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¡Hola a tods! Debido a que las fechas navideñas se están aproximando a pasos agigantados, y como lo tengo por costumbre desde hace años, he decidido escribir una historia para estas fechas. Se trata de un fic que bien poco tendrá que ver quizá con la época navideña de paz y felicidad - al menos al comienzo - pero bueno, hay de todo (?). He de aclarar que esta historia es Post-Hogwarts, pero no he tenido demasiado en cuenta las relaciones de JK al escribirla, como tampoco el epílogo del libro. Harry y Hermione nunca se han involucrado sentimentalmente, por lo tanto.

Publicaré a continuación el Prólogo, en el que Harry tiene 25 años y Hermione 26, por lo tanto éste se sucede ocho años después de la batalla contra Voldemort - el cuál sí está muerto -. Después de este Prólogo, pasarán dos años, aunque eso ya lo aclaro en el primer capítulo.

Género: Romance/Crimen/Drama

Disclaimer: Todos los personajes de Harry Potter y su mundo pertenecen a JK Rowling y a la Warner Bros.

Una vez aclaradas algunas cosas, será mejor que me deje de dar la lata. Espero sin duda alguna que os guste. Todavía no tengo ni la más mínima idea de cuántos capítulos contendrá, pero no será largo.

Y ahora, sin más dilación, el Prólogo.

¡Gracias de antemano por leerme!

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El guardián

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Prólogo

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Ron llegó a Grimmauld Place ese día deseando contarles a sus mejores amigos que no sólo había sido capaz de pedirle a Luna que cenara con él después de semanas sin decidirse, sino también que la rubia había aceptado dedicándole una sonrisa prometedora que lo había hecho desear que llegara el momento de ir a recogerla. Riendo como un niño con una bolsa de dulces comenzó a caminar a pasos rápidos hacia la cocina, deteniéndose en sus trancas cuando escuchó las voces de sus dos mejores amigos hablando a un volumen de voz que le indicó que estaban discutiendo. Otra vez. Ron frunció el ceño sintiendo que los latidos de su corazón se aceleraban de pronto y afinó el oído tratando de escuchar lo que decían, pero el hecho de que ambos hablaran atropelladamente y el uno tratando de hacerse oír por sobre la voz del otro, se lo dificultaba sobremanera.

¿Qué diablos habría sucedido esta vez? Aunque ni siquiera sabía por qué se lo preguntaba cuando conocía bien la respuesta, era algo obvio. Desde que Henry como-sea-que-se-apellide había entrado a trabajar en el mismo Departamento de Hermione hacía unas semanas, que su mejor amigo estaba que se subía por las paredes. Lo que Ron no entendía era por qué exactamente. Vale que el tipo ese fuera alto, guapo y, según había podido comprobar cuando la castaña se lo había presentado, también simpático, pero eso no significaba nada. Hermione sólo tenía ojos para Harry y si eso podía verlo hasta él, que era un despistado confeso, ¿que por qué su mejor amigo no se daba cuenta? ¿Tanto lo cegaban los celos?

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'¡Me mentiste, maldita sea!' exclamó Harry fuera de sí, silenciando por fin a una castaña que permanecía con las manos colocadas a ambos lados de su cadera, a modo de jarra, mientras apretaba la mandíbula y lo fusilaba con la mirada 'Me dijiste que irías sola a ese viaje de trabajo y resulta que hoy me he enterado de que Whiteman te acompañó' ella se llevó las manos a la cabeza hundiendo los dedos en su mata de pelo castaño y de nuevo comenzó a caminar de un lado a otro con desesperación.

'Harry, sabes perfectamente que si no te lo dije fue para-'

'Ya, para que no me hiciera ideas raras... ¿Y tú no pensaste en la posibilidad de encontrarme con él y que me lo comentara?' interrogó 'Porque es algo que sucedería con mucha facilidad teniendo en cuenta que cada vez que voy a verte a tu despacho, él está rondando por allí'

'Harry, Henry es mi compañero. Es normal que esté en mi desp-'

'¿Tu compañero, eh?' preguntó con enfado y volteando sobre sí mismo para acercarse a la cómoda que había junto a una de las paredes del dormitorio, para coger de ésta un enorme sobre marrón que abrió en un gesto brusco. Después, y clavando su mirada punzante en el rostro de la castaña, se aproximó de nuevo hasta ella y vació el contenido del sobre encima de la cama. Hermione frunció el ceño.

'¿Es mi sujetador negro?' recogió la prenda con el ceño fruncido, inspeccionándola para asegurarse de que sus suposiciones eran ciertas '¿Dónde-?'

'¿Estaba?' terminó la pregunta antes que ella y mientras lanzaba con furia el sobre a un lado. Ante el brusco aspaviento, Hermione tomó una bocanada de aire que esperó la ayudara a tranquilizarse mientras lanzaba el sujetador de regreso a la cama. Cuando respirar no fue suficiente, empezó su recuento mental hasta diez '¿Recuerdas que me preguntaste ayer si lo había recogido de la colada porque no lo encontrabas?' añadió y ella simplemente se limitó a asentir, encogiéndose de hombros. Ya iba en seis '¿Y cómo ibas a encontrarlo si no estaba en casa?' la castaña alzó las cejas. Ocho 'Te lo dejaste en el hotel de París, en la habitación que compartiste con Henry' y de pronto volvió a la partida de salida, al cero.

Los ojos de Hermione mostraron perplejidad un segundo antes de que sus pupilas aumentaran de tamaño en un claro signo de que Harry acababa de traspasar el límite con aquel último comentario. Apretó la mandíbula y volteó de forma brusca, dándole la espalda a un Harry que respiraba de manera entrecortada por la opresión de celos que sentía aplastándole el pecho. Durante unos segundos en los que Hermione no hizo otra cosa que llevarse las manos a la cabeza mientras se mantenía de espaldas a él, pensó que se lo confesaría todo. Creyó que en cualquier momento se voltearía a mirarlo con lágrimas en los ojos y le diría que todo ese tiempo había estado en lo cierto, y que en verdad mantenía una relación clandestina con su compañero de trabajo, Henry Whiteman. Pero ese instante nunca llegó y Hermione sustrajo la varita del bolsillo trasero de su pantalón vaquero, haciendo aparecer su baúl junto a las puertas abiertas del armario.

'¿Qu-qué estás haciendo?' Harry se quedó sin aliento al verla mover la varita hacia los estantes y los percheros, haciendo que su ropa volara al interior del baúl de forma ordenada. Avanzó hasta ella y la tomó del brazo para detenerla, pero Hermione se apartó de un tirón y se movió con rapidez hacia el baño. El ojiverde la siguió y al ver que comenzaba a recoger sus productos de belleza se abalanzó sobre ella, rodeándola con sus brazos.

'Harry, suéltame' sollozó la chica mientras forcejeaba con él.

'No, no voy a soltarte para que me abandones' le dijo con desesperación.

'¿Acaso no es lo que buscas?' Hermione logró soltarse de su agarre y al instante se volteó para encararlo '¿De veras crees que puedes acusarme de infidelidad de esa forma y esperar que no reaccione? Esta vez has ido demasiado lejos' susurró con los ojos llenos de lágrimas y los dientes apretados.

'Hermione… Me dio un sobre con tu ropa interior. Me dijo que lo habían enviado del hotel donde habíais estado en París…' el moreno también comenzó a sollozar mientras la contemplaba con expresión de desesperación.

'¿Y si se hubiera acostado de veras conmigo, crees que te lo diría así, sin más?' le preguntó la castaña sin poder creerse que Harry pudiera cegarse hasta el punto de no ver las cosas desde un punto de vista más racional. ¿Es que de verdad había sido capaz de pensar que Henry sería tan sumamente estúpido como para decirle algo así arriesgándose a que le partiera la cara? Al instante de pensar eso se tensó 'Dime que no le has hecho nada' la mirada esmeralda del moreno se oscureció una vez más.

'No, tranquila. Su rostro de Adonis sigue intacto' respondió, tenso, ganándose por parte de la muchacha castaña una mirada de completa incredulidad.

¿Enserio no iba a dejar sus celos a un lado ni por un momento? ¿No se daba cuenta de que precisamente era por eso por lo que quería dejarlo; porque no podía soportar el que un tercero que a ella no le importaba en absoluto monopolizara su relación? Furiosa y dolida al mismo tiempo, tomó entre sus brazos sus perfumes, cremas y maquillaje.

'Hermione-' Harry trató de tomarla del brazo cuando pasó a su lado con sus pertenencias abrazadas contra su pecho, pero la castaña lo eludió a toda velocidad y se dirigió hacia el baúl, dejando que sus productos de belleza aterrizaran sobre la ropa doblada que había dentro 'No te vayas' le pidió al ver cómo agitaba la varita en dirección a la balda del armario donde todavía quedaban sus zapatos, haciendo lo mismo con el cajón de su ropa interior 'Hablemos las cosas'

'¿Y para qué? ¿Para que me digas que has sido un idiota por desconfiar de mí y me jures que nunca volverás a hacerlo, como las otras veces?' interrogó con lágrimas en los ojos 'No puedo tener contigo la misma discusión una y otra vez, Harry… Llevamos un mes así y… No-no puedo más' sollozó con fuerza, pero reunió la poca entereza que quedaba dentro de ella para no derrumbarse.

'L-lo siento, ¿de acuerdo? Entiéndeme, te lo suplico'

'No, Harry. Entiéndeme tú a mí' Hermione cerró su baúl y con un nuevo movimiento de muñeca lo redujo hasta que tenía el tamaño y el peso de un pequeño joyero de madera.

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Ron, quien había avanzado hasta el rellano donde comenzaban las escaleras, escuchó los pasos apresurados de sus mejores amigos mientras permanecía estático y con el ceño fruncido. Hacía un buen rato que había dejado de escuchar gritos y creyó que la situación se había calmado, pero cuál fue su sorpresa cuando de pronto vio a Hermione aparecer desde el pasillo llorando desconsolada. Harry la seguía tratando de detenerla y suplicándole con desesperación que no se fuera, razón suficiente para que el pelirrojo sintiera su corazón congelarse mientras abría los ojos como platos. Se quedó paralizado en el rellano viendo a Hermione pasar a su lado a toda velocidad con una caja en una mano y su varita en la otra mientras, una y otra vez, le rogaba a Harry que no le hiciera las cosas más difíciles de lo que ya de por sí lo eran. Pero el ojiverde no se rendía y, llorando como Ron nunca antes lo había visto hacerlo, la seguía para obligarla a detenerse tomándola del brazo. Y cada vez que lo conseguía, ella forcejeaba hasta que volvía a soltarse de su agarre a pesar de la insistencia con la que el moreno le pedía que no lo abandonara.

'Ya no sé qué puedo o no decirte para evitar discutir contigo y-y no puedo seguir con esto' Hermione dio dos pasos hacia atrás y en cuestión de milésimas de segundo desapareció sin dejar rastro.

Ron pestañeó y cerró la boca, preguntándose cuándo la había abierto. Acto seguido, y con un nudo en torno a su corazón, fijó sus ojos azules en su mejor amigo y tragó saliva al ver que él permanecía inmóvil en medio del pasillo.

'¿Ha-Harry?' preguntó con voz temblorosa y reaccionando al fin.

Como saliendo de una petrificación brincó sobre sí mismo y se apresuró a bajar las escaleras en dirección al moreno que todavía continuaba allí de pie, tan quieto que incluso parecía tratarse de una estatua. Se aproximó por su espalda y colocó una mano en su hombro, profiriendo un respingo de sorpresa cuando de pronto el ojiverde se volteó de forma brusca y se abrazó a él, rompiendo a llorar como un loco. Ron frunció el ceño e hizo lo único que se le ocurrió en ese momento: rodeó a su mejor amigo con los brazos y, lanzando un suspiro, comenzó a frotarle la espalda con lentitud.

'La he perdido, Ron' sollozó Harry contra su hombro 'La he perdido por imbécil' el pelirrojo alzó las cejas. Al menos admitía que no se había comportado como debería, claro que él ni loco se atrevería a darle la razón en voz alta 'Tengo que ir a buscarla' se separó de Ron de forma brusca limpiándose las lágrimas con las mangas de la camisa celeste que vestía.

'No creo que esa sea una buena idea, compañero' le dijo el más joven de los Weasley con pesar 'Deja que pasen un par de días y después inténtalo de nuevo, pero no ahora. La discusión que habéis tenido ha sido muy reciente y…' Harry se humedeció los labios al tiempo que respiraba con agitación.

'Sí. Tienes razón… Un par de días'

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[…]

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Harry lanzó un suspiro esperando poder así controlar sus nervios y miró el ramo de flores que llevaba en su mano derecha. Eran rosas rojas, las más indicadas para pedir disculpas a una Hermione que llevaba dos días sin responder a ninguna de sus cartas. Porque Ron le había dicho que no fuera a verla, pero no que no le escribiera. Así que eso había hecho, esperanzado porque ella se apiadara de él y le contestara. Como bien había imaginado su parte más racional no había sido así, y por eso se había decidido a no esperar un solo día más en ir a verla. Se levantó a primera hora de la mañana y se vistió con el mejor de sus trajes. Incluso trató de peinarse, aunque de poco le había servido puesto que su indomable cabello no había colaborado en lo más mínimo hasta el punto en el que se había dado por vencido y decidió salir de casa a buscar una floristería cerca del Ministerio de Magia, para que las flores estuvieran lo más frescas posibles. Y ahora, allí estaba, en uno de los ascensores del edificio donde ambos trabajaban – aunque en diferentes Departamentos – en dirección al despacho de la castaña. Hermione siempre llegaba de las primeras a trabajar y esperaba poder hablar con ella antes de que las oficinas se llenaran de curiosos.

El ascensor se detuvo entonces en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica y Harry suspiró una vez más, apresurando sus pasos hacia el encerado suelo de plaquetas blancas y negras que se abría paso ante él. Con una sonrisa nerviosa y la sensación de estar sudando como un auténtico cerdo, se acercó hasta la recepcionista de la planta, Megan.

'Buenos días, señor Potter. ¿En qué puedo ayudarle?' le preguntó la chica con amabilidad mientras contemplaba con sus enormes ojos negros llenos de curiosidad el ramo de rosas que llevaba en su mano.

'Busco a Hermione, ¿ha llegado ya?' la expresión de la joven castaña mostró de pronto una incomodidad que llevó al moreno a fruncir el ceño ligeramente y a borrar su media sonrisa '¿Sucede algo?' ella abrió y cerró la boca varias veces, aparentemente confusa.

'L-la señorita Granger se ha ido de vacaciones' dijo con un tono de voz perplejo, como si no pudiera creerse de veras que su propio novio no estuviera al tanto de esa información. Harry tragó saliva y echó un vistazo a las flores que llevaba en su mano derecha por el rabillo del ojo, sintiendo cómo el suelo a sus pies desaparecía. ¿Se había ido y ni siquiera le había dicho nada?

'¿Sabes… cuándo volverá?' preguntó en un hilo de voz y pestañeando a toda velocidad cuando los ojos comenzaron a escocerle dolorosamente. Megan lo contempló por encima de sus gafas de pasta y acto seguido consultó el libro que tenía frente a ella en el escritorio lanzando un suspiro.

'En un mes'

'¿¡Un mes!' Harry se llevó una mano a la frente frotándola con fuerza y enseguida se disculpó en un susurro por haber alzado la voz de esa forma en cuanto se percató de que las únicas dos personas que debía de haber en aquella parte del edificio a esa hora acababan de mirarlo perplejas 'Sé que es absurdo preguntar, pero ¿sabes dónde podría encontrarla?' Megan se encogió de hombros mientras lo contemplaba con cierto pesar.

'Lo siento, señor Potter, pero…' él asintió, comprensivo, y acto seguido le dedicó a la joven una temblorosa sonrisa.

'Muchas gracias. Siento haberte molestado' le dijo.

'No tiene que disculparse, señor Potter. Es mi trabajo' Harry asintió de nuevo y, echando otro vistazo a sus flores, lanzó un suspiro y se volteó hacia el ascensor.

No le quedaba de otra que visitar el hogar de los Granger, aunque fuera a meterse a la boca del lobo. Estaba seguro de que Hermione se había ido a la casa de sus padres cuando abandonó Grimmauld Place y la verdad era que no sabía muy bien cómo se enfrentaría a ellos después del daño que había provocado a su hija. Pero tenía que hacerlo. Debía encontrarla.

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[…]

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'¡Harry, querido! ¡Qué sorpresa verte por aquí!' el recibimiento que le dio Jane nada más lo vio bajo el umbral de la puerta, como si fuera su hijo perdido que había decidido regresar a casa, lo hizo comprender que se había equivocado en sus suposiciones. Aceptó el abrazo de la madre de su mejor amiga – si es que todavía podía seguir considerando eso a Hermione – y accedió al hall de la casa con el cuerpo tenso y suplicando porque el padre de la castaña no estuviera en casa '¿No te acompaña Hermione?' él cerró los ojos durante un instante y lanzó un suspiro.

¿Y ahora qué?, pensó. Obviamente no podía mentirle porque tarde o temprano, con tan sólo una llamada de Hermione para saludar a sus padres, la verdad saldría a la luz y él quedaría por los suelos. Se humedeció los labios.

'La verdad es que esperaba que me dijeras donde puedo encontrarla' Jane se detuvo frente a él y lo contempló con la boca entreabierta. Sin duda estaba confusa y perpleja, justo lo que le faltaba a Harry para saber que de veras la castaña no había estado allí.

'¿Habéis discutido?' Jane miró las flores con expresión de haber descifrado un dilema tan pronto como el ojiverde apretó los labios y agachó la cabeza. Dicen que el que calla, otorga 'Y tú pensaste que estaría aquí. Bueno…' la mujer suspiró 'Lamento decirte que no he sabido nada de ella desde la semana pasada' los hombros de Harry cayeron pesadamente hacia adelante 'Oh, cielo… No te preocupes, ¿sí? Estoy segura de que en cualquier momento ella irá a-'

'Ha pedido un mes de vacaciones en el trabajo' interrumpió a la señora Granger antes de que le diera esperanzas y, al mirarla, vio la expresión de sorpresa que bañaba su rostro 'Venía a preguntarte si sabías dónde podría encontrarla, pero-'

'¿Hace cuánto exactamente fue esa discusión que habéis tenido?' en este caso fue Jane quien no lo dejó seguir hablando y, tomándolo de un brazo, lo guió en dirección a la cocina, donde se dispuso a prepararle un té mientras Harry ocupaba una de las sillas que había junto al mesado. En el tiempo en que el tardó en hervir el agua para la infusión, Harry le relató lo que había sucedido repitiéndole una y mil veces lo estúpido que se sentía.

'Ella dice que son imaginaciones mías, Jane, pero ese tipo lo tenía planeado desde el principio' dijo unos minutos después, cuando ya tenía la taza de té entre sus manos 'Desde que me lo presentó pude ver que tan sólo fingía que yo le caía bien delante de Hermione para mirarme con prepotencia cuando ella centraba sus atenciones en otra cosa' la mujer castaña lanzó un suspiro y se sentó a su lado, frotándole la espalda.

'Hermione siempre me ha hablado muchísimo de ti, hasta el punto en el que tengo la sensación de conocerte de toda la vida cuando apenas nos presentaron hace unos años y jamás ha salido de su boca que tú fueras celoso. Ese título siempre se lo ha llevado Ronald, no tú, por lo que creo que mi hija una vez más ha metido la pata defendiendo a quien no debía' Harry la contempló con gesto de agradecimiento y ella le sonrió de forma débil 'Debió de escucharte en lugar de ponerse del lado de ese lobo con piel de cordero del que hablas, pero ya aprenderá su error. Tú dale tiempo y verás cómo pronto la tendrás llamando a tu puerta'

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[…]

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'Ha ampliado sus vacaciones' Ron dejó de masticar la tostada del desayuno para voltear su rostro en dirección a la puerta de la cocina en el momento exacto en el que Harry hizo su entrada en la estancia, quitándose las prendas de abrigo de encima para arrojarlas bruscamente sobre el respaldo de una de las sillas. El pelirrojo intercambió una rápida mirada con Luna, sentada a su lado con expresión todavía somnolienta, y acto seguido tragó la comida que tenía en su boca ayudándose de un buen sorbo de café 'He ido a su oficina y Megan me ha dicho que contactó con su jefe hace unos días para pedir los días libres que había acumulado de las horas extra' añadió el moreno llevándose las manos a la cabeza mientras caminaba de un lado a otro con desesperación 'Ni siquiera sabe cuántos días serán, o no quiere decírmelo o-'

'Harry, siéntate y trata de tranquilizarte' le pidió Ron con tono pausado mientras le señalaba una de las sillas vacías frente a él. El aludido lo miró y lanzó un nuevo suspiro apresurando sus pasos hacia el lugar indicado para dejarse caer sobre el mueble de madera con gesto de derrota bañando sus facciones '¿Por qué te sigues haciendo esto?' el ojiverde lo contempló de cierta forma asombrado 'Y no me malinterpretes, Hermione es como una hermana para mí y la quiero muchísimo, pero creo que ya se está pasando. En un mes no ha respondido a una sola de tus cartas, ni de las mías, y ni siquiera sus padres saben dónde encontrarla. Los únicos que tienen noticias de ella son los de su trabajo y-' Harry rió con sorna, interrumpiendo el discurso del pelirrojo y llevándolo a fruncir el ceño y a volver intercambiar una mirada con una Luna que en ese instante mantenía sus ojos fijos en el chico de pelo oscuro sentado delante de ella.

'Los de su trabajo… Ese hijo de puta de Whiteman sabe dónde está y no quiere decírmelo' Ron alzó las cejas.

'¿Te ha dicho él que sabe a dónde ha ido?' preguntó Luna, interviniendo en la conversación por primera vez y llevando a Harry a mirarla como si acabara de percatarse de su presencia.

'No' respondió 'Pero me mira con ese gesto de burla… Él seguro que sabe algo' Ron contempló a su amigo con preocupación.

'Harry, no quiero ofenderte en lo más mínimo con lo que voy a decirte, pero me parece que estás yendo demasiado lejos con todo este tema' el ojiverde lo contempló con cautela 'No tengo ni la más mínima idea de lo que debes estar sintiendo porque jamás viví nada parecido y espero no hacerlo' le envió a Luna una mirada significativa 'Pero veo que te estás consumiendo por alguien que parece no querer saber nada de ti'

'¿Enserio, Ron? ¿Cuál fue tu primera pista?' interrogó Harry con sarcasmo.

'Por eso, Harry. Necesitas olvidar ya todo esto. ¿Y si Hermione no regresara? ¿No has pensado en la posibilidad de que haya aumentado su etapa de vacaciones, porque quizá ha dado con un lugar que le agrada más que esta ciudad que tantos recuerdos le aporta?' el ojiverde se mostró de pronto abatido, por lo que Ron supo enseguida que no, no había pensado para nada en esa probabilidad 'Perdóname si estoy siendo demasiado sincero, pero odio verte así' Harry se humedeció los labios y asintió al tiempo que se ponía en pie.

'Tienes razón. Necesito…'

'Unas vacaciones' aportó Luna antes de soplarle a la infusión de té que había dentro de su taza para después beber un sorbo.

'Ella tiene razón. Estar aquí te hunde más de lo que ya estás. Esta casa…' Harry miró a los lados y suspiró.

'Sí, tenéis razón. Demasiados recuerdos. Necesito irme una temporada para… para sanar heridas y esas cosas' y, tras decir eso, abandonó la cocina.

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[…]

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'Me fío completamente de vosotros dos para que cuidéis mi casa' les dijo a Harry a un Ron y una Luna que lo miraban con el ceño fruncido en clara muestra de preocupación mientras él cerraba su baúl con todo lo que necesitaría para su viaje.

'Colega, cuando te dijimos que te tomaras un tiempo para despejarte, no nos referíamos a que pidieras un traslado al norte, sino a… unas vacaciones, un mes como mucho, al igual que hizo Hermione' le reprochó el pelirrojo '¿Y por qué me contaste hasta ahora que habías decidido irte?'

'Porque sabía que tratarías de hacerme entrar en razón diciéndome que con unas semanas sería más que suficiente, y entonces pensé en Hermione. Si a ella no le ha bastado un mes, ¿por qué a mí sí? Yo fui quien metió la pata. Si no fuera un bocazas celoso ahora mismo ella estaría aquí, conmigo. Me arrepiento y me lamento cada día y, ¿de qué me vale? Ni ha vuelto, ni responde a mis cartas… y Londres ha comenzado a asfixiarme. Camino por las calles esperando encontrármela. Necesito un cambio de aires. Unos meses en el norte no me vendrán nada mal' Luna y Ron intercambiaron una mirada de preocupación y acto seguido el pelirrojo lanzó un bufido.

'¿Y qué esperas encontrar en Edimburgo, eh? Allí no hay nada aparte de… gente que habla arrastrando las palabras. Estarás viendo a Malfoy por todas las esquinas' le dijo en un intento barato por hacerlo cambiar de idea y que a Harry lo llevó a sonreír de forma sincera como hacía más de un mes no hacía. Luna le propinó a Ron un codazo en las costillas que lo llevó a brincar sobresaltado.

'Deberías de estar contento, compañero… Reboso un buen humor que no me notaba en mucho tiempo, y es lo que necesito. Quizá vuelva en unos meses con una hermosa escocesa colgando del brazo'

'Eso no lo dudo en lo más mínimo. Todas querrán meterse en los pantalones del apuesto Harry Potter ahora que lo de tu ruptura con Hermione ha salido en todos los diarios de la prensa mágica del mundo. Esté donde esté ella, créeme que se ha enterado de que se trata de algo oficial' el ojiverde frunció el ceño.

'Ella lo hizo oficial' dijo, dolido.

'¿Tu Traslador no salía a las siete en punto?' Luna cambió el tema de conversación antes de que las aguas se revolucionaran una vez más. Como bien Harry había apuntado, estaba de un buen humor que hacía mucho no veían en él y no deseaba en lo más mínimo que eso cambiara. El moreno asintió 'Faltan menos de diez minutos' le dijo y él abrió los ojos de par en par, apresurándose a encoger su equipaje a golpes de varita y a reducir su peso, para después poder meter el total de cuatro baúles en el interior de uno solo.

'Por todo lo que llevas parece que te vas para toda una vida' le reprochó Ron con el ceño fruncido y sin poder evitarlo. Otro codazo propinado por parte de Luna le hizo saber que era mejor quedarse callado antes de decir sandeces.

'No te preocupes, Ron, nos mantendremos en contacto y vendré a visitaros a menudo. ¡Y más os vale hacer a vosotros lo mismo! En cuanto tenga una casa propia donde poder acomodaros, os lo haré saber' los dos asintieron y en un pestañeo, Harry desapareció. Ron lanzó un suspiro.

'Está cometiendo una locura, pero no nos queda de otra que apoyarlo' comentó Luna y, tras varios segundos sin recibir una respuesta, se volteó hacia el pelirrojo frunciendo el ceño 'Ron, ¿estás llorando?'

'Ni siquiera me dio un abrazo de despedida' sollozó apretando los labios.

'Vaya, no sabía que fueras tan sentimental. De todas formas no te preocupes. Estoy segura de que muy pronto volverá a estar con nosotros y, además, totalmente recuperado de la ruptura con Hermione'

'Más le vale, sino te juro que mi mejor amiga estará vomitando babosas una semana'