Los personajes de Dragón Ball no me pertenecen.
Merodeo por los alrededores del hospital aproximadamente diez minutos. Se sentó en una banca del gran jardín del lugar. Se sentía sumamente decepcionado de si mismo ya que su cobardía estaba impidiéndole ayudar a su novia en un momento tan importante como un parto. Él se escondía en un jardín y Bulma estaba en una sala, muerta de dolor y solamente para darle un hijo. Ella era un año menor que él y sin embargo tenía la fuerza para enfrentar aquello sola porque él era un estúpido cobarde que le tenía miedo a la paternidad. No sabía que haría al tener a su hijo en brazos y prefirió no arriesgarse aunque sabía que para Bulma sería realmente doloroso saber que él...dudaba sobre ser un buen padre. Tenía ganas de irse corriendo pero no porque no quisiera a su hijo, todo lo contrario, se sentía un fracaso. Agacho su cabeza en señal de decepción. Un golpe en su hombro hizo que volteara rápidamente. Sentado junto a él estaba su padre.
-¿Qué estas haciendo aquí Vegeta?-preguntó en sorpresa el Rey.
-No me lo preguntes por que no sé viejo-contestó con cierto ¿dolor?
-Vegeta por favor. No me digas que tienes miedo-dijo el Rey anonadado.
-¿Crees que es fácil?-preguntó enfadado.
-Claro que no es fácil. Hasta yo me acobarde cuando tu estabas por nacer, estuve dando vueltas por el lugar casi cinco minutos hasta que recordé el rostro de tu madre y me pregunté a mi mismo que rayos estaba haciendo, digo, yo también participe en tu procreación y no era justo que la abandonará en la parte más dura. Y tu caso es mucho más duro Vegeta, Bulma tan solo tiene dieciocho años y ¿tener que lidiar con esto sola? ¿es justo para ti?-dijo el Rey intentando dar ánimos.
-Por supuesto que no pero... no soy lo que ella espera-dijo cabizbajo.
-Ay por Dios cállate Vegeta. Tú y esa mocosa estuvieron desafiándonos por meses.. A nosotros, SUS PADRES y ¿ahora me vienes con que no eres lo que ella espera? Esa niñata hace más cosas por ti de las que yo he hecho alguna vez. No seas cobarde y ve que ella debe estar esperándote-hablo nuevamente el más viejo de los Ouji.
Vegeta sonrió ampliamente. Se levantó de aquel banco y entró al hospital lo más rápido posible. Empujo a doctores y enfermeras solo para llegar a destino. Cuando tuvo la puerta ante él, los nervios volvieron pero recordó la charla con su padre y sin dudarlo ni un segundo más, entró a la sala de partos.
...
Bulma estaba tan adolorida y decepcionada. Hacía como diez minutos que debería haber empezado a pujar para sacar a su hijo de su muy abultado vientre pero ella necesitaba a su novio ahí, junto a ella. Tan solo tenía dieciocho años y tenía que afrontar semejante situación, no quería hacerlo sola. Centenares de veces Vegeta prometió estar presente en el nacimiento de su hijo ¿Y a último momento se acobarda?. Lágrimas caían de sus ojos mientras veía a Sara gritándole. No quería escucharla, no quería hacer esto sola, lo necesitaba a él. Pegó un grito cuando sintió que apretaban su panza. Los doctores intentaban que Bulma dejara de resistirse y comenzara a dar a luz pero aun no había voluntad de su parte. Sara se enfado.
-¡BULMA ESCÚCHAME! SI NO EMPEZAMOS CON ESTO AHORA, MATARAS A TU HIJO-grito cólera la joven doctora.
-NO QUIERO HACERLO SIN VEGETA AAAAAAAAAH-grito en respuesta mientras seguía resistiéndose.
-Bulma basta. Vegeta esta esperándote afuera. Necesito que empieces a pujar antes que provoques una hemorragia.-pidió tranquilamente la doctora.
-Pero...él me prometió estar aquí AHHHHHHHHHH-contestó tristemente mientras otra fuerte contracción se hacía presente.
-Él no es importante ahora Bulma, tu hijo debe nacer ya-dijo la doctora Sara.
Bulma asintió lentamente y comenzó a pujar mientras las lágrimas bajaban por su rostro, no de dolor si no por tristeza pero todo se desvaneció cuando sintió que sostenían fuertemente su mano y depositaban un beso en su mejilla. Allí estaba él, junto a ella. Tardo demasiado el maldito pero por fin estaba ahí.
-DESGRACIADO, TE TARDASTE DEMASIADO AHHHHHHHHHH-grito Bulma en medio del parto.
-Lo lamento. Estoy aquí y me quedaré hasta que mi hijo nazca-le susurró suavemente al oído mientras apretaba su mano.
Bulma sonrió lentamente. Ahora si, era el momento de que su hijo naciera. Comenzó a pujar con todas sus fuerzas para poder quitarse ese dolor que tenía en ella pero solamente para poder tener a su hijo en sus brazos.
...
Bunny estaba que moría de nervios. Hacía alrededor de una hora que estaba sentada junto a la puerta de la sala de partos y aun no recibía noticias sobre su nieto. ¿Estaría todo bien? ¿Su nieto estaría bien?. Sacudió su cabeza para borrar esas tontas ideas, Bulma era una mujer sumamente fuerte y era obvio que todo saldría perfecto. Se estaba precipitando, un parto no es una cosa de que se realice en segundos. Levanto la cabeza lentamente y miro el largo pasillo de aquel hospital, sus ojos se abrieron inmensamente al divisar al hombre que caminaba hacía ella. Cuando él se acerco, ella solo puedo sonreír.
-Me alegra mucho que hayas decidido venir-dijo Bunny.
-Estaba en duda pero Vegeta y su sermón me ayudaron a decidir. Además, Bulma es mi hija y no podría haber faltado al nacimiento de mi nieto por nada en el mundo, ni siquiera por esta estúpida pelea-contestó Hans.
-Me pone tan feliz que pienses eso amor-dijo entre lágrimas la señora-Sabía que esto iba a solucionarse.
-Aun no se si Bulma podrá disculparme Bunny, debe estar odiándome-Soltó el un tanto triste.
-¡Por Dios Hans! Eres su padre y es más que obvio que Bulma perdonará todos tus errores por el simple hecho de que ella necesita a su padre y al abuelo de su bebé. No seas pesimista-dio ánimos Bunny.
-He cometido tantos errores Bunny que seria entendible que mi propia hija me aborrezca. ¡Dios Santo! Estuve a punto de obligarla a abortar y todo por no aceptar a su novio-dijo enfadado mientras agachaba su cabeza.
-Solo hiciste lo que creías mejor para ella. Si, no niego que te habías convertido en un completo idiota pero solo querías verla feliz. Ahora puedes arreglar el asunto con ella pero promete que no volverás a hacer algo así-dijo Bunny seriamente.
-No lo volvería hacer por nada en el mundo, solo quiero su perdón-contestó rápidamente.
-Entonces date por perdonado cariño-dijo Bunny sonriente.
Ambos se abrazaron felizmente. Hacía muchísimo tiempo que no compartían un momento así ya que ambos habían estado distanciado por todo este problema entre sus hijos. Ahora no solo se arreglaban sus cosas si no también que ellos volverían a compartir momentos como este. Se separaron de su abrazo cuando escucharon un fuerte grito en medio de la sala. Cuando voltearon a ver, encontraron a Vegeta hecho una furia y junto a él estaba Sara sosteniendo un pequeño bultito. Bunny y Hans atinaron por levantarse felices al captar que Sara cargaba a su nieto pero ninguno pensó que Vegeta volvería a gritar cuando ellos comenzaron a caminar hacia Sara.
-No intentes acercarte viejo porque juro que te mataré-dijo Vegeta en defensa mientras se paraba frente a Sara.
-Espera Vegeta no es lo que parece, yo solo...-
-¿Solo qué? ¿Vienes a quitarme a mi hijo para darlo en adopción o regalarlo por ahí?-preguntó enfadado.
-Vegeta, Hans solo quiere disculparse-interfirió Bunny.
-¿Y usted cree que una disculpa arreglara todo esto?-pregunto nuevamente.
-Claro que no pero solo quiero arreglar las cosas-dijo tristemente Hans.
-No es tan fácil viejo. ¿Crees que aceptaré tu patética disculpa sin desconfiar ni siquiera un poco?-insistió el joven Ouji.
-YA DEJA DE JUZGARME VEGETA. ¿PORQUE DEMONIOS NO PUEDES DISCULPARME CUANDO HACE RATO QUE HAZ PERDONADO A TU PADRE? ESTE TEMA NO ES SOLO SOBRE TI ¿SABES? TENGO UNA HIJA ALLÁ DENTRO A LA QUE ME MUERO POR ABRAZAR. ESTO AQUÍ TRATANDO DE HACER LO MEJOR PARA PODER REMEDIAR MI ERROR Y TE PONES A LA DEFENSIVA. ES INJUSTO-grito exasperado mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Los presentes abrieron los ojos asombrados. Podían ver el dolor en la cara de Hans. Vegeta lo miró fijamente, sabía que el viejo no quería engañarlo, estaba siendo sincero. Sin decir absolutamente nada, tomó a su hijo en brazos y se acerco a la angustiada pareja. Ellos lo observaron con una ansiedad. Al acercarse a ellos, descubrió al pequeño ser que llevaba en sus brazos.
-Él es Trunks. Nació hace aproximadamente diez minutos y ahora se dirige a bañarse porque esta hecho un asco-dijo sonriente Vegeta mientras acariciaba la frente de su bebé.
-Es tan hermoso-dijo Bunny mientras lloraba de felicidad.
Hans no podía decir nada, estaba tan asombrado. Miraba al pequeño bebé y se preguntaba una y otra vez como pudo siquiera intentar acabar con su vida. Haberse perdido de ese momento hubiera sido lo mas tormentoso de su vida. Llevo su mirada a Vegeta y pudo ver lo embobado que este estaba con su hijo. Era el correcto, por supuesto que era el correcto. Volvió la vista al bebé y volvió a sonreír. Bulma tenía un gran futuro por delante.
-Ahora tienes otra persona a la cual hacer feliz-hablo Hans al fin.
-No me subestimes viejo. Haré lo que tenga que hacer-dijo sonriente Vegeta.
-Eso espero-sonrió de igual manera el Dr. Brief.
...
Bulma se despertó desconcertada. ¿Dónde estaba? Pudo divisar mejor y recordó todo. Tocó su chato vientre y sonrió. Ya había dado a luz pero.. aún no conocía a su hijo. Comenzó a mirar hacia los costados y allí estaba él, el amor de su vida, el hombre con el compartiría el resto de su vida, aquel que en este preciso momento la miraba con una sonrisa de felicidad. Le devolvió la sonrisa mientras tomaba su rostro para darle un rápido y suave beso.
-¿Dónde esta mi hijo?-pregunto suavemente luego del beso.
-Justo al otro lado de la cama mujer-respondió sonriente Vegeta.
Bulma volteó y pudo ver la pequeña cuna junto a ella. Quería verlo pero no podía moverse, Vegeta se acercó a la cuna y tomó al bebé en sus brazos para luego dárselo a Bulma. Ella lo tomó felizmente en sus brazos, su corazón latía a mil por hora al ver a ese pequeño en sus brazos. Lágrimas salían de sus ojos mientras miraba a su bebé totalmente dormido. Era tan pequeño y en él había tanto de los dos. El color de cabello lavanda por supuesto que era de ella pero sus facetas, sus muecas y esa pequeña nariz era obvio que lo saco de su gruñón padre. Bulma levantó su rostro lagrimoso hacia su novio y este le sonrió.
-Le puse como querías, Trunks. Pesó 3 kilos exactos y mide 50 cm-explico Vegeta mientras tomaba una de las manitas de su hijo.
-Es el mejor regalo que pudiste haberme dado Vegeta. Lo juro, es tan perfecto-dijo entre lágrimas.
-Al fin y al cabo valió la pena todo el sufrimiento-dijo el joven Ouji mientras secaba las lagrimas de su mujer.
-Ahora si comienza nuestra vida amor-dijo felizmente Bulma.
-Nuestra vida juntos comenzó hace muchísimo tiempo-respondió Vegeta.
Después de un tiempo a solas, comenzaron a llegar las visitas. Bunny fue la primera en entrar y lo único que hacía era aconsejar a Bulma sobre como cuidar al bebé. Luego llego Milk junto Myrna que habían llegado de los Estados Unidos pura y exclusivamente para conocer a Trunks, ambas lloraban emocionadas. Después la llegada del Sr. Ouji la sorprendió gratamente, el abuelo de su hijo se comporto realmente como un verdadero caballero pero sin dudas lo que más feliz le hizo ese día fue la reconciliación con su padre. Hacía tanto tiempo que no había podido abrazar a su padre y que él estuviera ahí, suplicando su perdón fue lo que más necesitaba. Ese día fue el mejor día de la vida de Bulma, fue largo y agotador pero amo ver a su gente junto a ella. Ahora se encontraba nuevamente sola junto a su novio y su hijo. Él la miraba sonriente de nuevo.
-Te amo Vegeta, te amo con cada fuerza de mi ser y juro que nunca en la vida podré pagarte por todo esto que me estas haciendo vivir-dijo emocionada la joven peliazul.
-No llores tonta. Sabes que siento exactamente lo mismo por ti, desde aquel día en que te apareciste en la puerta de mi casa saludando amablemente, yo sabía que tu eras la indicada-respondió sonrojado.
-Me habías hecho fastidiar terriblemente aquel día-recordó Bulma feliz.
-Si, pues si no fuera porque veo el cabello de Trunks aun seguiría jurando que estabas loca por habértelo teñido de azul-dijo gracioso Vegeta.
-Idiota. Nunca creíste en mi. Por supuesto que jamás me hubiese teñido el cabello. Debes reconocerlo, te has ganado la lotería conmigo-dijo igual de graciosa.
-Hay mejores-contesto risueño.
-Eres un idiota-dijo ella un poco enfadada.
-Tu eres la idiota si crees que podría haber conocido algo mejor tú. Yo.. te amo Bulma y, tú y este mocoso, me han hecho el hombre mas feliz del mundo sin siquiera merecerlo-dijo seriamente.
-¿Merecerlo? Yo no te merezco Vegeta. Sin dudas eres mucho más de lo que esperaba. Te amo Vegeta y por ti volvería a sufrir todo lo que hemos sufrido-dijo ella mientras acariciaba su rostro.
-Yo también volvería a luchar por este amor-dijo él mientras tomaba su rostro y le daba un suave y largo beso.
Y allí se quedaron, los tres juntos. Después de tanto mal en su vida, ahora les tocaba ser felices. Después de tanto dolor, hoy les tocaba sonreír. Mas que nunca, ellos se daban cuenta que haber luchado por su amor fue lo mejor que podían haber hecho. No importaba como, cuando, ni porque pero ellos sabía que su amor perduraría por toda la eternidad sin importar cuantos obstáculos haya en el camino de la felicidad.
Fin..
N/A Hola gente. Al fin termine esta historia. Pido millones de disculpas, se que me tarde demasiado pero como prometí aquí esta el final de esta historia. Gracias a todos ustedes por haberla leído y por haber esperado capitulo tras capitulo. Miles de besos y nos leeremos en la próxima historia y espero que este final haya sido de su agrado :)
