Capítulo 12: A Veces las Cosas Mejoran o Solo Empeoran

Miyagi se quedó en silencio de inmediato y volteó a mirar al castaño extrañado— ¿qué dijiste?

Hiroki pareció no escucharlo, simplemente se quedó con la mirada nublada por la lágrimas que aparecían por montón, pero fija en algún punto de la pared frente a él.

—¿Kamijou? — lo llamó, pero no hubo respuesta por lo que optó por acercase colocando una mano sobre su hombro —¿qué sucede? ¿Estás bien?

Apartó la mano de su superior al instante y sin decir nada se levantó del lugar donde permanecía y se dirigió a la salida.

—¿Kamijou? — insistió mientras lo veía salir.

Durante todo el camino al baño Hiroki trató de poner sus pensamientos en orden, de tranquilizarse. No parecía posible lo que acaba de leer, eso parecía una broma de muy mal gusto, aunque según la forma como estaba escrito, todo parecía verdad y un hecho.

—¿Nowaki… por qué? — se preguntó abriendo el grifo y humedeciendo su rostro — ¿Cuándo pensabas decirme? — las horribles ganas de llorar que anteriormente lo acompañaban se hicieron más grandes, la idea de que se fuera y lo dejara lo aterraba — esta vez no podré soportarlo, te lo advierto tonto… no puedo… no puedo con esto… esta vez… no… no… no… no… ¿¡acaso pensabas irte sin decir nada!? — le aterró pensar en ello — ¿Nowaki?


—Toma — le pasó una botella de agua —¿estás seguro que estas bien?

Shinobu miró a la chica por un momento — sí, ya te dije que solo fue una discusión común y corriente con mi padre. Estoy bien.

La chica sonrió y con timidez apretó la mano del rubio — sabes que cuentas conmigo siempre ¿no?, digo… — se sonrojó y desvió la mirada un poco —de verdad me gustaría que confiaras en mí, tú me… me agradas mucho.

El terrorista aturdido por todo lo que le estaba ocurriendo no quiso ni pensarlo, no se sentía capaz de contarle sus cosas a nadie, aunque tampoco quería ser grosero. Apretó su mano y sonrió levemente —claro que sí.

—¿Quieres entrar a clase o aun necesitas tiempo?

—Ya te dije que no es nada grave, solo quiero un poco de aire y poner en orden mis pensamientos, es todo… — sonrió con un poco más de convencimiento — Miyu-chan tranquila, aun estas a tiempo de entrar a clase, así que ve, yo quiero estar solo.

—E-está bien, pero prométeme que si necesitas algo me buscaras.

—Está bien — contestó sin mirarla a los ojos —, yo te buscaré.

Afirmó con su cabeza —c-cuídate — susurró yéndose.

Cuando por fin estuvo completamente solo se recostó en el pasto colocando sus brazos sobre sus ojos, llorando en silencio. Por más que quería ser fuerte le costaba.

—M-Miyagi…

No deseaba pensar más, pero sin poder evitarlo la imagen de él marchándose y tomado de la mano de su hermana llegaba a su mente haciéndolo sentir más miserable de lo que ya se sentía.

—¿Por qué con ella? ¿Por qué no pudiste sentir por mí lo que sientes por ella? ¿Qué me faltó? ¿Acaso es porque es mujer? ¿Acaso es porque ella madura y tiene claro lo que quiere? — sollozó —.Yo por ti hubiera sido capaz de dar mi vida si con ello conseguía que tú me amaras un poco… porque me amaras como yo te amo a ti — apretó los puños — No. Como te amaba… porque ya no te amo — mintió con el propósito de creérselo. Estaba cansado de hacer según él todo por ambos, ya no podía amar por los dos para que la "relación" funcionara — te odio Miyagi, te odio y no quiero saber más de ti. ¡Vete!¡vete lejos de vida por favor!


—Siento las molestias causadas — dijo bajando la cabeza —. Gracias por todo.

Manami sonrió — que tengas un buen día Misaki-kun — se acercó —. Cualquier cosa no dudes en decirme y no te preocupes que nada de lo que dijiste Takahiro lo sabrá, te lo prometo.

—Gracias — hizo un intento por sonreír y salió de la casa limpiándose los rastros que quedaban de las lágrimas. No podía negar que se sentía tranquilo al haberse desahogado.

Tratando de apartar al novelista y el problema con su hermano de su mente se dirigió a la universidad, o eso pretendía de no ser porque en la esquina lo esperaba Akihiko recargado en la puerta de su carro con los brazos cruzados mientras fumaba.

Quiso retroceder, huir de ese lugar al verlo, pero su mente y movimientos colapsaron y no pudiera coordinar nada, circunstancia que aprovechó el novelista para aproximarse y conducirlo al carro.

—U-Usa… Usagi-san… — lo miró una vez cerró la puerta.

—Misaki, olvídate de todo… — indicó con seriedad sin mirarlo mientas se disponía a arrancar—por las próximas horas, seremos solo tú y yo.

—¿Q-Qué…? ¿Qué quieres decir con eso? — cuestionó con nerviosismo.

—Quiero que te olvides de todo lo que ha pasado y piensen solo en mí y en ti… en nosotros — dijo deteniéndose por un momento para acercarse y besarlo. Tomando totalmente desprevenido al estudiante.

—N-No… Usagi-san… yo no… — como pudo lo apartó, sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas y las palabras se acumulaban en su garganta — por favor…

—Misaki — el novelista acarició su rostro limpiando las lágrimas —, no quiero que sigas pensando cosas que no son — indicó con seriedad.

Lo miró entre confundido y triste — p-por…

—No me interesa lo que te haya dicho ese senpai tuyo o si Takahiro está o no de acuerdo con lo nuestro. Te amo y eres lo único que necesito en mi vida — aseguró mirándolo a los ojos, para luego acercarse y volver a besarlo mientras que sus brazos lo envolvían de forma sobreprotectora.

El corazón de Misaki comenzó a latir de manera acelerada, después de todo ese tiempo de incertidumbre y temor, el poder tenerlo así y escuchar esas palabras lo llenaba de ilusión y le brindaban la tranquilidad que tanto necesitaba. No había resistencia o queja que valiera. Que importaba si luego las cosas volverían o no a ser como antes, si este era el final o no de su historia de amor, lo único que importarte era que estaban juntos y se amarían como siempre lo habían hecho.

El peliplata se encargó de explorar con su lengua hasta el último rincón de su boca, mientras que sus manos bajaban por su espalda hasta que se detuvieron en su cintura.

—U-Usagi… Usagi-san… — susurró con el poco aliento que le quedaba.

Con una sonrisa más que maliciosa, Akihiko metió su mano por entre el pantalón del castaño rosando su trasero.

Un pequeño jadeó escapó de la boca del menor y su rostro comenzó a tornarse rojo.

—Necesito recargarme de ti… — susurró cerca de su oído antes de pasar su lengua por el y morderlo — estoy en mi límite y te quiero ahora…

Las manos del mayor se encargaron de despojarlo de cada una de esas prendas tan estorbosas que no lo dejaba tenerlo en todo su esplendor. Una vez lo tuvo desnudo, mandó la silla del carro hacia atrás para dar más espacio y se colocó encima.

Sus ojos se posaron en los de su amado —te amo y es lo único que debes saber… — susurró segundos antes de que sus labios se posaron sobre del ojoverde, atrapándolos.

El cuerpo del menor se estremeció al sentir como las manos de Akihiko jugaban con sus pezones, pellizcándolos y jalándolos. Comenzando a torturarlo con toda clase de sensaciones.

Cuando la falta de aire se hizo presente, se dispuso a concentrar su atención en el cuello, besando, lamiendo y dejando algunas marcas por donde su boca pasaba.

—Aaahh Usagi… san — jadeó una vez sintió como la mano del novelista agarraba su miembro y comenzaba a masajearlo desde la punta hasta la base.

—Durante este tiempo que no hemos estado juntos, ¿los has hecho tú solo Misaki? — preguntó antes de besarlo de manera superficial — están tan duro y hasta ahora te toco — comentó con una sonrisa.

—Mmmhh… y-yo no… — rodó sus ojos al sentir sus caricias — aagg… U-Usagi-san… mmmhhh — sus mejillas se enrojecieron más y sus manos se aferraron al cuello del mayor.

—Sigue provocándome — susurró acelerando el movimiento de su mano, haciendo que los gemidos de Misaki aumentaran.

Excitando por ver tal imagen, Miró de re ojo su miembro y sin dar más esperas, levantó las piernas de su amante colocándolas a lado y lado de sus hombros, para luego acercar su rostro a su hombría y rosarla con sus labios.

—Ay… mmmhhh — arqueó su espalda y cerró con fuerza sus ojos una vez la boca del peliplata se fue abriendo y engullendo su miembro hasta dejarlo casi que por completo en ella.

Su lengua se encargó de lamer hasta el último lugar de su miembro enredándose para enseguida comenzar a jugar con el, sacándolo y metiendo, tanto como podía.

—Nnhh… — dirigió su mano a la cara mientras gemía. Avergonzado por los sonidos tan orgásmicos que salían de su boca, se la cubrió para acallarlos.

—¡Misaki! — lo llamó deteniendo lo que hacía y apartando la mano de su boca — no te contengas, aquí solo estamos tú y yo.

—P-Pero Usagi-san, estamos en el auto — señaló agitado.

—No importa, no te contengas quiero escucharte y sentirte — dijo y enseguida pasó su lengua por toda la longitud de su miembro, haciéndolo estremecerse y gemir.

—¡Pervertido!

Una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro — al menos has vuelto a ser tú, me alegra eso.

—¡Que! Nnhh… a que te… t-te refieres aahh...

—Te amo Misaki — señaló y volvió a introducir su hombría en su boca para comenzar con un no tan lento vaivén.

—Aaahh… mmmhhh… baka Usagi.

Mientras se encargaba de darle placer con su boca sus manos se deslizaron desde la pelvis hasta su trasero, delineándolo.

—N-No… ngh… — apretó sus puños y ojos cuando un dedo comenzó a hacer presión en su ano, amenazando con entrar en cualquier momento.

—Relájate… — la mano libre la dirigió hasta el rostro de su amado acariciándolo, limpiando algunas gotas de sudor.

—Agh… nnnhhh… U-Usagi… Usagi-san mmmhh… duele… — jadeó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y su cuerpo se estremecía cada vez más.

Una vez su dedo ingresó, se encargó de masajear su interior introduciéndolo tanto como le fue posible.

—Mmmhhh… — quiso aferrarse de algo pero al no encontrar nada colocó sus manos en la espalda del mayor apretando sus ropas y clavando sus dedos — aaahhh… ay U-Usagi-san… yo no…

Con eso le bastó para acelerar el movimiento de su boca y atreverse a introducir un segundo dedo en aquella cavidad que con el paso de los minutos se iba dilatando y humedeciendo.

El deseo lo estaba volviendo loco, el dolor se mezclaba con una sensación de placer que le hacía pedir más — aaaahhh… ngh… mmmhhh — sus gemidos se intensificaron; mientras que mandaba su cabeza hacia atrás movió su cadera levemente hacia adelante y hacia atrás — Usagi… san v-voy a… aahh.

Sacó el miembro de su boca y empezó a lamer el líquido pre-seminal que iba apareciendo. Como sabía que nada faltaba para el final, introdujo un último dedo para terminar de prepararlo.

—N-No Usagi-san aaahhh ya no… no puedo… aaaaaahhhh.

Antes de que Misaki se corriera, Akihiko abrió su boca de forma que lograra recibir por completo su esencia y permitir que esta se desperdiciara — que bien estuvo — comentó con una sonrisa lujuriosa, lamiéndose los labios una vez la hubo digerido.

—P-Pervertido… —suspiró un tanto agotado y se cubrió el rostro con ambas manos, no deseaba que viera aquella expresión de excitado que de seguro tenía en ese momento.

—¡Ja! Misaki… después de tanto tiempo no puedo creer que actúes así… tan adorablemente— dijo acercándose a su rostro —, cuando será que entenderás que estamos tú y yo solos y que me gusta tu rostro, me gusta cómo me miras, porque me provocas — señaló quitando las manos de su rostro para besar sus labios — te amo Misaki…

—Ah… — sus ojos se entrecerraron. Los dedos del peliplata continuaban masajeando su interior, produciéndole más y más placer a cada momento.

—No dejes de mirarme — le pidió mientras sacaba los dedos de su interior y preparaba su miembro para introducirlo en él.

—U-Usagi…san — susurró tratando de mantener su mirada puesta en los ojos violetas de su amante, al tiempo que intentaba mantenerse relajado para que no doliera tanto la intromisión.

Besando sus labios y entrelazando sus manos esperó darle confianza, al tiempo que ingresaba su miembro procurando no lastimarlo — todo está bien… — susurró besando sus mejillas, lamiendo las lágrimas y rastros que quedaban de ella en el rostro.

Cuando lo hubo penetrado totalmente comenzó con un lento vaivén que fue volviéndose más profundo y rápido a medida que comprobaba se iba acostumbrando y su cuerpo parecía pedir más.

—Mmmhhh… aaahhh… — como pudo se colgó del cuello de Akihiko gimiendo de forma bastante orgásmica en su oído.

—Misaki… tú no debes preocuparte por nada…— lo miró los ojos de forma repentina —yo me comprometo a hacerte feliz, a amarte cada día y a no dejar que nada ni nadie te haga daño — aseguró abrazándolo — te pido que confíes en mi nada más.

—Ah pero Usa…

—Olvida todo lo malo que ha pasado estos días, no piensen en cosas malas, yo te amo y quiero que seas feliz… — interrumpió besando sus labios — solo quiero que pienses en mí y que te quede a mi lado para siempre.

Los ojos verdes de Misaki se perdieron en aquellos violetas que lo miraban tan intensamente—tal vez yo solo lo he juzgado mal… — pensó mientras aspiraba su aroma— quizás solo he permito que mis temores hablen por si solos… olvidando que él al igual que yo tiene sentimientos… — con un poco de atrevimiento buscó sus labios y lo besó de forma superficial — Usagi-san siempre es tan amable conmigo… y yo… yo no quiero causarle molestias… tal vez… tal vez solo deba confiar en lo que me dice…

Las manos del mayor tomaron sus mejillas con cuidado, para enseguida acercar sus labios y fundirse en un beso más largo mientras que las embestidas continuaban.

—Nhg… ah… ah… — los gemidos se acumulaban y se volvían más sonoros al tiempo que se mezclaban con el sonido de sus cuerpos chocando.

—Eres tan lindo Misaki… — comentó al escucharlo y ver como su cuerpo respondía al roce y la fricción que provocaba su hombría con el interior del menor, haciendo que sus caderas se movieran por si solas.

—Y-Yo… Usagi-san… g-gra… gracias — jadeó en un susurró.

Sin entender bien a que se refería, solo se limitó a besarlo incontables veces, sin detener su movimiento.

—¡Aahh! —gritó al tiempo que sus ojos se cerraban con fuerza, al sentir como el miembro del novelista golpeaba con fuerza su punto más sensible — Ay… Usagi-san…. Ngh…

Bajó su boca por su cuello lamiéndolo y besándolo, encargándose de igual forma de masturbarlo al mismo ritmo que su pene lo embestía y enloquecía.

—B-Basta… nnhh… yo no puedo… aaahh — jadeó mirándolo de forma lujuriosa y desesperante — m-me voy a…

Sin importar las quejas intensificó lo que hacía, sintiendo que él al igual que su pareja también terminaría pronto.

—U-Usagi-san… agh —jadeó llegando casi que a su límite — t-te amo… — finalizó en un susurro aferrándose con fuerza a su cuello, dejando que lo inevitable sucediera.

Antes esas palabras sus ojos se abrieron como platos y con una sonrisa llena de satisfacción también dejó que todo finalizara — y yo a ti, más de lo que puedes llegar a imaginar.


El trabajo se acumulaba, el teléfono no dejaba de sonar, reuniones por doquier y al él poco o nada la importaba lo que pasa a su alrededor. Llevaba ya un tiempo sentado en su escritorio mirando a la nada. No solo Asahina ya no estaría con él, sino que además debía hacerse cargo de la empresa y otras cosas cambiarían en su vida. Pero definitivamente el sonido insistente de la puerta lo trajo a la realidad otra vez.

—Adelante — dijo mientras se sentaba de mejor forma y simulaba leer unos papeles que permanecían sobre la mesa. Esperaba a cualquier persona menos a esa.

— Buenas tardes Ryuuichirou-sama.

—Buenas tardes — saludó con indiferencia y enseguida se levantó.

—Siento interrumpirlo, sé que tiene trabajo pero…

—No digas más — interrumpió pasado por su lado — debo reunirme con unos editores, que esperan presentarme un nuevo proyecto de un anime, no tengo tiempo para hablar Asahina. Permiso

—Pero Ryuuichirou-sama, yo solo quiero saber… ¿por qué? ¿por qué está haciendo esto?

Se detuvo y lo miró con frialdad —porque yo ahora tengo otros asuntos en que ocuparme, lo mismo que tú — suspiró — mi padre te necesita más que yo ahora, deberías estar con él ahora.

—Lo entiendo pero aun así yo no deseo eso — confesó con seriedad haciendo que Isaka lo mirara por unos segundos sorprendido.

—Asahina, yo no puedo ser tan egoísta y acapárate para siempre. Tú al igual que yo debe surgir. ¿¡Por qué no lo entiendes!? Yo no te necesito más — aseguró levantado su voz —, pronto seré el encargado de la empresa y no existe nada más importante que eso.

Impresionado y dolido al escucharlo se aproximó y tomándolo del mentón lo hizo mirarlo — ¿está seguro de las palabras que dice Ryuuchiurou-sama? Por favor le pido y me diga la verdad, porque yo estaba convencido que…

—Sí, lo estoy.

Asahina está capacitado para desempeñar cualquier cargo en la editorial, eso lo sabes perfectamente señaló con seriedad —, tanto él como tú merecen lo mejor, ambos han aprendido lo necesario suspiró —. Le agradezco a él lo mucho que te ha ayudado y guiado en cierta forma hasta llegar acá. Su trabajo ha sido más que impecable, así que bueno he pensado, ¿por qué no hacer que él también asuma otro cargo en la editorial?, sería una forma de incentivar su trabajo y de agradecerle por lo que ha hecho.

Iba a quejarse, pero sabía que las palabras que su padre le decía eran ciertas. Suspiró.

Ahorita lo que debe preocuparte a ti, es tu futuro, el hacerte cargo de Marukawa, el casarte y termina de realizarte como persona. Ya no eres un niño, debes comportarte como un adulto.

—Sí, lo estoy. Yo puedo seguir sin ti — aseguró serio y se dirigió a la salida, dejando a Kaoru con más dudas — discúlpame, pero no lo hago porque no me importes, al contrario, lo hago porque te mereces lo mejor y porque deseo verte feliz. A mi lado no conseguirás nada, ¿o que has conseguido luego de tantos años juntos?


Sin muchas ganas fue a su trabajo, no tenía muchas ganas de nada realmente, había descansando un par de horas pero por la expresión de su rostro indicaba otra cosa. Unas desagradables ojeras acompañaban su rostro junto con expresión que no se sabía si era seria o triste.

Los días seguían corriendo y él tenía que tomar una decisión respecto a su futuro, a eso se le sumaba la horrible situación que vivía con Hiroki y que le partía el alma. Siempre había sido fuerte, nunca había permitido los pensamiento malos lo vencieran, pero el tener tantas cosas acumuladas lo estaba haciendo cambiar su forma de pensar.

Suspiró y miró el semáforo, esperando que este cambiara. Era cierto que sentía que para Hiroki él no era tan importante, pero divagando entre tantos pensamientos y dudas, algo que había omitido lo preocupó aún más. Desde que estaba junto a él, había deseado que fuera cariñoso, que no se molestara por sus muestras de amor, que hiciera sus fantasías realidad, que fuera más abierto con lo que sentía, pero… ¿y que había de él?, le reprochaba por no incluirlo en su vida y él… él tenía en menos de nada que decidir algo que podría cambiar su vida y poner punto final a su relación, en sus manos estaba el poder de mantenerse juntos o el de separarse. Lo sabía y aun así lo mantenía oculto, oculto estaba el último minuto.

Existía el temor a perderlo, a que lo odia por tomar una decisión que lo lastimara, pero aun así.

—…pensé que confiabas en mí…

Bajó su mirada derrotado y continuó su camino. Era cierto, por más doloroso que fuera, así fuera poco posible de creer, por más que fuera Nowaki, el dulce y perfecto Nowaki que era capaz de dar la vida y todo por él. Era cierto, no confiaba lo suficientemente, de no ser así de seguro que Hiroki al menos ya sabría lo de la oferta de trabajo y estudio que le estaban brindando. Al entenderlo se reprochó tal hecho como jamás en la vida se había reprochado algo.

—Buenas tardes sensei — saludó la enfermera con una gran sonrisa, como era costumbre, pero al verle la expresión se acercó y lo miró con preocupación —¿Kusama-sensei se siente bien?

—¿Eh? Buenos días Hitomi-san — como pudo sonrió —no te preocupes no me pasa nada.

—¿Está seguro?

Con su habitual expresión afirmó con la cabeza.

—Nowaki, que bueno que te veo — interrumpió apareciendo justo enfrente.

—Senpai, buenos días, ¿cómo está? — saludó dirigiendo su mirada a él— creí que su turno ya había acabado.

—Así es, pero te estaba esperando — comentó con seriedad tanto en el tono de su voz como en la forma como lo miraba.

—¿Ocurrió algo?

El doctor se quedó viendo a la enfermera.

—Oh lo siento, permiso me retiro — dijo haciendo un reverencia, para luego dejar a los dos hombres solos.

—¿Que sucede senpai?

—Me reuní con el director del hospital y me comentó que en Nueva York ya tienen todo preparado para nuestro viaje — informó cruzándose de brazos.

—¿Ah? ¿Nuestro? Pero…

—Ya lo sé, pero al parecer allá nos esperan a ambos.

—Senpai yo no…

—¡Nowaki! Decídete de una buena vez, sobretodo porque tengo entendido están pensando en adelantar el viaje — indicó sin dejarlo hablar —, ya es hora que decidas sobre que es más importante, si tu trabajo o tu relación con Kamijou.

Los ojos azules del doctor se abrieron de par en par al escuchar esas palabras.

—Piénsalo y toma una decisión, nos vemos después — le dio un par de palmadas en el hombro y se marchó —. Suerte con el trabajo.


—Buenas tardes, siento mucho la demora, estaba revisando unos exámenes que hice ayer — se excusó al cruzar la puerta de la oficina del director.

—No hay problema, por favor toma asiento — indicó señalando con su mano la silla frente al escritorio.

Siguiendo la orden se sentó — ¿todo está bien Sr director?, por la forma como me habló cuando me llamó parecía grave — señaló con inquietud y temor.

—Lo es Miyagi-kun — contestó colocando sus manos sobre la mesa y juntándolas, mirando al profesor de forma seria.

—A-Ah… eh… ¿qué ocurre?

—Siento mucho molestarte a cada rato con problemas familiares, pero no sé a quién acudir en estos casos — el hombre suspiró e hizo una expresión de preocupación —.Shinobu no solo es tu estudiante, sino que además es tu vecino y ustedes son muy cercanos, ¿no?, o eso me ha quedado claro.

Miyagi frunció el entrecejo — c-claro, bueno eso supongo, somos amigos, nada más jajajaja… yo n-no… no sé. Pero, ¿por qué me está diciendo eso? ¿Qué le sucedió a Shinobu? ¿Él está bien verdad? — preguntó alterándose.

—Bueno, Miyagi-kun yo cada vez entiendo menos esta situación.

—¿Eh? ¿Q-Qué situación? — cuestionó con nerviosismo.

—Hace un momento discutí con él y dijo cosas que me dejaron muy sorprendido y preocupado — contestó y negó con la cabeza.

—Entiendo, ¿Qué fue exactamente qué es lo que le sorprendió y preocupó? — preguntó con temor esperando lo peor. No era por ser pesimista pero como las cosas no les estaban saliendo para nada bien no se le hacía para nada extraño que ahora también tuviera problemas con su jefe.

—Bueno, sabía que las cosas no marchaban bien con mi hijo, por lo que Risako me había comentado y lo que había notado yo, pero ver al muchacho que se paró enfrente mío y casi me enfrentó, me preocupó mucho—suspiró — Shinobu es una persona totalmente diferente, parece como si nada le importara, es grosero, rebelde y parece no saber qué es lo que desea hacer con su vida. Ustedes que parecen ser tan cercanos, ¿él no te ha comentado nada? ¿No sabes cuál puede ser el motivo por el que está así? Si sabes algo por favor te pido que me digas — habló con desespero, juntando sus manos en señal de súplica.

No pudo evitar sentirse culpable con las palabras que su "ex" suegro decía, mientras lo escuchó hablar mantuvo su mirada fija en el suelo — bueno, no creo que sea algo importante, Shinobu está en la edad en la que los muchachos son rebeldes, hacen muchas tonterías, aún no saben bien que es lo que desean hacer, pero aun así sé que Shinobu-chin es inteligente, usted no debe preocuparse, eso ha de ser algo momentáneo — aseguró esperando así calmar al hombre y evitar que más problemas se formaran.

—Quizás tengas razón, pero no se no esperaba que Shinobu me dijera de buenas a primeras que deseaba volver a Australia — sentenció mirando al profesor.

You abrió sus ojos como platos al escuchar esas palabras —¿Q-Qué… qué acaba de decir? — preguntó con temor y preocupación.

Continuará...


Hola a todo el mundo. Se que esto no tiene perdón , me desaparecí por mucho tiempo y yo de veras lo siento, porque no soy partidaria de estas cosas, es solo que entre la u, problemas personales y mis otros fics yo no supe que hacer. De igual forma no es como si la inspiración haya estado de mi lado y cuando estuvo, no me gusto lo que escribí, por lo que decidí mejorarlo y re-escribir algunas cosas.

Yo de verdad espero y no me odien por haber dejado este fic así, aunque como ven ya lo retomé y es de los principales proyectos a terminar. Últimamente han surgido ideas grandiosas para la historia, así que espero incluirlas y continuar trayendo más actualizaciones.

Por el momento les dejo este capítulo, espero lo disfruten y por cierto gracias por leerme, dejarme reviews, por sus favoritos y alertas. No siendo más me despido enviándoles muchos saludos y la mejor vibra.