¡Saludos a todos! aqui mariel Kaioh con una nueva historia...

les comento que esto nació con un sueño que tuve... y luego en momentos me recordó a una película pero no tiene relación con ella, así que quise escribirlo y compartirlo con ustedes. Espero que les guste y que sigan la historia. Es hecha con todo el amor del mundo.


CAPITULO 1

Un gran cambio

La vida de Haruka Tenoh es por lejos la que muchas personas desearían llevar. Nacida en una familia dueña de la corredora de propiedades y de la cadena hotelera Tenoh. Había estudiado administración de empresas para continuar con el legado de sus padres fallecidos años atrás. A sus 27 años compartía una de las herencias más grandes de Japón con su hermana menor. Hikaru de 25 años, casada a su vez con un empresario farmacéutico y madre de sus dos pequeñas y consentidas sobrinas, Haruhi y Hikari.

Paralela a su vida empresarial, por la que ya contaba con un poco de fama, termino de consagrarse como una celebridad al salir cuatro veces consecutivas como campeona del FIM Road Racing World Championship Grand Prix, luego se conoció por sus escándalos mediáticos. Al decir sin problemas que no le gustaban los hombres y por haber sido vista varias veces con mujeres del mundo del espectáculo. Así pues, la señorita Tenoh, además de ser millonaria y hermosa era también famosa.
No tenía nada más de que pedir. Vivía una vida un tanto despreocupada, solo se ocupada de sus motos. Ya que tenía un delegado que se encargaba de su parte de la empresa y ella solo revisaba el informe semanal que le presentaban los apoderados. De vez en cuando, como en ese fin de semana, su hermana, su cuñado y sus dos sobrinas la iban a visitar a su palacete en las afueras de la ciudad. Haciéndola volver a sentir como en familia.

- ¡Tía! – decía la pequeña rubia de dos años y medio - ¡allez! ¡allez! - le gritaba mientras montaba en sus hombros al tiempo que haruka galopaba alrededor de la sala.

- Ya Hikari – intervenía su madre – es hora de irnos, deja en paz a tu tía. -

- no mamá, quiero quedarme con tía ruka – decía frunciendo los labios tomando el corto cabello de Haruka como si fueran riendas -

- A mi también me encantaría que te quedarás, pero mañana es lunes – dijo bajándola de sus hombros para pasarla a los brazos de su madre. -

- buuu – se quejó la pequeña -

- Adiós tía – la saludo Haruhi jalandole la ropa para que se agachara. Le besó la mejilla para luego tomar de la mano a su padre. -

Su cuñado, un hombre alto y delgado, podría pasar tranquilamente por su hermano debido al gran parecido que tenía con ella, salvo el cabello apenas más oscuro y sus ojos, que eran de color azul claro.
Kazuke se despidió y se dirigió hacia el coche para colocar a las niñas en las sillitas de atrás.

- cuídate mucho – Su hermana menor, casi gemela de Haruka, era su versión femenina. Tenía el cabello largo hasta la cintura, sus ojos a diferencia de los de la corredora eran de color miel. La rubia de cabellos largos se corrió un mechon de cabello del rostro y la abrazó con fuerza. - Procura no armar ningún escándalo nuevo, por lo menos por ésta semana. - pidió mirandola con severidad.

- No es mi culpa haber nacido tan irresistible Hikaru – sonrió con un brillo especial en los ojos. -

- eres terrible – rió – Ya, me voy – se despidió nuevamente de ella con un beso en la mejilla – cuídate mucho y gracias por todo nuevamente -

- Cuídate tú, y cuida a mis dos amazonas -

- Lo haré – respondió antes de subirse al auto.

Haruka con una mano se despidió de su familia y se dispuso a entrar a su casa.

Amaba a sus sobrinas, pero el tenerlas un dia, o como en este caso el fin de semana, realmente la dejaba agotada. Ambas eran muy hiperactivas. Una intelectual y la otra físicamente. Pero amaba a esas dos criaturas que le recordaban tanto a ella y Hikaru cuando eran pequeñas.

Al llegar a su cuarto se dio un buen baño. Se relajó por un rato mientras escuchaba musica. Cuando estaba comenzando a arrugarse, se decidio a salir, solo se puso la bata y se recostó sobre las sabanas. Hacía calor y no corría una gota de aire. Por un momento se quedó observando el techo, los parpados le pesaban.

Estaba quedándose dormida cuando el teléfono sonó.

- ¿aló? – contestó con voz adormilada. Frotandose los ojos.

- ¿con la señorita Haruka Tenoh? - dijo la voz al otro lado del telefono

- si - dijo desganada.

- Me comunico de la clínica Hirohito, soy Saori Miro asistente social del departamento de policía de Tokio. – al oir esto la rubia salto de la cama asustada, se puso de pie. Su corazón comenzó a latirle con fuerza. No sabía por que pero tenía un mal presentimiento.

- soy yo, ¿Qué pasa? -

- Lamento informarle que su hermana la señora Hikaru Tomoe, ha sufrido un accidente automovilístico. ¿Podría acercarse a la clínica en este momento por favor?

- ¿Cómo que un accidente? ¿Qué sucedió? – inquirió atónita.

- Por favor acérquese aquí le daremos toda la información correspondiente. - respondió con frialdad la mujer al otro lado.

- En seguida - respondió y colgó inmediatamente. Se puso lo primero que encontró y tomo su moto predilecta. Para ir a mayor velocidad en caso de que hubiera embotellamiento. Manejo sin cuidado, solo estaba preocupada por saber que sucedía con su hermana.

20 minutos después de la llamada Haruka Tenoh se encontraba en la mesa de informaciones de la clínica más importante de Japon.

- busco a saori miro – dijo desesperada.- ¿Dónde la puedo encontrar?

- Señorita Haruka, la están esperando en el piso 3 en la mesa de información.- No alcanzó a terminar de hablar que ya se encontraba subiendo por las escaleras. Un ascensor tardaría demasiado. Al llegar la señora Saori se acercó a ella.

- Buenas noches – la saludo.

- Buenas noches ¿Dónde está mi hermana? – Saori hizo una seña a un asistente para que trajera un poco de agua -

- Sigame, le explicaré todo lo que ha sucedido. - La rubia asintió de muy maña gana, necesitaba saber en ese momento. Siguió a la mujer a la oficina que estaba al lado de informaciones - Por favor escúcheme, no es fácil lo que tengo que decirle. – El corazón de Haruka se paralizó. Se quedó en silencio, pero hizo un gesto de impaciencia a la asistente social para que se dignara a continuar el relato. – Un masculino en estado de ebriedad perdió el control de la camioneta que conducía. Estrellándose de frente con el vehículo que del señor Kazuke Tomoe. – El asistente le acerco un vaso con agua pero Haruka volvió a hacer el gesto con la mano y saori prosiguió. - Tanto el conductor de la camioneta, como el señor Tomoe y su esposa fallecieron en forma instantánea.

- No puede ser – susurró sintiendo que perdía el control. Se llevo las manos a la nuca, luego a la boca y se alboroto el cabello sin saber como reaccionar. Comenzó a caminar hacia una pared cercana, se llevó la mano izquierda al bolsillo y con la derecha se apoyó en el muro. - ¡NO PUEDE SER! – dijo golpeándola con el puño.- No puede ser... - repitió casi sin voz – La rubia se frotó los ojos con fuerza para evitar que cayeran las lagrimas. Se quedó en silencio y luego se sentó en la silla que estaba frente a la asistente. Apoyó sus codos en las rodillas y se cubrió los ojos con las manos. No podía aceptarlo. No podía ser posible. La imagen de su hermana despidiendose de ella, aquella sonrisa, sus ojos. No podía creer que le hubiera sucedido una cosa semejante. Hikaru, la persona a quien más amaba se había ido, no podía ser posible. Le dolía el pecho, sentía una fuerte punzada que apenas la dejaba respirar. De golpe recordó.

- ¿Dónde están las niñas? - preguntó con los ojos colorados por el llanto - ¿Cómo estan? ¿Donde estan? - de repente una gran desesperación la invadió. Nadie les había dicho nada sobre las pequeñas. La dama que estaba frente a ella la observaba sin gesto alguno.

-La menor está totalmente ilesa, la mayor ha sufrido algunos traumas, pero nada de gravedad – comentó.

- Por favor, quiero verlas. - suplicó. La sombría mujer asintió con un gesto afirmativo de la cabeza y le pidió a la corredora que la siguiera. Acompañó a Haruka por el pasillo, La rubia aún sin estar consciente de lo que sucedía escuchó el llanto inconfundible de la más pequeña de sus sobrinas. Lo que hizo que todos sus nervios volvieran a alterarse. Comenzó a correr hasta llegar al cuarto del que provenían los gritos de la pequeña dejando atrás a la mujer. Al entrar vio a la niña en brazos de una de las enfermeras llorando y luchando por escaparse -

- ¡Hikari! – la llamo dirigiéndose a tomarla de los brazos de la enfermera. La niña se acurrucó en sus brazos y continuó sollozando.

- mami – susurró la pequeña -

- Ya mi niña, tranquila. Aquí estoy yo. ¿dónde esta Haruhi? – pregunto intentando parecer calmada.

- ella está siendo atendida por los médicos en este momento. Deberá quedarse en observación unas horas, están practicándole unos estudios para confirmar que no tenga lesiones internas.

- Hikari, no tiene nada ¿verdad? - la dimunuta rubia respiraba entrecortadamente debido al llanto. Abrazaba con fuerza a su tía por el cuello escondiendo su rostro debajo de su oreja.

- No, se encuentra perfectamente bien. Ellas sobrevivieron por haber estado sujetas a las sillas traseras. Además la camioneta les chocó de frente, no logró alcanzarlas.

- No puedo creerlo... mi hermana…. - pensaba en voz alta mientras abrazaba con fuerza a la pequeña Hikari. Besó la cabeza de la pequeña que estaba un poco más tranquila. Le costaba creer que ya nunca volvería a verla.

- Tia, quiero ir con mi mama – decía con su entrecortada vocecita por la angustia. -

- ya mi pequeña amazona, tranquila. Que aquí estoy contigo. – dijo abrazándola y besándole la frente. –

Haruka no se despegó por ningún momento de Hikari. Y se mantuvo en la guardia hasta que la dejaron ver a Haruhi. La niña se encontraba bien aunque tenía una pequeña fractura en su brazo derecho. Sin embargo estaba prácticamente ilesa. Solo había sido el shock del impacto.

La corredora ingresó a la guardia donde se encontraba la mayor de las pequeñas, ingresó con Hikari en brazos.
- Haruhi – la llamó al verla sentada en la camilla. Se acercó a ella y se sentó a su lado. - ¿Estás bien? - le preguntó. La niña asintió con los ojos vidriosos.
- ¿Te duele Haru? - le preguntó Hikari al ver el brazo de su hermana mayor inmovilizado. Ella respondió negativamente con la cabeza aún sin emitir sonido.
- ¿Puedo llevarmela? - preguntó al médico. Que asintió luego de darle las indicaciones y medicamentos que debía administrarle a la pequeña. Las tres se dirigieron a la sala de espera del lugar y se sentaron en los sillones de la sala. Haruka intentó entretener a las pequeñas hasta que llegara su amiga.

Momentos después, llego Setsuna.

- amiga – la abrazo Setsuna con fuerza a ella y a la niña que sostenía en sus brazos – No puede ser verdad – dijo con lagrimas en los ojos. Ambas se fundieron en un fuerte abrazo. Setsuna conocía a Hikaru desde pequeña, había sido compañera de Haruka durante toda su vida escolar y conocía a su hermanita desde siempre. Todas habían vivido juntas un buen tiempo cuando los padres de ambas habian tenido el accidente.

Setsuna se secó las lagrimas de los ojos y besó a la pequeña Hikari que dormía en los brazos de la rubia.

- Te la encargo un rato Set – dijo pasandole a la pequeña. - debo hacer los papeles

- Por supuesto – respondió tomando a la pequeña rubia. Y sentandose al lado de Haruhi.


Al otro día, dieron permiso a que las niñas fueran retiradas. La salida de la clínica fue un verdadero caos. Cuando estaban intentando salir les fué imposible debido a que los periodistas se aglomeraron en la entrada, por lo que tuvieron que salir por una puerta auxiliar trasera, ambas se quedaron en el palacete de Haruka a cuidado de Setsuna.

Mientras tanto la rubia se encargó de presidir la ceremonia sencilla que tuvo lugar en un cementerio privado. Sin dejar mostrar mucho sus sentimientos. Haruka dio el ultimo adiós a la única persona que la había acompañado durante toda su vida sin importar lo que ella hiciese o dijera. La única persona a la que sabía que realmente amaba y que la amaba desinteresadamente. Su compañera de vida. Con quien había enfrentado en su niñez la muerte de sus padres en la misma circunstancia en las que ella se había ido. Ahora, se repetía la historia con sus hijas.

La diferencia era que Haruka y su hermana habían quedado en casa con las nanas, Sus padres iban a una conferencia llevando al hermano mayor de las dos. En aquel entonces ambas afrontaron juntas la perdida. Pero en este momento Haruka quedaba absolutamente sola. Alli se encontraba en un parque verde, Cubriendo sus ojos con lentes oscuros y vestida con un traje negro frente a los restos de su hermana y su cuñado. Ahora no sabía si podría mantenerse en pie por si sola. Siempre había tenido entereza por Hikaru, siempre había sido valiente por que era su deber de hermana mayor. Ella debía protegerla. Y ahora sentía que todo lo que habían vivido juntas era como una vieja película.

Al concluir la ceremonia, los pocos invitados le dieron sus condolencias. Salió del cementerio se subio a su coche y pidió al chofer, que rara vez utilizaba para que condujera, que la llevara a la unidad de servicios sociales del departamento de policia. Afligida, pero con entereza, acudió a la cita que la asistente social había pedido para poder hablar sobre la custodia de sus sobrinas.


Al llegar a la cita Saori Miro fue al grano. Y sin rodeos comenzó a decir.

- Señorita Tenoh, usted sabe que el señor Tomoe era hijo único, y que, además, sus padres han muerto hace mucho tiempo. Más aun sabe que la única familiar directa de las dos pequeñas es usted. Por lo tanto es la tutora legal directa. Y en este momento las niñas están bajo su responsabilidad. Su deber es cuidarlas y manejar de forma correcta la herencia de ambas hasta que cumplan su mayoría de edad. ¿está usted dispuesta a esto señorita Tenoh?-

- claro – respondió sin dudar - esas niñas son mi vida desde que han nacido.

- Usted está en condiciones de renunciar a la tutoría y ellas quedaran bajo cuidado de la corte. - continuó

- Por supuesto que no, las niñas se quedaran conmigo. Yo me encargaré de cuidarlas. – a la rubia se le hizo un nudo en la garganta. – Ella hubiera querido que yo me encargara de mis niñas.

- Esta bien, me parece lo correcto. - respondió saori - Se hará un seguimiento los próximos días y luego deberá firmar los papeles. Que le otorgan directamente la tutoría.

- De acuerdo – asintió poniéndose de pie - muchas gracias por todo.

Haruka se despidió de la señora y se dirigió a su casa. Ya había estado todo el dia fuera. Eran casi las 8 de la noche y aun no habia visto a las niñas desde la salida de la clínica.


Al llegar al palacete Haruka se sobresalto al sentir el llanto de una de ellas, al entrar, encontró a Setsuna luchando contra la pequeña Hikari. Que lloraba sin dejarse consolar. Tomaba a la pelinegra del cabello e intentaba separarse de ella estirando la piernas. La profesora la tomaba con miedo de que se cayera, ya que la niña tiraba la cabeza hacia atrás.

- ¿Qué le sucede a mi amazona? – pregunto acercándose - la niña intentó zafarse de los brazos de Setsuna por ultima vez hasta que la dejo en el suelo. Ella corriendo, estiró los brazos hacia Haruka y haciendo pucheros volvió a esconderse en los brazos de su tía.

- quiero ir con mi mamá – contesto controlando el llanto.

Haruka lanzó un suspiro y envió una mirada a Setsuna pidiéndole disculpas por los momentos que había tenido que pasar.

- ¿Y Haruhi? - preguntó. Su amiga le contesto con una sonrisa.

- en su nuevo cuarto. Esta con una amiga mia que ella conoce, no te preocupes. – contesto setsuna.Y le hizo una seña para ir a ver a la niña a la habitación de arriba. Haruka asintió con la cabeza y se dirigió al sofá con Hikari en brazos.

- Bien, Gracias por todo Set. - Volvió a saludar a haruka con un gesto y comenzó a subir las escaleras.

- Mira – empezó a decir sentandose para sentarla en sus piernas. - Hizo una pausa intentando encontrar el modo de empezar. - Bien – Prosiguió – Mi niña, tu sabes que te amo mucho ¿verdad? – la pequeña asintió con los ojitos vidriosos – y sabes que amo mucho a tu mama. - continuó, nuevamente Hikari asintió - Bien, Ahora, ella y tu papi se han ido al cielo -

- ¿y van a volver? – Haruka se esforzaba por intentar explicarle de manera correcta. O por lo menos que pudiera entender.

- Me temo que no – le acarició la mejilla - ellos se han ido y ahora yo cuidare de ti y de Haruhi. Ellos no querían irse, pero tuvieron que hacerlo. Solo quiero que sepas que tus padres no te han abandonado, ellos siempre cuidaran de ti, siempre estarán vigilándote y cuidándote desde una estrellita. -

- pero no querían irse. Deberían haberse quedado. Yo quiero a mi mami - empezó a decir la niña.

- Lo sé, yo también desearía que tu madre estuviese aquí. – la abrazó con fuerza guardando para sí misma todo el dolor que le causaba la perdida de la persona que más le importaba en el mundo. Abrazo a Hikari y comenzó a mecerla con suavidad para que se calmara. Minutos más tarde, ya se encontraba dormida. Subió lentamente las escaleras con cuidado de no despertarla y la llevo hacia su habitación. No estaría tranquila si tenía a las niñas lejos suyo, así que dormirían en su cuarto. Acostó a Hikari en la cama y la cubrió. Al verla dormir, sintió como su corazón se estrujaba. Hasta el momento no había tenido noción de lo que había ocurrido. Había perdido a su hermana y tenía consigo a dos niñas pequeñas que habían perdido a sus padres. Mirando a Hikari, podía ver en su carita el rostro de Hikaru. Se acercó hacia ella y le beso la mejillita rosada. Se secó una lágrima que logró escaparse. Tomo aire y se dispuso a ponerse de pie. Al virar hacia la puerta se sorprendió al ver a una joven allí en el umbral.

- Lo siento – se disculpó ella un poco nerviosa – No era mi intención observarte, es que no pude evitarlo, disculpa. - volvió a decir.

- No te preocupes, pero, ¿Quién eres tú? – preguntó desconcertada al notar que no la conocía.

- Disculpa - repitió - es que he sido muy maleducada, mi nombre es Michiru, soy amiga de Setsuna y además soy profesora de Haruhi en la academia.

- ah – susurró rascándose la nuca – disculpa es que estoy muy cansada, no he dormido nada y con todo lo que ha sucedido… - se excusó acercándose a Michiru para darle la mano en señal de saludo. Quizás en otra circunstancia hubiese sido más atenta con ella. Pero en esta ocasión, apenas le había prestado atención.

- No te preocupes, lo entiendo y cuenta conmigo para cualquier cosa que necesites. - se ofreció con una sonrisa. Hubo una pequeña pausa entre las dos. Probablemente por que Haruka estaba con la mente en otro sitio. - Permíteme decirte que, conocía a la señora Tomoe y era una encantadora mujer. Lo siento mucho. -

- gracias – fue lo único que pudo decir – con permiso, voy a ver como esta Haruhi. - Haruka pasó a su lado y comenzó a caminar por el corredor, Michiru la acompaño caminando a su lado.

- También está dormida. - comentó - Ella comprende todo. Está muy triste lógicamente. Pero es una niña muy fuerte.

- si lo es. Muchas gracias por venir hasta aquí. Como te imaginaras, será difícil para las tres. - contestó la rubia cabizbaja

- lo sé. Por eso si necesitas algo. No dudes en decírmelo. - le sonrió dulcemente pero no fue percibida por la corredora. -

- Gracias. – respondió ingresando al cuarto donde se encontraba Setsuna con su sobrina mayor. Al llegar Michiru se quedó en la puerta observando la escena con los brazos cruzados.

- ¿Cómo está? – le pregunto a la pelinegra al entrar. -

- dormida – contesto setsuna con una sonrisa. Haruka se acercó a Haruhi y le acarició la cabeza mientras la observaba. – Ruka, cuando necesites algo llámame estoy para lo que necesites. -

- Muchas gracias Set, sabes que siempre eres la primera persona a quien recurro.- contestó la rubia con una triste sonrisa.

- Si lo se amiga – Se acercó a ella y le dio un abrazo para reconfortarla – se fuerte -

- lo intento, pero es difícil, este es el primer golpe que me da la vida y que no puedo afrontar con Hikaru, siempre estuvimos juntas en todo. Ahora no se como tomar las cosas sin ella.

- Piensa en como haría ella las cosas, y te resultaran, hasta que te acostumbres.- volvió a darle otro reconfortante abrazo - ¿segura que no quieres que me quede?

- No te preocupes, estaremos bien - insistió.

- de acuerdo, ya me voy, mañana volveré a ver como están. - Haruka volvió a sonreirle y se dedicó a Haruhi.

- Gracias – respondió la rubia; Setsuna se retiró de la habitación y le hizo un gesto a Michiru para que se retiraran.

Haruka tomó a su sobrina mayor, que dormía en la cama, en sus brazos y la llevo para recostarla al lado de Hikari. Las arropo a ambas y se recostó a su lado.

Acariciando la mejilla de Haruhi. Luego de un rato de pensar y pensar sobre lo que les esperaba a las tres, logró quedarse dormida.


Bueno, se que fue un poco trágico, pero asi parece que son mis sueños jjaja

(recuerden que mis ojos son tu voz, tambien surgio asi)

asi que aqui les dejo el primer capitulo.

si les gusto y quieren conti dejen review n_n

Dedicado con amor para mi cosita hermosa.