Bueno, he vuelto, ésta vez con algo sobre FFXIII. La verdad esque éste juego me tiene enamorada, y aunque éste primer capítulo no me parece que haga justicia a todo el amor que siento por los personajes del videojuego (especialmente Lightning), necesito un comienzo. Estoy segura de que los capítulos que están por venir serán mejor que ésto.

Por si acaso, aviso: Femslash. Hay relación de amistad entre Fang y Lightning, pero definitivamente tengo miras de algo mucho más íntimo. Por ahora va todo suave, quién sabe si quiza introduzca algo de lime en el fic.

Ya se andará... Habrá que ver también los comentarios :P ¡Saludos!


Light guardó su espada con la gracilidad que la caracterizaba, que la hacía única e irresistible. Se movía con agilidad y golpeaba con fuerza, así como con sus rudas palabras. Soltó todo el aire que había retenido durante el combate y pareció relajar sus músculos, apenas segundos antes tensos ante el enorme bégimo que se había interpuesto entre nosotros y nuestro destino. Bueno, todos se relajaron inmediatamente como era de esperar pero… Fang sólo sintió aquella liberación en Light. Notó como su pecho subía y bajaba ahora a un ritmo más lento, igualmente acompasado, pero más lento. Fang sentía la fuerza en Lightning, supuso que no por nada había sido teniente en la Guardia de Cocoon. Sabía utilizar sus puntos fuertes para asestar golpes críticos y sus puntos débiles para sorprender a sus enemigos acudiendo a ellos. Por tanto, sabía también utilizar la respiración para reducir su agotamiento al mínimo y aumentar así su resistencia en batalla.

Era realmente fascinante. Le recordaba a ella en fiereza… Pero no en técnica. Fang siempre había sido de las que pensaba que un león no necesitaba calentar antes de abalanzarse sobre su presa, y que la táctica de "atacar por sorpresa" siempre era efectiva mientras tu fuerza física y la valía hiciesen el resto. Con Lightning se había dado cuenta de que eso no siempre era así.

Sería más sencillo para ella mientras todos pensaran que las diferencias entre Light y Fang podían ser tan superficiales como para tomarlas como algo cómico, pero la morena sabía que no era tan sencillo. Cuando pensaba en ella se daba cuenta de que el cambio en la mentalidad de Fang respecto a la forma de tomarse las batallas era lo más nimio de todos los cambios que la ex soldado le había mostrado.

Desde que habían sido pequeñas, antes de la cristalización y todo eso, Fang y Vanille habían vivido en una tribu que podría describirse como salvaje en comparación con la avanzada tecnología del Nido que, aunque robada, debía admitir que estaba bien administrada. Lo suficiente como para haber creado un mundo totalmente diferente a Paals, en el que lo superficial primaba. En Paals no, ahí se trataba de ser tú mismo y esperar a que los demás se sintiesen agradados y en consonancia contigo o… Bueno, irte a otra tribu. Por suerte Fang siempre había sido popular entre chicos y chicas -en muchos y diversos sentidos- debido a su personalidad explosiva, esa que te sorprende constantemente y que te toma por la espalda haciéndote pensar: "eh, esta chica tiene fuerza". Siempre le había funcionado con todo y era una de las guerreras más fuertes allí en el clan Oerba. Pero… No funcionaba así con Lightning.

A ella la táctica de la sorpresa no sólo no le parecía válida en batalla, si no respecto a cualquier tipo de relación. Light tomaba una actitud defensiva y distante que no te permitía conocer más de ella de lo que podías ver, que para colmo no era más una imagen. Fang era todo lo contrario pues había sido criada así y tampoco le desagradaba. No había conseguido sacar más que una leve sonrisa de los labios de Light, y eso la exasperaba… Y hacía que estuviese especialmente interesada en ella.

-Eso ha estado bien, ¿eh? – Fang lanzó una tranquilizadora mirada al grupo.

-¡Ha sido genial! – gritó Vanille

-Empezamos a trabajar como un buen equipo – soltó Snow

Pero Lightning callaba, como siempre.

-¿Y tú qué dices Light?

-Tch… No ha estado mal – Lightning soltó las palabras como si fuese una obligación

-¿Qué? ¿Cómo? Estás de broma… ¡Ha sido fantástico! – Se giró hacia los demás, para corroborar que estaban de acuerdo con ella y se volvió para encarar al ex soldado – Todos hemos mejorado mucho y ésta ha sido la prueba definitiva que lo demuestra.

-Bien por ti si tu lo ves así – Lightning se colocó bien uno de sus guantes – Para mí esto es trabajar correctamente. Antes sólo éramos un grupo que actuaba sin ton ni son. Al menos ahora somos capaces de conectar algún golpe con el del compañero.

Las palabras de Ligthning cayeron sobre los demás como si se tratase de un balde de agua fría. A todos les impactaron esas palabras y pronto vinieron las quejas por parte de Snow.

-¡Lightning! Relájate un poco, ¿quieres?

-¿Qué me relaje? ¿Quieres que me relaje, estúpido?

Ahora la joven se había dado media vuelta para acusar a todos con una mirada ruda, fiera y muy característica en ella, pero a la que no era tan sencillo acostumbrarse.

-Mi hermana está… Convertida en un maldito cristal, el Nido nos busca para matarnos y si no queremos correr esa suerte tenemos que ser los primeros en matar, convertirnos en enemigos de todos… Y para colmo somos un grupo de guerreros descoordinados y salvajes, parecemos de broma… ¿¡Y tú me pides que me calme!

Un silencio sepulcral dominó la situación durante unos breves segundos, y aunque Snow abrió la boca para replicar, Lightning pronto puso las manos en el pecho del chico y le empujó con fuerza.

-¡Sois todos un maldito lastre! – ella gritó. Ella les señaló. Ellos se rompieron un poco por dentro

Especialmente Fang. Percibió la aflicción de Vanille, vio el rostro inexpresivo de Snow, observó el dolor en Hope y sintió las entrañas de Sazh encogerse. Todos la querían… ¿Por qué ella no se daba cuenta?

-Eres una egoísta.

La voz de Fang fue como un cuchillo que desgajó la tensión que se respiraba en el ambiente. Lightning se quedó boquiabierta intentado articular palabra, pronto todos dirigieron su mirada hacia la morena y sintió que era ahora o nunca.

-Cada vez que tu dulce boquita deja salir cosas tan desagradables como ésa todos pensamos lo mismo, ¿pero sabes la diferencia entre nosotros y tú? Que no queremos hacerte daño – puso los brazos en jarra y supo que se arrepentiría de aquello, pero debía hacerlo… Debía dañarla para que comprendiera – A ti te la trae floja decir todo eso porque crees que eres fuerte y es lo que quieres que veamos, pero sigues con nosotros. Nos necesitas, pero eres tan orgullosa que no eres capaz de admitirlo y prefieres hacernos pensar que eres tú la que se queda por nosotros, cuando la verdad es que no tienes valor de marcharte y quedarte sola. Y dices que somos guerreros de pacotilla… Pues éstos guerreros de pacotilla han dado la vida por ti y volverían a hacerlo, asique podrías al menos agradecerlo, ¿eh?

-Fang…

La débil súplica de Vanille fue lo único que se escuchó tras las veraces, pero no menos dañinas, palabras de Fang. Lightning tan sólo se giró, mirando primero al vacío y posando después sus ojos en los de la morena. Jamás había visto en ellos aquél brillo, aquél sentimiento… Y todos congelaron sus alientos para no romper el carácter enigmático de aquella Lightning, de aquella chica que ahora era Clare Farron.

-Me iré.

No dio lugar a discusiones pues apenas las palabras habían sido dichas sus pasos ya se alejaban de los demás. Era algo que ninguno deseaba, y aunque Fang había sido quien había provocado aquello no había nada que desease menos que la partida de Lightning. La necesitaban en el grupo, todos lo sabían, y Fang… También la necesitaba un poco para sí. Pensó que quizá no había sido la forma más correcta de hacerle ver a Lightning lo que se escondía a sí misma.

Pronto hubo revuelo, y todos se alzaron para llamar a la joven antes de que desapareciese por completo.

-No puedes marcharte – gritó Vanille

-Eso, donde está lo de la amistad, ¿eh? – inquirió Hope con aspereza.

Por toda respuesta Lightning siguió caminando.

-¿Y qué hay de Serah? ¿Piensas abandonarla?

Snow había sido el que más había alzado la voz por encima de los demás, quizá porque era el que más tenía que reprocharle a Light… Y ella lo sabía. Sin embargo tan sólo detuvo sus pasos, no hizo ademán de querer encarar a los demás ni de pretender responder. Parecía que Snow le hubiese quitado la entereza que le restaba con sus palabras y todos recobraron una pizca de esperanza, deseando que deshiciese sus pasos y regresara. Lo que todos no comprendían era que ella no era ese tipo de persona, todos menos Fang. Por eso ella calló

-No la voy a abandonar. Iré a por ella – la voz de Lightning sonó más ruda que de costumbre – Si llegáis antes que yo, haced todo lo posible por salvarla.

Y continuó su camino. Ésta vez nadie habló, todos parecieron entender que aquella Lightning a la que Fang había herido no tenía nada que ver con la que habían conocido hasta ahora, y tampoco sabían hasta dónde podía llevarla su dolor.

Pero por supuesto Fang no podía dejar las cosas así. Se arrepentía de haberle hecho daño, pero no de sus palabras. Pensaba todas y cada una de las que había pronunciado, aunque… Quizá no de la manera más correcta. Sin embargo sabía lo que debía hacer, y no tenía tanto miedo como los demás.

-Iré tras ella.

-¿Qué? ¿Estás loca? Te mandará al infierno – soltó Sazh aparentemente molesto.

-Bueno, he vivido en el infierno según vosotros desde que tengo memoria, ¿qué más da un poquito más?

El tono burlón de Fang no encajaba con la situación. No era que no le diese importancia, lo hacía como la que más ya que se encontraban en aquella encrucijada por sus palabras desmedidas. Además, no estaba tan asustada como los demás… Pero aun así tenía miedo. Tenía miedo por Light.

Cuando quieres a alguien, temes por él.

-Iré contigo – Snow se adelantó un paso – Necesitarás cobertura si decide invocar a Odín o algo de eso para echarte a patadas.

Soltó una ligera carcajada. No quiso protestar, sabía que si fuese posible todos irían tras ella, pero eso sería lo peor que podían hacer. Todos comprendieron la situación y sabían que debían afrontarla con delicadeza, por eso Sazh se quedó con Vanille y Hope en una pequeña explanada cercana mientras Fang y Snow se adentraban en las montañas siguiendo el camino de Lightning.

"Sólo espero que no me odie demasiado. Prefiero verla sonreír."


Ninguno de los personajes me pertenece. Es todo propiedad de Square Enix y éste documento está hecho sin ningún ánimo de lucro.

¡Se agradecen comentarios!