Alice & Alisa

Capitulo Uno: Sobreviviendo a esta Fria Soledad

Me llamo Alice Gehabich y esta es mi historia: He nacido y vivido durante gran parte de mi niñez en Rusia cuidando a mi abuelo que estaba delicado de salud. No tenia padres, ellos murieron cuando era solo una bebe y mi 'nono' se encargo de cuidarme, mientras el pasaba la mayor parte del tiempo creando nuevos inventos para su beneplacito. Sin embargo, su salud comenzo a jugarle una mala pasada y termino en la cama aun cuando uno de sus tantos inventos no tenia final.

"Abuelito, ¿estas bien? Te encuentro muy mal, sera mejor que te lleve a la cama para que descanses porque no te siento bien". Dije, mientras ayudaba a trasladar a mi abuelo enfermo hacia su cama.

"Dejame en paz, Alice. Quiero terminar de hacer mi mas reciente invento porque no lo debo dejar a medias. Te prometo que estare bien, solo dejame en paz". Dijo el abuelo que me solto y se levanto por su cuenta y continuo elaborando su invencion.

"Pero, abuelo. Tienes que descansar porque no te encuentro bien de salud, pero tu sigues con tus inventos que, a mi parecer, se convirtieron en tu obsesion. No entiendes que, por tu estado delicado, puedes morir en cualquier momento... Yo prefiero que descanses tranquilo". Dije, angustiada.

"¿Que voy a descansar? No quiero dejar mi mas moderna invencion a medias, debo terminar aunque tenga que terminar con mi vida. Ahora, dejame solo que quiero trabajar... ¿Que esperas? ¡Vete!". Grito mi abuelo, mientras me iba a mi cuarto triste por haberme gritado de esa manera.

El obsesivo y excesivo trabajo de mi abuelo como inventor lo llevo a cometer el peor error que le costo su vida para siempre. Cuando estuvo a punto de terminar su mas reciente labor, un paro cardiaco acabo con su vida para siempre.

"¿Abuelito? ¿Abuelito? ¡Abuelito, despierta! ¡Abuelito, no me dejes sola! ¡Abuelito! ¡Noooooooooo!". Grite y llore con tanta colera y como nunca lo hice en mi vida porque mi abuelo fallecia.

Estaba tan triste porque mi abuelo se murio por estar obsesionado por su labor como cientifico e inventor. Ademas, no tenia dinero suficiente para hacer pagar el sepelio y el entierro. Asi que, en medio de mi triste soledad, camine por las calles en una tarde lluviosa del mes de julio y debia tocar las puertas de cada casa para que me ayude con esto, pero nadie me queria.

Sin embargo, vi a otra chica que pasaba casi los mismos problemas que yo. Tal vez, ella podria ayudarme en todo lo que necesito, aunque primero debia conocerla.

"Disculpe, ¿estas triste?". Pregunte, acercandome a la chica.

"Si... Acaba de fallecer mi abuelo de un paro cardiaco y necesito una persona que me ayude en preparar el velorio y el entierro de mi padre". Dije.

"No cuentes conmigo, jovencita. Yo pase por lo mismo porque mi padre ha muerto tambien... Justo estaba recorriendo las calles de esta avenida y nadie quiere darme una mano con esto". Dijo la chica.

"Oye... ¿De donde vienes?". Pregunte porque parecia que ella tenia algo en comun conmigo que no me percataba antes.

"Soy de Rusia, ¿por que?". Me devolvio la pregunta.

Un momento, ella nacio en Rusia. Es una compatriota mia y yo que no lo sabia desde un principio, pero al menos debo saber como murio su padre.

"Nada, solo curiosidad. Cuentame, ¿como tu progenitor fallecio?". Pregunto.

Y es asi como la chica empezo a relatarme la historia de la muerte de su padre.

"Mi padre era un cientifico famoso llamado Gepetto Bosconovitch. Su especialidad era la tecnologia y la robotica y hace mucho tiempo, penso en algo que siempre quiso tener: tener una hija porque nunca lo tuvo. Asi que... me creo para que me parezca a su niña que murio hace muchos años y esa niña... soy yo, soy una robot. Y luego de tantos inventos, mi padre tambien se puso mal porque casi la mayoria de su tiempo se la paso creando cualquier cantidad de inventos. Esta mañana, mi padre penso que habia recuperado la salud, pero... todo cambiaria, ya que un grupo de ladrones entro y saqueo todo lo que habia a su paso. Pidio mi ayuda antes de que se llevasen todo el dinero que recaudaba luego de mi presentacion ante los socios del laboratorio. Cuando uno de los ladrones me tenia como rehen, le grite a mi padre para que me salvara y al ir por mi, el ladron le disparo en dos oportunidades y escaparon con parte del dinero. Fui a ver como estaba, perdia mucha sangre y mi padre me decia que me quiere mucho y que estuvo agradecido por tantos momentos que paso conmigo y me regalo la cadenita para que me tenga como recuerdo. Llore impotente cuando murio, luego fui a la calle para despejarme y quitar toda la rabia que se acumulaba dentro de mi hasta que te conoci". Dijo la chica.

"¡Que historia para mas conmovedora! Chica, sigo sin conocer tu nombre, pero lo que me contaste... fue emotivo que casi se me caen las lagrimas. Bien, tenemos que ver que es lo que podemos hacer para llevar a cabo el sepelio, el entierro y todo lo demas. Antes, ¿como te llamas?". Pregunte.

"Soy Alisa Bosconovitch, un placer conocerte". Dijo estrechandome su mano.

"Me llamo Alice Gehabich, el placer es mio". Dije, abrazandola.

Mientras Alisa y yo caminamos de regreso a mi casa para hacer mis cosas, la androide tuvo una maravillosa idea que no tiene que ver nada con los preparativos para despedir por ultima vez a nuestros seres queridos que pasaron a una mejor vida y que podria cambiar nuestras vidas.

"¿Sabes, Alice? Tengo una idea. Ya no queremos una parafernalia de luto con los sepelios, velatorios y entierros, de eso se encargaran los señores de la policia. En lugar de eso, debemos vender esta casa al mejor postor y con ese mismo dinero, compramos un pasaje que nos lleve a los Estados Unidos donde viviremos para siempre". Dijo Alisa.

"Entonces, tenemos que encontrar alguien para que podamos alquilar la casa. Esta misma la pondremos a $1200 dolares, ¿que te parece?". Pregunte.

"De acuerdo, eso seria suficiente. Si alguien acepta, la alquilamos, nos da la plata y de inmediato compraremos los pasajes que nos lleven a Los Angeles. Vamos, no perdamos tiempo". Dijo.

Asi, nos aventuramos a ver que persona sera el nuevo poseedor de mi casa y si nos daria el dinero suficiente para comprar los pasajes que nos lleven a Estados Unidos, mas precisamente, a Los Angeles. Hemos estados casi dos horas consultando con alguien, pero todos los que pasaban por aqui rechazaban la oferta. Cuando pensabamos que esto duraria todo un dia, una persona se acerco a nosotras de una buena forma que pregunto por nuestra oferta.

"Disculpen, ¿estan alquilando la casa?". Pregunto el señor.

"Si, la estamos vendiendo a $1200 dolares al mejor postor. Soy Alice Gehabich y soy la vendedora de esta casa. ¿Esta de acuerdo con la oferta?". Pregunte.

"$1200 no me caerian tan mal. La vendo". Dijo el señor que nos pago el dinero al instante en medio de nuestra algarabia.

"Gracias. ¿Penso tener una casa como esta?". Pregunto Alisa.

"No, pero la casa no esta tan mal para una familia como la mia. Y, ¿que piensan hacer con tanto dinero que tienen ahora?". Pregunto nuevamente el señor.

"Las dos nos pusimos de acuerdo y hemos pensado en viajar a los Estados Unidos para dar un giro de 180 a nuestras vidas". Dijo Alisa.

"Bueno, ya que piensan viajar... Yo tambien pense en algo que podria facilitar su viaje: les dare $400 dolares mas para su pasaje, estoy absolutamente convencido de que les iran muy bien". Dijo el señor que nos dio mas dinero para el viaje.

"En total, serian $1600 dolares. En serio, se lo agradecemos mucho por su ayuda, señor; no sabe lo agradecidas que estamos con usted". Dije.

"Gracias a ustedes por regalarme la casa. Enseguida se lo contare a mi familia para iniciar los planes de mudanza, adios y mucha suerte". Dijo el señor que se fue, dejandonos a las dos solas.

"¡Lo hicimos, Alisa, lo hicimos!". Dije, abrazandola y llorando de felicidad.

"No puedo creer que vendimos tu casa, gracias a Dios y a este nuevo portador de la vivienda, ya tenemos dinero para comprar el pasaje y para hacer lo que queremos. Ahora, debemos ir al aeropuerto para obtener los boletos, rapido". Dijo Alisa que me tomo de la mano y nos fuimos al aeropuerto de Moscu.

"¿No tienes tus maletas preparadas?". Pregunte.

"No tengo ni tampoco ire por ellas porque seria una perdida de tiempo y perderiamos el vuelo. Asi que, de inmediato compremos los pasajes porque queremos irnos a los Estados Unidos". Dijo Alisa entusiasmada con el viaje.

El pasaje costo simplemente $39 dolares. Esperamos unas horas en la sala de embarque y cuando llamaron a los pasajeros que iban a Los Angeles, los nervios se pusieron de punta y nuestros corazones latian muy rapido a medida que se acercaba el momento, estabamos listas para cerrar las puertas al pasado y darle la bienvenida a un presente que vendria cargado de muchas sorpresas.

"Estamos a bordo del avion por primera vez, ¿nunca pensaste estar dentro de un avion en tu vida?". Pregunte.

"Jamas... Esto es un sueño, algo que ni en mis sueños habia imaginado, es increible. Alice, quiero decirte una cosa... me caiste muy bien y se que, a pesar de lo que soy, nunca me discriminaste y eso es lo que aprecio de ti. Quiero que seamos amigas, amigas por siempre. ¿Que dices?". Pregunto Alisa, algo que me dejo intrigada.

"¿Amigas? Yo, desde que te conoci, empece a ser tu amiga porque me deje llevar por parte de tu historia y me siento muy feliz de estar con una persona de un gran corazon como tu. Si... seremos las mejores amigas por siempre. Te quiero mucho, Alisa". Dije, entre lagrimas y sellamos nuestra amistad con un gran abrazo.

Asi, mi amistad con Alisa nacio por casualidad, no por causas del destino. Tenemos algo en comun, pero ahora nuestras vidas se cruzan inesperadamente y juntas debemos sobrevivir a las adversidades que se nos presentan. Este viaje a los Estados Unidos es provechoso para nosotros y esto es solo el comienzo de lo que podria ser una larga travesia por alcanzar nuestra propia felicidad.