor de concina para su familia, Darien había abandonado el marco de la puerta y se había puesto a hacer la ensalada pero todos seguían atentos al drama de la rubia.
― ¿Cuidarme? ―pregunto Serena otra vez sobresaltada―. ¿Cuidarme? ―se burlo―. Si como no. ¡Es un idiota que no me deja hacer mi vida! ―dramatizo. Darien comenzó a reírse entre dientes―. ¿Y tú de qué demonios te ríes? ―le pregunto amenazándolo con el pelador de papas que estaba hasta hace poco cerca de ella―. ¡Eres igual que ellos! ―le recrimino.
―Solo intentamos cuidarte princesa. ―respondió y frunció el ceño preocupado y Serena bufo ante su tonto comentario.
― ¿Cuidarme de que si se puede saber? ―lo amenazo más cerca con los ojos entrecerrados.
―De los hombres malos. ―Le dijo como si fuera lo más obvio del mundo―. De lo que quieran hacerte.
― ¿De lo que quieran hacerme? ―se burlo nuevamente bufando.
―Claro mi niña, los hombres tienen las peores intenciones del mundo y tus hermanos solo te cuidan, no deberías enfadarte, ellos solo se preocupan por ti y tu bienestar.
― ¡Que se metan en sus propios asuntos! ―Se quejo levantando la voz―. Además… ¿Cuáles malas intenciones? ―los fulmino a ambos hombres con la mirada.
―Princesa… ―comenzó Darien lleno de paciencia―. Eres una chica hermosa, inteligente, dulce, inocente ―ahora fue el turno de Serena de rodar los ojos―. Y los hombres no siempre tienen las mejores intenciones para una chica como tú. ―Serena lo miro con cara de incredulidad.
―Mi niña, no sabemos con qué intenciones se te acercan, ¿Qué tal si tienen intenciones perversas para ti mi niña? ―le dijo Kenji espantado y ahora Ikuko rodo los ojos ante lo dramático de su marido.
― ¿Y qué tal si yo quiero esas intenciones perversas? ―desafío Serena, ambos hombres abrieron los ojos escandalizados.
― ¡Serena Usagi por dios! ―Serena rodo los ojos ante su nombre completo y el tono escandalizado de su padre.
―No sabes lo que dices Serena. ―dijo Darien frunciendo más el ceño.
―Claro que lo sé. ―Serena acuso―. ¡Por la culpa de ustedes moriré virgen!
― ¡Serena! ―Kenji la miro ultrajado―. ¡Aun eres una niña! ―Ikuko no pudo aguantar su carcajada y Kenji la fulmino con la mirada.
― ¡No soy una niña, tengo 25 años! ―grito exasperada.
― ¡Aun eres una niña! ¡Mi niña! ―aclaro Kenji.
Estaban tan perdidos en su discusión que no escucharon la puerta de entrada ser abierta y cerrada hasta que vieron a Haruka entrando a la cocina con Michiru de la mano.
― ¡Hola familia! ―saludo Haruka ajeno al drama que se desataba.
Miro su entorno y vio a Kenji con los ojos salidos, a Serena roja del coraje, a Ikuko aguantándose la risa y a Darien quitado de la pena picando la lechuga.
― ¿Qué sucede aquí? ―entraron en la cocina y se sentaron para admirar las discusiones familiares.
― ¡Tu eres lo que sucede! ―se quejo la rubia, el chico levanto la ceja esperando una explicación de su pequeña hermana.
―Serena nos contaba de su frustrado intento de seducción. ―aclaro Darien quitado de la pena al ver que nadie hablaba.
―Papá, le tienes que poner un alto a esta niña. ―se quejo Haruka y Serena estuvo a punto de sufrir un sincope―. Se está volviendo más y más problemática.
― ¿Yo? ―Pregunto incrédula Serena―. ¿Y qué hice según tú? ―Ahora lo amenazo a él con el pelador.
―Por poco y viola al pobre chico en la pista. ―su padre se quejo perplejo y a tres segundos de un infarto.
― ¡Eso es mentira! ―Intento defenderse Serena.
―La hubieras visto padre… ―siguió Haruka con su descripción―. Su intento de vestido, sus bailaditos… ―su papá volteo a ver incrédulo a Serena―. Si no hubiera llegado no se qué hubiera pasado. ―ahora fue su turno de dramatizar.
Darien y Kenji abrieron lo más que pudieron los ojos para después fruncirlos tanto que parecían un par de líneas en su cara, la rubia fulmino a Haruka con la mirada por hablar de más y en cambio las otras mujeres se limitaron a observar, era mejor no hacerse notar.
― ¡Eso no es verdad! ―se defendió inmediatamente Serena.
―Claro que lo es, mínimo admítelo. ―la acuso Haruka.
―Claro que no. ―Volteo a ver a su papá e hizo más pucheros―. No le creas papito, es un mentiroso. ―le dijo con su mejor cara de gatito de Shrek.
En ese momento llegaron Andrew y Sammy y al ver la discusión se acercaron sin hablar para enterarse que sucedía pero por las caras, obviamente Serena era el problema.
―Mañana mismo te vas a un internado jovencita. ―decreto Kenji y Serena lo miro con una inmensa O en su boca, sus hermanos asintieron su acuerdo y las mujeres estallaron en carcajadas.
―No puedes hacer eso Kenji. ―le dijo su mujer después de tranquilizarse de tanto reír.
―Puedo y lo hare. ―sentencio y los chicos volvieron a afirmar con la cabeza.
―Papito… ―gimoteo la rubia.
Las chicas volvieron a reír al ver lo ridículo de la situación y los hombres las fulminaron con la mirada pero Ikuko le importo menos y continúo intentando hacer que su marido entrara en razón.
―Kenji no puedes hacer eso… ―al ver que su marido iba a objetar levanto la mano para impedirlo―. Serena tiene 25 años. ―le aclaro, con esto a la rubia le brillaron los ojos.
― ¡No pueden mandarme a ningún lado! ―les grito alegre.
― ¡Maldita sea, se va de todas maneras! ―Kenji se puso necio.
―No puedes, seria secuestro. ―Se defendió la rubia―. Además, no me aceptarían en ningún internado. ―les aclaro la rubia feliz.
―Entonces la mandamos a un convento. ―le aclaro contento Andrew metiéndose en la plática.
―La recluimos en un convento. ―sentencio Sammy haciéndole secuela a su hermano mayor.
―Sera una gatita monja. ―comento Darien risueño. Serena lo miro incrédula, él era el único que no intervenía en sus discusiones pero ahora eso había cambiado.
― ¡Se van al carajo! ―los amenazo Serena enfadada.
―Serena esa boca. ―la regaño Ikuko, últimamente Serena era muy mal hablada.
― ¡Mamá! ―Se quejo la rubia―. ¿Has odio? ¡Estos idiotas metiches!
De ahí comenzó una batalla campal verbal, los hombres contra Serena, los chicos inventaban una y otra forma de meterla a una bolsa y recluirla en un convento hasta que cumpliera mínimo 70 años, su papá aseguraba que su niña seria siempre tierna e inocente y la mantendría lo más lejos posible de los malditos hombres pérfidos y Serena inventaba una y mil formas de mandarlos al demonio.
― ¡Basta ya! ―Puso orden Ikuko después de quedar mareada de tanto grito―. ¡A callar todos! ―y por arte de magia los 6 se callaron―. Así está mejor. ―alabo feliz―. Dejen a Serena en paz. ―los hombres comenzaron a protestar y Serena brinco feliz.
―Pero Ikuko… ―comenzó Kenji pero Ikuko lo detuvo.
―Deberían escuchar la sarta de tonterías que dicen, entiéndanlo, no pueden mandar a Serena a un internado ni meterla a un convento. ―Serena brinco de la felicidad al ser defendida por su madre―. Y tú jovencita, ¿De dónde demonios aprendiste tanta palabrota? ―Todos rodaron los ojos en la habitación pero Ikuko los ignoro y prosiguió con el regaño―. Una señorita no habla de esa manera. ―la regaño, los chicos rieron entre dientes y Serena se sonrojo.
―Mamá… ellos tienen la culpa de todas mis desgracias. ―Serena regreso a sus pucheros y sus hermanos rogaron por paciencia, aquí venia otra vez su interpretación al óscar―. Yo tengo derecho a tener novio, a salir, a divertirme. ―Michiru afirmo con la cabeza pero su marido la fulmino con la mirada, rodo los ojos y regreso a su papel de espectadora.
―Eres una niña ―le dijo Andrew.
― ¡No lo soy! ―Aclaro la rubia―. Tengo derecho a tener mi vida. ―les recordó Serena.
―Eso nadie lo discute princesa. ―Trato de razonar con ella Darien―. Pero te cuidamos por tu bien.
― ¿Mi bien? ―rio Serena sarcásticamente.
―Si, por tu bien. Solo te cuidamos. ―aclaro Sammy.
― ¿Qué tiene de malo que tenga novio? ―pregunto Serena.
―Nada. ―Aclaro Haruka―. Lo malo es lo que puedes hacer mientras nosotros no estamos presentes para cuidarte. ―Serena bufo molesta.
― ¡Por dios! Son tan recalcitrantes. ―se quejo Serena.
―Eres tan inocente cariño… solo queremos cuídate pequeña. ―le dijo tiernamente Andrew.
―Pero yo tengo derecho a vivir… ―dijo Serena con un hilo de voz.
―Está bien eso princesa, pero todo a su debido tiempo. ―le dijo dulcemente Darien.
―Yo quiero que sea ahora. ―dijo Serena quejándose como una niña pequeña.
―Además… tiene que ser con la persona indicada. ― Darien siguió razonando con ella.
― ¿Y cómo sabré que es la persona indicada? ―Serena pregunto inocentemente.
Siempre había sido más fácil hablar con Darien.
―Eso es algo que tu sola debes de saber… ―Darien le dio una palmadita cariñosa en la mano que tenía Serena sobre la mesa del desayuno y le sonrió tiernamente.
Serena ya no comento más pero se quedo pensativa, eso era cierto, quería que su primera vez fuera mágica, lleno de velas, flores, fuegos artificiales, romanticismo, amor.
Los chicos al ver que la rubia se había quedado pensativa le dedicaron una mirada a Darien de agradecimiento, cuando Serena se ponía difícil, solo él podía calmarla y hacerla entrar en razón, era por eso que el hermano Darien era necesario para ser de mediador entre ellos y la rubia.
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Hola chicas, estoy de regreso con una idea genial, espero que les guste y me apoyen en mi nuevo proyecto.
Estoy cerca de terminar el fic de "Recuperar el Amor" y este fic lo reemplazara y no pude aguantar más por escribir sobre este fic, pero no desesperen ya me pondré las pilas para continuar con los otros dos fics :D
Les latió la idea? díganme si le seguimos o borramos el fic
Besos a todas
SalyLuna
Domingo, 18 de septiembre de 2011