Summary: Aquel clan que silenciosamente es más poderoso que todos, incluyendo al magnífico Clan Uchiha. Los Haruno, y su inigualable línea sucesoria.

Advertencias: Algunos OC pero ninguno que sea muy importante, Universo Alternativo (Samurai),

Author's Notes: Mi primer ItaSaku jejeje, espero que les guste. Quise hacer algo diferente el lugar en el que se desarrolla toda la historia, y como me gustan los samurais quise hacerlo así, aun que no cambia mucho en cuanto a técnicas, sí los vestuarios, utilizo bastantes palabras rebuscadas como tipos de kimonos, o la descripción de una habitación tradicional japonesa.

Disclaimer: Naruto no me pertenece, sino a Kishimoto-sama. La historia es invención mía, no la tomes ni publiques en otro lugar.


~ CLAN WAR ~


III

Compartiendo mentiras

La joven no pensaba ni por si acaso revelarle la verdad a aquel desconocido, que si bien había sido el más amable con ella entre los guerreros que estaban allí, no tenía derecho a saber la verdad. Nadie debía saberla, y él no sería la excepción, podría ser muy persistente, pero Sakura nunca soltaría algo. Jugaría con él para enfadarlo, eso sería divertido, mientras se sigue acercando.

—Sé que así es.

— ¿Qué es lo que oculto?

—No lo sé, quizás tu verdadera identidad…

— ¿De qué me serviría ocultar mi identidad?

—Quizás para salvarte de algún castigo, o para que creamos que eres alguien que no eres —dijo acercándose más, sus labios casi se rosaban, y la respiración de ambos chocaba en la piel del otro. Sakura no se movía, y Sasori le miraba fijamente a los ojos, tomó el mentón de ella con una de sus manos, y lo atrajo hacia él. Pero se detuvo.

— ¿Qué pasa, no vas a besarme? —preguntó Sakura, con voz sensual.

— ¿Crees que voy a caer? —preguntó, ya que, sabía que ella tenía una daga en sus manos, apuntando al estómago de él.

—Creí que sería más divertido —dijo la joven, sintiendo rosar las agujas de las garras de la marioneta de Sasori.

—Experta en engaño, en medicina y artes marciales. Poseedora de un extraño cuerpo capaz de resistir el veneno, y de un extraño chakra que extrae venenos. Es decir, una doncella muy interesante. —concluyó sonriendo, y con un rápido movimiento al pillarla desprevenida, se acercó a los labios entreabiertos de ella, que en un segundo reaccionó y lo empujó, la marioneta clavó sus garras en la espalda de ella e Itachi despertó por todo el ruido.

— ¿Qué demonios pasa aquí? —preguntó molesto, la habitación sólo estaba alumbrada por una vela, lo que era suficiente para ver. Miró a Sasori, que sonreía victorioso, y luego a Sakura, que estaba como el shock, tocando sus labios, y con la espalda arqueada hacia atrás, con Tercer Kazekage enterrándole las cuchillas en forma de garras— ¡¿Qué has hecho Sasori? ¡No debíamos matarla! —dijo levantándose en seguida, empujó a la marioneta quitando sus garras de la espalda de Sakura, quién gritó por el dolor. Sin pensarlo dos veces, abrió la parte de arriba de la yukata que traía Sakura puesta, para ver su espalda, donde estaban los profundos ocho agujeros— ¡¿Qué esperas Sasori? ¡Trae vendas y el antídoto para el veneno! —ordenó, Sasori obedeció saliendo de la habitación.

—Está bien It- ¡Ah! —se quejó cuando pasó uno de sus dedos por encima de la herida— No hagas eso, el veneno podría afectarte a ti —advirtió, tomando la mano de él y quitando los restos de veneno con el líquido verdoso, de una forma tan rápida que Itachi casi ni vio lo que hiso.

—Aquí están las vendas y los desinfectantes —informó Sasori con una caja grande llena de medicamentos, la dejó al lado del Vice-capitán, y sacó algodón para untarlo con el desinfectante.

—Está bien Sasori, puedes irte —echó Itachi, Sasori se fue de mala gana cerrando la puerta algo más fuerte de lo usual. Itachi acercó el algodón a las heridas de Sakura, que al instante arrugó los tapados con los puños y se mordió el labio para no gritar a todo pulmón— Maldito sea Sasori, ahora tendré que explicar yo ante el capitán qué pasó —se quejó— ¿Qué rayos hacían?

— ¿Eso importa?

—Tengo que informarle qué pasaba al Capitán, así que sí, me importa por mi vida.

—Sólo est- ¡Ah! ¡Sé más cuidadoso!

—Tú no fuiste nada cuidadosa cuando estabas haciendo no se qué cosa con chakra verde.

—Pero te advertí que sería doloroso.

—No importa, dime qué pasó.

—Estábamos… me estaba interrogando, y mientras hablábamos comenzó a acercarse, demasiado, sabía lo que pasaría así que estaba esperándolo con una daga, pero él me descubrió antes, y yo ya sabía que atrás de mí estaba ese muñeco que siempre lleva. Intentó besarme, y por empujarlo, me atacó con su marioneta-muñeca. Tan, tan. —finalizó con voz cantarina.

—Jamás creí que Sasori fuera así.

—Los tranquilitos son los peores dicen por ahí.

—Hmp. Ahora te voy a vendar…

— ¿Estás loco? No pienso quitarme la yukata con esa excusa de "te voy a vendar"…

—Te estoy ayudando.

—Gracias pero no, yo puedo hacerlo sola —y se levantó cubriéndose con el edredón, tomó las vendas y se fue hacia donde estaba el biombo cerrado. Itachi, molesto, se levantó y abrió la "cortina", para que ella se vendara con privacidad.

— ¿Qué fue lo que hiciste hace rato?

—Un simple "gracias" me agradaría escuchar.

—Ni lo sueñes.

—Casi muero por salvarte.

—Nadie te lo pidió.

—Eres un maldito ¿Te lo han dicho?

—Varias veces.

—Lo sabes ¿Y aún así no cambias?

—Así soy y punto.

—Sólo te saqué el veneno, ¿Ya, conforme?

—Casi; ¿Por qué lo hiciste?

—Para probarme.

— ¿Probarte?

—Quería ver mis capacidades.

— ¿Estabas experimentando conmigo?

—Algo así. La verdad, no sabía si ibas a vivir o no, pero quise intentarlo, siempre hay una primera vez para todo. Y resultó, así que todo está bien…

— ¿Qué habría pasado si no hubiese funcionado?

—Bueno, Sasori-kun me vio en el último momento, y si hubieras muerto, todos habrían creído que yo te maté, y querrían matarme, pero para entonces ya me habría escapado; Ya, estoy lista —dijo, terminando de anudar el obi, Itachi guardó el biombo en su lugar.

—Tengo que ir a informarle al Capitán de lo que acaba de suceder —dijo caminando hacia la puerta, luego se giró hacia ella— Ven conmigo —ordenó, ella suspiró y lo miró con súplica— Ahora —entonces se fue con él de mala gana. Pain ya se encontraba en la sala de reuniones esperándolos con los brazos cruzados, como si ya supiera a qué iban— Capitán, hemos tenido un problema…

— ¿Te encuentras mejor? —le interrumpió.

—Sí, estoy bien —respondió el Uchiha— Hace un rato, Sas-

—Sasori-kun intentó pasarse de listo conmigo y por intentar defenderme, me atacó con su muñeco por la espalda, ahora tengo unas heridas profundas con veneno —explicó más rápidamente.

—Si estás aquí quiere decir que no era grave.

—No eh dicho que lo sea, me encuentro perfectamente bien, pero creo que si me voy a quedar aquí, preferiría dormir en una habitación sola ¿Por qué no se va Uchiha a compartir pieza con otro de la organización?

—Cariño, si fuera así de fácil, lo habríamos hecho. Pero cada uno tiene su habitación, y de seguro a ninguno le gustaría ser corrido de su pieza, trasladar las cosas es un caos y no todos quieren compartir pieza ¿Por qué quieres cambiar de pieza? ¿Itachi te molesta mucho? —preguntó Konan criminando al nombrado con los ojos.

—No… bueno sí un poco…

— ¿Te gustaría compartir con otra persona? —preguntó Konan— Las otras habitaciones grandes son las de Sasori-kun, Zetsu-kun, Kisame-kun y la de Pain —informó.

¿Sasori? Ni loca, ¿Zetsu? No, qué horror, ese demente con piel de dos colores, ¿Kisame? Me da algo de miedo, no, mejor no ¿Pain, el Capitán? Al parecer hay una especie de romance entre Yutaka y el Capitán… mejor no, así evito problemas.

—Creo que mejor no…

— ¿Prefieres dormir con Itachi-kun? Qué bueno, pensaba que mi decisión de haberte puesto con él había sido incorrecta —dijo sonriendo, Sakura la miró alzando una ceja, sentía como si estuviera diciendo algo indirectamente.

—Konan, te dije que te quedaras en tu habitación —recordó Pain, ella lo miró y se arrodilló a su lado tomándole el brazo.

—Entonces, ahí te espero —dijo con voz sensual mientras acariciaba el rostro del Capitán, luego se fue caminando lentamente y cerró la puerta. Pain, por su parte, se quedó mirando el lugar por donde se había ido Konan, simplemente, embobado, aun que no lo mostrara.

—Ejem —dijo Sakura tosiendo a propósito— Sí, ¿Qué va a hacer con Sasori-kun? —preguntó volviendo al Capitán a la tierra.

—Sasori —susurró— Ya veré luego. Si tus heridas no son tan graves, quizás no deba matarlo —dijo, como pensando en voz alta, Sakura se quedó sorprendida ¿Matarlo, sólo porque casi la mata a ella?

— ¿Qué, ya estaba pensando en matarlo? —se le escapó.

—Por supuesto, se les dio una orden de no matarte ni dañarte gravemente, si la desobedecen, el castigo es la muerte —dijo calmado, hablando de la muerte de un camarada como si fuera algo de todos los días— Muy bien, ya es tarde. Vayan a dormirse —dijo levantándose, Itachi no habló nada en ningún momento y se fue junto a Sakura a la habitación.

—Me voy a cambiar —advirtió Itachi, ya sin la parte superior de la ropa. Sakura miró hacia otro lado.

— ¿Me lo dices recién ahora que estás medio desnudo? —preguntó molesta— ¿Por qué no pusiste el biombo?

—Calla y cámbiate también —ordenó, Sakura abrió el biombo creando una pared entre ambos.

— ¿Cómo quieres que me cambie si no tengo más ropa? —preguntó al recordar que sólo traía lo puesto.

—Ponte esto —dijo lanzándole algo por encima del biombo, ella lo atrapó y lo miró, una yukata para dormir de color rosado oscuro con pétalos de flores de cerezo.

—Está precioso, ¿Lo compraste? —preguntó contemplándolo con aun sonrisa.

—No, es de Konan-san —explicó— ¿Ya te vestiste?

—No, no, en seguida —se quitó la ropa y abrió la yukata nueva, entonces cayó algo al suelo, lo tomó— ¿Una boleta? —miró el precio— Wow —luego la fecha— ¿Hoy? —susurró, luego se quedó pensando ¿Me mintió?

— ¿Aho-

—Sí, ahora sí —se adelantó sonriente. Itachi corrió el biombo, entonces miró a Sakura que estaba con los brazos abiertos y, obviamente, con la yukata puesta, mostrándosela— ¿Es bonita, verdad? —preguntó girando.

—A dormir…

— ¿Tienes más mantas?

— ¿Para qué? —preguntó molesto.

—Es que, soy algo friolenta —explicó.

— Hmp —caminó hasta el armario, sacó algunas mantas dobladas y se las lanzó sobre el futón— Con eso deberías estar bien —dijo, luego se fue a acostar.

Sakura, por su parte, corrió el futón hasta el otro lado de la habitación, estiró las mantas sobre el edredón, y se acostó justo cuando Itachi apagaba la vela, y todo quedaba oscuro.

Demasiado oscuro.

La joven miró la habitación, con suerte lograba distinguir algunas cosas, miró hacia la puerta, porque le había parecido ver pasar a alguien o, algo, pero no encontró nada. La mansión crujió, quizás por el viento, un ruidito de que algo andaba por la pieza la alertó, a Sakura se asustó, casi entraba en pánico, nunca había dormido sola… aun que ahora no estaba sola tampoco, pero Itachi estaba bastante lejos de ella como para sentirse acompañada. Siempre había dormido con sus hermanos o hermanas, una habitación de tamaño moderado, y a pesar de que todos tenían su propia habitación, siempre se juntaban en alguna, y dormían todos apelotonados, unos sobre otros, no importaba cómo: la idea era dormir.

Ahora estaba en una mansión del tamaño de la suya más o menos, pero no había tanta gente como en su casa: donde siempre se escuchaban caer los platos, o gritos, risas, llantos. Todos ayudando, todos riendo, todos compartiendo. Todos. En cambio, en ésta mansión hay poca gente, casi ni se hacen oír, la habitación en la que está es como la suya, pero no está llena de gente, no están esas risitas o murmullos, ni se escuchan los "shht" cuando se hacían callar. Nada, no se escucha nada de eso, sólo el viento. Y algo que anda en la habitación.

De repente unos libros que estaban apilados en una esquina sobre el tokonoma se cayeron, Sakura casi quedó pegada en el techo como los gatos. Entonces una respiración cerca de su oído la alertó, la sangre se le congeló y quedó en shock.

—Uchiha —llamó— Uch-Uchiha… Uchiha ¡Uchiha!

— ¿Hmp?

—Hay, hay algo en la pieza —advirtió, entonces sintió que algo se metió por las mantas. Sakura saltó del susto, salió del futón gritando, intentaba alejarse de lo que fuera que había, pero no veía nada, tropezó con algunas cosas hasta que cayó de espaldas.

— ¿Qué haces? Maldita sea —se quejó Itachi.

— ¿Uchiha, eres tú? —preguntó, sintió que se movió el suelo en el que había caído. Y armó la escena en su mente: había caído sobre Itachi— Uy, lo siento, no me di… ¡Ah! ¡Itachi-kun, Itachi-kun hay algo en mi pierna, prende la luz, préndela, préndela! —ordenó desesperadamente.

—Ya voy, quítate de encima…

— ¡Rápido, rápido!

—Deja de moverte.

— ¡Que prendas la luz! ¡Ah!

Y la bendita luz fue encendida, Sakura miró a sus pies y tragó, la cosa que la había estado siguiendo era algo peludo, con patas y uñas, con cola larga…y, se había metido por abajo entre su ropa.

— ¿Ya, qué era? —preguntó Itachi, que estaba sentado sobre el futón con Sakura sobre las piernas, en shock. Ella, lentamente, comenzó a abrirse la yukata— ¿Qué haces? —preguntó sujetando las manos de ella para que no siquiera desvistiéndose.

—Espera, la cosa… —y la vio, ahí, dentro de su ropa, en su pecho, la cosa alargada con bigotes, como un ratón, un ratón… entre sus— ¡Ah! —Itachi le tapó la boca por detrás, y el animal, asustado por el grito, salió de la ropa e Itachi lo atrapó con una mano.

—Mira, esto era —dijo mostrándoselo— Un hurón —explicó acercándoselo a Sakura, que se tapó la cara con las manos.

—Un hurón —repitió— Pensaba que era un ratón —dijo algo temblorosa aún. Itachi dejó al animal en el suelo, y éste comenzó a refregarse contra él— Es una comadreja.

—No, es un hurón —dijo, Sakura miró al animal, y alzó los hombros, ¿Qué diferencia había entre ambos animales?

— ¿Es tuyo? —preguntó al ver que el animal no dejaba de refregarse contra el brazo de Itachi, que asintió.

—No le gusta la gente, sólo está conmigo —explicó— Es raro que te haya estado molestado, nunca hace eso. Quizás no le agrades —dijo, y al instante de decirlo, la mascota se acostó sobre el regazo de Sakura, que, con cierto temor acercó su mano al animal, acariciando su pelaje peludo, de un color café oscuro.

—Es como un gato.

— ¿Te vas a mover o te quedarás encima toda la noche? —preguntó molesto ya que, Sakura seguía sobre él de lo mejor acariciando al animal que hace un rato casi le da un ataque.

—Oh, perdón —dijo quitándose, quedó arrodillada al lado del futón del Uchiha— ¿Tiene nombre? —preguntó tomando al hurón en brazos.

—Hige —respondió acomodándose en el futón— Vete a dormir —ordenó acercando su mano a la vela.

— ¿Puedo dormir con Hige? —preguntó.

—Haz lo que quieras —Sakura se fue a su futón junto al animal y se acostó a dormir, luego Uchiha apagó la vela, y nuevamente quedó todo oscuro, aun que ahora no le daba tanto miedo a la joven.

— ¿Sabes usar una espada? —preguntó Kisame a Sakura.

Era temprano en la mañana, acababan de tomar el desayuno que había preparado Kakuzu con Kisame—el pescado estaba algo raro—. Uchiha había salido a patrullar nuevamente junto a Sasori, que al parecer lo habían castigado sin comer por tres días, ni comida, ni agua, nada a excepción de un extraño jugo que había sido preparado por él mismo para los que les tocaba castigo, al parecer, era de un sabor muy amargo, pero ayudaba a sobrevivir los tres días. Ahora se encontraban en el patio, Sakura estaba quitando algunas hojas que habían caído por la nieve, y limpiaba el camino, hasta que vio a Kisame junto a Deidara practicando, se les quedó viendo por un momento, quizás más de lo necesario, y Kisame lo notó.

—Algo…

— ¿Le preguntas si sabe usar una espada? ¿Olvidaste que casi te mata cuando la encontramos? —preguntó Deidara.

—Y tú quedaste estéril…

— ¡No hay necesidad de decirlo! Además, eso no es cierto.

— ¿Quieres practicar? —preguntó acercando una espada a Sakura, que se quedó mirándola.

— ¿Puedo?

—Claro que sí, el Vice-capitán no está, así que…—interrumpieron a Deidara.

—Pero sí está el Capitán —explicó la joven.

—Oh, vamos, sólo un par de movimientos, no te mataremos —animó el rubio, Sakura lo miró un momento, luego a Kisame que le "sonreía" —de una manera nada agradable, ya que mostraba todos sus colmillos—.

—Creo que algunos…

— ¡Sí!

—Toma —Sakura recibió la espada de Kisame, se la acomodó en la cintura, aun que era algo difícil al estar usando una yukata.

Una yukata nueva, de color verde bosque con hojas de otoño cafés y amarillas, algo muy hermoso, daba la sensación de un ambiente fresco y con olor a tierra húmeda. Según Uchiha, era de Konan…Yutaka, pero Sakura había encontrado—nuevamente—la boleta que decía la fecha, es decir, el día de ayer… justo cuando Uchiha y Pain habían salido a patrullar en la tarde, justo, justo.

—Bien —dijo Kisame tomando distancia de ella, ambos se miraron por un momento, el Demonio Tiburón sonreía grandemente— Esperaré a tu ataque —informó, Sakura lo miraba seria, desenvainó su espada y tomándola con ambas manos apuntó a Kisame, que le copió con el gesto. Se podría decir que el ambiente cambió, casi de forma drástica, de una mañana helada y hermosa por la nieve, de un ambiente fresco y acogedor, cambió a uno algo tenso y caluroso, por la adrenalina— ¿Cuánto más…? —y Sakura desapareció, mas Kisame ya sabía por dónde atacaría, y sus espadas chocaron… aun que la espada de él era de lo más extraña, parecía tener cabellos azules en punta en dirección hacia el mango de la espada, era muy ancha y grande, y de seguro, muy pesada. Aun que Kisame la tomaba con una mano sin problemas.

Entonces Sakura sintió algo extraño, de repente sus manos parecían muy cansadas y casi suelta la espada. Se alejó de él lo más rápido posible, y miró la espada ¿Por qué se le hacía familiar? Esa espada tan rara, tan grande…Samehada, por supuesto, la famosa "Espada come Chakra".

Si dejo que tome más de mi chakra, quizás lo note. Debo mantenerme alejada.

Kisame miraba a Sakura, sonriendo, y atacó sin más. Sakura interpuso su espada al ver que no alcanzaría a esquivarla, y de un solo golpe, Kisame rompió la espada lanzando la mitad volando, cayó justo a unos milímetros de la cabeza de Deidara, que quedó congelado.

— ¡¿Qué no puede tener más cuidado? ¡Yo no estoy en la pelea!

— ¿Ahora cómo te defenderás? —preguntó Kisame a Sakura, que al verse acorralada, no tuvo otra opción que usar su brazo como escudo. Su brazo debería estar sangrando a chorros, pero Kisame había golpeado de tal forma que no la dañaba, ya que, bien sabía lo que le pasaría si le hacía un rasguño. No sería tan estúpido como Sasori. Sólo robaría su chakra para dejarla sin aliento, y luego daría por terminado el combate, ya sólo faltaban unos minutos para que ella cayera en colapso por la falta de chakra, y no podía escaparse aun que quisiera, sólo hacía falta un movimiento para que la piel de ella se desgarrara por Samehada. Entonces Sakura golpeó con un certero rodillazo en las costillas de Kisame, que quedó sorprendido, ella no debería moverse con tan poco chakra. Miró a Sakura, que casi ni sudaba, la joven se arremangó la ropa para que no fastidiara, y se fue a pique contra el Demonio Tiburón, esquivando, saltando, agachando y atacando. Estaban en un combate cuerpo a cuerpo con espadas, es decir, no se puede usar Jutsu ni nada respecto a chakra. Se encontraron en una situación mortal en un momento, Sakura había estado bien, pero en el último golpe que le dio en el pie estando frente a él, que tenía justamente la espada en alto para atacar a Sakura, hiso que refalara hacia adelante. Él caería con su espada enterrándosela a Sakura, no había otra opción.

— ¡Espera! —intentó detener Sakura, pero era tarde, era cosa de milésimas para que la espada fuera clavada en ella. Pero algo sucedió, Hoshigaki por alguna razón perdió la fuerza en Samehada que refaló de sus manos, cayendo en punta hacia la cabeza de Sakura que veía todo lo que estaba sucediendo, y de un solo golpe con su mano lanzó la espada a una esquina del terreno, dejándola clavada en la pared, y Kisame, por fin, cayó sobre ella alcanzando a poner sus manos.

— ¡Pero qué demonios! ¡Por poco se matan! —gritó Deidara, corriendo hacia donde estaban, empujó a Kisame a un lado y miró a Sakura— ¡¿Estás bien? ¡Dime que no tienes nada, por favor!

Sakura se miró la mano con la que había golpeado a Samehada, sangraba un poco.

Demasiado poco para tal golpe.

—Estoy bien, por suerte.

—Oh, por mi arte, ¡Kisame, eres un imbécil! ¡Jamás dejaré que vuelvas a enfrentarte con Sakura-chan! —le regañaba ayudando a Sakura a levantarse. Mientras ambos Akatsuki discutían, Sakura fue hasta donde estaba la espada Samehada, tomó el mango y la quitó de la pared.

—Vaya, es muy liviana —comentó moviéndola con un brazo.

— ¿Qué…haces? —preguntó esa persona que extrañamente aparecía siempre que no debía aparecer. Uchiha. La miraba con asombro ¿Es Samehada la que sostiene con una mano? ¡¿Cómo?; la miró fijamente, con rostro serio.

—Ah, sólo venía a buscar a Samehada —rió algo nerviosa al pensar que ella la había lanzado hasta allí— Es muy liviana ¿Sabías?; Yo creía que era más pesada, porque es tan grande —dijo haciendo un par de maniobras con Samehada en una mano— Pero resultó ser tan liviana como una pluma, ya me parecía extraño que Kisame la manejara con tanta facilidad ¡Pesa menos que un cuchillo de pan!

—Sí, qué buen descubrimiento. Ahora entrégala —cortó extendiendo la mano, Sakura lo miró, soltó aire por la boca—molesta—y se la entregó, luego se fue hacia donde estaban Deidara y Kisame.

Itachi, por su parte, casi se le rompe el brazo al intentar aguantar a Samehada, pero ni a dos manos lograba levantarla. A lo lejos Kisame lo vio, y fue a ayudarlo.

—Vice-capitán, hubiera visto el combate que tuve con Sakura-san…

— ¡Sí, estuvo increíble! ¡Sakura-chan…no sé cómo, pero lanzó lejos a Samehada con un manotazo y la dejó clavada ahí en la pared! ¡Fue ultra wow! —dijo tan rápido como le dieron las palabras.

— ¿Combatiste con Harada? —preguntó sorprendido, pero parecía más molesto. Nunca se sabía si estaba molesto, sorprendido, alegre u otra cosa, nunca nadie lo sabía, para todos Itachi siempre estaba de mal humor.

—Sí, perdón, sólo quería ver su destreza con la espada, pero creo que es mejor en el combate cuerpo a cuerpo —explicó Kisame.

— ¿Cómo está la mano de Harada?

—Ah, despreocúpate, increíblemente no tiene casi nada, un simple rasguño —informó Deidara, mientras Itachi lo miraba incrédulo— Te lo digo en serio, mira ¡Sakura-chan, ven! —llamó a toda voz.

— ¿Qué? —preguntó con la escoba en la mano, Deidara le tomó la mano y se la acercó a Itachi, que la registró meticulosamente.

— ¿Cómo es que no te hiciste nada? —preguntó viendo tal simple rasguño.

—Ni idea, yo digo que es suerte, en serio, fue algo tan rápido —mintió olímpicamente, Itachi la miró fijamente a los ojos, buscando la verdad en ellos con sus orbes negros. Sakura comenzaba a sentirse incómoda, esa mirada le daba algo de escalofríos, y no podía mantenerla por mucho, pero si quitaba su mirada quizás se daría cuenta de que estaba mintiendo. Ambos se miraron, unos segundos más.

—Te dije…—comenzó Uchiha—…que no salieras de mi habitación —recordó, Sakura tragó dificultosamente.

—S-sí, eh…sólo estaba barriendo el patio, nad-

—Dije que no salieras de tu habitación excepto si ibas al baño —recalcó con voz dura, Deidara y Kisame ya se encontraban a kilómetros de allí, el Vice-capitán enojado era lo peor en la tierra.

— ¿Y a mí qué? —soltó la joven, para sorpresa de todos, incluyendo a Itachi— ¿Quién te crees que eres para ordenarme algo? Que te hagas llamar "Vice-capitán" no tiene nada que ver conmigo. Seré parte de la organización ahora, pero a mí no me importa, me importa un rábano que seas Uchiha Itachi el Vice-capitán de la Organización Akatsuki. Yo no soy tu mascota, podrás tener a Hige allí encerrado día y noche, pero yo no soy un animal para que me trates así, así que quieras o no, yo entraré y saldré de NUESTRA habitación ¡Cuando se me dé la gana!

Y se fue, sí, se fue a su habitación, dando grandes zancadas, inflando el pecho y con la frente en alto. Deidara y Kisame estaban tan sorprendidos que casi se les olvidaba respirar, ¿Esa chiquilla acababa de responderle al Vice-capitán? ¿Acababa de gritarle en la cara? ¿A caso, había desobedecido a Uchiha Itachi? ¡Eso no es algo que pase todos los días! Jamás en la historia había sucedido algo así, jamás de los jamases, ¡Sobre todo una chica!

Continuará...


Próximo Capítulo: Shokyo y Sharingan


¡Fuera de Escena!

...

¡Error!

Sentimos decirles que estamos en reparación, pronto inaguraremos éste espacio.

Gracias por comprender a la autora.

Atte: Ink.