New story! Aquí estoy de nuevo tras siglos sin publicar XD Esta vez, es un James/Victoria un poco raro, raro... En casi todos los fics que he leído es uno o el otro el que tiene "el poder" en su "relación". Lo que yo quería dar a entender en este fic es que ambos tienen el poder y a la vez son débiles ante el otro, no se si ha quedao muy claro XD

Pero bueno, ya me diréis que os ha parecido y si he conseguido el efecto deseado XD!

Un beso y enjoy it!


Ella está loca.

Victoria es la llama que lo hace todo prender. Los labios rojos (sangre que cae y que le llama) y los ojos encendidos de muerte y sexo. Morboso y caliente. Perturbador. Violento. La rompe, le araña y la hace gritar de dolor y placer (para ellos es lo mismo).

Huidiza y traicionera se mueve sinuosa provocandole, haciendo que la sangre le hierva en las venas y la ponzoña le llene la boca. Le gustaría poder respirarla y atarla a él, meterse en su piel y llenarse tanto de ella como ella se llena de él hasta ser una sola cosa. Pero a Victoria le encanta escaparse, corriendo en zigzag, serpenteando por los bordes de su paciencia, sonriendo con esa mueca soberbia que lo pone duro, rasgando su necesidad de ella. Creyéndose la más poderosa, sin darse cuenta que ella también es presa de su hechizo.

Le encanta cabrearla, oír sus gritos de furia, ver sus ojos negros llenos de rabia y su pelo rojo (en Victoria todo es rojo o negro. Pasión, peligro y muerte) que tiene vida propia, crispándose de enojo (saber el poder que él también tiene sobre ella), ver esa retorcida sonrisa convertirse en una mueca feroz. Porque Victoria es como el fuego, ardiendo y consumiéndolo todo a su paso. Le abrasa el alma (esa que esta seguro que no tiene) y le calcina el corazón (ese que dejó de latir hace tantos siglos) y quiere quedarse con ella siempre, siempre ( y siendo lo que son siempre es mucho tiempo).

Juegan a buscarse y a encontrarse, a torturarse, bailando una danza que sabe a poder y a muerte (sabiendo que en realidad no es un juego para nada) y Victoria le da partes de sí misma (más bien él se las arranca a mordiscos, a trozos) que nunca nadie ha conocido, que nunca nadie ha querido con tantas ganas. La hiere de mil maneras (su mano que tira fuerte de su pelo, sus dientes que raspan su cuello y sus palabras que calan muy hondo) porque sabe que le gusta y al final, ella se vuelve masilla entre sus dedos, se vuelve frágil y mujer, más humana de lo que nunca ha querido volver a ser. Se deja caer en el hambre atroz que los consume y ya no sabe si es por la sangre o por él o si eso que le retuerce las entrañas y le satura la cabeza es real o pura locura.

Porque James la ha marcado y ya no sabe que es peor, si estar con él o sin él, por eso cuando las cosas se tuercen (ya no hay un siempre, siempre. Ya nadie se bebe sus gritos como si quisiera bebérsela a ella y esa fragilidad velada se vuelve pura piedra y odio) todo parece caer en un abismo negro del que Victoria no puede (ni quiere) salir.

Al final, a Victoria lo único le queda la venganza. Y ella ará lo que sea para conseguirla aunque sabe que después no le quedará nada más.

I put a spell on you..
'Cause you're mine.


Dadle al botoncito si queréis James también os muerda ;)