Disclaimer: Los personajes y todo aquello que reconozcan no me pertenece a mi, es sólo para pasar el rato y SIN fines de lucro, eso sí, aunque no he leído todos los fics del mundo, esto no es plagio, estoy en contra de eso a favor de quemar en leña verde a quién se atreve a hacerlo.

Nota: Esta historia se me ocurrió porque cada que leo un fic dónde Draco "no tiene otra opción que casarse con quién quiera que le pongan, siempre me encuentro a un Hermione destrozada y llorosa y ooodio eso!

"Impulso Incontenible"

Helado, el maldito estaba escaseando, iba a necesitar más en algunos momentos y honestamente no tiene ganas de levantarse para ir por más, estaba tirada en medio del salón, en un sofá forrado de piel, dónde puedes sentarte cómo quieras e igualmente se amoldará a ti. De un lado el helado y del otro una botella helada de Gray Goose, y el helado sigue escaseando.

Llevaba dos botes y no parece querer parar de comerlo, un poco más de vodka en el bote para derretirlo y seguía comiendo, la cucharilla hacia su boca, un bocado tras otro, Hepburn en la pantalla del televisor diciendo que no debías enamorarte de un animal salvaje herido porque de pronto se cura, se vuelve más salvaje, escala alto, alcanza el cielo y se va, dejándote con un corazón roto; si tan sólo lo hubiera recordado antes. Otra cucharilla de helado a sus labios, otro bocado, y de vuelta al inicio, de pronto el helado se había acabado, el vodka aún resistiría un poco más.

Se pone de pie, ya un poco mareada el equilibrio le falla un poco, pero se niega a quedarse sin helado. Su apartamento es pequeño, pero lindo, moderno, cosmopolita y hasta sexy, como a ella le gusta, él decía que era muy peq… NO!, helado, sí, necesita más helado y está segura que hay por lo menos otros dos botes en la nevera; al parecer ella será su mejor amiga por un tiempo, ahí está todo lo que necesita, helado y vodka, y por ahora eso es suficiente.

Da tres pasos y ya casi está en la cocina, y de pronto, antes de alcanzar la nevera, se topa con un reflejo, sí, es el horno que ella ha posicionado justo ahí para que tenga dos funciones por las mañanas, cuando la prisa es mucha y el tiempo poco, y ese espejo improvisado hoy le juega una mala pasada. ¿Quién es esa persona ojerosa del reflejo, quién es esa chica con los ojos hinchados y rojizos por el llanto, quién demonios es ese esperpento de mujer que lleva harapos por su casa, quién es esa que tiene el cabello sucio, recogido en un chongo mal hecho y con hebras alrededor de su cara, quién es la que tiene esos harapos chorreados de helado e incluso manchas en la boca, de quién demonios es esa mirada deprimida, triste y derrotada? "¿Esa soy yo, en eso me he convertido?"

Sabes que sí y te pesa, y con ese vestigio de conciencia lúcida que te queda, decides que ya es bastante, que esa no es la niña prodigio que asistía a Hogwarts, esa no es la que consiguió un aumento y una promoción en menos de un año, decides que esa no es la promesa del mundo mágico que todos murmuraban, ESA no puedes ser tú, ESA NO QUIERES SER TÚ!, y eso es suficiente para espabilar, porque sabes que duele y hasta ahora habías tenido esa idea estúpida que él llegaría a tu puerta, diciendo que al final no lo haría y que tu recuerdo había podido más que los prejuicios y las murmuraciones de la alta sociedad, esa a la que siempre has pertenecido aunque en mundos distintos, esa de la que siempre has sabido e incluso te ha llegado a gustar, pero a la que nunca has hecho caso.

Has tenido incluso la osadía de llegar a pensar en ir a la capilla en la que se casará, y llegar a gritar "yo tengo un impedimento, ese hombre me ama a mi" pero ese reflejo te ha hecho ver lo que tu corazón se ha negado a entender, él no vendrá y ya basta de compadecerte, él se casará en quince días y sellará su futuro con otra que no eres tú y ya no habrá marcha atrás, y ya no habrá más nosotros, eso será todo.

Te niegas a ser la del reflejo, a engordar 20 libras comiendo helado y tomando vodka, te niegas y harás algo al respecto, porqué lo reconoces, te duele, Dios sabe que te desgarra por dentro, pero eso no va a ser suficiente para vencerte, oh no, NO LO SERÁ!. Y tú no eres del tipo de chicas que llora amargamente por un amor perdido tirada en un sofá comiendo helado, lo perdiste, pues muy bien, se ha ido y es hora de que tú lo dejes ir, es momento de espabilar, dejar el helado a un lado y salir a continuar, como bien puedas, con tu vida, y eso es lo que harás; ya basta de ser plasma en un sofá, es hora de salir a disfrutar con ese placebo que es la fiesta, antes de que ese sentimiento lacerante termine por acabarte a ti.

Se encamina a su habitación, toma un momento para respirar sentada en la orilla de su cama, va hacia el reproductor que ya hace un tiempo que no usa, una canción sale por las bocinas, triste, una canción que hace que sus lagrimas salgan como si quisieran limpiar su alma y curar su corazón, justo como el agua y el jabón harán con su cuerpo; y entra al cuarto de baño, prende la regadera, y mientras el agua sale primero helada y luego hirviendo, al tiempo que ella modula la temperatura, también deja ir las lagrimas que han comenzado a salir, porque ha decidido que eso es lo que quiere hacer, porque justo ahora, se ve como el mejor camino.

Y cuando sale, decide que no será como todas esas protagonistas del montón de películas para chicas que ha visto, ni como las protagonistas de esos libros que tanto le gustaban, siempre las encontró estúpidas por quedarse a llorar desconsoladas en un rincón, eso claro, hasta que ella se convirtió en una de ellas, pero se niega a seguir así y decide que se irá; ya verá que le depara otro lugar, el punto por ahora, es estar lejos de Londres, y del Reino Unido en general si le apuran.

Va al escritorio, coge papel, pluma y tinta redactando una carta de dimisión, sí, dejará el trabajo, por lo menos por ahora; necesita tiempo y sabe que pedir vacaciones esta fuera de toda posibilidad, cuando ésta mala racha acabe verá si regresa arrastrándose con su antiguo jefe o si mejor consigue otro trabajo, el punto ahora es partir lo antes posible. Claro!, su carta es poco menos que poesía de disculpa a su jefe, de agradecimiento y reproche a ella misma, todo está claro en esa carta. Saca un silbato, lo sopla y una lechuza entra por su ventana, es del color de la arena mojada, con sus tonos blancos, grises y marrones, haciendo su plumaje de un color extrañamente uniforme con enormes ojos miel y volteando la cabeza de una forma dulce que te hace recordar a un niño de 3 años tratando de ver el mundo al revés; ata la carta a su pata, y le pide que la entregue a su jefe, la lechuza se pierde en la inmensidad del cielo nocturno de Londres mientras ella la sigue con la mirada. Seguro algo le responderá su jefe, pero con un poco de suerte, ella ya no estará ahí para cuando la contestación llegue.

Entra en su gran closet y saca sus maletas, su necesere de viaje, vuelve a ver qué es lo que se llevará y descubre que no le apetece hacer maletas, ya encontrará que ponerse por allá, pero claro no piensa dejar su departamento viéndose en el estado en que se encontraba y mucho menos salir con pants de deporte, debía salir divina de su casa, por lo menos en el exterior iba a estar perfecta.

Salía de su edificio en Hampstead, una de las zonas más exclusivas de Londres muggle, (su padre dejo que se independizara con la condición que no fuera muy lejos de casa y en una "zona respetable de la ciudad") Su "blackcap" la estaba esperando justo en la entrada de su edificio junto a unos cuantos periodistas, pero no le preocupan, por sus cámaras digitales sabe que son muggles; salió del edificio gritándole al mundo a cada paso que está bien; en una combinación de tonos neutros, una minifalda blanca de Gianfranco Ferrè a juego con la blusa blanca y un trench color arena de Alberta Ferretti, sandalias blancas de Alexander McQueen, bolsa de mano Prada y una Oversize de Jimmy Choo, un maquillaje suave a excepción de los labios rojos y el cabello naturalmente despeinado y unos lentes de sol Gucci; Sí, de algo había servido la insistencia de su madre por llevarla a cuanto evento de moda hubiera, esperando que su hija abandonara por un rato los libros por los bolsos. Termina subiendo al taxi con la ayuda de Charly, su portero, que mantiene a los pocos camarógrafos lejos de ella.

Iba al aeropuerto, ya sin los lentes de sol, con las ventanillas del taxi abajo, viendo como su ciudad natal pasaba frente a sus ojos y de pronto se encuentra queriendo recorrer las escondidas calles mágicas de la Ciudad, pero al mismo tiempo, sabe que aún no tiene la fortaleza. Nadie sabía que estaba mal y nadie tenía por qué saberlo, bastaba con que ella quisiera salir adelante, y si nadie había sabido de su relación, mucho menos de su ruptura, se iba para reconstruir su corazón y cuando estuviera bien, ya regresaría a enfrentar a todo el mundo.

Llega a su destino y el chofer le ayuda con su única maleta, ve los horarios de los vuelos y sólo hay un vuelo que sale en poco más de media hora, Ibiza, sonaba justo como el lugar donde la fiesta debe empezar. Saco su cartera de su Prada y se dirigió al mostrador

-Un boleto a Ibiza, en el siguiente vuelo – decía sin ver a la chica del mostrador, mientras sacaba una tarjeta.

- ¿A nombre de quién? – decía la chica, buscando los ojos de su nueva clienta, tratando de encontrar el parecido a esa mujer que escabulle su mirada cubriéndose con su despeinado cabello.

- Hermione Jean Granger – decía ella esperando su pasaje mientras la chica del mostrador de pronto comenzaba a mostrarse más apresurada.

- Señorita Granger, si lo desea puedo pedir a alguien que la escolte a la zona VIP de espera del aeropuerto, mientras alguien registra su equipaje – decía, entregándole el pasaje.

- Solo el equipaje, el resto no es necesario, gracias – respondía una Hermione dando la única maleta que llevaba y una sonrisa amable que no le llegaba a los ojos.

El resto de la semana la prensa del mundo muggle se dio un festín al captar a la socialitè Hermione Jean Granger, hija del dueño de las industrias de comunicaciones más grandes de Inglaterra, Jeremy Leopold Granger y la IT girl de los 80's Jean Poppy Delevigne de fiesta por las costas del Mediterraneo, viéndola un día con el español Alfonso de Villa y Lobo, otro con el brasileño Christiano Trentini, otro más de paseo por Mónaco con el francés Victor Moreau y haciendo toples en el yate de Valentino a lado suyo, en Italia con Ermenegildo Di Franca e incluso en Nueva York con Ralph Branson; de ser la niña bien portada de los altos círculos Ingleses paso a protagonizar cotilleos de revista y esas revistas se encontraban por casualidad en…

Muy bien, eso fue todo por hoy…mmm… no sé si alguien estará leyendo esto, aunque espero que sí… en fin chicas (os) advertiré que no durará mucho, unos cuatro capítulos, cuatro como máximo y que por como lo he pensado tendrá un final feliz? Jajaja…prometo que terminarán juntos por lo menos…

Bueno chicas(os) si os ha gustado dejen un review o póngala en sus favoritos o que se yo, cuéntenle a sus amigos o mmm…si no les ha gustado un tomatazo, recomiéndenla a sus enemigos jejeje… no lo sé… me gusta la crítica constructiva.

Besos de naranja…XOXO