Hola a todos.
'The Chosen' fue la primera historia que empecé a traducir y a publicar en ffnet, y le tengo un cariño muy especial.
Cuando hace poco, Lyon subió un capítulo nuevo, después de muuucho tiempo, decidí revisarla y homenajearla, puliendo la traducción.
Sé que tengo varias historias a un tiempo, y de veras, prometo terminarlas a todas...
Por eso, habrá un 'El Elegido, versión revisada', hasta que me ponga al día, después, voy a borrar la versión anterior.
Que la disfruten tanto como yo.
Un abrazo a todos los que se llegan hasta aquí a leer.
Dulzura Letal, enero de 2012
"The Chosen", de Lyon's Own.
El argumento es muy original, y me gustó tanto que desee leer la historia en mi propio idioma y compartirla con ustedes.
Esta historia contiene SLASH, si no disfrutan leyendo este tipo de relatos, pues, sigan su camino por otras páginas.
Por supuesto, los personajes pertenecen originalmente a J.K. Rowling; nada es mío! Snif!
RESUMEN DEL ARGUMENTO:
Harry ha estado muy nervioso y tenso ultimamente. Buscando alivio, decide tomarse vacaciones. "Algo le dice" que debe ir a Praga. Allí se verá inmerso en tradiciones de una comunidad desconocida, y se reencontrará con un viejo enemigo, Draco Malfoy...
El Elegido
1
¡Ahí estaba otra vez! Esa sensación estúpida...crispante que no podía sacarse de encima, ¡y ya iban dos meses de soportarla! Pensó que así debió haberse sentido Neville, cuando recibió su Recordadora, como si hubiera olvidado algo, y no supiese de qué se trataba, y por lo tanto no pudiera ocuparse de eso. Revisó su horario, preguntó sobre los eventos y compromisos, y al parecer todo estaba en orden...pero esa sensación nerviosa, ese...tironcito, como si debiera estar en algún lado o hacer algo, y, ¡maldición! él no podía darse cuenta de qué era…Lo estaba agotando, y lo sabía. Las últimas semanas habían sido horribles. Esa sensación punzante no lo había dejado dormir; estaba tan alterado que había salteado comidas tratando de descubrir qué era eso que lo estaba molestando. Canceló salidas con sus amigos, preocupado y distraído; sabía que se estaba aislando, y que eso no era algo saludable. Salía solamente para trabajar y su piel había tomado un tinte pálido, porque hacía mucho que no estaba un tiempo al sol.
Los últimos dos días habían sido los peores, nervioso y tenso todo el tiempo. Si no hacía algo pronto, se derrumbaría. Ya tenía a Hermione encima, insistiéndole en que debía encontrar una solución, volviéndolo loco con llamadas en la chimenea y telefoneando diez veces por día (al menos así le parecía). Necesitaba...dormir, una buena comida, y ¡que esa maldita sensación pasara! ¡Necesitaba…irse!
Harry solicitó el permiso; y para su supervisora, la sanadora Philips, dárselo no fue un problema, para nada. Ella había estado preocupada por su protegido, desde hacía semanas, y se alegraba de poder darle tiempo libre para que se cuidara y volviera al buen camino. Después de todo, no muchos Sanadores tenían las aptitudes y habilidades de Harry Potter. Arrebatárselo al Equipo de Avanzada de los Aurores para que formara parte de la Unidad Quirúrgica de San Mungo había sido un gran golpe y detestaría perderlo por agotamiento. Un breve viaje era justo lo que él necesitaba. La Sanadora le recomendó la costa, el aire de mar. Harry asintió inexpresivamente y partió rumbo a su casa, murmurando que tenía la sensación de que debía ir hacia el Este.
Realmente no tenía idea de qué lo guiaba, pero de algún modo, decidió que debía ir a Praga. Por supuesto, nunca antes había estado interesado en visitar Praga, pero la sensación pareció aliviarse cuando decidió que era allí a donde iría. Una fuerza lo estaba atrayendo hacia Praga, así que iría a Praga.
Harry decidió viajar por medios muggles, aunque no tenía una razón particular para hacerlo. No estaba completamente aturdido; compró un par de guías de turista y planeó los primeros días de su visita. Llegaría al aeropuerto de Praga y tomaría el servicio de transporte del aeropuerto, el CEDAZ, hacia el Hotel de la Ribera, un hotel de lujo para muggles y magos; donde ya tenía una reserva. Podía tomar el metro, pero pensó que sería mejor darse unos días para aclimatarse. La guía de turistas decía que había conductores que hablaban un inglés fluido, lo que era muy bueno, porque él no hablaba otro idioma.
El vuelo fue...interesante; pero no era algo que deseara repetir en un tiempo cercano; con una sola vez bastó. Harry llevó una maleta con todo lo necesario para dos semanas, esperanzado en que fuese un tiempo suficiente para resolver esa sensación de tensión.
Después de unos pocos minutos angustiosos en la Aduana (había hechizado su maleta para que pareciera que no había encogido toda su ropa, artículos de tocador y de viaje), atravesó la puerta de Arribos tratando de ubicar los vehículos de transporte del aeropuerto, de color blanco característico. En lugar de eso, una mujer de belleza deslumbrante captó su atención. Era alta, tenía unos ojos azules exquisitos -Harry no había visto nunca un azul tan nítido-. El cabello de la mujer era negro azabache y le caía suelto sobre la espalda formando ondas y rizos. Parecía ser de su misma edad, o apenas mayor; sin embargo, algo en ella hablaba de sabiduría de vida. Pero, lo más llamativo era que estaba vestida con una túnica azul formal, un traje formal de bruja, y nadie lo notaba. Parecía que esperaba a alguien, y para asombro de Harry, ¡se dirigía hacia él! Ella sonrió y él se dio vuelta, pensando que, seguramente la persona que buscaba estaba detrás suyo, pero, en un instante estuvo a su lado.
-Bienvenido a Praga, Prometido. Es un honor saludarlo-. Dijo, llanamente, con voz ligera y alegre.
Harry parpadeó. Seguramente lo confundió con alguien más. -Di-disculpe señorita, creo se equivocó de persona-.
Ella negó con la cabeza. –No, Prometido. Etienne vió que usted llegaría hoy y me envió a buscarlo. Usted es la persona que estoy buscando, se lo aseguro-.
Harry estaba confundido, y con razón.
-Mire, estoy tremendamente confundido. No estoy seguro de porqué estoy aquí, pero no planeo encontrarme con nadie.¿Cómo puede estar segura de que es a mí a quien busca?
Esto era sospechoso para Harry, él ya tenía suficiente experiencia con sucesos extraños como para descartar algo por imposible, pero después de sobrevivir a una guerra y a una confrontación cara a cara con el mago oscuro más poderoso de su época, había aprendido a no aceptar las cosas sin cuestionarlas. Eso le había salvado el pellejo en más de una ocasión, así que pensó que lo mejor era informarse bien, antes de ir a alguna parte con la bella mujer desconocida y sin nombre.
Ella le sonrió otra vez, y pareció leer sus pensamientos.
-Usted no se siente seguro; ha venido a un país extraño, atraído por una fuerza que no entiende, acosado por sentimientos que interrupieron su vida, y es recibido por una mujer que no conoce, y que declara que ha sido enviada para llevarlo a algún lugar. Usted sólo puede dudar-. Extendió la mano hacia Harry y le dio una palmadita en el hombro. -Le aseguro joven, que nadie le hará daño; y, ciertamente, he sido enviada para llevarlo a La Ciudadela. Usted no es el único Prometido, de hecho, es casi el último en llegar -aunque Etienne ha visto que el último llegará mañana por la Red Flu, a una taberna en Hradec Králové-. Como sea, yo no soy la responsable de llevar a ese Prometido a La Ciudadela. Mi deber durante el Amoraj es para con usted. Ahora, tengo un traslador que nos llevará a Ceský ráj, los hechizos protectores estarán preparados para reconocerlo mañana, hasta entonces estará afectado por los poderosos hechizos Confundidor, Desilusionador y No Me Notes, que protegen La Ciudadela-.
Harry parpadeó; nada de esto tenía sentido para él. No obstante, ella parecía auténtica, así que resolvió tomar lo que acababa de decirle en partes manejables y ver si podía construir una explicación coherente con sus respuestas.
-¿Ceský ráj, qué es eso? ¿Y qué es La Ciudadela?
Tengo que empezar por algún lado, creo. Y, saber a dónde se supone que iremos me parece un buen comienzo.
-Ah, el Ceský ráj es un bosque antiguo y, nuestro hogar. Significa Paraíso de Bohemia. Los muggles lo han declarado reserva natural, así que sólo unos pocos nos molestan y nuestros dominios están ampliamente protegidos por hechizos, para prevenir que campistas, excursionistas y turistas tropiecen con nosotros-.
Como en el Campeonato Mundial de Quidditch, sólo que ellos parecen más efectivos que el Ministerio en tener alejados a los muggles.¿ Y quiénes serán "ellos" ?
-¿Quiénes son los "nosotros"de los que usted habla? ¿Y quién es usted? Ni siquiera se su nombre y hemos estado aquí, hablando, casi un cuarto de hora-.
Dado que todavía estaba un poco confundido con toda esta conversación, Harry pensó que estaba enfrentando bastante bien la situación, sin perder la calma. Quería confiar en esta desconocida mujer sin nombre.
Por necesidad, había desarrollado un cierto sentido para este tipo de cosas, "leía"a la gente bastante bien; y sentía que debía confiar en ella. Pero, su intuición no era infalible, y, además, Harry detestaba viajar con traslador. Sería muy bueno tener más información.
-La Ciudadela es nuestra ciudad de origen. Es la sede de nuestro gobierno y cultura. Además, hay concejos regionales para todos los Clanes que se encuentran en nuestras ciudades. Algunas ciudades son compartidas, como Londres, París; otras están ocultas en desiertos, bosques y montañas, alejadas de ojos curiosos.
Mi nombre es Marjeta Vlcek, del Clan Anata, de la Casa Arsaelan. Y "nosotros" somos vampiros-.
Dulzura Letal, 10 de enero, 2.012
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