Esta es una historia que rondaba mi mente desde hace algun tiempo y por insistencia de unas amigas me e decidio a escribirlo asi que espero que les guste

Ghzala Ayuni


Cada año el banquete de bienvenida en el gran comedor mejoraba, el cielo estrellado las luces flotantes y sin duda lo mejor de todo, la comida. La cena pasaba ligeramente entre anécdotas del verano y uno que otro chiste, unos daban la bienvenida a los nuevos integrantes de sus casas y otros se dedicaban a atiborrarse de comida.

El fuerte estruendo que hicieron las puertas al abrirse provocó que todos giraran su cabeza para ver quien acababa de entrar por estas, el misterioso personaje de cabello negro como la noche, piel pálida como porcelana, y caminar fuerte, logro sacar el suspiro de más de una, sobre todo de cierta castaña que lo miraba desde un lugar en la mesa de Gryffindor.

-No puede ser - dijo la chica, captando la atención de dos de sus compañeros.

- ¿Que pasa Hermione? - le pregunto Harry

- Nada, es solo que se me hace conocido - dijo tratando de restarle importancia, entonces el joven paso justo enfrente de ella y volteo a verla, fue solo un segundo, pero suficiente para que la castaña lo identificara, era imposible olvidar unos ojos azul zafiro como los de el - Dragón….

Flashback

- Dragón, espera - gritaba una niña como de unos 8 años de salvajes rizos castaños mientras corría tras su compañero de juego que la rebasaba por unos cuantos metros.

-Vamos Princesa, corres demasiado lento - dijo niño mientras se paraba a esperar a su amiga, cuando ésta llegó a su lado le sonrió, la tomo de la mano y corrieron hasta la fuente que estaba justo en medio del parque - Princesa, tengo que decirte algo muy importante.

- ¿Qué pasa Dragón? te he visto muy serio desde que llegaste - dijo la castaña mientras se sentaba en el borde de la fuente y recargaba su cabeza en el hombro del niño.

-Es que ya no podré volver a jugar contigo, a mi papá lo trasladaron a otro lugar y nos iremos mañana - dijo mientras una lagrima resbalaba por su mejilla - ya no te veré jamás.

-No me puedes dejar - la niña era un mar de lágrimas y abrazaba fuertemente a su amigo -¿quién me cuidara ahora que te vayas Dragón?

-Yo te cuidare de donde quiera que este, mi princesa- le dio un beso en la mejilla y se alejo caminando despacio, dejando a una desolada castaña llorando.

- Siempre te recordare - le gritó al ver que desaparecía en la distancia, dejando en su memoria el recuerdo de su cabello negro y los más maravillosos ojos azules que jamás había visto.

"siempre te recordare" escucho el pequeño a la distancia y siguió caminando luchando por no llorar, susurrando:

- Yo también Hermione -llegó hasta el lugar donde lo esperaba su madre, vestida con una elegante capa negra y la miro directo a los ojos.

-Es lo mejor Draco, tu padre esta sospechando y si se enterara es capaz de matarla - dijo ésta, para después tomar la mano de su hijo y desaparecer.


Espero les haya gustado este primer capitulo,

espero sus comentarios

nos vemos la proxima.