COSAS DEL DESTINO

La historia de Captain Tsubasa contada desde otro punto de vista, aparecerán nuevos personajes, habrá amistad, amor y muchas cosas más! Disfrútenlo!

Antes de empezar esta historia quería dejar claro que la historia estará narrada desde diferentes puntos de vista, pero en concreto el principal será el de mi OC, Emily prima de Tsubasa.

Para empezar describiré un poco a Emily:

Emily tiene la misma edad que Tsubasa, pero por circunstancias de la vida está viviendo con sus tíos y su primo en Japón. Nació en Inglaterra, país natal de su padre Mathew Black, pero su madre es hermana de la madre de Tsubasa. Tiene un hermano dos años menor que ella, Daniel un niño muy optimista e inocente.

Los dos se caracterizan por tener los ojos verdes, los mismos que su padre, pero Daniel sacó el mismo color de pelo que el de su madre es castaño, mientras que Emily es pelirroja, además de tener unas cuantas pecas por las mejillas.

Bueno, esto es un aperitivo de estos dos personajes, mientras vayan leyendo irán descubriendo más cosas sobre ellos, espero que les guste ;).

Un cambio de aires

Emily POV:

Ya hace tiempo que nos trasladamos Daniel y yo de Inglaterra, cuanto hace…ah! Si ya hace 3 años de ello, los cambios siempre me han incomodado, pero de momento siempre han ido a mejor.

Tsubasa y yo estamos acabando de empacar la última caja, casi todo es merchandising de fútbol y es que mi primo adora el fútbol, es su gran pasión, la verdad es que me encanta ver como disfruta de jugando con su balón su mejor amigo, aunque él siempre me ha dicho que soy su mejor amiga y su "hermana", ya hace más de dos años que vivo con mis tíos, mientras empacábamos recogí un marco de fotos con la foto de mis padres y de mi hermano pequeño Daniel o Dani para nosotros, no pude evitar que la nostalgia me invadiera, pues echaba de menos a mis padres, era duro saber que nunca más volvería a verlos…, pero bueno que me digo, ¡estamos de mudanza! No es momento de ponerse triste, ¡arriba los ánimos!

Y así lo hice, acabé de cerrar la caja, me giré y allí vi a Tsubasa con una revista, como no fútbol, sonreía mientras observaba la fotografía de la selección brasileña de fútbol levantar la copa del mundo, pues sabía perfectamente que uno de los sueños de Tsubasa era ganar esa copa, realmente era un sueño muy bonito.

Me acerqué a él y le dije:

- Anda Tsubasa, vámonos ya, que mamá (con el paso del tiempo me acostumbre a llamarla así) y Dani nos estarán esperando abajo con el camión de la mudanza y tenemos un largo camino hasta Nankatsu.

- Ya lo sé Emily, pero es que no lo puedo evitar, siempre que miró esta imagen me imagino levantando la copa vestido con el informe de la selección japonesa.

- Ay Tsubasa eres un soñador, pero sabes que tratándose de ti algún día lo conseguirás ya lo verás. Llegará el día en que jugarás en un equipo lleno de jugadores estupendos, además de que te convertirás en jugador profesional.

- ¿Tú crees? – dijo con un brillo en los ojos, siempre tenía ese brillo cuando tenía determinación en alguna cosa.

- Pues claro Tsubasa, pero hay que luchar por ello, por eso yo seré una periodista mundialmente reconocida y escribiré artículos sobre las proezas de la selección japonesa, ya lo verás.

-Pues hagamos una promesa – dijo Tsubasa, se puso enfrente de mí y extendió el dedo meñique símbolo de que quería sellar la promesa.

No vacilé ni un momento hice el mismo gesto y los dos sellamos esa promesa, él sería el mejor jugador del mundo y alzaría la copa del mundo algún día y yo sería periodista, la cual se encargaría de escribir artículos sobre la selección japonesa y sus triunfos.

- ¡Lo prometo Tsubasa!

- Yo también lo prometo Emily – dijo con una tierna sonrisa.

- ¡Se puede saber que estáis haciendo los dos! ¡Es hora de irnos de una vez! – dijo mamá desde abajo.

- ¡AHORA BAJAMOS! – dijimos los dos a la vez pues no queríamos que mamá se enojase más de lo que estaba.

Mientras Tsubasa cargaba una caja y yo otra, en la entrada de la casa vi a Dani jugar con un coche de juguete, dejé a un lado la caja y me acerque:

- Anda Dani es hora de irnos, vamos que mamá nos está esperando y no querrás hacerla enojar no?

- Jiji noooooo, hermanita, ¿ como crees que será la ciudad de Nankatsu? ¿Podré hacer amigos allí?

- Pues claro que si tonto, además por lo que he leído es una ciudad muy bonita está cerca del monte Fuji, ya verás nos va a encantar a todos.

Después de mi mini-charla con Dani volví a coger la caja y la llevé al camión, allí mamá nos regañó pues nos decía que nos habíamos retrasado ya bastante, así que para no hacerle enfadar más nos subimos todos al camión y vimos por última vez la casa que nos había acogido estos últimos años.

El camión se puso en marcha ya nos íbamos hacía un nuevo rumbo, hacía una nueva ciudad, la verdad es que estaba nerviosa, ¿cómo sería ese lugar? Y me vino en mente la pregunta de Dani "¿Podré hacer amigos allí?", la verdad es que me incomodaba la idea de conocer a gente nueva, no era una persona muy sociable a diferencia de mis hermanos (Tsubasa para mí también es como un hermano), yo me limito más a leer e ir a mi rollo, además que después de clases intento buscar un trabajo, pues no me gusta la idea de que mis tíos tengan que pagar todos nuestros gastos, aunque mi tío que es capitán de barco gane bastante dinero y nos pueda mantener a todos incluso sin que mi tía se tenga que poner a trabajar, pero no me gusta la idea de ser una intrusa, de que me lo paguen todo sin recibir nada a cambio (faceta que saqué de mi padre).

Después de clases siempre iba a una pastelería a ayudar a la encargada con sus pedidos, incluso aprendía hacer algunos pasteles que me enseñó, me lo pasaba bien y ganaba algo de dinero, el cual compraba material para el colegio, ropa y cosas que pudiésemos necesitar Dani y yo, la verdad es que esta situación ha generado varias discusiones en casa, pues siempre me dicen que soy muy joven para trabajar, pero la verdad estoy más cómoda haciendo algo útil para la familia, que ya suficiente hace en mantenernos en su casa.

Mientras iba divagando, a lo lejos vi una silueta que corría hacía nosotros, la reconocí enseguida era Yayoi, mi mejor amiga, una de las pocas personas que me comprendía a mí y a Tsubasa, pues en la escuela que íbamos no había club de fútbol y marginaron a Tsubasa que siempre anda con su inseparable balón de fútbol.

- ¡Adiós Tsubasa, adiós Emily, os echaré en falta! ¡Os escribiré siempre que pueda! – Nos decía muy apenada.

- En cuanto llegue Yayoi haré fotos y te las mandaré para que veas cómo es Nankatsu – le decía, pues la verdad es que me daba mucha pena dejar a mí única amiga, pues la verdad no había simpatizado con nadie más.

Cada vez íbamos dejando más atrás nuestra vieja casa y a Yayoi que nos iba diciendo adiós con las manos, hasta que llegamos a la autopista, dirección a la prefectura de Shizuoka, me limité a contemplar el paisaje, ya que si me ponía a leer me marearía y no quería acabar vomitando el desayuno de esta mañana.

No me acuerdo cuantas horas nos tomó llegar a Shizuoka, pero creo que eran un par de horas que se hicieron eternas, tenía ganas de estirar las piernas, y de levantarme de una vez de la caja dónde me había sentado porque la verdad me dolía el trasero horrores. Aunque debo reconocer que cuando vimos el monte Fuji a lo lejos se me pasaron todos los males, realmente era un paisaje digno de ver y realmente hermoso, cada vez tenía más ganas de llegar a la nueva casa, y los temores de antes se fueron poco a poco disipando, tenía a mi familia a mi lado que mas podía pedir.

Y por fin llegamos a la nueva casa, era más grande que la anterior y realmente era muy bonita, esta vez no tendría que compartir cuarto con nadie, mamá me dijo que podía tener un cuarto para mi sola, la idea me entusiasmaba, pero no estaba tan mal compartir habitación con Tsubasa, a veces nos poníamos a contar historias, él siempre me pedía que le contase cuentos y fábulas (la lectura es una de mis pasiones), mientras él me contaba cosas del fútbol de jugadores míticos y equipos excelentes.

Cuando acabamos de instalar unas cuantas cosas Tsubasa nos propuso a mí y a Dani ir a explorar la ciudad, la verdad es que no me negué tenía ganas de ver que nos ofrecía este nuevo lugar, además que tendría que ver en dónde podría encontrar un nuevo trabajo, la biblioteca pública y otros sitios de mi interés, por supuesto Tsubasa buscaba una cancha de fútbol para poder practicar con Dani (durante estos años Tsubasa tuvo de compañero a mi hermano, el cual se defiende bastante bien, además que lo disfruta también como Tsubasa).

No muy lejos de allí pudimos ver una cancha, pero había bastante gente concentrada, parecía una pelea o mejor dicho una disputa, allí estaban chicos mayores de secundaria y algunos que parecían de primaria, pero de todos los allí presentes quien destacaba era un niño con gorra roja, alto y con sonrisa arrogante, la verdad es que es bastante guapo…,¿guapo? ¡Desde cuando pienso en esa cosas!

- Emily estas roja, ¿que acaso te enfermaste? – me dijo Tsuabasa preocupado.

- ¿Roja? Será que me ha dado mucho el sol, ya sabes soy blanquita de piel, cuando me da mucho el sol me vuelvo gamba, acuérdate.

- Debería haberte puesto protector – me dijo esta vez con tono más serio, cuando Tsubasa era protector, se lo tomaba todo muy enserio.

De repente empezamos a escuchar lo que decían en la cancha:

- Wakabayashi, vosotros los del Shutetsu ya tienen cancha propia, déjennos esta para que el Nankatsu pueda practicar. –dijo un niño con el pelo muy corto, casi rapado.

- Hm, ¿porque debería hacerlo? Son un equipo patético que no merece jugar al fútbol la última vez los ganamos con una diferencia de 10 goles. Esta cancha la quiero para el segundo equipo del Shutetsu, como ya debes saber Ishizaki ganamos el campeonato nacional, por lo que nuestro equipo se ha vuelto muy popular, así que necesitaremos esta cancha para que practiquen.- contesto el chico de la gorra roja.

- Wakabayashi no seas egoísta deja esta cancha para el Nankatsu, ustedes ya tienen la suya – dijo un chico que parecía de secundaría equipado con un traje de rugby.

- Que patético Ishizaki,¿ has tenido que venir con chicos de secundaria para ayudarte?

- ¡Que dices Wakabayashi! Solamente vienen a poner orden.

- Pues si de verdad queréis la cancha reto a todos los capitanes, ya sean de rugby, handball…a que me metan un gol fuera del área de penaltis.

NOTA:

Bueno, bueno ya tenemos aquí a Genzo y a Ishizaki ^^ . Espero que les esté gustando, la verdad es que he disfrutado escribiendo el capitulo, cualquier fallo que hayan visto, o algo que no les cuadra háganmelo saber!