Bueno chicas, aun no lo tengo claro, pero creo que este sera el ultimo capitulo de Muglelimpiadas. Todas sabíamos que este dia llegaría. Y no ser que tenga un golpe de inspiración (cosa que dudo viendo como anda mi musa) o que me acuerde de algún cabo suelto que me quedara por aclarar (y me refiero a cabo suelto de verdad, no a pequeñas menudencias absurdas que me recordéis solo para alargar la historia, que os veo venir).

Asi que, me dare algún tiempo para intentar poner al dia las ideas. Pero creo que este cap es el punto final de esta historia. Ha sido un largo viaje….y no habría sido posible sin todos y todas vosotras que habeis caminado conmigo e incluso me habeis vuelto a poner en pie cada vez que me caia. Esta historia os debe mucho.

Gracias por leer. Por haber estado ahí, y por ser sencillamente personitas maravillosas.

CAPITULO 25: en el corazón y en la mente

Snapes era un experto en la legeremancia. Uno de los grandes maestros de ese arte ancestral. Pero mucha gente no entendía que es realmente la legeremancia, y pensaban que con ese hechizo, podias leer la mente de la gente. No era cierto.

Un maestro en la legeremancia puede romper las barreras que separan la mente de una persona de otra. Y captar sus sensaciones, sus recuerdos, sus pensamientos…. Pero no de manera ordenada. No. Los capta tal y como la persona hechizada los siente, los recuerda y los piensa en el momento que se usa la legeremancia.

En el 95 por ciento de los casos en los que se usa legeremancia, lo que se aprende, se obtiene o se capta de la persona sobre la que se ha hechado el conjuro no sirve absolutamente de nada, dado que son pensamientos caóticos y casuales. Recuerdos fragmentados. Lo que estaban captando sus sentidos en ese momento. Por eso los grandes maestros en este arte hablan con su victima antes de usar el conjuro. Hacen preguntas y evocan de manera sutil aquello que quieren saber para que la persona hechizada rememore en su cabeza esos recuerdos o esos secretos, y asi, poder captarlos. Y aun asi, no siempre es útil o efectivo.

La gente no sabe que la mente humana funciona a capas. Y solo somos conscientes de una infima cantidad de los datos que nuestro cerebro procesa a la vez. Una analogía comparativa seria tirar cientos y cientos de miles de millares de diminutas pelotitas de goma azules en el cauce de un rio turbulento. Y mezcladas con todos esos millones de pelotitas azules, haber colado una roja, que además es bastante mas pequeña que las azules, que ya de por si, son diminutas. La legeremancia seria como un hombre apostado depie con unos binoculares en la orilla del rio intentando seguir con la mirada la pelotita roja. O encontrarla siquiera.

Snape era un autentico maestro en este arte. Y aun asi, había personas con las que había jurado no volver a usar la legeremancia.

Crabble y Goyle eran dos de esas personas. Snape lo había intentado una vez por curiosidad. Si el profesor de pociones tuviera que describir lo que sintió al meterse en la mente de estos dos, lo que describiría seria lo siguiente:

"Has hablado alguna vez por teléfono con alguien y te ha dejado esperando? Con el auricular en la oreja, solo escuchas un silencio pulsante. Un silencio tan pulsante que provoca un eco hueco y vacio, que te pone tan nervioso que tienes que empezar a moverte, andando por la habitación con el auricular en la oreja. Y cualquier atisbo de sonido te hace pensar que la persona con la que hablabas ha vuelto, pero no es asi. Por que no habías oído nada. El silencio es tan atronador que lo que te ha parecido ruido es tu propio pulso. Tu propia respiración. Y es perturbador. Y cuando al final la persona con la que hablabas vuelve y coge el teléfono sientes una oleada de extasis, por que el silencio ha terminado…. Conoces esa sensación? Si? Pues meterse en la cabeza de Crabble y Goyle es asi. Solo que solo hay silencio. Y pensamientos aleatorios sobre galletas y panecillos con mantequilla"

Otra persona que Snape había jurado que no seria objetivo de su legeremancia era Theodore Nott. Básicamente, por que la mente del misántropo era una especie de espacio hiperordenado donde todos los pensamientos desfilaban con la precisión de un ejercito bien entrenado a las ordenes de un director de orquesta omnisciente que con su batuta dirige cada neurona, cada axion, cada pensamiento ….. Por no mencionar que Theodore Nott tenia una disciplina mental tan fuerte y poderosa que intentar colarse en su mente era como intentar abrir una puerta blindada de acero y titanio de metro y medio de grosor con un martillo de goma. Snapes se colo en su mente una vez. Y Theodore se giro con la velocidad de un piston y fulmino a su profesor con la mirada. El pocionista jamás volvió a intentarlo. Fue la única vez que sintió un apice de vergüenza por que lo hubieran pillado. Y aun asi, sintió una oleada de orgullo por el talento de su alumno.

Pero sobre todo, Snapes jamás volveria a meterse en la mente de Blaise Zabini. Fueron los peores 10 minutos de su vida. Mas que nada, por que no podía salir. La mente de Blaise era como un agujero negro que atrapa a quien se asoma a cotillear. Si alguien tuviera el coraje de preguntarle al pocionista, y el pocionista decidiera describir la experiencia de lo que vio, seria algo asi:

"Hummmmm, creo que he cogido algo de peso. Vaya mierda. No me cabran los calzoncillos de leopardo con los que estoy tan sexy. O al menos creo que estoy sexy. Por que dudo de que soy sexy? Se que soy sexy. Y quien diga que no es que es un envidioso. Por cierto, debería ir a comprarme ropa. Un par de camisas nuevas me irían bien. Y unos zapatos. Uhis, si soy un hombre y quiero ir de compras, eso me convierte en gay? No, no puedo ser gay. Me gustan demasiado las chicas. Pero si fuera gay…. Que no lo soy, que tipo de chicos me gustarian? Seria activo o pasivo? Hummm,difícil decisión. Pero creo que lo probaría todo para saber lo que me gusta. Seria lo justo, no? Y sobre los chicos…no se, no se. Supongo que me gustarian como Draco o como Theo. Pero ni Draco ni Theo. Ellos son colegas. Aun que seguro que los espiaba en las duchas. Seria divertido acosarlos solo para ver sus caras. Eso me recuerda que aun tengo que hacer los ejercicios de matematicas, aun que no se que tiene que ver el culo de Nott con las sumas y las restas. Hablando de restas, desde que Emma perdió peso esta mucho mas guapa, aun que el verde no le queda nada bien. Es tan palida que parece que este enferma. Ah, que no se me olvide si voy de compras que me tengo que comprar mas desodorante, los elfos domesticos siempre se equivocan y me compran de esa marca que no me termina de gustar. Ni que fuera tan difícil recordar que prefiero el de frescor marino… hablando del mar, me apetecen unas galletitas saladas. Y unas lonchas de baicon. Que hora sera? Ya tengo hambre. Puffffff, aun son solo las once! Aun falta casi una hora para el almuerzo…. Me voy a morir de inanición en esta mazmorra! Te imaginas que nos quedaramos encerrados en la mazmorra sin magia? Seguramente en unas horas recurriríamos al canibalismo. Pero creo que antes de comerme a alguna chica intentaría ligarmela, asi no sospecharía del hambre que tengo y entre beso y beso, zassss, le muerdo el cuello, le corto la yugular y asi moriría dulcemente en mis brazos y yo tendría un fantástico bocadillo de chica sexy. Aun que lo que si seria una putada es que luego los que hemos matado para comernos se levantaran como zombis para comernos a nosotros. Pero la verdad es que seria justicia poetica, no solo lucharíamos entre nosotros por alimiento si no por sobrevivir y no ser alimento de los muertos en vida. Lo malo seria que si todas las chicas guapas murieran y o bien nos las comemos o bien se convierten en zombies, con quien ligaria yo? Por que gay no soy, eso esta claro. Ligar con una zombie a la que mate para comerme pero que resucito en el ultimo momento y esta intentando comerme a mi se podría considerar necrofilia? . Huis, creo que Snapes me esta mirando mal. Por que me esta mirando mal? O se le ha metido algo en el ojo. No. Definitivamente me esta mirando mal. Rapido Blaise! Piensa en algo! Disimula! Eso es! Mejor sonrio radiante y le saludo con la mano! Mira que bien, Snapes ha puesto los ojos en blanco y se ha ido para otro lado. Seguro que no se ha dado cuenta de que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo. Por cierto, que estoy haciendo? Ah si, la poción de muertos en vida. Menuda mierda de poción, por que narices nos enseñan en el colegio ha hacer un veneno que con una sola gota podría dejar en coma o matar a medio castillo? Luego dicen que los slytherin somos malos. Joder, si es que nos tientan…. Por cierto, hoy que tiempo hara? Por el ventanuco entra un sol radiante, voy a asomarme a ver que tal hace el dia. Anda mira! Una ardilla"

Ese incidente era uno de los principales motivos por los que Snape siempre evitaba a Blaise a toda costa. Su mente era una especie de hervidero de perversiones variadas y curiosidades de todo tipo que rallaban demasiado de cerca alguna enfermedad mental que spane prefería no conocer.

Algo que la gente tampoco sabe es que la magia del sombrero seleccionador era muy similar a la legeremancia. Aun que no solo leia la mente del alumno. Leia también su corazón. Era un poco como la magia del espejo de Oesed. El sombrero se metia en tu cabeza. Hurgaba no solo en tu personalidad, en tus habilidades y tus talentos. Tambien escuadriñaba en tus deseos, tus anhelos….tus necesidades. Y basándose en esos parámetros, escogía la casa en la que tenias mas posibilidades de encajar.

Por eso, cuando llego el septiembre tras la batalla de Hogwards, y las clases fueron reiniciadas tras la recostruccion del castillo, hubo un incidente que paso a los anales de la historia de la celebre escuela de magia y hechicería. Un incidente que nunca había sucedido, y del que no se tiene constancia que volviera a suceder.

Fue durante la cena de inaguracion del curso. Cuando todos los novatos fueron llamados uno a uno para que se les diera una casa, unos colores y unos compañeros. Hasta ahí todo fue normal. Como siempre. Pero cuando todos los novatos de 11 años fueron adjudicados, y Macgonnagal fue a dar por terminada la selección, el sombrero carraspeo en su atril.

-Sucede algo?- mascullo la profesora mientras todos los alumnos comenzaban el banquete.

-Aun faltan alumnos por seleccionar- Dijo el sombrero con vacilación.

-No, todos los novatos han sido seleccionados en sus casas- La transformista estaba boquiabierta. El sombrero nunca cometia errores. Al menos no tan graves.

-No he dicho que fueran novatos, profesora. He dicho que faltan alumnos por seleccionar. Hay alumnos sin casa.

La profesora enarco una ceja ante aquel sinsentido. Pero se encogió de hombros. Saco el pergamino de la selección. Un artefacto mágico que funcionaba bajo el mismo principio que el mapa del merodeador: Mostraba nombres. Aun que el pergamino de selección mostraba los nombres de los alumnos presentes que no tuvieran casa.

Minerva apunto con la varita al pergamino y susurro lo que deseaba ver. Abrio la boca para decir las palabras y se mordió la lengua al cerrarla. No. Normalmente diría las palabras que siempre decía: "muéstrame a los nuevos alumnos que deben ser colocados en las casas de Hogwards". Pero el sombrero había dicho que los alumnos no eran nuevos. La transformista se encogió de hombros. Y cambio las palabras

-Muestrame a los alumnos que no tienen casa y deben volver a someterse al ritual del sombrero seleccionador.

Y para su pasmo, la tinta empezó a acumularse en el pergamino formando nombres. 6 nombres.

Albus Dumbledore se levanto de su asiento al ver que la transformista se había puesto palida. Y en una rápida sucesión de susurros ella le explico lo sucedido. El viejo director se había quedado palido también, pero se recompuso y se fue hacia su atril

-Alumnos!- grito con entusiasmo ante lo desconocido- El banquete tendra que esperar, por lo visto, el sombrero seleccionador aun tiene alumnos que seleccionar!

Las carcajadas no se hicieron esperar, pues no habían niños aterrados en el pasillo central ni ante la mesa del profesorad.

Macgonnagall carraspeo, y leyó con cierta incredulidad la lista que tenia delante.

-Nott, Theodore.

El silencio que se hizo fue sepulcral. Como si de una única entidad se tratara, todas las cabezas de los alumnos se giraron hacia el slytherin que se había quedado con un muslo de pollo a medio camino de la boca y ahora miraba a Dumbledore como si el viejo se hubiera vuelto loco.

-Que?- pregunto Theo con incredulidad.

-Venga, sr Nott, por lo visto el sombrero seleccionador dice que usted no tiene casa.

Las carcajadas no se hicieron esperar. Theo miro la sopala de su túnica como si el emblema de slytherin hubiera desaparecido de pronto. Pero no. La serpiente de esmeralda y plata seguía allí.

-Creo que si tengo casa. Soy slytherin. Llevo seis años siendo slytherin. Este es mi séptimo año como Slytherin.

-Sr nott- mascullo exasperada Minerva que se tallo con frustración el puente de la nariz- Venga y pongase el sombrero y averiguemos que esta pasando, quiere, por favor?

Theo se levanto con cierta reticencia y con ganas de acabar con aquella farsa. Se encamino al estrado como hiciera siete años antes, cuando solo era un niño, y se sento en el atril mientras la profesora de transformaciones le colocaba el sombrero seleccionador en la cabeza.

-Hummmm hummmmm. Serias un buen ravenclaw, eso esta claro. Inteligencia no te falta….

-Es lo mismo que me dijiste la otra vez…-Comento theo poniendo los ojos en blanco.

-Y serias un buen slytherin, ambicion tienes de sobra, y claras estan tus metas….metodico también….

-Si, también dijiste eso….-canturreo Theo cansado. Recordaba aquel momento de su niñez. Cuando discutió con el sombrero. El maldito chisme quería ponerlo en ravenclaw. Su padre lo hubiera matado si no hubiera entrado en slytherin. Theo tuvo que suplicar al maldito sombrero que lo metiera en la casa de las serpientes.

-Pero aun asi, tu corazón tiene la respuesta que tu mente clama….-continuo el sombrero.

Theo se quedo palido de golpe.

-Espera, eso no lo dijiste la ultima vez….-susurro el misántropo que de pronto se sentía perdido, y sin saber que pasaba.

-Si! Esta muy claro!- Aullo triunfal el sombrero- QUYMERA!

El silencio sepulcral que se hizo en la sala fue casi palpable. Todo el mundo se quedo mirando a todo el mundo, como esperando a que alguien dijera de pronto que era una broma.

Pero lo único que se escucho fue a Minerva macgonnagall decir:

-Crabble, Vincent.

El grandullon se levanto como alucinado. Como si fuera un sonámbulo que no se cree lo que esta pasando. Nadie, absolutamente nadie oso romper el silencio.

El sombrero ni rozo su cabeza antes de aullar QUYMERA a los cuatro vientos.

De nuevo, la única voz que se oyo fue la de la transformista llamando al estrado a Goyle, Gregory.

Blaise Zabini fue llamado despues. Y Draco Malfoy. Y Hermione Granger. Uno a uno fueron coronados con el sombrero seleccionador, e inequívocamente, el sombrebro gritaba QUYMERA a los cuatro vientos.

El silencio seguía siendo sepulcral. Hasta que alguien, un alumno anónimo, hizo la pregunta del millón.

-Es una broma? Que esta pasando?

Albus Dumbledore no cabia en si de asombro. Miro a su alrededor y a los seis alumnos que estaban como petrificados en el estrado sin saber a donde ir, que hacer o que decir.

-Alumnos- dijo el director con la varita apuntándole al cuello amplificando su voz- Acabamos de presenciar un acontecimiento único. Como todos sabeis, Hogwards esta vivo. Hogwards fue fundado sobre pilares firmes de ideologías que acabaron formando las cuatro casas. Pero hoy, Hogwards ha decidido que eso no es suficiente. Asi que con esta extraña ceremonia, creo que deberíamos anunciar el nacimiento de la quinta casa de Hogwards. Un fuerte aplauso para los integrantes de la casa Quymera.

El aplauso que siguió no era siquiera un aplauso. Fueron una quincena de alumnos, sobretodo los novatos, que no sabían lo que pasaba, batiendo palmas de forma suave y disimulada, simplemente por que era lo que les habían dicho que era lo que tenían que hacer. Los cuchicheos si fueron ensordecedores.

A una orden de Dumbledore, al fondo de la sala apareció una pequeña mesa con seis sillas. Que con sordos Ploooppss no tardo en llenarse de viandas, como corresponde a las casas de Hogwards. Y en algunos rincones de los muros del gran comedor, los estandartes salteados de las casas del colegio se trasnformaron en discretos pendones con los colores de los quymera y su característico león serpentiforme. El escuadron 314 no sabia que hacer, y optaron por escurrirse hasta su mesa y sentarse con las cabezas gachas para discutir entre ellos. Pero nadie sabia lo que pasaba.

Cuando al final de la cena los prefectos guiaron a los novatos a las salas comunes, los quymera no sabían donde ir. Albus Dumbledore fue con ellos.

-Demos un paseo- se giro y llamo a Spangler- Usted también.

El extraño grupo se puso a dar vueltas por el castillo. Estuvieron mas de dos horas andando en silencio, sin tener claro que hacían o a donde iban.

-Se puede saber que cojones estamos haciendo?- Acabo aullando Spangler cuando al final se le acabo la paciencia.

-Buscar la sala común de los quymera- fue la simple respuesta de Dumbledore.

-Como que buscarla? Una sala no aparece de la nada!

-En Hogwards si- Canturreo pacíficamente el director- Vera, Spangler, no solo la sala de los menesteres aparece y desaparece. El castillo esta vivo. Y todos los seres vivos tienen los elementos que necesitan para vivir. Si hogwards ha decidido que necesita una quinta casa, es como una criatura que la evolución decide que requiere alas: le saldrán. Si Hogwards ha decretado que estos chicos son la quinta casa, debe haber una quinta sala común en alguna parte. Solo hay que encontrarla.

Tardaron casi una hora mas en encontrar lo que estaban buscando. Unas enormes puertas de roble macizo que el año pasado no estaban allí y que nadie recordaba haber construido. Y sobre las puertas, un escudo de piedra con los números 314 esculpidos bajo un gigantesco león con cola de serpiente.

Aquella noche, por primera vez, Draco, Hermione, Blaise, Theo, Vincent y Gregory supieron lo que se siente al ir donde ningún otro alumno del colegio había ido jamás. Salvo los fundadores de las casas, cuando entraron en sus salas comunes por primera vez. Y los elfos ya habían dejado sus equipajes en sus novísimas habitaciones.

Cuando se qeudaron solos, Hermione dijo en voz alta lo que todos se estaban preguntando:

-Y ahora que hacemos?- Susurro mirando de reojo su emblema de griffindor sobre su pecho, sabiendo que ya no era mas una leona, y sintiendo un vacio en su corazón, como si para dejar paso a algo nuevo hubiera tenido que renunciar a algo viejo que había sido parte de si misma mucho tiempo. Es como cuando tiras unos zapatos que has llevado durante mucho tiempo y te pones unos nuevos. Que no encajan del todo. Que se sienten raros. Y es como si tuvieras que volver a aprender a caminar. O como cuando te lavas los dientes y luego bebes zumo de naranja o comes cualquier cosa: Todo sabe raro.

-No lo se. Pero seguro que es divertido averiguarlo!- Grito Zabini mientras no dejaba de dar saltos en su cama nueva.

-Ya no somos Slytherin?- Pregunto vincent con algo de preocupación. Parecia asustado- Y la princesa ya no es una griffindor?

-Por lo visto no…- esta vez era Theo.

-Entonces que somos ahora?- Gregory estaba cabizbajo, como si toda aquella situación fuera culpa de alguien y temiera que decidieran culparlo a el y procurara llamar la atención lo menos posible.

-Somos lo que siempre hemos sido- Dijo Draco poniéndose depie y mirándolos a todos como si los desafiara a contradecirle- Pero ahora nadie podrá separarnos.

-Vamos Draco, eso suena muy bonito pero realmente no quiere decir nada…- Mascullo Gregory muy confuso.

-No. Se lo que quiero decir. Mi padre decidió que yo tenia que ser mortifago y durante mucho tiempo estuve convencido de que tenia que serlo por que el lo decía. Un maldito sombrero dijo que yo debía ser slytherin por que toda mi familia había sido slytherin. Me dijeron que tenia que odiar a los nacidos muggles por que todas las generaciones que me precedieron habían odiado a los nacidos muggles- Draco parecía encendido. Le brillaban los ojos de forma febril- Todos nosotros, incluida Hermione, hemos sido siempre lo que se ha esperado de nosotros. Hemos sido siempre lo que nos han dicho que teníamos que ser. Hemos hecho siempre lo que nos decían que teníamos que hacer. No se para vosotros, pero para mi ser un quymera es ser algo mas que la quinta casa de hogwards o pertenecer al escuadron 314 de Spangler. Ser un quymera es lo primero en mi vida que me he ganado por mi mismo. Lo primero que he hecho por mi mismo. No por que otros me lo dijeran, o por que se esperara de mi que lo fuera. Ha sido merito mio. Solo mio. Me lo gane a pulso. Y ahora estoy aquí, con vosotros, que os paso lo mismo que a mi, que recorristeis el mismo camino que yo. Y somos algo que no ha habido en hogwards desde los tiempos del mismísimo Salazar slytherin. Ya no eramos ni serpientes ni leones. Eramos algo nuevo. Habíamos cambiado tanto que el puto sombrero seleccionador decidió que ya no encajábamos en nuestras casas y que ninguna de las otras casas era lo bastante buena para nosotros. Hemos hecho que la mismísima magia del castillo de Hogwards cambie! Y estais asustados? Joder, tendríamos que estar orgullosos! Somos quymera! Y ahora es oficial! Tenemos nuestra propia casa en el castillo!

Los chicos sonrieron. Y poco a poco comenzaron a vitorear, y a celebrarlo. Tenian miedo, pero no iban a dejar que eso los detuviera.

Esa noche, todos juntos, descosieron las antiguas insignias de sus antiguas casas de sus túnicas. Y las clavaron a la pared con alfileres. Decidieron que asi era mejor: no olvidarían nunca de donde venían, para si no perder el rumbo de a donde querían ir. Ahora era oficial: en las pecheras de sus ropas, solo se alzaba el escudo del león serpiente brillando en rojo y verde.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Termino el séptimo año. Las ceremonias de graduación se sucedían, y los quymera se graduaron como todos los demás. Fue todo igual que siempre, salvo por una excepción: Cuando todo el escuadron salió de su sala común y arrastraron los baules al pasillo, las puertas de roble se cerraron. Una gruesa cadena de metal salió de la nada y sello aquellas puertas. Como si nunca hubieran de volver a abrirse. Pero la puerta seguía allí.

-Creeis que el año que viene o algún otro año habran mas quimeras?- pregunto Blaise con curiosidad.- No me entendáis mal….me encantaría ser de la única promoción de Hogwards del año de las cinco casas….pero me entristecería pensar que fuimos los primeros y los últimos, que no hubieron mas quimeras despues de nosotros…

-Quien sabe, Blaise, quien sabe….- Theo le palmeo la espalda a su amigo con una enorme sonrisa enigmática. – ya veremos que nos depara el futuro. Y que le depara el futuro a la quinta casa…

Y los seis dejaron Hogwards. Sin tener muy claro que les depararía el por venir. Pero lo que si tenían claro todos y cada uno de los seis muchachos es que pasara lo que pasara, y fuera lo que fuera lo que el mañana les pusiera por delante para afrontar, lo harian juntos. Y estarían preparados.