Sip regrese, ante todo pronóstico esta historia no la abandonare en realidad eso no llegara a pasar con ninguna de las que tengo publicada en esta página, agradezco los reviews recibidos, y no las entretendré mas espero que disfruten el capitulo y lo demás pues lo explico después.

Ahora si a leer

Descargo de Responsabilidad: esta serie no me pertenece en lo absoluto (Que triste ToT) todo el merito es de la mangaka Matsuri Hino

Un encuentro de Amigas IX

Sayori le había mirado fijamente, y luego tan lentamente como el abrir de una flor, le sonrió con sinceridad, parecía realmente enternecida por sus palabras, era su mejor amiga y prometerle que siempre le cuidaría no importaba que tan lejos estuviera, parecía a ver ablandado el corazón de Yori –Siempre estarás en mi corazón Yuuki—aquella tarde, bajo el resplandor del sol, se despidieron con la promesa de un nuevo reencuentro… Siempre, era una promesa que Yuuki podría cumplir.

Si nuevamente pensando en Yuuki, esto ¡Era demasiado! rallaba a la locura, parecía que cada vez que cerraba los ojos, el fantasma…aunque no sabía si los vampiros pudieran ser denominados con aquellas palabras, pero en fin, su silueta, su voz, toda ella la perseguía. Se hundió mas en el agua de la bañera, haciendo que esta se derramara por los bordes, junto con las flores que había lanzado. Se sentía frustrada.

—Esto es horrible.—dijo casi en un grito mientras cepillaba su cabello, hoy por fin había recibido una visita decente, no las que venía hacerle Aidou desde que estaba en su autoimpuesto exilio, si no una visita de verdad o mejor dicho un mensajero, función que cumplió el mayordomo de la mansión. Unas cuantas palabras y destrozo su frágil tranquilidad.

—Yuuki-sama ordena que se presente en el salón.—no era una petición, ni una sugerencia, era una orden mas nada que eso, había pasado una semana ya desde el acontecimiento con Kaname, y ahora se daba cuenta que había sido una estupidez lo que había hecho.

Se miro al espejo con reproche hacia sí misma, miro el armario lleno de hermosos vestidos, y con un suspiro busco lo que se encontrara mas recatado, deseó tener esos que te hacían ver invisible o por lo menos camuflajearse con las paredes y lograr huir de ese palacio infernal. Pero no, Aidou ya le había advertido que fugarse era una estupidez, y que la descubrirían en un abrir y cerrar de ojos, además que no dudara que la llevarían a rastras hasta los pies de Kaname y todo sería peor.

¡Maldito Aidou! Si no fuera por él, tal vez ya estuviera muerta y todo estaría perfecto, y no tendría esa ansiedad que la carcomía por dentro mientras miraba un guardarropa lleno de cortos vestidos.

Minami completamente deprimida rompió otro de sus vestidos, no lograba conseguir ni siquiera una capucha negra, absolutamente nada que la ocultara de ese mundo. Con frustración tuvo que poner un vistoso vestido verde y una chaqueta que no combinaba con nada pero que por lo menos cubría sus brazos desnudos.

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Yuuki estaba sentada, en el largo sillón de la estancia, su cuerpo era cubierto por un largo vestido negro, dejando al descubierto sus pálidos brazos y su fino cuello, el lazo negro que sujetaba gran parte de sus cabellos, la hacía digna de una portada en cualquier historia gótica, su rostro parecía hecho de porcelana, mientras sus ojos brillaban en una ligera tonalidad borgoña. Minami trago saliva, al ver tan intimidante figura.

En su asombro inicial al ver la frialdad con la cual la miraba, no pudo analizar bien a su alrededor, como por ejemplo el cuchillo que descansaba en la pequeña mesa frente a Yuuki, y la copa a su lado.

—Has tardado mucho tiempo… — empezó con frialdad, en su voz se denotaba el enojo.

—Lo siento mucho Yuuki-sama.— la joven vampiresa inclino el rostro ligeramente y entrecerró los ojos de una forma similar a Kaname, y que su significado solo reprentaba molestia.

—Es curioso el cambio que tienden hacer las personas cuando saben que su vida peligra.— susurro, sin esperar respuesta continuo. —Siempre creí que podría ganarme tu aprecio, si te trataba como igual, pero he visto que si sabes tú lugar, no intentaras traicionarme. —la joven tembló ante aquellas palabras.

»Sabes Kaname, siempre me lo dijo, que debía tener mucho cuidado con las personas que me rodeaban, pero no atendí a sus palabras, siempre fui muy inocente.—termino y con un fluido movimiento le hizo señas para que notara el afilado cuchillo. Otro temblor y su piel palideció.

—Yuuki-sama yo qu…ueeria…disculparme.—empezó a decir realmente asustada, con las manos frías, esto no parecía que fuera a terminar bien.

—¿Disculparte? No, ya eso no es necesario. —levantándose con sus danzares de bailarina tomo el cuchillo de la mesa y sonrió.

Y con la velocidad que solo una sangre pura poseía la tomo entre sus brazos, mientras besaba su mejilla con una ternura que daba más miedo que otra cosa, y con una de sus manos acariciaba el cabello de la aterrada joven, y luego con pasmosa lentitud pasaba el filoso cuchillo por su cuello, manchando su traje de doncella gótica, de la más brillante sangre.

Yuuki se despertó sobresaltada ante ese sueño, el corazón parecía que se le saldría y temblaba bajo los cálido brazos de Kaname quien se despertó al instante, y le miro con preocupación, ella aun alterada negó con la cabeza, y se quedo fascinada al sentir los dulces labios de su hermano recorrer sus mejillas, sus parpados, llenando cada parte con sus suaves caricias, se acurruco mas y dejo de pensar en Minami, ya mañana pensaría mejor que haría con ella.

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La Academia Cross volvía abrir sus puertas a todos sus estudiantes de clases diurnas, aun algunas reparaciones inhabilitaban parte de estas, pero ya no impedía que la excéntrica institución impartiera las clases a sus jóvenes aprendices. Las jóvenes que todavía movidas por una costumbre demasiado arraigada a ellas se presentaban al final de sus jornadas a las grandes puertas de las residencias nocturnas, con la vaga esperanza de ver nuevamente a sus apuestos vampiros, mientras que Zero veía esto con cierto hastió de muros altos e imponentes, muchas no resistan más que unos minutos después de ver al cazador que parecía gritarles con su mutismo.

Pero aun con todos los reproches dirigidos mentalmente a las jóvenes, Zero también había tomado parte de su recorrido aquel lugar que ningún recuerdo positivo traía a su mente, solo hacia intensificar el dolor que Yuuki era parte del mundo que tanto odiaba y que se había ido con su mayor adversario. Tal vez el era tan masoquista como las humanas que buscaban con tantas ansias esos que solo querían devorarles, destruirlos.

Gruño ante sus pensamientos asustando a las pocas jóvenes dispersas que salieron corriendo entre el frondoso bosque que se extendía a los alrededores, escucho el suave movimiento de unos pies rozar las ramas de los arboles, y el desagradable olor a vampiro, miro con frialdad a la hermosa vampiresa que frente a él, la cual le evaluaba con el mismo repudio que él.

—¿Cuándo partiremos?—pregunto la mujer indiferente, aquí no había protocolo no era si quiera necesario ninguna superflua conversación, solo lo que le importaba saber, y nada más.

—Mañana al anochecer, hay que esperar que el director regrese. —sin despedirse, Zero solo salto lejos de Ruka y de su esencia que solo empeoraba el dolor de su alma, si es que tenía una. Ya tendría que soportarla por suficiente tiempo todos los días que durarían en la mansión Kuran. Dos malditos días para ser exactos, a veces deseaba largarse lejos de las locuras de Cross, de la asociación de cazadores, y solo vagar sin rumbo destruyendo a los enemigos que se encontrara por el camino y ya.

Pero nunca había logrado hacerlo, y no sabía el por qué…

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Aun estaba dudosa de que debía hacer no era muy fácil su decisión pero Minami debía ser castigada y todos debían entender que Kaname era suyo y de nadie más, suspiro para sí misma.

Los privilegios le serian arrebatados, y se encargaría de la limpieza junto con las demás jóvenes que ahí trabajaban, cuando le dijo la nueva orden el mayordomo se vio claramente molesto pero no menciono nada, y ella agradeció eso.

Mientras que Kaname no había interferido en nada, es mas a modo de broma le había conferido que era el castigo más suave que él había visto jamás.

—¿Eso es todo?—la joven le había visto ligeramente cohibida.

—Sí. — con una risita entre dientes el vampiro había desordenado sus cabellos en un acto juguetón.

—Eres tan dulce, aun cuando se trata de un castigo del que debes imponer. —con un suave beso en la mejilla la dejo sola en la habitación.

—Espero que ha si seas cuando descubras todo…— Yuuki demasiado distraída no escucho esto último, susurrado al aire por Kaname.

Pero Yuuki no lo pensaba de esa forma las cosas no saldrían así tan sencillas, le haría la vida imposible, quería verla sufrir, algo más cruel y más oscuro en su naturaleza de vampiro estaba surgiendo y los desenfrenos por el embarazo no parecían aplacar esas sensaciones, y ser una sirvienta era sin duda una mínima probada de lo que venía.

Recordaba la cara de Minami ante esto, al parecer podía deducir que había algo más entremezclado en el sencillo castigo que le había impuesto, porque aunque tal vez Yuuki lo pensara ella no había nacido en una casa donde no tuviera que mover un dedo, y ser la ayuda de su madre siempre fue una de sus tareas principales, aparte de estudiar.

—Has sido recibida en este hogar, y como forma de pago de todos las deshonras que has cometido y en tan corto tiempo, serán revocados cualquier privilegio que se te fuera brindado.— Minami sentada frente a Yuuki escuchaba en silencio, esperaba el momento que viniera la sangre y los golpes como la marea que se precipita sin aviso.

»Además que dejaras la habitación que te fue asignada a tu llegada, ahora compartirás una con las jóvenes del servicio, y te encargaras de todas las tareas que se te asignen, tienes prohibido subir a las habitaciones sin supervisión, y hablar o mirar directamente a cualquier persona de este lugar. Era claro que eso incluía a Kaname, y a todos sus compañeros y la joven entendió eso perfectamente, al ver la mirada desafiante de Yuuki.

Mientras que la vampiresa sentía esa ira bullir dentro de ella, y tenía tantos deseos de lanzar a Minami por el balcón, recordaba con tanto detalle lo pasado en la biblioteca, que el deseo era cada vez más fuerte, causando en su interior un nudo que se expandía…al instante corrió de la habitación directo al baño más cercano, parecía que el nudo era algo más tangible de lo que imaginaba.

Estupefacta Minami se encontró sola en la estancia, sin saber que hacer ¿tendría que bajar sus cosas a las habitaciones de la servidumbre? o ¿ellos harían el traslado?, ¿Con quién compartiría habitación? ¿Había otro castigo aparte de estos? Sin saber cómo dar respuesta a ello, y al parece Kuran no se recuperaría rápido decidió ir a su antigua habitación para serenarse un poco, de haber sobrevivido a lo que ella pensaba que sería una masacre.

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El té de la tarde siempre había sido el centro de reunión en el salón adyacente a la entrada principal, todos se sentaban y degustaban de los aperitivos, algunas veces solo se presentaban Shiki, Rima y Kain, mientras que otras los dos sangre pura también hacían acto de presencia, lo que volvía mas solemne el momento. Y hoy con todos los integrantes presentes parecía recorrer un tenso silencio, ya se había recibido la llamada de la Academia Cross que anunciaba la llegada ese día de Ruuka y Zero, aunque sería una visita realmente corta no le quitaba lo incomodo que resultaba.

Mientras que todos esperaban dos sirvientas entraron en la habitación para servir los aperitivos que requería el momento para romper el tenso silencio que se había instalado en él, y por supuesto entre las dos jóvenes se encontraba Minami quien nerviosa intentaba no mirar a ninguno a la cara, deseando fervientemente además que los vampiros no la reconocieran, y en realidad todos actuaron como si ella fuera una desconocida ya que ni le dijeron una mirada de reconocimiento.

Las tazas de porcelana hacían un mínimo ruido y el mutismo era general, Yuuki sentada al lado de Kaname se mostraba distante y silenciosa, mientras que Shiki miraba de reojo a Rima quien fingía no darse cuenta de su existencia. Como era de esperarse en esa completa austeridad de sonido, el momento en que las rejas de la mansión fueron abiertas todos se pusieron alertas como si hubiera caído una bomba en medio de la sala, es más Yuuki que ya tenía los nervio a flor de piel, se le cayó la taza que tenía en sus manos derramando la infusión por la alfombra.

Pero no había llegado Sora al piso cuando Yuuki con una negación hizo señas a Minami para que se encargara del desastre, la otra joven asintió y se levanto para quedarse en silencio cerca de la puerta degustando la humillación de la nivel D.

Unos minutos después se escucho el auto en la entrada de la mansión, el mayordomo abriendo la puerta a los invitados y con pasmosa lentitud los pasos renuentes de estos al entrar a sus peores pesadillas.

¡Oh cuanta amistad junta! si claro esta era una calidad bienvenida, Yuuki parada al lado de Kaname, mientras todos los habitantes de la mansión se veían realmente tensos a sus alrededores, Zero y Ruka se veían totalmente a gusto, sobre todo el primero.

Minami quien limpiaba aun el piso, alzo unas pulgadas el rostro para ver a los

recién llegados, se sintió empequeñecer al ver a la hermosa aristócrata, y luego el espectacular hombre que la acompañaba. Luego recordó el sufrimiento, y las torturas que había soportado por intentar inmiscuirse entre esos vampiros y alejo sus habidos ojos del joven, y en vez de eso hizo todo su esfuerzo por pasar desapercibida, sin dejar de fregar las manchas de té, en la alfombra.

—Zero.—fue lo único que logro articular Yuuki, antes de salir corriendo hasta el sin pensarlo sin meditarlo le abrazo con todas sus fuerzas, derramando lagrimas de algo que se mezclaba con la felicidad y la tristeza.-¡Oh Zero! Cuanto te extrañe.—

Petrificado literalmente quedo el vampiro, parecía a ver perdido total control de la situación y es que Yuuki le tomo de sorpresa, principalmente porque ya venía tenso en todo el camino y luego esto. No lograba entender nada.

Demasiado tarde Yuuki se dio cuenta de su error, controlada por un millón de sentimientos contradictorios, no podría haber evitado eso nunca, Kaname unos paso detrás de ella se mostraba igual de atento a todo lo que pasaba, mientras controlaba su aura que deseaba acabar con Zero de una vez por todos. Los celos nunca habían sido tan intensos.

Algo cohibida la joven vampiresa se alejo de él, quien parpadeo confuso y duro unos segundos más antes de poner todo en orden, los demás espectadores estaban en silencio aunque Ruka disfrutaba con un humor oscuro del momento.

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—¡Qué bello!— exclamo la niña mientras veía el hermoso vestido rosado frente a ella, la vampiresa le sonrió con dulzura, mientras sujetaba la prenda.

—Se verá muy lindo con tu piel querida. —dijo sin dejar de mirarla.

—Estoy segura, que si fuera más grande te quedaría más hermoso a ti, Sara-sama—respondió dando pequeños saltitos, y besando las manos suaves de la mujer.

—Eres realmente adorable.—dijo esta, mientras se dejaba caer en el diván con gracia.

—Sí, sí, pero no tanto como tu.—dijo sin evitarlo las dos rieron.

—Regresa ya, quiero algo más que adulaciones.—la niña sonrió tiernamente, beso las mejillas pálidas de la sangre pura y se desplomo en el piso. Poco a poco las pequeñas manos se fueron deformando, alargándose, los hombros se ampliaron, mientras se estiraba todo, fue una transición lenta, para dejar el cuerpo de un joven, uno muy hermoso, mientras los jirones de la ropa, que ahora era imposible utilizarse, se esparcían en sus pies.

—Si no quieres adulaciones ¿que desea my lady? —respondió con coquetería, haciendo una graciosa reverencia, la mujer le miro devorando cada centímetro de su piel desnuda, y sonrió.

Se levanto del diván y dejo caer su vestido, no fue necesario mas palabras para el momento que se encontraba enterrando sus dientes en la tersa piel, mientras el delicioso placer comenzaba a esparcirse por su cuerpo.

—Solo un sangre pura, lo hace tan bien.—jadeo.

—Oh Sara los siglos son el mejor profesor que se pueda conferir.—dijo mientras le devoraba literalmente.

— Entonces Kaname debe ser aun mejor.—el hombre se separo ligeramente del cuerpo de su amante, y sonrio con prepotencia.

— ¿Ese niño que te puede ofrecer?—parecía ofendido cuando hablo pero Sara no pudo determinarlo bien, cuando el rostro de este se perdió en su cuello de porcelana.

—No podría decir cuántas cosas estarán en mis manos cuando él sea mío .—respondió con sorna.

—Hablas como si ya te perteneciese. —

—Es que ya es mío, solo estoy esperando acabar con su dulce hermanita para poder continuar con mis planes. —el hombre esta vez le miro estupefacto, ya conocedor de la existencia de la princesa Yuuki, no esperaba que fuera a desaparecer tan pronto, espero a que Sara siguiera hablando pero esta se dejo caer en las almohadas, sin el mínimo deseo de seguir con la conversación. Suspiro internamente sin tener más opción que esperar como terminaría todo.

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Corrió por el bosque alrededor de la mansión, revisando el perímetro pero como principal tarea deseaba despejar la mente, estaba aun muy tenso con el encuentro con Yuuki y la guarida de los chupasangres solo podía alterar más sus nervios. Sintió entonces el olor familiar de un intruso y blood rose al igual que él se preparo para el ataque, pero entonces distinguió que solo se trataba de uno de los sirvientes de la mansión.

—¿Eres Zero Kiryuu?—el vampiro la miro y asintió en respuesta.—Quiero hacer un trato contigo.–

—No tengo ningún interés. —Zero se giro dispuesto a seguir en su trabajo, pero la joven lo retuvo sosteniendo su brazo.

—Por favor escúcheme.—intento de nuevo, asiendo acopio de todos sus buenos modales. Y funciono el joven se mantuvo en su lugar, con un rostro de completa frialdad.

—Ya sabes todo lo que está sucediendo en esta mansión. —pregunto esperando que el entendiera el mundo horrible que era ese lugar.

—No me interesa.— Zero hablaba con la frialdad que le era característica pero Minami desconociendo eso, solo pensó que era una forma de ofenderla.

-Maldición, me quiero ir de este lugar y si usted se siente tan desgraciado aquí como yo ayúdeme a salir, no quiero ser partícipe de la familia feliz, no quiero tener que limpiar los destrates de los Kuran, ni de su hijo. — rugía llena de rabia y frustración, el sueño hermoso que había vivido un tiempo atrás se desmorono y ahora quería resurgir en otro lugar.

Zero quedo frio por unos segundos, ¿Hijos? Nunca había pensado en eso, jamás había si quiera soñado en que la ecuación se agregara un integrante nuevo, que Yuuki estuviera íntimamente con Kuran, le era desagradable, muchas noches sintió por el vinculo que se había formado con ella el ardiente deseo proviniendo de ninguna parte, pero esto era demasiado.

—¿Me ayudaras entonces?.—pregunto pensando tal vez que su mutismo se refería a que estaba meditando su proposición.

—No—resonó tajante su respuesta, dando medía vuelta.

—Por favor no deseo estar aquí por más tiempo. — pero Zero no la oyó ya que se había ido entre la bruma de la noche.

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Sentada frente al tocador, se miro al espejo y se sorprendió el ver a una joven hermosa por la cual era imposible determinar que estaba tan destrozada por dentro es más, en ella todo era belleza y su ego aumento ante esto, escucho el tímido toque de la puerta de la habitación y con cierta indiferencia dio la orden de entrar, con algo de sorpresa noto que se sintió decepcionada a no ver Kain en el umbral si no a la nivel D en cambio.

-Ruuka Sousen.—se presento a la sirvienta quien levanto el rostro mirándola fijamente.

-Minami Hirasai. —respondió en respuesta aun incomoda por el aura de poder que desprendía la aristócrata, tal vez si hubiese tenía algo de sentido común podría a ver visto a Ruuka sin sentirse tan inferior, podría haber estado luciendo trajes igual de finos y sentarse hablar de superfluos temas mientras otra servía las tazas de té, pero las cosas no eran así y ahora a ella le tocaba limpiar el desastre de los demás.

La hermosa dama indiferente a todo lo que pensaba Minami, solo camino hacia las ventanas mientras la joven servía los aperitivos en una de las mesitas esparcidas por lugar.

—No debes tener mucho tiempo en este lugar.—pregunto pero sin estar realmente interesada en la respuesta.

—No solo tengo unos meses.—la aristócrata asintió.

—Te falta mucho por aprender ciertamente, me sorprende que Kaname-sama dejara entrar a alguien sin experiencia.—la joven frunció el ceño, molesta de que creyera que había caído ahí por su propia voluntad.

—Kaname no me contrato.—crespondio con frialdad.

—Más respeto. No estás hablando de uno de los sirvientes, si no del regente de toda nuestra especie.—Si había algo que molestara mas a Ruka era que faltaran el respeto a Kaname-sama y se lo haría entender a ese niñita aunque tuviera que abrir su cabeza para hacerle entra la información.— Además Kaname-sama no contrata a nadie, todos lo que están en esta mansión es por su propia voluntad y su deseo por servir a la familia Kuran.—

Irónico pensó Minami al ver que justamente los que podían irse cuando lo desearan adoraban estar en este lugar, y ella que cuando tuviera oportunidad correría muy lejos de ahí estaba aprisionada.

-Ya todo está servido Ruka-sama, me retiro.—dijo molesta, deseando largarse cuanto antes sin dar oportunidad a que las cosas empeoran.

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No, no se podía conferir tanto placer, ese hormigueo intenso que la subía y bajaba del mismísimo cielo, se dejo llevar por la sensación tan placentera, tan dulce y pasional, sintiendo esos besos recorrer su clavícula, antes que los dientes de su amante rompieran ligeramente su piel dejando un pequeño rastro de sangre que fue limpiado con su lengua, se dejo caer extasiada por la sensación.

—KANAME—grito cuando este se movió dentro de ella fue demasiado, gimió mientras le apretaba más hacia su cuerpo, el soltó un gruñido y ella se extasió por sentirlo parte de ella, sin poder contenerse más le mordió y la intensidad del momento se multiplico.

—¡Oh! Yuuki te amo.—medio susurro, medio rugió mientras el también le mordía, el fluir de su sangre el movimiento intenso de sus cuerpos como las olas del mar, si esta hipótesis era suficiente para describir el ardor y la pasión envuelta en el momento.

Mientras que al fondo de esta imagen un vampiro se hacía pedazos literalmente, en aquel pasillo oscuro, sabiendo que tras aquellas puertas su pequeña Yuuki se entregaba a otro.

—Entonces Kiruji aceptas irte conmigo de este lugar.—el vampiro que ya había olvidado que no estaba solo la miro fijamente y aun sin poder controlar la fuerza de sus sentimientos asintió mientras la vampiresa sonreía.—No eres tan masoquista como creía, me alegra.—susurro.

Zero había olvidado cualquier promesa que le hiciera al director, ya no recordaba que tenía que regresar con Ruka y además entregar un informe a la asociación, solo pensaba en aquellos amantes que desconocían de lo que sucedía en esos momentos tras las puertas de su lecho…

Continuara

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Oh chicas muchas, muchas, y muchas gracias por sus reviews han sido de los mas lindos y alentadores, disculpen la tardanza pero mi mundo está al tope de cosas por hacer, este capítulo lo tenía listo pero le faltaba algo hasta que lo conseguí, como siempre mi amiga Ken-chan grita a diario para que lo publique y aquí estoy entonces.

Reitero por tercera vez gracias a sus comentarios y a su lindo odio universal por Minami, espero que les haya agradado este capítulo y leer sus comentarios del, podría decir muchas cosas pero dejare a su juicio el curso que está tomando, solo les dejo como reflexión ¿Qué podría ocultare Kaname a Yuuki que podría causarle un castigo? Ciertamente hay muchas posibilidades vamos a ver si alguna de ustedes de en el blanco.

Agradecimientos enormes a:

Marzul, Saory, Guest (un millón de abrazos, disculpa la tardanza me conmovió mucho tu atención para con esta historia) God Fenrir , RedDemon21, Flor-VIB412 1, Little-Writer99, nicki, Lolika-ma,MagyoChan12,Vicky-sama,Berlice, Wendo-chan, Critelita, Iruze-chan, Korehimi, Ken-chan, KeyTen, Valery y LadyOfDarkness06 .

Sayonara

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