Matareyes

III


"Rhaegar también lo era"

Ser Barristan le seguía sigiloso, invariablemente, con pisadas suaves y elegantes; caminando siempre a su derecha. Se mantenía tan veloz como su otro guardián no tan distinguido, pero mucho más joven: Gusano Gris que siempre resguardaba su izquierda. Ya desde hace mucho que aquél muchacho se mostraba honrado de que el anciano caballero insistiera en acompañarlos, los años a su lado le habían dado a entender al eunuco que Ser Barristan no solo era un miembro importante de la guardia real de Daenerys Targaryen, sino que lo había sido en la de sus antepasados.

Sus zapatos repiquetearon sobre el piso empedrado y su vestido les siguió con un sonido más suave y sutil, aun así Dany, en medio de ambos guardianes podía escucharlo, elevándose sonoramente por sobre los pasos metálicos de Ser Barristan y los inseguros de Gusano Gris. El muchacho era un lancero experto y guerrero formidable, así mismo poseía una inteligencia nada despreciable, pero nunca en su vida había usado el calzado propio de un guardia de Poniente; sandalias y la tierra era su estado natural, por lo que sus pasos eran más fuertes aunque no firmes. Algo similar le ocurría a ella, acostumbrada al clima seco de Essos, llegar cuando el Invierno ya comenzaba a Poniente fuera de hacerle experimentar el verdadero frío, por primera vez, la envolvió en un empaque de sedas y encajes que le resultaban mucho más incómodas de lo que fueran las ropas más abultadas que usara en Yunkai.

Siempre debía de dejar el espacio necesario entre Ser Barristan y Gusano Gris, ya fuera para que ella no se enredara en sus faldas o ellos no se las pisaran, incidente que aún a años de su llegada a Desembarco del Rey, seguía ocurriendo con frecuencia. Los miró por sobre sus hombros, ambos caminaban serios y solemnes. Desde que cruzara el Mar Estrecho, esa fue las posición que los principales hombres de su guardia adoptaron; la seguían como si fueran sus sombras y Dany no dejaba de sentir extrañeza de ver al par de caballeros a su lado, imaginaba que ese había sido uno de los deseos que terminó amargando a Viserys; el caminar por los pasillos de la Fortaleza Roja seguido de su guardia real.

Ella, sin embargo, había sobrevivido mucho tiempo sin necesidad de caballeros; dothrakis, eunucos y Belwas, componían su propia guardia, de aquél grupo el único caballero era Ser Barristan, quién a su vez, quería servirle como no lo hizo con su padre y, al parecer, para el anciano caballero, eso significaba protegerla hasta de su sombra. Con Gusano Gris no había mucha diferencia, inmutable e inalterable, solo una orden suya bastaba para que se alejara, pero en esos momentos Dany lo quería cerca, no dejaba de culparse por haber convertido aquél duelo en un asunto del consejo real. Debía darle crédito a su Mano; Tyrion Lannister había manipulado la situación de tal manera que al momento de juzgar al Matareyes se había llenado de dudas, Jaime Lannister por su parte también contribuyo con aquel drama al revelar todo sobre la locura de su padre y como este pretendía quemar Desembarco del Rey.

Sin embargo, fue el relato de la moza lo que acrecentó sus dudas. De aquella mujer que estaba dispuesta a sacrificar su vida por aquél hombre. Había creído que estaba enamorada del Matareyes, pero el interés de este hacia esa mujer le pareció lo único autentico que vio en los ojos fríos de Jaime Lannister y así mismo, la extrañeza de Tyrion sobre la relación que pudo haber surgido entre ambos terminó por convencerla.

"Rhaegar también lo era"

No, era su corazón, era su pecho el que le decía que algo más había ahí. Pero también fue su corazón el que le llevó a creer en Mirri Maaz Duur. La primera de todos los que terminaron traicionándola.


"—Quiero saber la verdad sobre esto le había dicho al gnomo, este sonrió y con su usual cinismo le contestó:

La verdad es demasiado relativa para su majestad — a Dany le molestó la forma en la cual, sutilmente, parecía tratarla de tonta.

¿Acaso creéis que no puedo aceptarla? — Tyrion había descendido de su silla y caminado hacia ella con una seguridad que a Dany no le gustaba. Como ella lo veía los Lannisters deberían temerle. Todos, amarla, odiarla y por sobre todo, temerle pero lo cierto es que aquella idea no se condecía mucho con su actitud; Tommen el bastardo del Matareyes seguía vivo y había prohibido cualquier daño a Myrcella, el gnomo era su mano y Jaime Lannister seguía con la cabeza sobre los hombros. Y todo aquello sin mencionar la forma en la cual todos esos leones se movían, el mismo Matareyes todo sucio y encadenado había lucido soberbio frente a ella, se había burlado y como la idiota que era se dejó dominar por el dragón y cayó en su juego.

El juego de Tronos lo llamaba Varys— le dijo Tyrion — y Jaime nunca ha sido un jugador, aunque por lo que sé tampoco quería ser pieza —Dany se había quedado analizándole, observando con atención sus piernas torcidas, el muñón que era su nariz y sus ojos desiguales.

Vos ¿Qué sois? — le preguntó.

A veces creo que un jugador, a veces soy pieza — contestó con esa seguridad que tanto le fastidiaba — pero si queréis saber la verdad le preguntas al hombre equivocado. Además no sé qué tan dispuesta este su majestad para saberla— en aquél momento Dany se adelantó hacia el gnomo y cogió una copa de la cual él bebía.

El Matareyes dice que mi padre quería quemar la ciudad.

Para nadie era un secreto la fascinación de Aerys por el fuego Valyrio, frió a Lord Rickard Stark en su armadura.

Lord Rickard estaba armando una rebelión — Tyrion la miró condescendiente, en otro gesto que fastidió a Dany.

Puede ser, pero lo dudo. Para los que estuvieron acá era evidente que Lord Rickard quería recuperar a su hija, algo que incluso su Majestad debe considerar razonable. La rebelión vino de parte del señor de Nido de Águilas bastante tiempo después — aquello era algo que Dany olvidaba constantemente, no provocar a Tyrion Lannister con preguntas sobre la historia de Poniente.

Nos estamos desviando.

Cierto su majestad, bueno fuego Valyrio y el rey Aerys — lo decía con tal tono, como si se mordiera la lengua para no decir "el rey loco" — no puedo afirmarlo puesto que no estuve ahí y creo, que la palabra de un Lannister no es válida sobre lo que ocurrió en el saqueo de Desembarco del Rey… — bajó entonces la voz y susurró — … aún cuando fue mi padre quién lo propició.

Seguís desviando el tema Lord Lannister — era la advertencia, Dany lo sabía, Tyrion lo sabía. El gnomo carraspeó y continuó — lo más cercano que poseo a una evidencia se trata del Gremio de los Alquimistas — Dany le prestó atención sin mover un solo musculo de su cara — … poco antes de que Stannis incendiara el Aguas Negras…

Oh, ahora me estáis mintiendo abiertamente Lord Lannister —le interrumpió con una sonrisa coqueta que no dejó de ser mordaz — todo el mundo sabe que fue vuestra idea incendiar la Bahía — el gnomo le sonrió de vuelta y la cicatriz de su cara se contorneó de manera grotesca, que sin embargo no dejaba de tener cierta fascinación sobre Dany.

Encontramos cerca de Pozo Dragón y bajo el Lecho de las Pulgas más de cinco mil botellas de fuego Valyrio — interrumpió de pronto su mueca el gnomo — cualquier conocedor de la ciudad, sabe que un incendio en ese lugar, este se propagara por toda la ciudad no hay pozos de agua cerca y todas las vivienda son de material ligero — Tyrion volvió a su asiento y se reclinó en su silla para extender sus deformes piernas sobre la mesa — solo nos hicieron falta dos mil para hacer arder el Aguas Negras, eran mil setecientos los que estaban bajo el Lecho de las Pulgas y tres mil en Pozo dragón… a mi gusto, su majestad, me parece una ubicación demasiado estratégica para ser solo una coincidencia"

El gnomo tenía razón, eran posiciones demasiado estratégicas. Si estallaban los de Pozo Dragón la colina de Aegon se vendría abajo junto con toda la Fortaleza Roja.

"Es cierto, esa verdad me molesta pero ¿quiero ignorarla?"

Era fácil llegar a la conclusión de que no; saberla y no ignorarla era lo justo, era lo que se necesitaba para discernir sobre su futuro actuar, conocer todos los campos, todas las versiones por mucho que estás fueran verdades incómodas y desagradables, duras y molestas. Sin embargo, visto así incluso era posible que en un juicio ella le pudiera encontrar razón a Jaime Lannister... el perjuro, el hombre que traicionó sus votos, que quiso matar a un niño y que asesinó a su hermana.

"Viserys me vendió y si no hubiera conocido a Mi sol y estrellas pude haber corrido esa misma suerte"

¿Y Dario?... oh Dario.

¿Pueden las sombras y la luz mezclarse en un solo hombre? Dany sabía que si. Jaime Lannister, el Matareyes solo era uno de muchos que existían en el mundo. Solo uno. Nada más. No era especial, no era diferente, solo era el hijo de un acaudalado señor, heredero de una de las fortunas más importantes de Poniente. Pero no era de los suyos. Solo un extraño.

"Solo un extraño"

"Rhaegar también lo era"

Sacudió la cabeza, no. Necesitaba a los hombres que la aconsejaban, a su mano y a todos aquellos que conocían mejor esas historias, necesitaba escucharlos y sobre ello deliberar, incluso en aquél caso, en el caso del Matareyes, debía escuchar a los consejeros elegidos por ella.

Al llegar tomo la cabecera de la mesa y uno a uno los vio entrar, extendió su mano y de entre las sombras apareció Missandei, la muchacha llegó con una bandeja de donde Dany cogió una copa. El primero en cruzar la puerta fue Stannis Baratheon quién apoyaba una mano sobre el hombro de su escudero, un muchachito gentil y cortes llamado Devan Seaworth; cojeaba y su pata de palo golpeaba con tranquilidad las cerámicas del salón. Tras él Tyrion anadeo rebasándolo y sentándose cerca de ella, obligando de esa manera al escudero de Lord Stannis a indicarle a su señor sobre quién hiciera ingreso a la sala del consejo; el rostro de Lord Stannis se demudo en una mueca más dura de la que lucía y ordenó a su escudero a guiarlo abiertamente al puesto más lejano a la Mano de la Reina. Daenerys miró a Tyrion con gesto acusador y divertido, a lo que el gnomo respondió haciendo el tonto. Los aliados que destruyeran a su familia ahora solo en su presencia se toleraban.

Que no se dijera que los Targaryens no unían a enemigos.

Dany siempre había sentido en un principio odio y luego curiosidad por cada uno de los Baratheons. Además, una vez su orgullo de Taragaryen admitió los errores de sus antepasados pudo sacarse la venda de los ojos y entender que al menos su padre, si bien no merecía la traición, se había buscado todos y cada uno de los enemigos que se unieron al usurpador en su rebelión.

"Aún así son traidores todos ellos"

Se dijo mientras lo veía tomar asiento con ayuda de su joven escudero. Pero Stannis... Cuando la oscuridad avanzó desde el norte, fue él y nadie más quién marchó contra los salvajes y luego contra los Otros, fue él único en la guerra de los cinco reyes que protegió al reino; su reino. A la luz de sus actos Stannis Baratheon se había evidenciado como el más apto para gobernar en vez de aquellos niños que las mentiras de los Lannister llevaron al trono.


— Ned Stark me escribió primero para que volviera a tomar mi puesto en el consejo de Robert, luego para hablarme de su descubrimiento sobre los bastardos del Matareyes — le dijo cuando ella lo visitó en Bastión de Tormentas, convaleciente y a punto de quedar ciego.

— ¿Porque no volvistéis?

— Stark no era mi amigo, no sabía si era un treta, si los Lannister lo habían comprado... Jon Arryn había muerto por saber lo que yo, no iba arriesgarme —

— Os enfrentastéis a mi a mis dragones ¿Y las intrigas palaciegas os dieron miedo? — el ojo muerto voló a ella y Dany pudo jurar que escuchó como los dientes de Stannis Baratheon rechinaban en medio de aquella habitación.

— He ido a la guerra más de una vez su alteza — dijo tenso — pero jamás he tenido el carácter para la intriga, en cuanto Robert usó ese trono debió haber sacado al maestro de lar arañas y jamás dejar que Meñique llegara tan alto — Dany había dejado Bastión de Tormentas después de esa charla con el corazón lleno de dudas sobre Stannis y ¿que era lo que debía de hacer con él?

— Todo el reino lo conoce como un hombre justo su alteza — dijo esa vez Tyrion mientras ambos avanzaban en un palaquin por las calles de Desembarco del Rey. Bebía de una copa recostado a su lado, en medio de mullidos cojines y gruesas cortinas que buscaban dejar el frío afuera — y después de lo de Tommen... no habrá quién diga que no tenía razón, desde el populacho hasta muchos señores. Quizás lo más efectivo sea controlarlo por medio de su hija; se dice que Lady Shireen está en Invernalia afectada por la psoagrís, no os equivoquéis sobre él alteza, puede que luchara contra los vuestros pero solo obedeciendo a su señor, que además era su hermano, no hay crimen en ello.

— Pero si lo hay en la traición.

— El Dominio se alzó en armas con Renly en la guerra de los cinco reyes y después apoyo la causa de Joffrey, eso es doble traición.

— El Dominio se mantuvo fiel a mi padre.

— Y Robert los perdonó por ello.

Si Tyrion Lannister hubiera dicho algo en contra de Stannis Baratheon se habría guardado muy bien de seguir su consejo, de todas maneras en esa ocasión le habló:

— Creí que los Baratheons y los Lannister os odiabáis — el gnomo negó con gesto indolente.

— Jamás odié a Robert, Renly o Stannis y creo que el sentimiento de Jaime...

— El Matareyes...

— Eh si, era el mismo.

— ¿Siquiera celos?

— Puede, Lord Tywin tampoco los odiaba, hasta donde él sabía Robert era el padre de Joffrey. Stark, Stannis y Renly eran mentirosos y traidores.

— Pero vos ¿sabíais la verdad? — Tyrion se le quedó mirando largamente. Era todo lo que necesitaba por respuesta — Bien, ¿entonces creéis que Lord Stannis es confiable?

— Si ha doblado la rodilla por vos, no os traicionará... pero aseguraos de que esté en un lugar visible.

— Si lord Stannis ha doblado la rodilla ha sido por que se las quebré... pero eso no me asegura que no corro riesgos a su lado.

— Ahora es un tullido montáis en dragones pero ¿Le teméis a un tullido?

— Temo a las banderas que pueda juntar bajo su estandarte.

— Si fuera Renly podría decirlo, pero Stannis es quizás el menos querido de los Baratheon. Ya siendo el heredero de su hermano, todos los sus abanderados de las tierras de la Tormenta le dieron la espalda en favor de la sonrisa de Renly.

— ¿Porque habláis en favor de él? No os agrada — Tyrion bajó la vista y dejó su copa sobre la mesa.

— Es cierto, pero Stannis sabe diferenciar la justicia de la venganza... algo que ahora os hará mucha falta.


Y no sabía si es que aquello le había parecido verdad o no. Algo dentro de ella se movió cuando lo llamó a su consejo y el hecho de que Ser Barristan no pusiera objeciones le indicó que, en cierto sentido, había acertado con perdonarle la vida. Stannis era conocido como un hombre justo y eso era visible en su adusta cara y en su frío ojo cegado, al igual que ella solo jugó el papeles que los dioses o que el dios rojo eligió para él y, como ella, hizo con lo poco que tenía lo que pudo.

Además, Dany podía odiar al Usurpador por ser la causa de años de miedo y de esconderse, pero le gustaba pensar que, más que parecerse a Viserys o a Aerys, era un reflejo de Rhaegar; que atendía a razones y argumentos, que era justa como el hombre frente a ella y si Stannis había participado en la rebelión fue por que eligió la sangre antes que a su señor. Stannis no fue a la guerra por gloria u oro fue por que su señor era su hermano al igual que Viserys lo fue de ella, y ¿quien mas que Daenerys sabia lo que era ser arrastrada por la locura de alguien más?

— ¿Como os encontráis hoy Lord Stannis? — preguntó amablemente mientras este tomaba su posición.

— Bien alteza, gracias — Stannis hizo un gesto y Missandei se acercó a él con la bandeja.

— ¿Como va el asunto de los bastardos del Usupador? — Stannis hizo una mueca pero se dirigió a ella cuando habló:

— Tengo a uno en mi poder, era el hijo de una tabernera, es un muchacho tranquilo.

— Hasta donde sé había también una chica, en el Valle.

— Mya Piedra, así es. Ya está casada con un soldado de los soldados de los Waynwood, Orthon Wedon creo es su nombre

— ¿Tiene hijos? — Stannis suspiró

— Tres alteza — luego hizo ingreso Lord Garth, a quién apodaban el grosero caminando a pesados pasos, también quiso evitar al gnomo pero luego se encontró con la disyuntiva de tener que sentarse junto a Lord Stannis, algo que también evitaba en lo posible.

Optó por Lord Baratheon.

— Buenos días mis señores — dijo secamente.

Fue cuando la heredera de los Greyjoy hizo acto de aparición caminando segura, tranquila y con ese gesto medio a medio entre satisfacción y calma. El vientre se le había abultado mucho en los pocos meses que llevaba gestando, al ser delgada y espigada parecía que de un momento a otro se hubiera dado un festín. Por su parte, Dany era consiente de que Asha Greyjoy disfrutaba incomodar a los hombres que le rodeaban, y entre los solemnes Garth y Stannis parecía lucir aún más su condición de hembra que se coqueteaba con asuntos de hombres. Incluso para sus jinetes de sangre se trataba de algo poco común; ellos que la habían visto entrar al fuego y salir amamantando dragones.

No es que ella fuera su consejero en barcos, se trataba de su señor esposo. Aunque todos sabían que no era más que una excusa. Asha sabía del tema tanto como cualquier hombre y a Dany le servía el odio enconado que lord Garth tenía hacia los Hijos del Hierro, representados nada más que por una mujer. Le sonrió afable y la mujer dejó escapar un gesto de suficiencia antes de mover su silla y dejar el espacio suficiente para que su barriga no topara con la mesa. Con los dientes apretados Garth y Stannis se pusieron de pie, Tyrion solo asintió y Asha le contestó de igual manera en respuesta.

— ¿Como va vuestro embarazo mi señora? — preguntó, Asha se llevó una mano al vientre.

— Bastante mejor que ayer alteza, aunque me impacienta que esto se demore tanto — señaló sacando una sonrisa en Dany.

La reina miró a su alrededor, el aire era tibio en aquella fría estación, el fuego de la gran chimenea la llamó pero Dany lo ignoró.

— Bien — dijo dejando de lado toda cordialidad — os he llamado por el asunto del Matareyes.

— Habrá juicio por combate — dijo Asha — ¿Porqué es un asunto que se deba tratar en este consejo?

— Porque necesito vuestro consejo, mis señores.

— El castigo para el regicidio es la muerte — sentenció Garth — eso sin mencionar lo del pequeño de los Stark y la muerte de su hermana, Cersei Lannister.

— Es una maldición matar a la propia sangre — volvió a decir Asha — Si ya sabemos cual es la sentencia ¿porqué estamos acá?

— A mi hermano... — interrumpió Tyrion

— Matareyes — le corrigió Dany, Tyrion hizo caso omiso y continuó.

— A mi hermano se le ha asistido el derecho del juicio por combate.

— Fue muy listo de su parte adelantarse a un juicio formal, y una tontería el dejarle hacer — dijo de pronto Stannis sin dirigirse a nadie en particular, pero Dany sintió como sus mejillas se encendían.

— Aquello ya ha pasado, ahora debemos ver como proceder — corto Tyrion.

— Se hará un combate ¿acaso no es lo obvio?— dijo Garth el Grosero — sin embargo, lo que me preocupa es aquella doncella.

— ¿Doncella? — pregunto Asha.

— Lady Brienne de Tharth, es la única heredera del difunto Lord Selwyn.

— ¿Creéis que está enamorada del Matareyes?— preguntó Dany.

— El corazón de una mujer es difícil de sondear... ¿Porque arriesgar su vida por un hombre? cuando muchos le darían la suya solo por ser señores de Tarth.

— He ahí mis dudas. Rakharo no escatimara esfuerzos solo porque sea una mujer, de hecho buscará terminar lo antes posible solo para que no se diga que ella lo puso a prueba. ¿Conviene dejar que lady Brienne muera por el Matareyes?

"Rhaegar también lo era..."

— No existen precedentes que permitan a una mujer tomar el puesto de un caballero, podríamos agarrarnos de ello y anular el juicio.

— ¿Entonces quién defenderá a mi hermano? ya se le ha cedido el juicio por combate ¿Acaso pondréis a uno de vuestros capas blancas para ello? — preguntó Tyrion tratando me mantenerse calmo.

— Ninguno querrá macharse las mano por el Matareyes — contestó Garth — basta con que lo ejecutemos, nadie dirá nada.

— Ya no es posible — señaló Stannis — se ha cedido a su petición, cambiarlo a última hora... la Fe lo sabe, nos acusarán de engañarlos como lo hicieron con Cersei Lannister después de ejecutar a Eddard Stark.

— ¿De parte de quién estáis Lord Stannis? — los dientes le crujieron y dirigió su ojo blanco y ciego hacia Garth. Este no se inmutó cuando lo noto, de hecho le sostuvo el gesto con toda indiferencia.

— No pondréis en duda mi honor Tyrell. Yo sirvo al reino y a su regente, podéis hacer caso a este insensato y mandar a deshaceros del Matareyes en silencio, podéis decir que se ahorcó en su celda pero tomad en cuenta que no es cualquiera...

"Si lo es"

— ... si muere, fuera de un juicio no podrán en duda su honor, todos sabemos lo que vale. Podrán en duda... — y en eso se giró hacia ella, con su ojo blanquecino y su mandíbula cuadrada que rechinaba cada vez que apretaba sus dientes — ...la palabra de su majestad. Su concepto de justicia.

Se volvió molesta hacia Tyrion, este le miraba como si no se necesitara más. Tratando de esconder su sonrisa, tratando de no mirarla.

"Rhaegar también lo era"

Dany guardó silencio un largo minuto, en el cual no apartó la vista de Stannis.

— Bien, ha sido todo mis señores, podéis retiraros — dijo finalmente, para ver como uno a uno se fueron levantando. Daven esperó a su señor y lo guío con pasos lentos hacia la salida, Asha fue la siguiente, le sonrió con ese gesto de suficiencia que ahora más que provocador le parecía molesto.

Solo Tyrion se quedó, mirándole a medias serio, a medias sonriente.

— ¿Entonces?

— No será mi culpa si muere... solo de esa moza — contestó. Y sin esperar nada más salió del lugar.

Había sido su culpa, ella fue quién se dejó manipular, primero por el Matareyes, luego por el gnomo y ahora por Stannis.

"Debería matarlos a todos"

¿Habría actuado así su hermano? en aquél momento no tenía a quién preguntárselo.

Ser Barristan y Gusano Gris la siguieron.

— ¿Habéis decidido algo alteza? — Dany cruzó sus manos.

— Si, solo espero no arrepentirme.


Saludos a todos quienes pacientemente esperaron esta estrega.

Solo me queda pedir disculpas y esperar que disfrutasen este capítulo.

Atte.-

Brujhah.-