Creando Alices

Capitulo 1

Llevaban ahí sentados 3 largas horas, Narumi-sensei los había echo llamar para una misión especial. Cada vez se hacia mas tarde, los alumnos de toda la academia se formaban esperando a Narumi sensei formando una gran multitud de niños y adolescentes.

-Esperar a ese pervertido ya es malo como para tener que estar contigo también- Dijo un pelinegro muy molesto.

-¡No es mi culpa!- Respondió una castaña que estaba sentada a lado suyo.

Natsume estaba aburrido y no había algo mas divertido que molestar a Mikan, incluso ahora que ambos habían crecido con los años y a pesar de ya tener 16 ambos peleaban como niños, ese era el mejor de sus pasatiempos, mientras mas la alejaba de el, ella estaría mas cerca.

-Eh…Natsume- Dijo Mikan

-Eh…- Respondió Natusme absorto en sus pensamientos.

-Narumi-Sensei nos quiere en el bosque- Y dicho esto la castaña jalo al pelinegro del brazo para salir disparada hacia el bosque. Si nos iba a llamar en el bosque debió decirlo desde el principio Pensó el pelinegro.

Ya encontrándose en el bosque, Natsume y Mikan divagaron por un pequeño rato en busca de alguien, al final lograron encontrar a sus compañeros no muy lejos de ellos.

En el bosque había alrededor de 20 estudiantes, todos de la escuela superior, estaban al rededor de Narumi-Sensei haciendo un montón de preguntas que apenas podían entenderse.

-Si íbamos a vernos aquí lo hubieras dicho desde el principio pervertido- Pronuncio Natsume muy molesto.

Narumi solo sonrío de manera avergonzada

–Tenia que mantener a los demás estudiantes en otros lados que no fuera el bosque- E insito a Natsume a guardar silencio.

–Mis estudiantes- Dijo con voz melosa –Han sido seleccionados por sus alices para llevar acabo una misión especial- Lo decía con una voz de felicidad mezclada con seriedad. Espero sea muy buena Pensó Natsume imaginándose que clase de misión necesita de tantas personas, Elegidas por sus alices - Eso debe ser- Se dijo para si mismo, tal vez se necesitaban personas con alices muy fuertes para una gran misión.

Todo eso y más pasaban por la mente de Hyuga antes de que la palabra "bebe" entrara en su cabeza.

-¿Cómo dijo?- Pregunto anonado

-Decía Natsume que han sido seleccionados por sus alices para procrear alices, en pocas y mejores palabras "tienen que tener al menos 2 bebes con un alice util".

Natsume estaba furioso por la absurda misión, la consideraba entupida e inservible, observo a todos a su alrededor, iban en parejas de dos por sexo opuesto como Mikan y el Mikan y yo pensó. Iba de nuevo a protestar cuando Narumi daba unos folder a sus alumnos y sacaba una tabla producto de una ilusión de linchou. –En esta tabla se muestra que el índice de nacimientos de niños con alices es 10 veces mas pequeño que el índice de mortalidad, no se puede evitar la muerte, pero si se puede acelerar la procreación, esta comprobado que si 2 personas con alice tienen un hijo, este tiene un 90% de posibilidades de tener un alice también- Respiro y siguió hablando –Se que esto es repentino sobre todo porque la mayoria no tiene mas de 16 años pero esto tendrá sus ventajas-

-¿Cuáles?- Pregunto una muchacha de cabello corto y ojos violeta de rostro inexpresivo.

-¡Hotaru!- Gritaba Mikan mientras se acercaba su mejor amiga para darle un gran abrazo.

-Baka- Dijo Hotaru mientras esquivaba a Mikan y la dejaba tirada en el suelo.

-Pues veras Imai, si tu hijo o hija tiene un alice asistirá a esta escuela cuando cumpla con los 4 años requeridos, si no este será cuidado por ti asta los 4 años y se ira a estudiar a otra parte claro que con un apoyo económico muy grande de la escuela, además de que podrás visitarlo cada fin de semana. En caso de que no sea así y tu hijo tenga alice y tu llegues a perderlo te quedaras aquí asta que el cumpla 4 años y podrás igual visitarlo cada fin de semana. Si ambos tienen alice incluso podrás vivir aquí con tu pareja, un de los dos tiene que tener alice para poder quedarse.- Respondió Narumi muy sonriente.

-Habla más sobre el dinero- Dijo una codiciosa Hotaru

-Imai…-Se escucho una voz masculina por detrás de Hotaru y Mikan.

Era Ruka quien llamaba a Hotaru, el rubio había crecido tanto como cualquier adolescente haciéndolo ver más apuesto de lo que ya era, pero aquel atractivo muchacho no dejaba de mostrarse tan nervioso como un niño en presencia de Hotaru.

-Ruka-Pyon- Anuncio Mikan con voz melosa mientras se levantaba del suelo -¡Que alegría que también estés hache!- Termino de decir con una sonrisa.

-Bueno terminando con las presentaciones creo que deben irse- Dijo Narumi terminando de entregar los folders, señalo una dirección mas profunda al bosque donde los estudiantes se deleitaron con lo que parecía un pequeño vecindario.

Estaba conformado por unas pequeñas casas que eran perfectas para una familia pequeña, en cada casa había un pedazo de madera con letras muy grandes.

-En cada casa leerán su apellido, el otro apellido es el de la persona con la que compartirán la casa y el resto de su vida, desde este momento los declaro marido y mujer- Anuncio con lagrimas de alegría el extraño profesor, acto seguido desapareció dejando solos, confundidos y a algunos alumnos muy molestos, en especial a Natusme.

Natusme miraba fijamente su nuevo "hogar", en la tabla se leía perfectamente bien "Hyuga Sakura" Que entupido…y que bueno Pensó para si mismo, estaba molesto por la embarazosa situación, pero también estaba feliz , era inmensamente feliz Marido y mujer repetía en su mente una y otra vez, no importaba cuanto lo hiciera no se cansaba de escucharlo, las palabras entraban pero no salían de su cabeza, un sueño estaba haciéndose realidad, ahora compartiría con Mikan un sentimiento mas grande que cualquier otro que ambos hubiesen experimentado ya, Mikan ahora era de el, era su Mikan, y la idea de hacerla suya para toda la vida además de madre de sus hijos era aun mas exquisita que cualquier otra. Hasta que la muerte nos separe. Bajo un poco la mirada y miro disimuladamente a la castaña que lo tomaba de la mano, observaba detenidamente a esa niña que de niña ya no tenia nada más que su espontáneo carácter. Mikan como todas las demás niñas había desarrollado sus atributos femeninos, se podía notar su bien dotado y hermoso cuerpo, había dejado sus coletas para dejarse crecer el cabello asta la cintura mismo que ahora solo dejaba suelto y hacia posible que Natsume respirara su aroma. De no ser por que Mikan fuese tan inocente Natsume no la tendría con el, pues no era el único enamorado secreto de la muchacha, mas de uno en la academia querían estar con ella, pero solo Natsume se creía acreedor a ese derecho dejando en claro que cualquiera que la tocara, viera entre muchas otras terminaría calcinado, tan mal que no reconocerían ni sus propias cenizas.

-Eh…Natsume- Llamo Mikan mirando fijamente al pelinegro.

Al igual que Natsume, Mikan había cambiado su forma de ver al pelinegro, ahora el era un hombre echo y derecho, por mas que en el pasado oculto el sentimiento de atracción y amor que sentía por el, en ese momento no podía mas esconder la felicidad de saber que estaría para ella. Natsume desde niño era bien parecido, ahora que había crecido se veía aun más atractivo que antes, se notaba su estructural cuerpo y sus hermosos ojos como nunca se habían visto.

-Mmm?...- Murmuro el peligro aun entrado en sus pensamientos.

-Siento que tengas que vivir conmigo- Susurro la pequeña castaña escondiendo sus ojos en su flequellido y tratando de ocultar la nota de tristeza que sonaba en su oración. Natsume la miro de reojo y contesto:

-No será tan malo, braguitas de lunares- Lo dijo esbozando una sonrisa de burla y felicidad. Por supuesto que no será nada malo pensó el azabache, su Mikan estaría con el toda su vida o al menos así lo esperaba el.

Jalo a la castaña con tal fuerza que subieron rápidamente a la casa para leer el folder que Narumi-Sensei les había dado.