Hola a todos!

Bueno este es mi primer fic y se trata de la adorable parejita de gemelos de vocaloid n.n

Así que por favor tengan compasión conmigo.

Nota: quizás no aparezca mucho Len x Rin al comienzo, pero todo a su tiempo.

Sin más…


Capitulo I: De vuelta a clases.

Aún el verano se hace presente, los rayos del sol entrando por la ventana de la habitación, y un sonido molesto que llama a la chica para que se despierte de su sueño, mas ella aún permanecía profundamente dormida, pronto alguien interrumpió en su cuarto, algo molesta por el sonido del despertador que aún seguía resonando en la casa.

- Rin – le llamó sacudiéndole suavemente, pero la chica no despertó, apagó el despertador y volvió a llamarle – Rin, levántate, ya vas tarde a la escuela, recuerda que hoy es el primer día – le llamo la dulce voz haciendo que la joven por fin reaccionara.

- Buenos días, mamá – dijo somnolienta, soltando un largo bostezo – ¿Qué hora es?

- Querida, faltan 15 minutos para que sean las 8 – le respondió mientras que la chica se exaltaba.

- ¿¡Qué! Pero si es el primer día, debo apurarme – se levantó rápidamente de la cama para comenzar a alistarse.

- El desayuno está listo – le avisó antes de abandonar la habitación.

Rin se apresuro en vestirse, sus cosas estaban listas desde ayer, recogió su corto y rubio cabello con una cinta blanca la cual amarró arriba de su cabeza simulando un cintillo y colocó unos broches para el cabello color blanco en los mechones de su flequillo. Bajó rápidamente por la escalera hasta la cocina.

- Eso ha sido rápido – opinó su madre con un sonrisa. Ambas toman asiento para desayunar antes de otro día de trabajo.

- Mamá… ¿Sucede algo? – le pregunta después de verle tan callada y pensativa.

- No cariño, estoy bien –.

- ¿Es… por papá? – le pregunta dudosa, casi nunca tocan el tema.

- No, no es nada – dijo con una sonrisa sin alegría, su hija sólo le miró preocupada – Anda, no vallas a llegar tarde al primer día, las vacaciones acabaron.

- Sí, gracias mamá – dijo levantando la loza que ocupó – No vemos luego.

- Ah, y, hija.

- ¿Si?

- ¿Puedes comprar, después de la escuela, una bebida para la tarde?

- Claro.

Rin caminó normalmente a la escuela, tenía su mirada celeste perdida, y esboza una sonrisa al recordar que volvería a ver a sus amigos ese día. Un choque con alguien más le sacó de su mundo.

- ¡Lo siento! – se disculpó rápidamente y observó a la persona con la que calló. Era una chica muy parecida a ella, sólo que sus rizos dorados eran más largos y estaban recogidos en una alta coleta, era un poco más alta y tenía una mirada más tímida.

- N-No te preocupes, yo estaba distraída – respondió y comenzó a recoger sus pertenencias, Rin no dudó en ayudarle – Gracias…

- Rin, me llamo Amane Rin, un gusto – se presentó sonriente, se levantó del suelo y le ofreció su mano para ayudar a la chica.

- Hanazono Lenka, igualmente – aceptó la mano de Rin y se levantó del piso.

- ¿Estás bien?

- Sí, no te preocupes… Por cierto, vas a la academia Yokune, ¿Cierto? – preguntó al percatarse que poseían el mismo uniforme.

- Sí.

- Yo también, voy en segundo año de secundaria y pertenezco a la clase estrella – le explicó mientras comenzaban a retomar el rumbo a la escuela, que se encontraba muy cerca.

- Yo también voy en segundo de secundaria, sólo que pertenezco a la clase luna – le dijo Rin animada.

- Me recuerdas a alguien… – comentó pensativa.

- ¿Ah… sí?, ¿A quién? – pregunta algo intrigada.

- A un viejo amigo – responde con una sonrisa nostálgica.

- De hecho tu también – le dijo con una sonrisa.

- Bueno Rin espero verte en otra oportunidad, adiós – se despidió una vez entraron a la escuela.

- Sí, adiós Lenka – se despidió con una sonrisa y comenzó a tomar rumbo a su clase impaciente por ver a sus amigos.

- Me pregunto cómo estarán, la última vez que hablé con Miku me dijo que llegaría uno o dos días después por un problema familiar – pensó al recordar la noticia que su amiga le había contado el día anterior, iba subiendo por las escaleras y en eso sintió que alguien le hala de brazo hacia atrás, se sorprende mucho de ver a su amiga Gumi, seguía igual que la última vez que le vio antes de que se fuera de viaje, con su corto cabello verde, suelto sólo adornado por unos visores rojos, sus ojos color jade y su energética personalidad.

- Hola Rin, deberías estar menos en tú mundo – le regaña.

- Lo siento Gumi, pero no vuelvas a hacer eso me diste un pequeño susto.

- De acuerdo, por cierto, ¿Has oído lo de Miku?

- Sí, de eso mismo iba pensando.

- Ella se oía realmente triste cuando me lo contó por el teléfono – al ver una mirada curiosa de parte de su amiga especificó – Dijo que su abuelo tubo un problema de la vista y le tendrán que operar.

- Que mal… Espero que se recupere, él es muy dulce y amable – dijo al recordar el último cumpleaños de Miku, dónde le vieron por última vez.

- Sí, ahora debe de estar de viaje a Tokio, le acompañó su hija Kami, Miku y Mikuo también tuvieron que ir, su madre no les quiso dejar solos. Los comprendo, mi madre es muy protectora conmigo también.

- Sólo tenemos 14 años, no puedes exigir mucho, Gumi. Además, Miku no es la persona más… cuidadosa que digamos – ante esto Gumi rió y concordó con la chica.

- ¿Qué hiciste durante las vacaciones?

- No mucho – respondió algo avergonzada acariciando su cabeza por detrás con una mano.

- Me lo suponía.

Ambas atravesaron la puerta que daba a su nueva sala de clases, al entrar se encontraron con sus amigos Len y Kaito, quienes al verlas les sonrieron de inmediato. Len era rubio de ojos celestes al igual que Rin, mientras Kaito poseía ojos y cabellos azules.

- Hola chicas – les saludó Kaito, ellas tomaron asiento cerca de dónde se encontraban ellos charlando.

- Buenos días – saludó Rin.

- ¿Cómo están? – preguntó Gumi.

- Bien.

- Con sueño – dijo Len, demostrando su cansancio en sus palabras.

- Len, si sabías que hoy habían clases, ¿Por qué no te dormiste temprano? – le preguntó Rin mientras que él bostezaba.

- Si lo hice – respondió apoyándose en el pupitre de brazos cruzados con la cabeza gacha.

- ¿Entonces? – le pregunta Gumi.

- Es sólo que no pude dormir.

- ¿Qué hiciste en vacaciones cómo para quedar tan cansado? – le dice Kaito dándole un suave golpe en la cabeza para que no se durmiese ahí mismo.

- Nada, sólo no pude dormir bien, eso es todo.

- Ya llegó Gakupo-sensei así que despierta – le ordenó Gumi, el rubio no tubo de otra más que obedecer.

Len se quedó en el asiento dónde estaba, era uno de los de enfrente, Rin se sentó a su lado izquierdo, Gumi un puesto más atrás de la rubia, no le gustaba mucho estar al frente y Kaito se sentó delante de ella, detrás de Rin.

- Buenos días chicos – les saludo Gakupo a todos con un sonrisa, él tenía como siempre su cabellera violeta recogida en una larga coleta y sus ojos azules, los cuales no tardaron en mirar a su clase.

Rin observó que dejó una carpeta junto con el típico libro que traía para dar las clases, aquella carpeta sólo podía significar algo, un nuevo estudiante.

- Antes de comenzar, cómo algunos ya sabrán hoy recibimos a un nuevo estudiante.

No se equivocó. Aquel simple enunciado desató varios murmullos en la sala de clases (obviamente comentarios sobre cómo podía ser el nuevo alumno). Rin apoyó sus codos en la mesa y acomodó su cabeza entre sus manos esperando a que se presentara el estudiante. Por otro lado Len se había quedado dormido sobre el pupitre aprovechando que Kaito no estaba a su alcance para despertarle.

- Ya puedes pasar, él es un chico que pertenecía a la clase estrella, pero debido a sus altas calificaciones lo han pasado a la clase luna – le avisa mientras comienza a escribir en la pizarra.

La puerta del salón se abre dando paso a un chico de mirada azul, al igual que Rin traía su flequillo rubio controlado por unos pocos broches color blanco, el se paró en frente de la clase mirándola de hito en hito, su mirada se detuvo en aquella chica del frente que se le hacía familiar.

Si antes de que el chico entrara a la sala de clases había murmullos, ahora era mucho peor, todas las chicas comentaban lo apuesto que era y los chicos (obviamente envidiosos) le miraban con ira.

Rin se exaltó al notar que la mirada del chico estaba posada en ella, y se sintió algo incómoda al notar que no sólo él le observaba, otras chicas le miraban con envidia. Finalmente el profesor interrumpió aquella atmósfera.

- Preséntate a la clase.

- Namine Rinto, un gusto – respondió a secas sin ninguna emoción, si antes a las chicas les había gustado por su apariencia o inteligencia, ahora estaban locas por su actitud.

- De acuerdo Rinto, tú… – comenzó a buscar un puesto vacío en el salón – siéntate al lado de Amane – le señaló a la nombrada. Rinto se encaminó al lugar indicado.

- Amane Rin, un placer igualmente – se presentó esbozando una sonrisa sincera, ante la cual Rinto puso una expresión indescriptible.

- Kagamine, espero que pueda dormir más temprano hoy – le dijo al rubio, quién se había despertado debido al golpe en la cabeza que le había dedicado su profesor con una regla que traía en manos.

- Sí… – respondió sobándose en la zona afectada – Oye Rin, ¿No me pudiste haber despertado antes de eso? – le reprochó en un susurro.

- Lo siento, no me había dado cuenta.

- ¿Quién es él? – le preguntó al notar de que Rinto le miraba de soslayo, Rin volteó a verlo y luego le respondió.

- Es Namine Rinto, un chico nuevo, antes estaba en la clase estrella…

- Amane y Kagamine, cállense si no quieren tarea extra.

- Pero si es el primer día – se quejó Len

- Y esa también será su primera tarea extra.

Len no siguió refutando, sólo suspiró y se quedó callado el resto de la clase, transcurrió normalmente, cómo cualquier primer día. La campana sonó anunciando el receso. Rin estuvo al tanto de Len para despertarle cuando se durmiera de nuevo (cosa que sucedió más de una vez). Los estudiantes comenzaron a abandonar el salón, Gumi fue a la tienda para comprar un dulce y Kaito le acompañó aprovechando para comprarse un helado, les prometieron a Rin y Len que volverían de inmediato al salón, dónde ambos se quedaron esperándoles, Len aprovechó de dormir nuevamente, en el salón sólo quedaron ambos chicos, Rinto y un grupo de chicas que se le abalanzaron encima una vez que terminaron las clases.

- ¿De dónde eres?

- ¿De dónde vienes?

- ¿Tienes novia?

- ¿Tienes hermano?

- ¿Qué es lo que te gusta?

- Mi nombre es Kiki.

- ¿Te gustan los deportes?

- Me llamo Lily y ella es Luna.

- ¿Qué te gusta hacer?

- ¿Te gustan los animales?

- ¿Quieres ser mi novio?

- ¡Oye él va a ser MI novio!

- Ni tuyo, ni suyo, es mío.

Rinto se aburrió de oír a aquellas escandalosas chicas (¿Quién no?), así que se levantó de su puesto con intenciones de abandonar el lugar.

- ¿Rinto?

- ¿Dónde vas?

- Lo pensó detenidamente, un lugar dónde no hallan chicas…

- No les importa – respondió y por si acaso le seguían tenía intención de ir al baño de chicos.

- ¡Espéranos! – dijeron el trío a unísono antes de seguirlo.

Por fin la paz y el silencio reinó en el lugar, Rin suspira al ver que se acaba semejante escándalo.

- ¿Me pregunto cómo es que Len es capaz de dormir con aquella bulla? – pregunta en voz alta observando a su compañero, quién dormía pacíficamente en su lugar.

Pero no tardó mucho para que se acabara el silencio, ya que llegó Gumi al salón quejándose con Kaito.

- ¿Qué les sucedió? – les pregunta Rin al verles tan enfadados.

- Hoy por ser el primer día la tienda está cerrada – se quejó Gumi.

- Siendo que yo quería comer un helado, ¡No soporto el calor! – se queja Kaito, pero la verdad, siendo verano o no, siempre comía helado y siempre estaba con su bufanda color azul que le caracterizaba.

- Por cierto Rin, ¿Qué tal el chico nuevo? – le preguntó Gumi con una mirada pícara.

- ¿Qué te puedo decir?... Es… Introvertido…

- ¿Sólo tienes eso que decirme respecto a él? – preguntó ahora con un tono similar a su mirada.

- ¿Qué más quieres que te diga?

- ¿No te parece apuesto?

- La verdad no lo había notado…

- Vamos Rin, decir que no lo notaste, contado que todas las chicas lo conversaban, es cómo decir que no notaste el gran parecido que tienen, ¡Es más parecido a ti que Len! – le dijo exaltando a la chica.

- ¿Nos parecemos? – preguntó intrigada.

- ¡Son cómo gemelos!, es cómo tú, sólo que quitándote toda tu feminidad, y en vez de eso en masculino – ante la descripción Rin quedó algo confundida.

- ¿Tanto así?

- Sí – le responde Kaito.

El receso terminó y retomaron las clases nuevamente, no fue muy diferente a la de antes, sólo a excepción que Rinto habló un poco con Rin, pero no pasaban de ser nimiedades sobre la materia. Por ser el primer día les permitieron a los chicos salir temprano del colegio, Rin despertó a Len por trigésima vez, pero esta vez le acarició suavemente el cabello, cosa que le exaltó, despertando por completo todos sus sentidos.

- ¿Es más fácil despertarte así que sacudiéndote?, que extraño eres Kagamine – dijo Rin con una risita.

- Rin… ¿Eras tú? – le pregunta rascándose suavemente un ojo.

- Sí, vamos, acabaron las clases y Gumi me dijo que quería ir a comprar algo para Miku, ¿No acompañas?

- No, no puedo, estoy muy cansado, mejor me iré a casa temprano.

- Entiendo… – dijo con notable lástima.

Pero, nos veremos mañana así que no te preocupes – se apresuró en decir al sentir culpa por no poder acompañarla.

- Sí, hasta mañana – se despidió con una de sus dulces sonrisas.

- Hasta mañana – dijo más relajado al ver su sonrisa.

- Rin, ¿Nos vamos? – le preguntó Rinto causando un gran sentimiento de celos en Len. ¿Desde cuándo se supone que son amigos?

- Sí.

- Por cierto, tú eres Kagamine Len, ¿O me equivoco? – le pregunta Rinto al ver cómo Len le había fulminado con la mirada por unos cortos segundos.

- No, hablas de mí, Tú eres Namine Rinto.

- Eres la primera persona que conozco que es capaz de escuchar dormido – le dice causándole risa a Rin. El rubio se enfadó, pero se limitó a seguir con los chistes.

- Y tú eres el primer chico que conozco que usa broches en el cabello – mal chiste.

- ¡Len! – le regaño de inmediato Rin – No seas así.

- No te preocupes, me lo merecía.

- No, no te mereces que él te trate así, Len, discúlpate – le ordenó Rin.

- Pero…

- Sin peros, discúlpate ahora – Rin se oía seria, Len sólo quería acabar con eso ahora.

- Lo siento – dijo resignadamente.

- No importa, Rin, vamos Gumi nos espera.

- Sí.

- Hasta luego – se despidió Rinto, mas no recibió respuesta. Ambos chicos salieron en busca de Gumi, quién estaba esperándolos con Kaito en la entrada de la academia.

- Por favor, disculpa a Len, él suele ser muy simpático, pero a veces es más obstinado – le pide Rin.

- Descuida, quizás estaba de mal humor por la "falta" de sueño – Rin rió nuevamente. Ambos chicos no tardaron en encontrarse con Gumi y Kaito.

- ¿Qué planeas comprar, Gumi? – le pregunta Rin.

- La verdad… Quiero comprarle algo a Miku, la conoces, de seguro va a estar triste y preocupada cuando regrese.

- De acuerdo, entonces, ¿Qué le comprarás?

- Puede que le compre un brazalete, ¿Qué les parece? – ambos rubios asintieron.

- A Miku le encantan las cosas así, ¿Nos vamos? – les pregunta Rin con una sonrisa.

- Claro – le responde Rinto, mientras que Gumi y Kaito observan la escena de mutismo, dónde Rinto no dejaba de mirar a Rin. Gumi carraspeó con la garganta. Despertando al chico del trance.

- Vamos a la tienda favorita de Miku – propone Gumi exaltando a Kaito.

- Lenka, ¿Qué rayos te pasa? – le pregunta su amiga Ritsu.

- No es nada – le responde nuevamente.

- Lenka, has estado así desde que llegaste, ¿Acaso es que no te alegra volver a Japón?

- No es eso, al contrario estoy feliz por volver.

- ¿Entonces?, Lenka, te has pasado todo el día despistada.

- Pero te digo que no es nada, sólo que aún no me acostumbro nuevamente a la vida aquí.

- Si tú lo dices…


¿Les gustó?

Entonces déjenme un review!

¿No les gustó?

con sus insultos déjenme un review!

¿Tienen algo que preguntar o quieren que continúe con el fic?

Déjenme un review!

¿Tienen alguna amenaza de muerte?

Déjenme un review!

¿Quieren que me calle de una buena vez?

Entonces sólo déjenme un review, por favor no les cuesta nada.

Sin molestarles más con mis momentos frikis

Les quiere mucho:

Marie-Rin-Love