Con esta es la vez número 22 que digo que FullMetal Alchemist no es mío y que es de Hiromu Arakawa. Ains.


Tema No. 65

PARTIDA

Capítulo Único

Pronto se llegaría el día en que Edward partiera al Oeste, por eso era importante que hiciera las maletas desde antes. Winry fue la que lo obligó a esto.

—Parece que quieres que me vaya —se quejó Edward y ella le miró molesta y le obligó a proseguir con su tarea sin siquiera contestarle.

Edward abrió la puerta de su armario y escarbó un poco entre los cajones y otras partes. Encontró un montón de ropa que no sabía siquiera que tenía y otra tanta que ya no le quedaba. Algunas eran de sus viajes por la Piedra y otra simplemente de no hace mucho tiempo pero que, debido a su crecimiento repentino (por el cual estaba muy feliz), había dejado de usar al no quedarle más.

—Guarda lo que no te vayas a llevar y deja lo que meterás en la maleta, lo plancharé para ti —dijo Winry, hurgando entre la pila de ropa que había acumulado en la cama—. Puedes hacer otro montón de ropa que ya no vayas a necesitar, la llevaré a donar después.

Como respuesta, Edward dio un enfurruñado "sí, sí" y siguió con su quehacer diciendo a cada tanto "esto sí" y "esto no".

—¿Qué hay de ésta? —mostró la mecánica una chaqueta de apariencia suave y de color amarillo claro. Edward la examinó con sus brillantes ojos dorados y recordó un suceso importante que había sucedido mientras la llevaba puesta: había regresado a casa. Winry les había dado un abrazo tan grande a él y a Alphnose que los había tirado al suelo y había llorado un kontón de lágrimas de felicidad. También les había cocinado una deliciosa u humeante tarta de manzana y rieron y lloraron (en el caso de Winry) todos juntos en la sala. En conclusión, esa simple y vieja chaqueta le recordaba el día más feliz de su vida.

Sintiéndose un tanto sentimiental, pensó que era demasiado malo arrojar la prenda simplemente por ahí (tal vez en el Oeste hacía frío) y le dijo a su amiga de la infancia:

—Dame —se probó la prenda de ropa y, con pesadumbre, descubrió que ya era demasiado pequeña para él. Le quedaba ajustada, no podía siquiera cerrarla y las mangas le venían demasiado cortas. Sería una lástima tener que deshacerse de ella.

Winry se le quedó mirando mientras se la quitaba y él murmuró un incómodo "¿qué?", ella dijo en seguida "¿puedo?" y le arrebató la chaqueta de vuelta sin esperar una confirmación.

—Has crecido, Ed —comentó ella mientras se probaba la prenda.

Le quedaba perfecta.

Edward se ruborizó un poco al darse cuenta de que ella estaba utilizando una pieza de su ropa y paró su tren de pensamientos antes de que se fueran más lejos y a situaciones bastante comprometedoras.

—El día en que regresaron la traías puesta —dijo la rubia mientras daba una vuelta sobre sí misma, moedelando, y se miraba en un espejo de por ahí—. ¿Puedo quedármela? —pidió con ojos de perrito abandonado. Dios, era difícil resistirse a ese gesto.

—Ya —acabó cediendo después de una larga y placentera batalla visual contra sus ojos zafiro que lo dejó más acalorado que antes.

Pero supuso que no estaba mal habérsela regalado. Desde un principio, él no quería tirar esa prenda; ella se veía muy bien en esa pieza de ropa suya (y un sentimiento de poder y propiedad invadió a Edward con ese pensamiento) y a ella… a ella le quedaba perfecta.


¡Cielos! El drabble no tiene un cuerno que ver con el título. Por eso odio los 100 temas. No me inspiran.

Gracias pro sus anteriores comentarios.

Kristall Blauw

Última edición: 15/03/2012