Últimamente me he visto absorbida por el Faberry, eso, mas mi incapasidad de dormir, me llevaron a esto.
Espero que lo disfruten :)
The Big Jump
Mantuvo nuestras miradas unos segundos y rodó los ojos molesta. Sonrío ante el comentario que dejó caer Brittany durante la charla que mantenían con Santana. Me di vuelta y agarre mi libro, la campana ya estaba por tocar y realmente no se me apetecía llegar tarde. Cuando me giré para dirigirme a mi aula choque contra algo y maldije, sabía perfectamente que era lo que venia. Retrocedí hasta sentir el helado metal del casillero y la enfrente.
Nunca entendí porque me odiaba, desde que se conocían me había maltratado de todas las formas posibles y siempre sin ninguna razón factible. El año pasado con el embarazo y la perdida de su popularidad se había calamado, inclusive cuando volvió a las Cheerios. Sentí su mano apoyarse sobre mi hombro y empujarme contra el metal mas fuerte. Por lo menos ya no me tira granizados.
Nunca considere que la expresión "la clama que antecede al huracán" encajara tanto en una situación como con esta. Pero para que todo se entienda perfectamente, necesito volver al principio. Bueno, en realidad lo que logré recontar de dicho principio, todavía hay espacios en blancos en mi cabeza.
Era la fiesta del año, la Pukisila Fest, como le gustaba nombrarla a Noah, la cuestión que todo el mundo estaba invitado, inclusive el chico con el afro y su manía de poner todo en su blog. Lo que implicó que huyera de el durante las primeras horas de la fiesta, en unos de esos momentos en donde lo perdí, de alguna forma que desconozco, decidí sentarme en uno de los sillones del living.
Fue la pero decisión que hice durante toda la noche, incluso peor que entrar en la habitación donde Brittany y Santana habían optado tener sexo. Realmente había sido una situación entraña, la rubia estaba sentada en la falda de la latina, la cual estaba sentada al borde de la cama, tratando de desprenderle el corpiño.
Siempre creí que Santana seria la de la iniciativa, ahí parecía totalmente rendida ante las manos de la rubia. Me quedé perpleja, no es que no supiera que algo pasaba entre ellas, pero una cosa es tener conocimiento de lo que sucede y otra muy diferente es entrar en medio del suceso. Lo peor de todo, es que no se detuvieron a pesar de ser consiente de que yo estaba mirándolas. No, eso no fue lo peor, lo fue el hecho de que si me hubieran invitado a unirme no dudaba en hacerlo, eso era lo peor. El alcohol hace realmente mal.
Volviendo a la fiesta, había tomado demasiado, perdí la cuenta después del quinto vaso que pasó por mis manos. La cosa que desde la posición en la que estaba podía ver perfectamente a Finn y Quinn, que desagradable, hasta los nombre combinan. El muchacho había decidido que todavía la amaba y optó por irse con ella. En esos momentos la rubia lo abrazaba y le decía algo al oído haciendo que el sonriera.
Dios como amaba esa sonrisa, que para el mundo parece torpe, pero es porque no entendían que es terriblemente tierna. Era evidente que la rubia estaba tan o mas alcoholizada que yo, porque sus manos no se quedaban quietas. Y fue en ese momento que sentí unas ganas casi insoportables de llorar. No entendí bien si fue por la blancas manos jugando con el cabello en la nuca de Finn o por la sonrisa que ese gesto dibujaba en el.
En algún momento de la interacción Quinn miró en mi dirección y dejó sus ojos fijos en los míos. Sentí que la música se desvanecía del alrededor y que solamente nuestras miradas conectadas existían. El miedo me embargó e hice algo extremadamente inteligente; escapé al baño. En el momento que cerré la puerta, dejé salir el aire que había estado conteniendo y me felicité por sobrevivir para otra guerra.
No recuerdo mas nada de lo que sucedió en el lapso que entre al baño y en el que Quinn se encontraba acorralándome contra el lavabo.
-¿Qué planeas hacer mirando de esa forma a mi novio?- Siseó apoyando las manos sobre la mesada a mis costados, dejándome sin escapatoria.
-¿De que forma?- pregunté llevando una de mis manos a su mejilla, ahora que analizó la situación me doy cuenta que metí la mano dentro de la boca del león. No tomo más.
-¡Así!- exclamó molesta
Por un momento sentí que me iba apegar una cachetada, su rostros estaba transfigurado de furia. Sin embargo no movió mi mano, ni siquiera intento alejarme cuando prácticamente me abrase a ella tomándola por el cuello. En estos momentos no entiendo la línea de pensamientos porque lo siguiente que recuerdo es que invertí nuestras posiciones con la rubia, ahora era yo la que la acorralaba.
-¿Así como?- susurré e inconscientemente sonreí de lado.
La rubia frente mío rodó los ojos y puso sus manos sobre mis hombros, sin embargo no me empujó, siquiera ejerció fuerza alguna. No pude evitar bajar la mirada hacia sus labios, los cuales estaban siendo mordidos. He notado que ese gesto lo realiza seguido, lo cual me desespera ¡¿Tanta necesidad vas a tener de morderte el labio para distraer a los que están alrededor tullo?
-Estas borracha- dijo bajando la mirada
-¿Y?- me acerque un poco mas- vos también
A esta altura no había casi ningún espacio existente entre nosotras dos. Podía sentir el calor irradiando desde la rubia y ya me costaba pelear contra mis impulsos de besarla. ¡Dios, siquiera es que ella estaba oponiendo ninguna resistencia a mis obvios deseos! Se inclinó hacia mi y por un segundo creí que iba a pasar, sin embargo se desvío hacia mi oído.
-Esta mal- juro que sentí sus labios rozando el lóbulo de mi oreja
-¿Qué cosa?- no pude, ni quise, evitar seguirle el juego.
-Que quier hacer esto
De lo siguiente que fui consiente es que Quinn Fabray me estaba besando, lo que generó un cortocircuito en mi cabeza. En el momento que profundicé el beso, mis manos se apoderaron de su cintura y las suyas de mi nuca, eso hizo que nuestros cuerpos estén totalmente en contacto. Un gemido salio de alguna de las dos gargantas y si le sumábamos el roce de nuestros cuerpos, la temperatura del lugar estaba empezando ser insoportable.
Nos separamos en busca de aire, Quinn tenía las mejillas rojas y un brillo en la mirada que nunca había visto, no supe si temerle o sentirme totalmente deleitada. Pensé en continuar en lo que estábamos cuando la puesta del baño resonó en el silencio. Me alejé sin mucho apuro, probablemente debía haber estado cerrada la puerta.
-Rachel estas bien- escuche la voz de Tina del otro lado- con Mike escuchamos un golpe y vimos a Quinn entrar hace un rato
-Si estoy perfecta
Me arregle el pelo en el espejo posicionado atrás de la rubia y me dirigí a la puerta. Antes de abrirla miré a la rubia, se estaba maquillando como de costumbre y salí sin dudarlo.
-¿Qué estas mirando freak?- siseó al borde de la ira
Me tenía totalmente acorralada contra los casilleros y la presión de su mano era un poco más fuerte de lo que me hubiera resultado cómodo. Se encontraba a una perfectamente calculada distancia, no muy lejos para no ser intimidante o escucharan lo que decíamos, pero tampoco tan cerca como para que alguien piense cualquier cosa.
-Contesta lo que te pregunto
Aparentemente estaba utilizando un tono amenazador o algo así, sin embargo no surgió efecto en mí. Sonreí de lado, mi gesto era una replica exacta al de aquella noche y por un momento me pareció ver miedo en sus ojos. Alientada por mi repentina valentía me incline hacia delante, no me sorprendí al notar que la rubia no retrocedió un centímetro. Benditos sean los orgullosos.
-Discúlpame pero no recuerdo que te molestara demasiado hace un par de días
Mi pregunta quedo colgando entre nosotras y me di la satisfacción de haber echo que retroceda medio paso entre nosotras. De golpe sentí un dolor importante en mi espalda, estaba siendo presionada nuevamente contra los casilleros y esta vez con más fuerza. Nunca considere que la rubia pudiera tener tanta fuerza, idiota de mi, es porrista en el equipo de Sue Sylvester.
Mi visión se vio reducida a un par de pupilas ente verdes y castañas. Siempre me habían fascinado sus ojos y a su vez me causaban pena, las ventanas del alma pueden decir tantas cosas, aún si se trata de la mejor actriz de la escuela. Su cuerpo estaba ahora totalmente presionado contra el mío, asumo que para generar mas intimidación.
-Nunca, escuchaste, nuca va a volver a pasar
Santana le dijo algo o la campana había sonado, realmente no se cual fue el motivo, estaba mas concentrada en contener el escalofrío que me recorría la espalda. Quinn me empujo y se alejó, no sin antes rebajarme, conectando un segundo nuestras miradas para hacer mas claro el desprecio. Sonreí
-Como digas
Mire mi reloj ¡Genial estaba llegando tarde! Tome mis cosas y corrí hacia mi próxima clase
Si llegaron hasta aca muchisimas gracias :)
Cualquier comentario, critica, protesta por los horrores de ortografía ( espero poder mejorarlos a mediad que avance la historia), etc, son bienvenidos ;)
