Como muchos ya saben, yo tengo 10 años de casada y tengo dos hijos, asi que conozco el tema de "cosas de casados" a la perfección y ademas cada vez que me junto con mis amigas, las cuales todas estan casadas, es para criticar a los maridos, jajaja no es cierto, bueno un poquito.

Así que me anime a escribir estas viñetas independientes con experiencias propias y que me han contado pero con mi pareja favorita Harry y Ginny. Espero que les gusten.

Como ya saben, los personajes pertenecen a JKRowling y las historias son mias y de mis amigas jajaja.


Harry observaba desde la ventana el patio trasero de la madriguera. Todos caminaban de un lado a otro llevando sillas, mesas, arreglos florales, loza, etc. Era mucha gente trabajando para que todo quedara perfecto. Volvió al espejo de cuerpo completo que le había puesto Hermione. Revisó que su traje de gala estuviera completamente pulcro y su corbata bien acomodada.

Ron entró con aire despreocupado y nunca le había pasado por la cabeza que le tendría tanta envidia a su mejor amigo. Él quería sentirse igual que él.

- Ya cálmate – le dijo riéndose y dándole una mordida a una manzana.

- ¿Sabe Hermione que estas comiendo?

- Claro que no, es capaz de ponerme un babero para no ensuciarme mi traje.

- ¿Ginny ya esta lista? ¿La has visto? ¿Cómo esta?

- Ella esta muy bien, de hecho ha estado contando chistes desde que llegaron a peinarla.

- Entonces ¿yo soy el único nervioso? – le pregunto ofendido.

- No, mi mamá y Hermione están igual que tu.

- Gracias, con eso me das una idea de cómo estoy – Ron se rió burlándose de él – Ya te veré cuando tu te cases.

- Todavía falta un buen rato. No entiendo porque tanta prisa en que tu y Ginny se casaran.

- La amo, no tenia caso esperar si tarde o temprano nos íbamos a casar.

Ron se paró atrás de Harry quitándole unas pelusas que tenia en su saco. Después se cruzó de brazos y lo vio por el reflejo del espejo.

- ¿Recuerdas cuando nos conocimos? – Harry asintió sonriendo - ¿Quién iba a decir que ahora te vas a convertir en mi cuñado?

- Bueno siempre fuiste mi mejor amigo, casi mi hermano. Ahora simplemente lo vamos a hacer legal.

- Harry quiero que sepas que yo te apoyo – Harry frunció el ceño extrañado al ver que Ron se había puesto muy serio – pero te vas a casar con mi hermanita.

- No te entiendo.

En seguida entraron a la habitación Bill, Charlie, Percy y George. Todos ya vestidos con sus trajes de gala. Se pararon frente a Harry haciendo una media luna alrededor de él. Ron le dio una palmada en la espalda y se unió a sus hermanos. Harry pasaba su mirada de derecha a izquierda y viceversa, nunca había visto a los Weasley con esa mirada penetrante.

- Harry, Harry, Harry – empezó Bill – Cuando te conocimos te aceptamos en la familia como el mejor amigo de Ron, estuvimos contigo en tu lucha contra Voldemort.

- Bueno menos este imbecil – dijo George refiriéndose a Percy.

- Pero ahora – continuo Bill – te vas a casar con nuestra hermana.

- Nuestra única hermana – agregó Charlie.

- Esta noche, nuestra hermanita va a ser tu esposa.

Los cinco Weasley penetraron su mirada en Harry y se hizo un silencio. Harry no sabia que hacer, así que opto por sonreír un poco para calmar la tensión, pero no funciono, continuaron con la misma mirada.

- Chicos, saben que yo amo a Ginny, no tienen porque mirarme así.

- Recuerdo cuando me iba a casar con Fleur – comento Bill ignorando el comentario de Harry – ya quería que se acabara la fiesta, solo pensaba en estar a solas con ella.

Todos los Weasley se empezaron a reír de Bill, Harry respiro profundo al darse cuenta que ya no era él el centro de atención.

- A mi también me paso con Angelina – les dijo George – y mas porque un día antes me dijo que se había comprado una batita sexy para nuestra noche de bodas ¡Por Merlín y los invitados que nunca se iban! – todos se reían y Harry también se empezó a reír.

- Si, Fleur me dijo lo mismo, así que todo el día no dejaba de pensar en que en la noche por fin se me iba hacer verla con la famosa batita.

- ¿Y tu Percy?

- Bueno – se puso rojo como su cabello – Audrey es un poco mas discreta, pero en nuestra boda mientras bailábamos, me dijo al oído que me veía muy guapo – todos se empezaron a carcajear - ¡esperen, esperen! Pero que me vería más guapo sin ropa.

Todos se reían sin parar, pero a los cuantos segundos, como por obra de magia, se pusieron serios y de nuevo volvieron a fijar su mirada en Harry.

- ¿Tu que piensas Harry? – le pregunto Charlie.

- ¿De que?

- ¿Ginny te ha dicho si se ha comprado una batita sexy?

- No, no, no me ha dicho nada.

- ¿Ya quieres que termine la boda? ¿Ya quieres que se vayan los invitados?

- No, claro que no – le contesto nervioso – quiero disfrutar mi boda al máximo.

- Ayer, durante la cena, Ginny te dijo algo al oído y te pusiste completamente rojo ¿Qué te dijo?

- No me acuerdo.

- Mala memoria – comento Charlie.

- Buena táctica – dijo George.

- Nunca falla – concluyó Bill.

- Bien – dijo Charlie – sea lo que sea, esta noche nuestra hermanita…

- La más pequeñita.

- La bebe.

- Va a ser tu esposa. Así que por eso venimos a…felicitarte y a decirte que si le haces daño…

- La haces llorar.

- La haces sufrir.

- Se queja de ti.

- Vas a sufrir mientras vivas.

- Y también muerto porque de ti se va a encargar Fred – le dijo George.

- Chicos, yo amo a Ginny y jamás le haría daño, confíen en mí.

- Claro que confiamos en ti Harry – sonrió Bill, tal y como siempre lo había conocido – eres el mejor amigo de Ron.

- Como mi hermano – dijo Ron.

- Claro.

- Bienvenido a la familia Harry – los cinco se acercaron y empezaron a darle palmadas en la espalda y brazos un poco fuertes a su parecer.

Entró la señora Weasley algo agitada al subir las escaleras rápidamente. Se les quedo viendo a sus hijos con el ceño fruncido. Los conocía, claro que conocía a esos cinco pelirrojos que ella parió y por la sonrisa traviesa que tenían y la cara pálida de Harry, sabía que hacían ahí.

- Los necesito abajo a todos para que me ayuden.

- Ya vamos mamá, solo vinimos a felicitar a Harry – Molly entrecerró los ojos al escuchar a George - ¿verdad Harry?

- Si.

- Bien, me alegro que lo hayan hecho, ahora todos abajo.

Antes de que salieran de la habitación, Molly se detuvo en la puerta con sus cinco hijos.

- Harry, Ginny me dijo que te dijera que la batita que se había comprado la semana pasada la cambio porque anoche tu le dijiste que preferías el color rojo al negro. Así que esta mañana fueron Fleur, Angelina, Audrey y Hermione con ella para escoger otra. Por cierto, esta más sexy – sonrió Molly mientras que todos los pelirrojos que tenia detrás lo fulminaron con la mirada - ¡Fuera, fuera todos! – les gritó al ver que pretendían ir directo hacia el novio.

Harry ahora estaba peor. Además de los nervios por la boda, no quería ver a los hermanos de la novia. Dio un salto y saco su varita inmediatamente al escuchar que la puerta se abría nuevamente.

- ¿Qué te pasa? – le pregunto Hermione lista con su vestido de dama.

- Pensé que era un Weasley.

- ¿Un Weasley? Pero si estamos en casa de los Weasley.

- Lo se pero…vinieron los cinco y… ya sabes como se ponen cuando se trata de Ginny.

- ¿Así que lo hicieron?

- ¿Tu sabias? ¿Por qué no me dijiste nada? Al menos no me hubieran tomado por sorpresa.

- Ginny me dijo.

- ¿Ginny? – gritó Harry.

- Bueno, no sabía exactamente pero lo intuía, por eso me mando pero veo que llegue tarde.

- Vino Molly.

- Bueno, supongo que ella también lo intuía.

- Demonios ¿Por qué Ginny tuvo que ser la más chica de tantos hermanos?

- Eres Harry Potter, desde que tenías un año has pasado por infinidad de peligros ¿Qué más da tener a los hermanos de la novia detrás de ti para tenerte bien vigilado?

- Gracias Hermione, tu siempre tan sincera.