Hola a todos, bueno este es mi primera historia en cuanto a Phineas y Ferb, espero que les guste y si no déjenme comentarios diciendo en que estoy mal o si de plano no me tengo que dedicar a esto jajaja bueno espero que alguien lo lea y que les guste.

Ninguno de los personajes ocupados en esta historia me pertenecen, son propiedad de Dan Povenmire y Jeff "Swampy" Marsh, a los que le doy gracias por dejarme sacar retorcidas historias de mi loca mente.


Capitulo 1

Hoy lo lograre- decía Isabella totalmente convencida frente al espejo empañado por el vapor de una buena ducha- ni un día más, hoy le revelare todo, si no me dejo de llamar Isabella.

Se preparo para ir al patio de sus vecinos como de costumbre, se peino y acomodo su tierno moño rosa que tenia en la cabeza todo el tiempo, preparo su vestido del mismo color, etc. .Era increíble cuanto tiempo tardaba a diario en arreglarse solo para que su Phineas la notara algún día, mas sin embargo él no lo hacia, al menos eso aparentaba.

Mientras salía de su cuarto, pensaba en como podría declararle su amor a Phineas pasando por un simple pero maravilloso "TE AMO" asta "hola que estas haciendo, bueno te quiero decir algo….." ,hasta que la vos de su madre la interrumpió de aquel pensamiento.

-Hola Isabella ¿como amaneciste hoy?- decía su madre con mucha ternura- ya esta el desayuno en la mesa, come rápido si no, no vas con tus vecinos.

Aquel ultimo comentario la altero mucho ya que ella estaba segura de que ese iba a ser el día especial con Phineas, así que se apresuró a comer, después de 5 minutos acabo todo su plato de cereal lo cual le sorprendió a su madre

- Wow tenias hambre ¿quieres otro poco?- dijo su madre

- No gracias mama así estoy bien- lo único que le importaba era sacar su sentimiento de una vez por todas- bueno me voy llego en la 8

- De acuerdo hija con cuidado- le grito su madre ya cuando Isabella estaba fuera de su casa.

Camino por la acera de su calle por un momento, maldiciendo la corta distancia que existía entre sus casas, pensando además en como declararle su amor.

- Ya se le daré una rosa- dijo en su mente muy entusiasmada y agradecida ya que aun no avía tomado una decisión y el tiempo del camino de su casa al centro comercial era de 10 minutos, el tiempo perfecto para tomar la decisión.

Mientras caminaba iba con la vista baja pensando en los pros y contras de su declaración, ella ignoraba el hermoso día que presenciaba DANVILLE un día soleado, mas sin embargo el sol no quemaba, si no que proporcionaba una ligera sensación de calor, el viento soplaba con una grandiosa humedad la cual aminoraba el calor aun mas. Pasando por el parque se oían las risas de los niños en los juegos, divirtiéndose como nunca, de la misma forma en que ella se divierte con Phineas.

Caminaba y caminaba asta que sintió un golpe enfrente de ella obligándola a caer.

-Lo siento no la vi señorita- decía aquella vos perteneciente a un chico –Isabella ¿eres tu?, o lo siento mucho no te vi perdóname.

Al voltear la mirada vio que era su amado Phineas, lo vio en el suelo también, ya que el golpe lo obligo a caer.

Ambos se levantaron al mismo tiempo mientras Isabella le decía –no te preocupes esta bien

- ¿A donde vas?- le dijo el pelirrojo con una gran alegría.

- aaaaaaaaa- en la mente de Isabella se oían las palabras "¿Qué le digo?"- mmm pues voy al supermercado por… una llave inglesa

-a genial yo vengo de hay fui por una llave inglesa que le falta a Ferb, pero te acompaño vamos.

- No te preocupes esta bien no quiero retrasar a Ferb con su trabajo, además no quiero que pierdas tu tiempo acompañándome- dijo ella nerviosa, con las mejillas rojas, las cuales le daban un grandioso toque de ternura

- ¿Perder el tiempo con tigo? Estas bromeando es lo mejor puedo hacer en todo el día- dijo Phineas sin darse cuenta que eso sonrojo aun mas a Isabella

- De acuerdo vamos entonces-dijo Isabella tratando de ocultar la pena que sentía.

Caminaron juntos riendo y jugando el resto del camino asta que llegaron por fin al centro comercial.

-Bien aquí estamos, vamos por tu llave inglesa-dijo Phineas

-Mmmmmm perdón Phineas no vengo por una llave inglesa, la verdad vengo por otra cosa- dijo Isabella

-De acuerdo vamos

-Perdón es privado, espero que no te enojes ¿me esperas aquí? no me tardo nada- dijo Isabella sintiéndose culpable por responderle así, pero era la única forma

- Esta bien no te preocupes. Aquí te espero.

- Phineas perdón.

-No te preocupes esta bien en serio.

Camino Isabella por aquel gigantesco centro comercial asta que llego a la florería, había tantas flores que escoger, tantos colores y lo mejor de todo se percibía un estupendo aroma, entro y empezó a buscar que flor le gustaría mas a Phineas, pero recordó que la estaba esperando así que tomo una rosa blanca, fue a pagar y salió de la florería, despidiéndose de aquel sutil aroma.

Corrió hasta donde estaba Phineas, cuando llego asta él dijo

-ammmmm-mientras en su mente se decía "se la doy ¿ahora o luego?"

-no encontré lo que estaba buscando-dijo ella finalmente y guardándose la rosa en una bolsa de su vestido

De acuerdo vamos a casa es hora de seguir con el trabajo.

Se dirigieron caminando lentamente a casa de Phineas, ambos totalmente en silencio.

Isabella volteaba a ver ocasionalmente a Phineas, claro sin que él se diera cuenta, estaba leyendo algo sobre su llave inglesa mientras tanto comenzó una discusión en la cabeza de Isabella

-vamos es el momento, no habrá mejor oportunidad es ahora o nunca,¡ vamos Isabella no seas cobarde¡

- No lo hagas ni siquiera tienes la forma en que se lo vas a decir, espera habrá mejores momentos y tu ya te abras decidido por la forma de declarárselo.

Hizo caso a la segunda opinión y decidió esperar a un mejor momento, pero de algo estaba segura, si no llegaba ese momento, ella lo buscaría

Siguieron caminando juntos disfrutando la compañía, bromeando, riendo juntos hasta que después de los 10 minutos de camino al fin lograron ver la casa de Phineas, lo que noto Isabella fue que el auto rojo de los padres de Phineas no estaban, lo cual indicaba que los hermanos estaban solos (como siempre).

Al llegar a la parte trasera de la casa, Isabella vio un enorme perro de metal sentado a un lado del árbol, este era enorme y muy ¿cuadrado?, en fin en sima de él estaba Ferb trabajando en un compartimento que dejaba al descubierto muchos cables de colores.

-aquí esta tu llave inglesa- dijo Phineas mientras la arrojaba a su hermano.

Este al momento de cacharla la única acción que realizo fue levantar el pulgar como señal de agradecimiento y continuo trabajando.

-¿otro perro de metal?- dijo Isabella en forma de duda

-si, el ultimo que hicimos lo tuvimos que desconectar después de que nos quitara el separador molecular ¿te acuerda?

-a si - (en la mente de Isabella) "lo único que recuerdo es otro fracaso"

-bueno en fin vamos Ferb quiere acabar este proyecto solo, dejémoslo en paz y vayamos adentro por un refresco.

-ok esta bien vamos

¿Y Candace? – pregunto Isabella mientras caminaban a la sala de su casa

-A esta espinando a Jeremy en su trabajo- contesto Phineas-¿Qué quieres de tomar?

Mmm un refresco de toronja, si tienes claro-dijo Isabella mientras se sentaba en un sillón enfrente de la televisión.

-por supuesto para ti lo que quieras Isabella- dijo Phineas

-o gracias Phineas-dijo Isabella sonrojándose por segunda vez en el día.

Phineas se dio media vuelta y se fue sin notar nada.

-De acuerdo aquí esta la oportunidad, esta la rosa, estamos juntos, no hay nadie, el momento perfecto ahora solo tengo que… ¡demonios no se como decírselo no me dio tiempo de pensar! Que hago, bueno lo are despacio así podre…..

-Aquí esta tu refresco –la interrumpió Phineas- oí murmullos desde la cocina ¿estas bien?

-Si no te preocupes solo hablaba con migo misma, es algo normal en mi- dijo Isabella

-Que bien bueno ¿se puede saber de que hablaba Isabella con Isabella?

-si jaja hablábamos deeee….-dijo nerviosa aun con las mejillas rojas

-si ¿de que?- contesto Phineas muy cerca de ella debido a que era un sillón pequeño

Ella solo sentía su corazón palpitar mucho mas rápido, se sintió apenada, desesperada por revelarle su amor, pero al mismo tiempo alegre ya que aquel chico que ama desde hace mucho tiempo estaba enfrente de ella, poniéndole su total atención, mirándola fijamente a los ojos, la oportunidad perfecta para acercarse a él y besarlo sin tener que decir nada.

PERROS – dijo Isabella finalmente-hablábamos de perros

-o de acuerdo jaja que curioso tema – dijo Phineas mientras tomaba su baso de refresco.

-ok bueno ¿que vamos a ver?- dijo Isabella tratando de olvidar lo ocurrido.

-mmm ¿que te parece UP?

- me parece bien adoro esa película.

-de acuerdo vamos a ver up-dijo Phineas mientras se levantaba del sillón y se dirigía asta su televisión para poner la película.

Isabella aun sentía aquel latido fuerte sobre su pecho y supo que sentiría lo mismo todo el día gracias al sillón tan pequeño.

Phineas puso la película, apago la luz y se volvió a sentar alado de ella, rozando su brazo con el de ella, lo cual la hizo exaltarse. Comenzaron a ver la película, cuando esta se encontraba justamente a la mitad Isabella comenzó a pensar en el, en que ya había pasado una oportunidad, así que ahora ella tenia que buscar la segunda, acto seguido comenzó a mover su mano y dirigirla a la de Phineas, el cual no notaba nada de lo que ocurría, solo miraba la película, Isabella continuo moviendo su mano hacia la de él, y de nuevo comenzó a sentir esa sensación de pena, volvió a sentir su corazón latir muy fuerte y comenzó a sentirse nerviosa.

-es hora de las palomitas, voy por ellas-dijo Phineas haciendo retroceder por completo a Isabella asustada.

Esta suspiro y bajo la cabeza en señal de decepción, Phineas lo noto y pregunto

-¿Ocurre algo Isabella?-

-No nada Phineas- contesto ella decepcionada.

-de acuerdo ahora vengo.

-ok- esta vez Isabella no pensó nada al respecto solo se quedo hay sentada, paralizada, incapaz de creer en lo que estaba a punto de ocurrir.

-aquí están-dijo Phineas llegando con un tazón enorme de palomitas con mantequilla y poniéndolo sobre la mesa haciendo a un lado los refrescos de ambos- bueno continuemos con la película.

Ambos se sentaron a seguir viendo la película. Ahora sin que Isabella intentara nada, la oportunidad ya había pasado y otra vez había sido inútil, solo que esta vez por causa del destino.

Finalmente acabo la película y se levantaron ambos del sillón.

-¿que hacemos ahora?- pregunto Phineas mientras se dirigía al televisor para quitar la película y apagar el televisor- ¿Qué te parece si jugamos un juego de mesa?

-Muy bien eso me encantaría-respondió Isabella.

Se dirigió al comedor mientras Phineas iba por el juego de mesa, finalmente bajo de su cuarto donde lo tenia guardado y comenzaron a jugar, ambos se divirtieron mucho durante un largo tiempo.

-te gane "otra vez"- dijo finalmente Isabella después de acabar de jugar por segunda vez- o ya son las 8, se me paso el tiempo muy rápido, perdón pero me tengo que ir, le dije a mi mama que llegaría pronto.

-de acuerdo te acompaño a la puerta-dijo Phineas.

Caminaron juntos en silencio hasta la entrada pero antes de que llegaran pasaron por el sillón en el que avían pasado todo ese tiempo junto.

-¿que es eso que esta en el sillón?-dijo Phineas mientras se acercaba, se veía un bulto blanco lo cual alerto a Isabella- es… ¿una rosa?

Isabella se fijo de inmediato en la bolsa de su vestido y descubrió que no se encontraba ahí, esa era su rosa, la cual le ayudaría a declararle el amor a Phineas.

-o es mía perdón se me cayo.

-o una rosa eee ¿quien te la dio?

-nadie yo me la compre-dijo Isabella mientras que en su mente decía-"era para ti"

-de acuerdo aquí tienes- dijo Phineas mientras se acercaba a ella y se la entregaba.

Isabella retorció sus pensamientos para disimular que Phineas se la había comprado y se la estaba entregando para corresponderle a su amor de hace ya mucho tiempo pero después de un pequeño momento regreso a la realidad.

-gracias-fue lo único que pudo decir.

-bueno nos vemos luego, que descanses-le dijo Phineas.

-tu también-respondió

Camino asta su casa sin palabras hasta que llego a su casa, saco su llave y abrió su puerta, entro como cualquier otro día, se dirigió a una pequeña mesa y dejo la rosa encima, se alejó de ella y se dirigió a la cocina para buscar algo de comer, encontró todo un banquete en el refrigerador y se dedico a comer.

-Isabella ¿eres tu?- le grito su madre desde la cochera

-si mama ya llegue- le respondió Isabella con un tono de indiferencia deseando estar sola, su madre no le contesto nada así que siguió comiendo.

-tengo que buscarme otro nombre- dijo en un tono de burla mientras se recordaba en la mañana, con mucho entusiasmo, con mucha alegría, ahora solo estaba cansada y decepcionada de si misma.

Termino de comer y se dirigió a su cuarto, mientras subía las escaleras escucho la voz de su madre que le dijo en tono de burla.

-¿y esta rosa? ¿Quien te la dio?

-a es para ti quédatela- le respondió a su madre con un todo de "no me importa nada "mientras entraba a su cuarto.

Se echo a su cama y comenzó a pensar, ¿porque no pudo declararle su amor?, ¿acaso era el destino que no los quería juntos?, o ¿tal vez aun no era el momento?, pensó y pensó muchas cosas asta que sus ojos se cerraron sin saber que sorpresa le esperaba el día siguiente.


Bueno aquí estuvo el primer capitulo, espero que les guste o si no déjenme comentarios diciéndome en que estuvo mal, espero no tardar en el siguiente capitulo.