Hola!
Ale ha regresado con un nuevo fanfic de Phineas y Ferb, al igual que el anterior, está inspirado en un dibujo que he estado haciendo en éstos días. Mi deviantART es aleprettycat, y el link directo lo pueden encontrar en mi perfil (cuando lo pego aquí no sale O_o). En fin, mucho bla bla, y aquí va el fic. Espero les guste =D
Una Carta
Ésta mañana cuando estábamos desayunando, el abuelo Fletcher estaba repartiendo la correspondencia. Había una carta para mí, y era de Isabella.
Ferb y yo nos dirigimos al instituto y en el camino él me observó por unos instantes y luego a la carta de Isabella que yo aún traía en la mano, quería saber por qué no la había abierto.
"No lo sé Ferb, es decir, este año terminaremos la secundaria y regresaremos a Danville... pero este último año Isabella y yo casi no hemos platicado, no tanto como cuando nos acabámamos de venir a Inglaterra con los abuelos..."
Sin darme cuenta ya me había detenido a medio camino, Ferb se detuvo junto a mí y puso su mano sobre mi hombro. Me volví hacia él y pude ver en sus ojos el brillo de tener una solución a lo que fuera que me estuviese pasando. Lo obsevé espectante y él quitó su mano de mi hombro, me quitó el sobre y lo colocó frente a mí de modo que pudiera verlo y me dijo:
"Phineas, dudo mucho que no le importes a Isabella, y la prueba es esta carta. Léela y deja de estar especulando" Acto seguido, tomé la carta y la contemplé por unos segundos. Tenía todos los datos escritos con impecable letra, pareciera que estuvo horas dibujando cada una con sumo cuidado y una sonrisa se me escapó. Ferb me dió una palmadita en la espalda y continuamos con nuestro camino.
Las clases fueron eternas para mí, moría de ganas por leer el contenido de aquel sobre, y para evitar la tentación de abrirlo en clase, lo guardé en mi casillero, ahí estaría a salvo hasta la hora del descanso. Necesitaba leer esa carta solo, debía prestarle toda la atención posible a la carta de mi querida amiga.
El timbre que anunciaba el descanso se dejó escuchar y el salón pronto quedó vacío. Me dirigí a mi casillero mientras saludaba a media comunidad estudiantil en el camino. Como Ferb era el jugador estrella del equipo de soccer de la escuela y ambos siempre estábamos involucrados en todos los eventos que se realizaban, era de esperarse que conociéramos a tanta gente.
Finalmente llegué a mi casillero y ya no había más gente que pudiese distraerme. Abrí mi casillero, acomodé mis libros y saqué cuidadosamente la carta, me recargué sobre la puerta de mi casillero cerrándolo y tomé una bocanada de aire para tomar algo de valor antes de abrir el sobre.
Seguí contemplando la letra de Isabella por unos instantes más cuando de pronto alguien me la quitó de las manos. Era Stella, ella y yo somos buenos amigos y suele rescatarme de las porristas cuando me comienzan a tratar como a un muñeco de felpa. Además, asistimos juntos a la mayoría de las clases.
"¿Qué pasó Phineas? ¿Deprimido porque en tu casillero sólo había una carta y no un mar que te sepultara?" dijo ella burlona como es su costumbre. La verdad, no había día que algo por el estilo pasara, al abrir mi casillero solían aparecer muchas cartas de admiradoras... unas secretas y otras no tanto. Pero eso solía pasar después del descanso o a la hora de la salida... quizá por eso mi casillero seguía justo como lo dejé...
"No Stella, oye ¿Podrías regresarme esa carta?" le pedí con algo de tacto en mis palabras, no quería que ella la usara para bromear conmigo... no hoy, no con esa carta.
"¡Wow! ¡Phineas considera importante una carta de una chica!" dijo ella con sorpresa. Demasiado tarde para mí... "¿Oye, en verdad eres Phineas Flynn? ¿O eres una especie de alienígena que se está haciendo pasar por él? Porque la verdad..." ella tiene la costumbre de hablar mucho, pero en este momento yo no me encontraba en condiciones de escucharla hablar así. No mientras ella tuviera esa carta en sus manos, lejos de mi alcance. Sus palabras comenzaban a retumbar en mi cabeza y sentí cómo mi paciencia se fue agotando. Ni el tiempo del descanso, ni yo estábamos dispuestos a esperar a que terminara con su interminable monólogo.
"Stella..." la llamé, pero ella continuaba absorta en su palabrerío. Apreté los puños. Mi paciencia había llegado a su límite.
"¡Dame esa carta!" grite con todas mis fuerzas, con los puños tan apretados que hasta me dolía mantenerlos así. Por su parte ella estaba petrificada y calló. Si no mal recuerdo, ella nunca me había visto molesto, le quité la carta de la mano y me volví a recargar en la puerta del casillero.
Estaba por abrir el sobre cuando noté que ella seguía ahí parada, mirándome fijamente y petrificada. No quería ser descortés con ella, pero no quería que nada, ni nadie, me distrajera de esa carta que había esperado tanto para poder leer.
"¿Podrías dejarme sólo? Necesito leer mi carta" Ella asintió y me dejó sólo en el pasillo de nuevo.
Al fin, podía darme a la tarea de abrir mi carta. La tomé cuidadosamente y la abrí despacio, procurando dejar el sobre completo y saqué un paquetito de hojas. La hoja que tenía en número uno era de un tono rosa pastel y decía algo así:
"Hola Phineas!
Lo sé, lo sé, no tengo perdón por no haberte escrito antes, he tenido muchísimas cosas pendientes y demás... pero en fin, es momento de ponerte al tanto con todo lo que ha ocurrido en Danville..."
Esta carta había sido ¡la más larga que había leído en toda mi vida! 10 hojas en tonos pastel escritas con tintas de colores, cada una decorada a mano con el sello de Isabella marcándolo todo. Su perfume. Tenía mucho que no lo olía y eso me trajo a la mente momentos muy bellos, sin embargo, la carta me dejó una especie de vacío en el pecho.
No es que no me agradara saber que Buford se había conseguido una linda novia o que Suzy ya hubiese aceptado a regañadientes que Candace y Jeremy eran novios, pero simplemente esperaba encontrarme con otra clase de cosas en esa carta que con un recuento de lo que había pasado estos últimos meses en mi ausencia.
Doblé las hojas cuidadosamente para introducirlas de nuevo en el sobre cuando ahí pude ver algo más. Era una fotografía de Isabella. Ella estaba abrazando a Perry y estaban debajo del árbol del patio trasero de mi casa. Isabella se veía realmente linda con la blusa fiusha que le había enviado a inicios de este mes con motivo del día del amor y la amistad. Y no pude evitar sonreír bobamente cuando leí la esquina inferior derecha de la fotografía: "Para Phineas de Isabella".
En ese instante escuché la voz de Ferb "Te lo dije". Me volví hacia donde provenía la voz y ahí estaba él, sonriendo satisfecho.
"¿Cuánto tiempo llevas ahí?" le pregunté algo avergonzado por no haber notado su presencia antes. "El suficiente" respondió él y yo me encogí de hombros. "Lee el reverso de la foto, y procura no llegar tarde a clase" dicho esto, mi hermano se retiró dejándome sólo en el pasillo de nuevo.
Volteé la foto, y efectivamente, había texto en ella, y decía lo siguiente:
"¡Muero de ganas para que llegue el verano, Phineas! Perry y yo te enviamos un fuerte abrazo... y no olvides que dejamos una conversación pendiente la última vez que estuviste aquí.
Un beso. Isabella."
Inmediatamente sentí cómo el color se apoderaba de mis mejillas y el corazón comenzaba a latirme agitadamente. El timbre que anunciaba el final del descanso sonó y volví a introducir todo al sobre y lo coloqué en un lugar seguro dentro de mi casillero, tomé unos libros y me dirigí al salón de clases. Era curioso, pero aún sentía las mejillas calientes y tenía la sensación de que estaba sonriendo más de lo habitual.
En el camino me encontré con Stella, parecía que ya había olvidado lo que sucedió en el pasillo porque me saludó enérgica y bromista como siempre "¡Hola Phineas! ¿Qué tal la carta de tu admiradora?" dijo ella guiñándome el ojo y dándome unos golpecitos con su codo, supongo que porque yo aún tenía ese color rojo en mis mejillas.
Ambos nos reímos un poco y luego contesté a su pregunta "Esa carta me puso muy feliz" sonreímos y continué "Bueno ¿Quién no se pone feliz cuando la persona que más quieres te envía una foto suya en una carta y te manda un beso?" sonrerí y continué caminando. Stella se detuvo y se quedó ahí.
Efectivamente, Isabella es la persona a la que más quiero y el verano pasado, la última vez que estuve en Danville, estaba por confesarle lo que sentía por ella cuando me vi interrumpido y decidimos dejar la conversación en calidad de pendiente. Pero este verano será diferente, me encargaré de hacerle saber todo lo que siento por ella. Mi querida Isabella.
si quieren continuación díganme, oki?
Aleprettycat fuera, paz! =D