Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, lo único mío es la historia cuta única paga es que les guste mucho.
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_-Ni Contigo, Ni Sin Ti-_
-13-
Forks, Washington 1942
Mire a mis hijos, ellos me miraban atentos a la historia, le sonreí como siempre al recordar la historia de mi familia, no era la primera vez que lo hacia puesto que a los niños les encantaba oírla una y otra vez.
—¡Wow mamá! Sigo sin creer que mis abuelos hayan sido tan tontos.—dijo mi pequeña Rosalie de 8 años. — Si, se querían porque no se juntaron al instante.
—Bueno hija, el amor es algo extraño—le dije sonriéndole a mi pequeña. —Aun eres muy joven para entenderlo.
—¡No es cierto! Ella ya tiene novio. —mi pequeño Jasper, el gemelo de Rose, le dijo sacándole la lengua. Rosalie lo vio el con el seño fruncido— Y se llama Emmett como el bisabuelo ¿verdad, Rosie?
—¡Cállate, no es cierto! —dijo con un grito.
—¿Ah si? ¿Entonces porque el hermano de Alice te toma de la mano? — esta vez Edward de 7 años intervino.
—Por la misma razón que Bella te dio un beso en la mejilla. —contesto burlándose de él. — Y por la misma razón que a Jasper le gusta mucho abrazar a Alice en el patio de la escuela.
Eso hizo sonrojar a mi hijo menor y molesto al mayor.
Si, estos eran mis pequeños hijos, la luz de mis ojos. La puerta se abrió y Carlisle venia entrando, lucia cansado por el trabajo pero al verme me sonrió, los niños corrieron hacia mi esposo y lo abrazaron no podía dejar de ver a mi familia, eso me hizo recordar un poco la mía y la manera tan trágica como me fueron arrebatados mis padres.
Fue cuando tenia 12 años, mi padre y mi madre habían ido a Inglaterra por unos negocios de mi padre, no recuerdo mucho de ese día, solo se que unos días antes de su regreso me enviaron un telegrama diciéndome que volverían en un barco llamado Titanic ya que uno de los socios de mi padre le insistió en ir puesto que pensaba invertir en la publicidad del barco y por eso se retrasarían, yo me sentí un poco triste por que no estarían aquí tan pronto como yo hubiese querido. Pero desafortunadamente ellos jamás llegaron, yo estaba con mis abuelos cuando nos llego la noticia del naufragio del barco y que solo menos de una cuarta parte de los pasajeros había sobrevivido, la tragedia fue que en esa cuarta parte no estaban mis padres.
Eso nos cambio la vida a todos, mi hermano era muy pequeño cuando sucedió por eso no recordaba mucho de nuestros padres pero a mi me cambio excesivamente, mis abuelos trataron de hacerme sentir mejor pero no lo lograron me hice más rebelde y casi no obedecía a mis abuelos alegando que ellos no eran mis padres y no tenían derecho a ordenarme nada, mi abuela sufrió mucho conmigo en esa etapa, y mientras que mi abuelo se ocupaba un poco más de Trenton, eso me enfureció más con él por que no le importaba que nuestros padres hubiesen muerto, fueron días muy oscuros.
Pero todo cambio cuando cumplí 17 años y lo conocí, estábamos en una fiesta a la que mis abuelos asistieron obligándome a ir como usualmente lo hacían, yo estaba en un rincón viendo molesta a las familias juntas envidiando como los niños tenían a sus padres abrazándolos envidiando esos pequeños, cuando sentí una presencia a mi lado. Al alzar la vista vi un hermoso chico con cabellera rubia y ojos azules, Carlisle Cullen III me dijo que se llamaba, al principio solo lo ignoraba pero era demasiado insistente y nunca desperdiciaba oportunidad para hablarme o sacarme a pasear, recuerdo que cuando cumplí los 20 años fue cuando me di cuenta que de verdad lo quería, en ese entonces él se había alejado un poco de mí pues creía que era caso perdido, eso me dolió pero me hizo dar cuenta que lo amaba, estuvimos saliendo hasta que a los 21 años me pidió que me casara con él y gustosa acepte, Carlisle me ayudo mucho a superar mi problema, me dijo más de una vez que no era culpa mía ni de mis abuelos lo sucedido aquella noche cuando el barco se hundió, poco a poco supere mi problema, pude pedirle perdón a mis abuelos por mi comportamiento ellos me perdonaron lastima que no logre hacerlo a tiempo, mi abuela murió un año después de una caída que la dejo muy lastimada debilitándola haciendo que sus ganas de vivir se vinieran abajo y mi abuelo al siguiente de una fiebre horrible.
Aunque me sentía triste, me alegraba de que al menos hubiéramos hecho las paces, yo me hice cargo de Trent hasta cuando cumplió la mayoría de edad y se marcho a un colegio militar porque quería ser soldado. Nos visitaba cada par de meses para contarnos su avance.
Fue entonces cuando decidimos que un cambio era necesario, vendí todas las propiedades de la familia ya que no tendría el valor seguir viviendo en un lugar donde me traía malo recuerdos, Carlisle y yo nos mudamos a Washington específicamente en un pequeño pueblo llamado Forks, era un lugar adecuado para comenzar de nuevo, puesto que a nosotros nos gustaba los lugares donde hubiera naturaleza y aquí vaya que había, fue difícil acostumbrarnos pero juntos lo logramos.
Todo mejoro cuando descubrí que estaba embarazada de mis gemelos Jasper Emmett y Rosalie Alice, ambos todos unos torbellinos en especial Rosalie que al parecer heredo el carácter de su abuela y mi Jasper que era todo lo contario de su hermana, cuando no podíamos creer que éramos felices al siguiente año llego Edward cerrando la familia, y digo cerrando a la familia puesto que tuve una complicación en el parto imposibilitándome de tener más hijos.
Pero estábamos felices con nuestra familia.
—¿Otra vez recordando, Esme? —Carlisle se sentó a mi lado.
—Si, no puedo creer que nuestros hijos estén tan grandes. —me sonrió.
—Y por lo que veo hasta novios tienen. —reí— Tan pequeños y ya saben del amor.
—¡Oh si! Los hijos de Charles y Renee Swan ¿ah? —asentí
— Si, los conozco no puedo creer que sus hijos se llamen Emmett, Alice e Isabella, parece algo mágico como si un deja vu se aproximara muy pronto.
—Ni que lo digas, al parecer la historia se repetirá ¿no?
—No seria extraño que sucediera. —me contesto antes de darme un pequeño beso en los labios.
Sabía que aun era muy pronto para sacar conclusiones, pero algo me decía que era cierto, era probable que viéramos de nuevo la historia de amor de Jasper y Alice, Rosalie y Emmett y de Edward e Isabella.
Fin
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¡Por fin logre darle fin! Nunca pensé que tardaría tanto en terminar esta historia, pero al menos pude hacerlo y eso me hace feliz, espero que les haya gustado el capitulo y se que es triste la manera en la que murieron los papás de Esme, pero desde que empecé la primera parte hice mis cuentas mentales para que coincidiera con el 14 de abril de 1912.
Bueno, solo me queda decirles gracias por su comprensión y sus comentarios en el transcurso de ambas historias.
De nuevo gracias
Besos
Paulina R.