Los personajes no son míos, los utilizo solamente para expresar mis ideas.

Saludos, espero sea de su agrado.

Medidas desesperadas.

Cuando vi a entrar a Luna de la mano de Theodore, pensé que era la imagen más linda del mundo. Cuando detrás de la pareja apareció Draco Malfoy con esa sonrisa tan típica en el, derrochando arrogancia y cinismo, pensé en cuanto seria el tiempo que tardaría en llegar mi zapato a su cara.

1. Lo que tú necesitas

La vida no había tomada el curso que se había predicho por todo el mundo. Después de la victoria al finalizar la Guerra y terminar con los mayores honores el colegio y ser lo que todo se esperaba de ella, Hermione Granger, no encontraba motivos para que las cosas se fueran en picada. Obtuvo el trabajo tan deseado en el Ministerio. Por fin Ron había encontrado el valor para pedir que saliera con ella. Consiguió un estupendo departamento, cerca de un parque y un supermercado, mejor aun conectado a la Red Flú, lo que le permitía movilizarse rápidamente. Y de ahí en adelante la vida le pateo el trasero.

Su estupendo trabajo… bueno la realidad es que más que ser asistente del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, había pasado a ser archivadora, si el destino cruel. Por su falta de experiencia y su "fama", su jefe había decidido tenerla en observación hasta que demostrara su capacidad y no es que ella no pudiera, siempre terminaba por "extraviar" documentos y eso restaba puntos a su profesionalismo.

Ron pues podía definir todo en sencillas palabras: Mierda. Le había dicho que su relación jamás llegaría a ser algo serio y el no perdería tiempo en algo como eso, así que la había echado de su vida, sin más. No había que decir, que dejo de visitar la Madriguera o que su relación con la familia Weasley se quebró, limitándose a correspondencia y regalos por ocasiones especiales.

Su lindo departamento, la verdad era que poco duraría en el, si es que no conseguía alguien que pudiera alquilar el cuarto de huéspedes, la paga en el Ministerio no era tan buena y el departamento jamás se pagaría solo. Había recurrido a todos los medios posibles, pero la verdad es poco había podido hacer. Así que en esa mañana al despertar y ver la lechuza de Luna, picando la ventana para entrar, pensó que nada podrá salir peor. Poco le duro la amargura cuando al leer, la chica rubia le mandaba decir que había encontrado una persona para alquilar la habitación, tanta era la emoción que escribió rápidamente sobre el papel que los esperaría por la noche después del trabajo para hablar del asunto, despidió a la lechuza y preparo la casa para dar la mejor impresión. Las cosas irían bien de ahí en adelante, lo presentía.

Su humor había cambiado, poco le importaba que su jefe le sermoneara sobre sus "descuidos", que Ron saliera en la edición matutina del Profeta de la mano de una flamante modelo, que Harry cancelara su almuerzo de hoy por asuntos personales, nada le arruinaría el día. Apenas piso el departamento preparo la cena, la mesa y demás cosas que pudieran ayudar a que la decisión final fuera sí.

Pero la vida y el destino son caprichosos sin duda. Cuando la puerta sonó levemente y tras abrir aparecieron Luna y Theodore, y tras ellos un Draco Malfoy, no supo si era un broma o bueno tenía que ser una broma, ¿No?

- Y piensas dejarnos entrar Granger o volvemos después – casi quiso patearlo y dejarle la bonita sonrisa hecha pedazos, pero Luna jamás permitiría que hiciera eso…fuera del departamento.

- Prometiste que te portarías bien Draco, se bueno y te compraremos un dulce – Theodore sonrió y saludo a Hermione, que miraba sin palabras a los presentes.

- Disculpen, fue la impresión, por favor pasen – Hermione les dejo entrar al instante pero aun seguía confundida, por estaban ellos aquí, que no llevaría a una persona inter… o no. – Luna, pensé que llegarían más tarde – no había por qué ponerse nervioso, tal vez solo habían pasado a saludar.

- ¡Oh lo siento Mione!, lo que sucede es que Draco tenía asuntos que atender más tarde y era mejor estar todos juntos – sonrió soñadoramente mientras se recargaba en Theodore.

- ¿Malfoy? –

- Si, asuntos de la empresa, entonces ¿Cuál es el pago mensual? – lo menciono como si opinara sobre el clima, mientras metía las manos en sus bolsillos.

- Disculpa, ¿Tú quieres el cuarto?, sabes lo que implica verdad: vivir conmigo, compartir baño, verme, estar conmigo… ¡Tú y yo en este piso! – en cualquier momento le daría un ataque, aquello era imposible.

- Me gusta, es pequeño, pero está bien – la había ignorado por completo – Mira Theodore un parque, podre pasear Diablo por las tardes – le decía mientras miraba por la ventana del edificio.

- Luna, te dije que no era buena idea – Theodore no se consideraba nervioso, pero el aura de Hermione comenzaba a cambiar drásticamente y eso no era nada bueno.

- ¡¿Qué? – a caso era a la única que le faltaba el aire.

- Lo que escuchaste, mañana traeré mis cosas – miro su reloj mientras caminaba a la puerta – Nos vemos – cerró la puerta tras de sí, mientras todos miraban por donde había desaparecido el rubio.

- Y, ¿Qué cenaremos Mione? – Luna la llamo desde la cocina, aunque la chica poco le prestó atención.

Solo pasaban por su mente palabras: Draco Malfoy. En su casa. Viviendo. JUNTOS. ¡¿Y quién diablos era, pues, Diablo?

La vida apesta.


Hola, tengo tiempo queriendo iniciar una historia y al final me he decidido ya que era uno de los muchos propósitos que tengo para este año.

Así que... dudas, comentarios, tomatazos y demás aquí abajito.

Y sin mas gracias por pasarte a leer mis locuras :)