Título: La Confusión lleva a la Desilusión (1/4).
Universe/Series: Reboot.
Rating: PG-15.
Parejas: Kirk/Spock, Sulu/Chekov, Uhura/Scotty, Rand/Riley.
NdA: ¡Hola! Me decidí a traducir otra de mis historias, ya que vi que el fandom en español busca crecer más. Este fic aun no lo termino en inglés, pero estaré traduciendo los capítulos que ya tengo, por ahora aquí está el primero, espero les guste. Es un poco crack, pero ojala aun así sea de su agrado. Me estoy considerando traducir mi bebé, 'Unwritten Fate', pero no sé si el fandom en español este listo para un Kirk Comandante y un Spock Capitán XD (esto fue solo una nota al margen). Saludos a las y los fans de ST, y espero disfruten esta humilde historia.
Disclaimer: Nada me pertenece… excepto mis fantasías bizarras (que deberían ser suficientes, pero bueno u_u).
Mientras entra al área médica, Leonard McCoy se pregunta por qué demonios sigue siendo amigo de Jim Kirk. Viendo el pedazo de papel doblado en su mano derecha, McCoy suspiró. Solo Jim podría hacer que accediera a esta estupidez de 'Amigo secreto' para el día de San Valentín. Ya era suficientemente malo que el rubio estuviera desnudando a Spock con la mirada, y que el único que no lo notara fuera el mismo Spock, pero hacer esto para poder decir lo que siente… le causa nauseas.
En fin, lo hecho, hecho está. Ya había estado de acuerdo, y ahora tendría que soportar todos los comentarios idiotas sobre esto. Como Jim había convencido a todos los miembros de la tripulación de participar era aun un misterio; aparentemente 'el día de San Valentín no es solo para parejas, sino también para amigos y puede ayudar a conocernos mejor. No tiene que ser romántico, solo una manera de conectarnos. Además hemos estado en el espacio por siete meses y tenemos derecho a un poco de diversión'. Lo peor fue que todos estuvieron de acuerdo, menos él y Spock, pero por supuesto que Spock haría cualquier cosa que Jim dijera. Estaba totalmente dominado aun cuando no lo supiera.
Leonard estaba a punto de actualizar la historia médica de Jim con una ETS como venganza por ponerlo en esta situación, cuando la última persona que él esperaba entró a la Enfermería.
- Buenas tardes, Doctor McCoy.
- ¿Qué quieres? – Leonard pregunta con brusquedad. No tenía ganas de lidiar con el Vulcano ahora. Estaba enojado.
- Excelentes modales, como siempre – Spock dice, arqueando una ceja – me preguntaba sobre su elección en la actividad que el Capitán sugirió que participáramos.
- Querrás decir en la que nos ordenó participar – Leonard expresa con molestia.
- No lo ordenó de manera oficial. Y admito que encuentro esto desagradable, sin embargo quizás deba ser por mi falta de entendimiento a las celebraciones humanas.
- Pues bueno, soy humano y pienso que apesta – Leonard nota la mirada interrogante que Spock le dirige - ¡Cállate! ¡Soy humano!
- No me atrevería a afirmar lo contrario sin pruebas al respecto.
- No tengo tiempo de jugar al sarcasmo contigo. ¿Qué dijiste que querías? – McCoy suspira. Este Vulcano es molesto.
- Quiero saber su elección en la actividad – repite Spock como si hablara con un niño pequeño.
- ¿Quieres saber que nombre tengo? – Leonard ve a Spock con duda - ¿Para que querrías tu saber a quien tengo?
- Creo que sería una oportunidad para ofrecer mi ayuda en darle 'una salida' como usted lo llama.
- Dispara.
La primera vez que Leonard le dijo esto a Spock, el muy atrevido Vulcano le disparó con el láser de entrenamiento; tomó mucho de la persuasión de Jim y la 'disculpa honesta' de Spock para detener a McCoy de inyectarlo con la gripa Andoriana.
- Si usted tuviera el nombre del Capitán, no me opondría a cambiar nombres con usted – explica Spock.
- ¿Cómo es eso ofrecerme una salida, Spock? Suena como si solo quisieras cambiar nombres para tener a Jim – y después de escucharse, finalmente lo entiende. Así que Spock quiere darle a Jim un regalo… quizás Jim no sea tan estúpido después de todo.
- Propongo un compromiso. Le daré un regalo apropiado para la persona que 'cambie' con usted; puede continuar sus quejas y miradas intimidantes sin tener que cansarse en pensar en un regalo.
- No crees que pueda dar un regalo decente, ¿Verdad? – Leonard dice con sorna.
- No lo diría así, pero si mal no recuerdo me dio un enema para Navidad.
- ¡Hey! ¡Venía con instrucciones y guantes! Pensé que podría ayudar a expandir tus horizontes – defiende su regalo McCoy. ¡Era un regalo genial! La gente nunca entiende la importancia de los enemas, aunque estuvieran pasados de moda.
- Creo que he probado mi punto – Spock dice, y bueno, Leonard concede que tal vez podría ser de mal gusto darle a alguien una caja de condones para San Valentín.
- Vamos a decir que tengo a Jim; ¿Por qué querría cambiarlo? Es mi mejor amigo, sería el regalo más fácil y barato que me tocaría. Quizás condones y lubricante, y ya estaría arreglado el problema – Leonard de verdad quería deshacerse de esa caja de condones. Había sido ingenuo de su parte pensar que tendría mucha acción en el espacio.
Ya que Spock no ha dicho nada, Leonard levanta la vista y nota como el Vulcano tiene una mirada asesina en su dirección. Aparentemente tocó un nervio.
- Apreciaría si se detuviera de dar regalos tan personales e impropios al Capitán – Spock dice con frialdad - ¿Y está diciendo que no haría el cambio?
- ¿A quien tienes tu?
- La Enfermera Chapel – Spock tiembla un poco. De verdad tiembla, y Leonard sonríe; sabe que Chapel está a dos pasos de tener una orden de restricción firmada por Pike.
Spock debe tener algo que él no ve, porque hasta ahora Chapel y Jim están babeando por él como si fuera el mejor en todo el Universo.
- Bueno, es destino entonces; no me gustaría meterme en tu verdadero amor – Leonard se burla.
- La Enfermera Chapel no es 'mi verdadero amor'; creo que es una eficiente enfermera y mantenemos una relación profesional – Spock dice con tono cortante.
- Eso no fue lo que escuché… esa vez donde toda la nave andaba loca porque las inhibiciones se fueron al demonio… tu estabas solo con ella aquí en la enfermería… y noté que una de mis camas estaba desordenada…
- No debería prestar atención a chismes, Doctor McCoy. He escuchado que usted disfruta vestirse como mujer en su tiempo libre, y no asumo que eso es cierto.
- ¿QUÉ? ¿Quién dijo eso? De seguro fue Jim, ¡Lo mataré!
- No fue el Capitán, y por favor evite hacer amenazas contra él – Spock exige. Claro, tenía que defender a su novio imaginario. Típico. Leonard no puede creer que esos dos aun sigan ignorantes de sus sentimientos.
- Claro, claro, no necesitas ponerte todo territorial por Jim. No lo tengo, me tocó Chekov.
- Oh – Spock vuelve a su expresión neutral – entonces veo que esto fue una pérdida de tiempo.
- Si, lo fue – Leonard está de acuerdo por primera vez en su vida con el Vulcano.
- Me retiraré; me disculpó por interrumpir su rutina de no hacer nada productivo.
- ¡Oye! Soy un doctor ocupado, todos ustedes piensan que pueden venir aquí y hablarme como si no tuviera nada mejor que hacer y asumen que… - Leonard nota como Spock ya se había ido desde hace mucho – maldito Vulcano.
Decidiendo que esto significa que también debe agregar algo horrible al historial médico de Spock, Leonard toma su PADD para hacerlo, cuando escucha pasos acercándose. ¿Ahora qué?
- ¡Ya te dije que estoy ocupado! – McCoy grita.
- Calma Bones, soy yo – Jim dice con una gran sonrisa – no tienes que fingir ser profesional.
- Tu Vulcano estuvo aquí hace un minuto, ¿No lo viste?
- Uhm, no, de hecho el pasillo estaba desierto. ¿Spock estuvo aquí? ¿Qué quería? – Jim se escucha nervioso.
- Pidió tu mano en matrimonio.
- Ja, ja. ¡Vamos, dime!
- ¿Y a ti qué te importa? Mejor aún, ¿Qué quieres?
- Oh, bueno… - Jim se mueve nerviosamente, aparentemente olvidándose del Vulcano - ¿Recuerdas cuando te dije que tenía lo del intercambio bajo control?
- Si – esto no suena nada bien.
- Resulta que no era así y como que lo arruiné… y terminé perdiendo el nombre de Spock entre los demás.
- ¿Qué?
- Si, si, ya sé. Pero logré disminuir las opciones de quienes lo pueden tener, así que… ¿Tu lo tienes?
- Vamos a asumir que si lo tengo. ¿Qué harías por mi si quisiera cambiarlo?
- Oh, no seas así, Bones. ¡Eres mi mejor amigo! Tienes que ayudarme.
- Tu me metiste en este problema para empezar. Creo que teniendo a Spock como mi amigo secreto es venganza suficiente.
- ¿Por qué? ¿Para que le puedas dar tu estúpida caja de condones para ser desperdiciada? Porque no hay manera en la que Spock los use.
- ¿Y como estás tan seguro de que no los usará? – Leonard usa su tono de 'sé algo que tu no', haciendo que Jim abra los ojos con sorpresa.
- ¿Sabes si a Spock le gusta alguien? – Jim pregunta rápidamente.
- Tal vez.
- ¿Quién?
Leonard nota el tono molesto en la voz de Jim. Su amigo es celoso, tal vez no debería estar jugando con sus emociones así… pero ¡Es tan divertido! Bueno, Jim lo perdonará… eventualmente.
- No puedo decirte, es confidencial – Leonard pone su PADD en el escritorio, viéndose lo mas serio posible.
- ¡Te ordeno que me lo digas! – Jim dice en su mejor voz amenazante. No engaña a Leonard de cualquier modo, sabe que su amigo está en pánico total por dentro.
- Nop. Y más te vale que cuides ese tono de voz conmigo, muchachito.
Finalmente Jim nota la pequeña sonrisa pícara en Bones, y lo ve con furia.
- ¡Idiota! – Jim golpea a Leonard en el brazo – pensé que hablabas en serio.
- Si, claro Jim, porque si a Spock le gustara alguien, correría rápido a contarme A MI todos los sucios detalles – Leonard se queja – sabes bien que apenas si podemos vivir en la misma nave.
- Creo que ustedes dos son grandes amigos – Jim sonríe – entonces, ¿Quién te tocó?
- Primero dime quien te tocó a ti, para ver si me beneficia de alguna manera.
- Se supone que eres mi mejor amigo ¿No? ¡Ayúdame!
- Te he ayudado muchas veces.
- Si, claro. Coser tu nombre en mi trasero no podría llamarse 'ayudar' – Jim lo ve aun enojado; por lo visto aun está sensible respecto a ese tema.
- Fue una gran obra de arte, y tu fuiste el idiota que trató de atrapar un cuchillo con tu trasero – Leonard se defiende. Había dicho que era una mala idea, y aun así a Jim le valió y lo hizo.
- Podrías usar el regenerador de piel para quitarlo.
- Si te portas bien, tal vez lo haga antes de que te acuestes con el Vulcano.
- ¡Oye! No quiero dormir con Spock – Leonard ve a Jim con incredulidad – bueno, sería agradable, pero lo amo. Solo quiero cortejarlo hasta que se de cuenta de que soy la opción mas lógica para pareja.
- Primero, nadie ha dicho 'cortejar' en dos siglos. Segundo, no eres la opción más lógica para pareja. Tu solo eres tu, y debería ser suficiente ¿No?
- Yo siendo yo no ha funcionado hasta ahora, Bones.
- Será porque eres un idiota.
- Gracias. ¿Me vas a decir que nombre tienes o qué?
- Tu primero.
- Bien, tengo a Uhura, ¿Feliz?
- Oh, la dulce ironía – Leonard se ríe – darle un regalo a la ex de tu amorcito… es casi como una telenovela.
- Como sea, ya te dije quien tengo. Te toca.
- Tengo a Chekov.
- ¿Qué? ¿Me torturaste para nada?
- Bueno, yo no diría que 'para nada'. Me divertí. Además Jimbo, si eres un súper genio y todo eso, ¿Cómo no te diste cuenta de que si hubiese tenido a Spock, me hubiera dado cuenta de que arruinaste el intercambio? Deja de pensar con Kirk junior para variar.
Jim no se molesta en contestar; solo sale de la enfermería en una de sus salidas dramáticas. Oh, estos muchachos enamorados.
Hikaru estaba emocionado acerca del amigo secreto, hasta que vio el nombre que le tocó. Él quería a Chekov, pero le tocó el Capitán; aunque muchos dirían que Hikaru tenía suerte, ya que el Capitán era sexy y guapo, a él no le parecía que su suerte fuera mucha. A Hikaru le gustaba Chekov, el ruso era tan inocente y tierno… demonios, hubiera sido tan genial que le hubiera tocado para el intercambio. Bueno, ahora tenía que pensar en un regalo para el Capitán.
¿Qué puedes darle a tu jefe, que no fuera tan personal pero a la vez mostrara que te importa? Eso era lo mas difícil; tener a los altos mandos como tu amigo secreto era complicado. Hikaru estaba considerando preguntarle al Doctor McCoy acerca de esto, ya que es el mejor amigo del Capitán y de seguro daría buenas sugerencias, ya que él estaba sin ninguna idea. No quería darle al Capitán una idea equivocada, a él solo le caía bien como amigo, y claro, quizás le interesaría en una forma mas personal si no estuviera interesado en alguien mas. Pero no tenía interés en el Capitán de esa forma, y quería usar esta oportunidad para hacerle saber a Pavel sus intenciones, de manera clara y directa. Pero a la vez, lento, no iba a apresurarse, y no hay que olvidar que Chekov, según sus cálculos, aun era menor de edad por los siguientes dos meses y cuatro días (casualmente se cruzó con el expediente personal de Chekov en la base de datos. No lo estaba acosando o algo así, es pura coincidencia).
Esto si que apestaba; si Pavel ve que le da un regalo al Capitán, quizás malinterprete todo. El regalo de Hikaru debe ser tan impersonal como se pueda, pero suficientemente bonito como para que el Capitán no se ofenda. Hikaru estaba tan ensimismado en sus pensamientos, que se asusta de repente cuando ve al frente y nota al Comandante Spock sentado enfrente de él.
- ¡Comandante! – Hikaru dice en un chillido.
- Buenas tardes, Teniente Sulu – el Comandante Spock inclina su cabeza – espero no le importe que me haya sentado en su mesa. Parecía usted perdido en sus pensamientos, no estaba seguro si me escuchó cuando le pregunté si podía acompañarlo para almorzar.
- Oh, lo siento. No, no lo escuché, pero adelante, es bienvenido – Hikaru sabe que decir esto es estúpido de cualquier manera, ya que el Comandante parece que ha terminado casi la mitad de su almuerzo, lo que significa que solo se sentó ahí calladamente a esperar que Hikaru regresara al mundo real. No sabe si esto es demasiado educado, o solo perturbador.
- Teniente, si no le incomoda responder mi pregunta, ¿Qué opina de la actividad que el Capitán sugirió para el festejo terrestre llamado 'Día de San Valentín'? – El Comandante ve a Hikaru con una ceja arqueada.
- Bueno… creo que es genial… - Hikaru sonríe – si te tocó quien tu quieres – esto último lo murmura para si mismo mientras le da una mordida a su sándwich.
- Estoy de acuerdo, señor Sulu. La meta del Capitán parece ser crear un ambiente de relajación para conocer a nuestros compañeros de trabajo; sin embargo, no creo que haya considerado que el día por si mismo evoca un… sentimiento mas romántico.
Hikaru se sonroja inmediatamente. Claro, los Vulcanos tienen un oído más agudo. Que bueno que no dijo nada estúpido.
- Pero el Capitán trata de ser amable, y está haciendo algo que todos podemos disfrutar. No podemos quejarnos cuando él solo hace esto por nosotros.
- Por supuesto, no dudo las nobles intenciones de nuestro Capitán. Sin embargo, sería mas satisfactorio si aquellos que quieren aprovechar la celebración tienen la persona que les interesa, ¿No cree?
- Uhm… creo que si – Hikaru no tiene idea de lo que el Comandante quiere, así que decide solo seguirle la corriente.
- He notado que observa al Navegante Chekov muy frecuentemente – el Comandante dice calmadamente.
- ¡Solo somos amigos! ¡Aun es menor de edad! – demonios, eso se escuchaba mejor en su cabeza.
- No se preocupe, Teniente. No me opongo en su interés por el Navegante, es natural que sentimientos florezcan en nuestro tiempo compartido – el Comandante Spock mantiene su tono de voz calmado. Hikaru no sabe si debe asustarse de que el señor Spock ha usado las palabras 'sentimientos' y 'florecen' en la misma oración y sin ninguna connotación negativa.
- ¿Gracias? – no tiene idea de que contestar al Comandante. Si era una especie de prueba, de seguro ya la falló.
- Y como he notado su incomodidad con la actividad, me atrevo a decir que no tiene al Navegante como su 'amigo secreto'. ¿Estoy en lo correcto?
Muy bien, esto se vuelve más raro a cada minuto. El Comandante acaba de decir 'amigo secreto' sin tener ese extraño tic nervioso en su ojo. Hikaru se pregunta si es lo mejor confirmar lo que el Vulcano claramente ya sabe.
- Es correcto, Comandante. Me tocó el Capitán - y ahí se acaba el secreto, piensa Hikaru amargamente. No deberían decir que nombre les tocó, pero se le salió decirlo.
Cuando ve al señor Spock, Hikaru nota una especie de brillo en sus ojos. Ahora si que estaba asustado… Hikaru voltea a su alrededor, y nota como están prácticamente solos en el comedor, lo cual es raro porque era la hora del almuerzo. A menos que el Comandante haya tenido algo que ver con esto. Sin testigos entonces… Hikaru piensa sus opciones. Nop, no tiene salida; no hay a donde correr.
- Me alegra que mi búsqueda ha llegado a su fin – el Comandante dice en un tono extraño.
- Genial – Hikaru trata de sonar empático para ver si eso hace su escape mas fácil – bien por usted, Comandante.
- Señor Sulu – el Comandante suena serio de nuevo, lo que hace que Hikaru tiemble (solo un poco, el hombre es Vulcano. Es natural temerle un poco) – si por alguna razón terminara yo con el nombre del señor Chekov como amigo secreto, ¿Consideraría cambiarlo conmigo?
¿Qué? Eso es lo último que esperaba escuchar.
- ¿Quiere al Capitán como su amigo secreto? Pensé que querría a Uhura – Hikaru cierra su boca inmediatamente. Eso era secreto; todos pensaban que esta sería la gran oportunidad de Uhura y el señor Spock para volver.
- ¿Y por qué querría a la Teniente Uhura para el intercambio? Es mucho mas fácil darle un presente a un humano, y el Capitán está arriba de mi… en nombramiento – Hikaru ve extraño al Comandante cuando escucha la larga pausa que hizo después de 'arriba de mi'. Raro – es lógico que me gustaría mas darle un presente al Capitán, ya que si lo hago con alguien de un rango menor se puede prestar a malinterpretaciones.
Hikaru no está seguro de esa lógica, pero no iba a decirle nada al Comandante. Además, esto tiene mas sentido que el Comandante de verdad queriendo darle un regalo al Capitán de una forma romántica; estos dos se odiaban.
- Supongo que tiene razón – Hikaru dice – no es como si le interesara románticamente, y si quiere volver con Uhura, siempre puede invitarla a bailar en el festejo - ¡Demonios! Tampoco se suponía que debía decir eso.
El Comandante Spock solo arquea su ceja.
- La Teniente Uhura y yo no restauraremos nuestra relación personal. Somos amigos, y la tengo en gran estima, pero tenemos diferentes intereses, y hemos accedido en cada uno conseguir sus metas.
Parece raro que el Comandante Spock se ponga a explicarle esto, pero tal vez solo quería clarificar que no regresaría con Uhura en San Valentín. Esto le acaba de costar 50 créditos.
- Ahora, regresando a mi cuestionamiento original, ¿Cuál sería su respuesta, señor Sulu?
- Supongo que si haría el cambio.
- Excelente, era todo lo que quería saber, Teniente. Si me disculpa, debo retirarme.
El Comandante Spock se puso de pie rápidamente, dejando a Hikaru completamente confundid. ¿Qué acaba de pasar?
Scotty ve su pedazo de papel, suspirando. Claro, el Doctor McCoy es un hombre atractivo, y los rumores dicen que es bueno en la cama, pero Scotty no batea para ese lado, y le hubiera gustado mas tener a Nyota como su amiga secreta. Keenser era un inútil, Scotty le había dicho específicamente que tenía como misión encontrar a quien tuviera a Nyota para que Scotty pudiera cambiar el nombre, y el solo se comió su sándwich, sentado en su consola. En momentos como estos Scotty desea haberlo dejado en Delta Vega.
Eso apesta. No tiene tiempo para andar preguntando a todos quien tiene a Nyota, y él que ya tenía el regalo perfecto para ella: un hermoso collar que vio en sus últimas vacaciones. Si el Capitán no hubiera tenido la idea del amigo secreto, Scotty hubiera hecho su movida con ella el día de San Valentín. Incluso planeó una cena romántica en el departamento de Ingeniería. Quizás puede hacerlo después de la fiesta.
- Hola Scotty.
Al voltear, Scotty ve al Capitán parado detrás de él con una gran sonrisa.
- ¡Capitán! ¿Qué hace aquí?
- Decidí visitar a mi ingeniero favorito.
Eso si que es raro. El Capitán solo visitaba a Scotty cuando necesitaba algo, y la última vez que checó, tenía todo en orden, como se requería.
- ¿Puedo ayudarlo en algo, Capitán? – Scotty pregunta. No le gusta evadir temas sensibles; es por eso que le diría a Nyota cuanto la ama directamente en lugar de darle pistas como el Capitán lo hace con el Señor Spock.
En ocasiones Scotty se pregunta si era el único que notaba como el Capitán se volvía una colegiala frente al Comandante. Estaba a dos pasos de sonrojarse tímidamente cuando el Comandante hablaba con él.
- Directo como siempre, Scotty – el Capitán sacude su cabeza, aparentemente divertido – me preguntaba quien te tocó en el intercambio.
- ¿Quiere saber quien me tocó? – Scotty frunce su entrecejo.
- Así es… estoy haciendo una pequeña investigación, ayudando amigos… no es para tanto.
Tal vez al Capitán le preocupa que quien fuera la persona que le de regalo, vaya a darle uno espantoso. Scotty sabe lo que es eso, Keenser siempre le da aceite por su cumpleaños. Y luego se lo bebía, dejándole a Scotty la lata vacía. Esa rata peluda.
- Capitán, estoy seguro de que quien sea que le de regalo, le dará algo bonito.
- Oh, no me preocupa eso, Scotty. Solo… bueno, quiero saber si te tocó Spock.
- ¿El Comandante Spock?
- ¿Hay algún otro Spock… en la nave?
- Supongo que no – Scotty sonríe. Ambos saben que hay otro Spock. El Capitán es tan adorable con su enamoramiento con el Comandante. De verdad, todos deben estar ciegos para no verlo,
- Entonces… ¿Te tocó?
- Nay, Capitán. Me tocó el Doctor McCoy.
- Bones, ¿Eh? Hombre, eso debe ser malísimo para ti.
- Me agrada el doctor… solo no en esa forma.
- Scotty, dudo que haya alguien que le guste Bones de esa manera – el Capitán se ríe - ¿Esperabas a alguien mas entonces?
- Admito que hay una fémina a la cual ya le eche el ojo – Scotty suspira.
- ¿En serio? Si me dices, tal vez pueda ayudarte a encontrar quien la tiene para que puedas cambiar a Bones.
No era tan mala idea, pero Scotty no está tan seguro de si debe responder. Al Capitán le gustaba coquetear con Nyota cuando estudiaban en la Academia, y aun hace bromas al respecto. Sabe que el Capitán está interesado en el Comandante, pero tal vez también quiere a Nyota como respaldo. Scotty es un hombre precavido, no quiere arriesgarse a perder.
- No estoy interesado en alguien aquí, Scotty – el Capitán clarifica como si leyera la mente de Scotty – bueno… alguien del género femenino.
- Lo sé, Capitán – Scotty sonríe – me gustaría tener el nombre de Nyota.
El Capitán abre mucho los ojos, como si esperaba escuchar cualquier nombre excepto ese. ¿Por qué era tan sorprendente? Scotty tiene buen gusto para las mujeres, solo era tradicionalista; no coqueteaba con la mujer que le interesaba, solo la galanteaba hasta que cayera en sus encantos. Le gustaba todo a la antigua.
- ¿La ex de Spock? No lo sé, Scotty… los rumores dicen que regresarán pronto – Scotty nota el tono de molestia la voz del Capitán.
- Creo que si quisieran regresar, ya lo hubieran hecho – Scotty dice con convicción. No quería que el Capitán se diera por vencido en su intento de conquistar al Comandante. Sabe que el Capitán tiene una oportunidad, ha visto como el Comandante invade el espacio personal del Capitán con tontas excusas como 'pensé que había un insecto en su cabello, Capitán'.
- ¿Lo crees? – el Capitán lo ve con ojos esperanzados.
- Estoy seguro, Capitán. Además, pienso que Nyota prefiere una probada de Escocia – Scotty sonríe pícaramente.
- No te discuto eso. Si usas tu kilt, de seguro la tendrás a tus pies. Pero para que veas que soy generoso… ten…
Scotty toma el papel doblado de la mano del Capitán, y cuando lo abre, su corazón empieza a latir rápidamente.
- Capitán, ¿En serio?
- Claro, Scotty. Al menos alguien debe tener a quien realmente quiere. No será tan malo darle un regalo a Bones. Soy su mejor amigo, ya sé como trabaja su mente.
- ¡Gracias Capitán! – Scotty dice con alegría. ¡Tiene a Nyota! Ahora es seguro que esa cena debe pasar.
- No hay necesidad de agradecerme, Scotty. Me gusta pensar que soy Cupido, y acabo de disparar una flecha a tu corazón.
- Bueno, creo que ayudaría mas si lanzara una flecha al corazón de Nyota. Ella ya tiene el mío.
- En el momento que vea el collar y escuche tu poema, caerá por ti, sin duda.
Scotty se sonroja totalmente. ¡Eso era secreto!
- ¿Cómo supo de eso? – Scotty chilla.
- Algunas veces el lugar de recreación no está tan desierto como piensas. La siguiente vez, no recites tu poema a Keenser. Es muy mala audiencia.
Así que el Capitán solo quería que Scotty admitiera su enamoramiento por Nyota. Vaya que era bueno. En fin, al menos Scotty tiene lo que quiere… y ahora es tiempo de planear la cena de nuevo.
McCoy juega con su stylus, pensando sobre el regalo que tiene que dar. ¿Cuál es el mejor obsequio para un ingenuo chamaco de 17 años que aparte tiene un extraño sentido del humor y piensa que todo lo bueno viene de Rusia? ¿Se consideraría de mal gusto darle una caja de condones envuelta en la bandera de Rusia?
Cuando escucha un carraspeo de garganta, McCoy sabe muy bien a quien le pertenece.
- ¿Y ahora que quieres? – suspira.
- Buenas tardes, doctor McCoy – Spock dice con calma. Muy bien, no dijo nada acerca de los 'modales' de McCoy; debe querer algo entonces.
- Repito: ¿Ahora que quieres? – le dirige una mirada de enojo.
- Me preguntaba si estaría dispuesto a cambiar la persona que le tocó para la actividad de San Valentín conmigo.
- ¿Quieres a Chekov? ¿Por qué?
- Tengo mis razones.
- No sabía que te gustaban pollitos, Spock – McCoy ríe pícaramente. Era divertido molestar al Vulcano.
- No estoy interesado en el Navegante Chekov de manera romántica, y además debo agregar que encuentro perturbador como los humanos inmediatamente asumen que todo está relacionado con relaciones sexuales.
- Eso es más factible que tu queriendo a Chekov como tu SA.
- No entiendo. ¿Cuál es el significado de 'SA'? – Spock arquea una ceja.
- Pensé que Jim ya te lo había explicado.
- Me temo que no clarificó, solo desvió el tema como es costumbre en él hacerlo – Spock dice en tono resignado. Sip, ese era Jim, en definitiva.
- Significa 'Súper Amigos'.
- Aun así no entiendo – Spock mantiene su expresión neutral.
- Olvídalo. No te daré a Chekov. Tengo el regalo perfecto para él – McCoy miente, porque es mucho mas fácil darle algo a Chekov que darle un regalo a una mujer, sobretodo a la enfermera Chapel.
Spock lo ve con incredulidad; si, quizás no se la creyó tampoco.
- Como sea, puedo conseguir el regalo perfecto para él. Solo le tengo que preguntar.
- ¿Le preguntará al Navegante sobre su propio regalo? Spock dice con aburrimiento - ¿Eso no es contraproducente para el objetivo de este ejercicio?
- No es como si todos mantienen a su amigo secreto… pues un secreto. Hasta ahora sé que tu tienes a Chapel… y digamos que se de otros también.
- ¿Cómo del Capitán? – Spock se escucha interesado.
- Ya sabes como es Jim. Siempre me dice todo – McCoy sabe que esta tocando un nervio con esto; Spock odia cuando recalca como es el mejor amigo de Jim.
- Ya veo – Spock pone sus manos detrás de su espalda, probablemente empuñándolas con fuerza. Oh, esto si que está mal, ya se enojó.
- Pero tiene una gran boca de cualquier modo – trata de arreglar las cosas McCoy. Provocar a Spock es divertido hasta cierto punto, pero sabe cuando detenerse para evitar el pequeño episodio psicópata que el Vulcano tiene y se pone a ahorcar gente cuando pierde el control.
- La boca del Capitán esta perfectamente proporcionada de acuerdo a sus rasgos – Spock dice fríamente.
- Estoy seguro de que has estado muy al pendiente de las proporciones de Jim últimamente – dijo sin pensar.
Spock arquea una ceja de nuevo, con el significado claro de: 'No sé de que habla; soy muy discreto al momento de desvestir al Capitán con los ojos'.
- Quieres a Chekov – McCoy cree prudente regresar al tema – a menos que me des una buena razón, no lo cambiaré. Chapel es mi enfermera; puede tener la idea equivocada acerca de nosotros si le doy un regalo.
- Le aseguro doctor, la enfermera Chapel no está interesada en usted.
- Oh, cierto, le gustas tu. Aún así, trabajo con ella; sería incomodo si la tengo como amiga secreta.
- Ella no… - Spock masajea sus sienes como siempre que se frustra con McCoy – no sé como sería 'incomodo'… a menos que quizás usted sienta atracción por la señorita Chapel, entonces entendería que no quisiera cambiar nombres.
- No tengo 10 años, Spock; no voy a caer por ese argumento. Solo dime algo, ¿Esto de cambiar nombres tiene que ver con el hecho de que quieres a Jim como tu amigo secreto?
- Si digo que si, ¿Haría el cambio?
- Si.
- Muy bien. Está relacionado con mi intención de tener al Capitán como mi amigo secreto.
- Oh… entonces Sulu debe tener a Jim, ¿Verdad?
Spock inclina su cabeza.
- ¿Puedo preguntar como llegó a esa conclusión?
- Sulu quiere a Chekov… aun cuando lo justifique con su trillado argumento de 'solo somos amigos', es claro que quiere jugar cosas mas maduras con Chekov que el póker. Y sabes que tengo a Chekov, dudo que seas tan generoso como para ofrecer el cambio solo para ayudar a Sulu. Pudiste haberle dicho que tengo a Chekov y entonces dejar que Sulu lidie conmigo. El hecho de que estés aquí significa que no quieres que Sulu cambie conmigo porque entonces tendría a Jim y te haría sufrir para obtenerlo.
- Excelente, doctor McCoy. Si aplicara este razonamiento en sus habilidades sociales, podría ser el mejor miembro en la flota.
- Spock, no trates de usar sarcasmo, no te queda – McCoy sonríe irónicamente - ¿Qué gano yo si te doy a Chekov?
- Ayudaría a uno de sus compañeros abordo. No me refiero a mi mismo, sé que no siente inclinación a ayudarme; hablo del señor Sulu. Lo ayudaría con su dilema.
- Oh, Spock, no soy tan malo. Te ayudaría si me lo pides.
- He ahí el problema. No lo pediría.
- Eres un orgulloso bastardo, ¿Lo sabías?
- Usted es muy aficionado a recordármelo…
- Muy bien, hagamos un trato. Te daré a Chekov… pero me tienes que dar ese documento sobre Pon Farr que te he pedido desde que empezamos la misión.
- Doctor McCoy, esto es injusto. Ese documento es excesivamente privado.
- Lo sé, juego sucio siempre. Quiero ser el primer doctor en documentar ese tema con datos reales… y por supuesto, tu quieres a Jim. Ambos ganamos.
- Si cambia nombres conmigo, le daré el documento en Vulcano. Tendrá que hacer la traducción solo, y también accederá en dejarlo privado bajo la clausula de confidencialidad entre doctor – paciente.
- ¿Ahora admites que soy tu doctor? Este día sigue poniéndose mejor a cada minuto.
- Como usted diría, '¿Hecho?'.
- Muy bien, hecho. Cómprale a Jim algo bonito.
Spock no se molesta en decir nada mas, solo toma el pedazo de papel que McCoy pone en su escritorio, dejando el nombre de Chapel doblado cuidadosamente. Ahora ¿Qué demonios le iba a dar? Duda que a ella le guste su caja de condones.
Pavel está en el laboratorio Científico para investigar. Tiene al Comandante Spock como su amigo secreto, y la verdad eso lo tiene muy nervioso. El señor Spock es un Vulcano que asusta. Además por alguna razón piensa que el señor Spock no le tiene mucho afecto después de lo que pasó hace casi un año. Claro, el Vulcano dijo que no había sido culpa de Pavel cuando se disculpó con él, pero de seguro solo lo dijo porque era lo 'lógico', no porque realmente sintiera eso. Pavel aun temía que el señor Spock le hiciera algo horrible por haber fallado en el rescate de su mamá. Sulu dijo que estaba paranoico, pero por si las dudas Pavel siempre revisaba sus comidas en caso de que el Vulcano decidiera envenenarlo. Tenerlo como amigo secreto era muy irónico.
Por un momento, cuando vio el papel rápidamente, pensó que le había tocado Sulu; eso lo hizo muy feliz, no podía escoger mejor amigo secreto. Pavel ha tratado de tirar indirectas sobre la atracción que siente por su compañero de consola desde hace un buen tiempo; Sulu es bastante distraído, y solo lo ve como un niño. Ya tiene diecisiete, y siempre fue muy precoz. Ha experimentado muchas cosas que algunos chicos de su edad jamás imaginarían. De hecho, quizás este mas experimentado que el mismo Sulu, que era demasiado tímido para su gusto. Lo único que Chekov no ha hecho es ponerse desnudo delante de Sulu. Si le hubiera tocado de amigo secreto, hubiera ayudado mucho para lo que él quiere.
Suspirando, Chekov entra al lugar de recreación, notando a la Teniente Uhura hablando con la Yeoman Rand. Bueno, si no quiere darle otra razón al señor Spock para odiarlo, tiene que hacer esto bien, y la única fuente confiable para ayudarle es la señorita Uhura. Ella es la ex - novia, debe saber mejor lo que el Comandante quiere… e incluso, si los rumores son ciertos, quizás quiera cambiar nombres con él.
- Señorita Uhura – Pavel interrumpe la charla de las mujeres - ¿Me preguntaba si puedo hablar un momento con usted?
La señorita Uhura le dirige una mirada cálida.
- Claro, Chekov. Discúlpanos, Janice.
- Claro… solo hazlo, Nyota.
- Lo veremos – Uhura sonríe – vamos, Pavel.
Uhura lo guía hasta una de las esquinas de la habitación, para tener mas privacidad.
- Primero, te he dicho que me llames 'Nyota' y me tutees – dice ella con un tono amable – y segundo, no tienes que verte tan nervioso cada vez que me hablas. No muerdo.
- Lo siento, es solo que… tengo una pregunta difícil para usted, seño… - Pavel nota la mirada de desaprobación de Uhura – digo, Nyota.
- Muy bien, soy toda oídos. ¿Es esto acerca del amigo secreto que organizó el Capitán?
Pavel asiente, aun pensando en la mejor manera de preguntarle sobre lo que quiere saber sin sonar como si odiara la idea de darle al Comandante Spock un regalo. No quiere que Uhura crea que no le cae bien el señor Spock. Le tenía miedo, cierto, pero a pesar de todo, si le cae bien.
- Debo decir que la suerte está de mi lado – Uhura sonríe – tengo exactamente a quien quiero.
Pavel frunce el entrecejo. Había asumido que quería a Spock como su amigo secreto, pero no puede ser, Pavel es el que tiene el nombre. ¿Entonces la reconciliación entre la señorita Uhura y el señor Spock no iba a pasar?
- ¿En serio? ¿A quien tiene? – Pavel tiene curiosidad.
- Oh, no puedo decirte. Amigo secreto, ¿Recuerdas? – Uhura guiña un ojo – te daré una pista… tiene un acento exótico.
Pavel se sonroja inmediatamente. Oh, Dios… ¡La Teniente Uhura es su amiga secreta! Y ella actuaba como si Pavel le interesara… mas allá de una forma amigable. Nah, no puede ser, ella es… bueno, un poco vieja para él. Además no parecía haber notado a Pavel de esa forma antes.
Pero tiene sentido… ella no quiere decirle el nombre, y dijo que tenía un acento exótico. Él es el único con acento marcado, de hecho era el centro de las bromas en la cabina en algunas ocasiones. Ahora si que estaba en problemas… darle algo al señor Spock suena muy fácil comparado con esto.
- ¿Pavel? – la señorita Uhura pone una mano en su antebrazo - ¿Estás bien?
- ¡Estoy bien! – Pavel se aleja como si el toque lo hubiera quemado. Esto es malo, MUY malo.
- ¿Seguro? Parece como si hubieras visto un fantasma.
- ¡N-no! ¡Ningún fantasma! ¡No pasa nada! ¡Me tengo que ir, señorita Uhura!
- Pero no me has preguntado nada…
- ¡Olvidé lo que iba a preguntar! ¡Adiós!
Dejando a una muy sorprendida Uhura atrás, Pavel corre de la habitación. Está tan distraído, que no notó a una persona en el pasillo, chocando inmediatamente contra un fuerte pecho.
- ¡Lo siento mucho! – dice rápidamente, sin ver quien es la persona que lo sostiene.
- Tranquilo, Chekov, ¿Dónde está el incendio?
- ¡Capitán! Lo siento, no lo vi.
- Apuesto a que no, estabas corriendo muy rápido. ¿Pasa algo?
- ¡Si! Digo, no… yo, yo solo…
- A ver Chekov, primero respira – el Capitán dice sonando divertido - ¿Qué sucede?
Todo tiene sentido en este momento. La señorita Uhura siempre lo halaga cuando hace algo bien, y lo defiende de las bromas que Sulu y el Capitán en ocasiones dicen sobre su acento o lo joven que es, y además siempre está tocando su brazo… incluso enfrente del señor Spock; Pavel hubiera pensado que Uhura sería mas discreta en tratar de conquistar a alguien justo frente a la nariz de su ex – novio. Jamás imaginó que él era el tipo de la señorita Uhura, y asumía que su actitud era solo amabilidad.
- ¿Chekov? – el Capitán trata de llamar su atención de nuevo.
- ¡Nada! ¡La señorita Uhura y yo solo somos amigos! – Pavel contesta rápidamente.
- Bueno… supongo que eso es bueno… ¿Quieres explicarme que te pasa el día de hoy?
- Solo quería saber si la señorita Uhura quería cambiar nombres conmigo, no quería saber el resto – Pavel dice con pánico.
- ¿Cambiar nombres? – el Capitán frunce el entrecejo - ¿No te gusta tu amigo secreto?
- No, no… yo… bueno… es solo que el señor Spock es muy difícil de complacer, y… - Pavel pone su mano sobre su boca. ¡No se supone que debe decir quien le tocó! Ahora arruinó lo que el Capitán tan cuidadosamente planeó para San Valentín.
- ¿Spock? ¿Te tocó Spock? – el Capitán dice abriendo mucho sus ojos.
- S-si… pero me cae muy bien… no es como si quisiera deshacerme de él o algo así… yo solo… bueno… hubiera preferido tener a alguien que conociera mejor, como Sulu.
El Capitán le sonríe gentilmente.
- Lo entiendo, Chekov. Si por alguna razón yo tuviera el nombre de Sulu, ¿Te gustaría cambiar conmigo?
- ¿Usted quiere darle un regalo al señor Spock? – Pavel se sorprende al escuchar esto. No era secreto que el Comandante y el Capitán no se llevaban muy bien.
- Pensé que sería útil para romper algunas barreras que tenemos – el Capitán dice, sonriendo.
Esa es una buena idea; si el Capitán tiene al señor Spock, entonces puede usarlo para acercarse al Comandante. Aun cuando el señor Spock siempre está con el Capitán, y juegan ajedrez juntos en algunas ocasiones, Pavel puede ver que no son muy cercanos. Pavel es muy bueno para juzgar las situaciones. Esos dos no tienen nada en común.
Pavel asiente como respuesta a la pregunta del Capitán.
- Muy bien. Tú tendrás a Sulu entonces, yo me encargaré de eso. No te preocupes tanto, o te puedes lastimar corriendo por los pasillos de esa manera.
- Si, Capitán – Pavel se sonroja.
El Capitán le palmea la espalda mientras se aleja, viéndose muy animado. Bueno, si el iba a tener a Sulu, no le importa lo demás. Ahora solo debe pensar como rechazar amablemente a la señorita Uhura, sin lastimar sus sentimientos. ¿Por qué el amor tiene que ser tan complicado? ¡Solo tiene diecisiete!
Hikaru estaba listo para regresar a la cabina para su turno, cuando ve al señor Spock entrando al elevador.
- Buenas tardes, señor Sulu – dice el señor Spock de manera amable.
- Buenas tardes, Comandante.
Se quedan en silencio unos minutos, Hikaru sintiéndose muy incómodo sin saber realmente porque. Hay algo en la forma de actuar del Vulcano este día que no era normal. Ha conversado con él mucho mas en este día, que lo que ha hecho en los siete meses que han estado en la misión.
- Señor Sulu, ¿Recuerda nuestra conversación previa en el comedor? – el señor Spock rompe el silencio.
- ¿Acerca del cambio de nombres? Si, lo recuerdo.
- Muy bien. Tengo al señor Chekov como amigo secreto… ¿Le gustaría cambiar conmigo?
Si el señor Spock tenía a Chekov, ¿Por qué no dijo algo antes? Es muy raro… pero seguramente el Comandante no anduvo buscando por toda la nave a la persona que tuviera a Chekov y lo obligó a cambiar nombres con él solo para tener al Capitán como amigo secreto, ¿Verdad?
Pero ya iba a tener a Chekov, ¿Para que se queja?
- Ahm, claro Comandante, cambiaré con usted.
Hikaru le da al Comandante el nombre del Capitán mientras él recibe el de Chekov. Estaba tan emocionado que ni siquiera notó la pequeña sonrisa en los labios del señor Spock.
Jim ve a todos en la cabina con el ceño fruncido. Algo pasaba con la tripulación. Chekov se sonrojaba cada vez que Uhura dice algo, Spock estaba demasiado distraído, y Sulu tenía la sonrisa más grande que ha visto desde hace tiempo.
- Me gustaría saber la opinión de todos acerca de la celebración de San Valentín – Jim dice después de que nota como Chekov se aleja del toque de Uhura.
- ¿Capitán? – Sulu pregunta, confundido y finalmente perdiendo la sonrisa.
- Bueno, todos se ven raros… tal vez fue un error lo que sugerí. ¿Qué tal si lo cancelamos y seguimos como si nada? – trata de sonar neutral, pero la verdad esto lo hace sentir devastado por dentro. Solo quería hacer algo lindo para todos, y al parecer nadie comparte su idea.
- ¡No! – dicen Chekov y Sulu al mismo tiempo, sorprendiéndolo.
- Pienso que es una gran idea, Capitán – Uhura dice con una sonrisa.
- Creo que la tripulación esta bastante entusiasmada con esta celebración, Capitán. Aun cuando no comparto el sentimiento, puede ayudar a la moral – Spock agrega.
Muy bien, Spock se opone siempre a la idea de tener fiestas porque según él no tienen sentido. El hecho de que este de acuerdo con esto… Jim se debate entre llamar a Bones para que le haga un examen médico completo, o preguntarle a Scotty si hay alguna espora rara en el ambiente.
- Bueno… supongo que Cupido nos atrapó este año – Jim sonríe.
Chekov se sonroja de nuevo mientras Sulu evita los ojos de todos.
- Oh, Jim… no tienes una idea de cómo lo ha hecho – Uhura guiña un ojo a Jim, y Chekov tose fuertemente.
- ¿Estás bien, Chekov? – Jim está preocupado por él. Ha estado muy raro desde esta tarde.
- Tal vez pueda darte algo para esa tos, Pavel – Uhura dice con alegría – así no tendrás que soportar la auscultación del doctor McCoy.
- ¡Estoy bien! – Chekov dice rápido - ¡No necesito nada, gracias!
Uhura parece sorprendida por este pequeño arranque de Chekov. Jim ve a Spock, preguntando con sus labios '¿Qué fue eso?' Spock solo inclina su cabeza, indicando que no tiene idea, y que tampoco le importa mucho que digamos.
Ya que todos están de acuerdo con la celebración, Jim tiene otra misión en sus manos. Encontrar a quien fuera que tenga a Sulu, y cambiar nombres, para finalmente tener a Spock.