Disclaimer: Los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi, creadora de la serie Sailor Moon. Esta historia es escrita sin ningun fin lucrativo.

1. Los Gemelos

Cuando la pubertad asalta por la espalda, rasgos y cambios destacables empiezan a surgir, no solo cambios físicos también mentales. Interrogantes nos inundan como implacable aguacero, dudas, temores; esos típicos miedos que acechan durante la adolescencia. Tratar de encajar y buscar una identidad propia, ir acorde con lo que dictaminen las reglas sociales, todo un torbellino de angustias, y los gemelos Tenoh no son la excepción.

-¡Te dije que no!

-Ya no tienes 5 años Haruka – gritaba la madre exasperada – así que deja de oponerte y vístete de una buena vez o llegarás tarde a la escuela.

-No pienso usar esa tonta falda, solo mírala es muy corta – le señaló a su madre la prenda que yacía sobre su cama.

-Es parte de tu uniforme jovencita – le respondió con furia.

-Pero no me gusta ni un poco mamá ¿por qué tuvieron que cambiarnos de escuela? ¿Por qué? – exigía una explicación.

-El Colegio Mugen es la mejor opción para Henry y para ti, allá les enseñaran lo que es la disciplina. Y agradécele a tu padre que no te envié a la extensión para señoritas. Termina de vestirte.

-Pero…

-Fin de la discusión – la silenció su madre.

Ve a su madre marcharse y toma la falda entre sus manos.

-Solo somos tú y yo – comentó para sí aún con la falda en las manos.

Con pesadez bajó las escaleras y se dirigió al comedor principal. Su vestimenta dejó atónitos a su padre y a su hermano, quien escupió su cereal por causa de la impresión, mientras su madre sonreía complacida.

-Buenos días Rapunsel – se burlaba Henry al ver a su gemela con la falda – lindas piernas – Haruka sonrió con ironía mostrándole su dedo medio.

-Deja de molestar a tu hermana – le reprendió su padre que veía a Haruka de reojo.

-Ahora si te ves como una señorita – parloteaba Karin llena de satisfacción.

-¿Será que puedo comer mi desayuno en paz? – se quejó la rubia.

Armados de libros se dirigieron los jovencitos al auto que los esperaba afuera de la casa. El camino a la nueva escuela fue silencioso, nadie articulaba palabra alguna más por el fastidio imperante que por otra cosa. El automóvil se detiene en el amplio estacionamiento. Henry baja primero, su hermana en cambio medita un poco antes de dejar la seguridad del carro. Ladea la cabeza como si en aquel movimiento buscara una solución, segundos más tarde se da por vencida y sale. Sus padres y su gemelo la esperaba impacientes afuera del Mercedes negro.

-Vaya es grande – por fin dijo Hichiro frente al gran edificio con enormes pórticos y ventanales.

Definitivamente el lugar era impresionante consistía en un complejo de varias estructuras al mejor estilo bizantino, aquella descomunal construcción tenía fuertes influencias de la arquitectura europea. Enormes aéreas verdes servían de alfombrado al vasto lugar, estatuas estratégicamente ubicadas embellecían el paisaje y una gran fuente situada en medio de una plazoleta llamaba la atención de todos. Los árboles frondosos le daban un toque místico a aquel sitio. Sin duda era una escuela diseñada para la clase elitesca de Japón.

En la dirección el director Yamada recibía a los jóvenes y a sus padres, les dio un sendo discurso de bienvenida, para que negarlo, la familia estaba muerta del aburrimiento. Hichiro y Karin se libraron antes del acartonado hombre alegando que llegarían tarde a sus trabajos. Por fin el director los condujo por un largo pasillo, mostrándoles rápidamente las instalaciones, Yamada se detuvo frente a una puerta y la golpeó para luego abrirla.

-Buenos días – los alumnos se ponen de pie y contestan al saludo.

-Parecen robots – dijo Henry muy divertido ante la escena.

-Si tú lo dices – respondió la rubia con desgano.

-Siento interrumpir su clase Srita Mónica, acá le traigo a 2 nuevos integrantes del Mugen: Haruka y Henry Tenoh. Pasen chicos – les apremia el rector – Se los encargo.

-Haber chicos preséntense ante toda la clase – les invitó la colegiada con una sonrisa.

-El director Yamada lo hizo ¿no? No le veo ningún sentido que lo hagamos otra vez – argumentó Haruka con su característica arrogancia, dejando a su profesora y a toda la clase con la boca abierta.

-Hola a todos, soy Henry Tenoh, tengo 15 años – exponía el rubio jovencito – ya conocieron a mi hermana Haruka – le dedicó una mirada a la chica quien prefirió sentarse, no quería ser el centro de atracción.

El primer día de clases y ya los chicos habían captado la atención del estudiantado, quienes se mostraban interesados por los gemelos. Por ejemplo las chicas suspiraban por el atractivo de Henry, su porte era de galán, alto, delgado, atlético con unos ojos verdes chispeantes y qué decir de su rostro, era una mezcla entre el niño que dejaba atrás y el del hombre en el que se estaba convirtiendo. Su sonrisa irresistible que derretía hasta la más recatada de las jovencitas, su personalidad perspicaz y bromista lo ayudaban en demasía, Henry era un chico conversador y al extremo de extrovertido a diferencia de su gemela Haruka, quien parecía estar de mal humor y a la defensiva todo el tiempo, esto no impedía que su físico pasara desapercibido, la chica tenía una figura esbelta, su cuerpo había cambiado durante la pubertad, su busto se hizo más grande lo que provocaba miradas lujuriosas entre los jóvenes libidinosos. La rubia tenía piernas largas y muy lindas, aunque ella no lo reconociera, su blonda cabellera caía como cascada hasta su cintura, sus ojitos color esmeralda reflejaban tristeza a pesar de su belleza. Un rostro suave y libre de granos, gracias a los cuidados y las mil y un cremas que su madre le aplicaba.

Los jovencitos Tenoh poseían un encanto natural lo que hacía crecer su popularidad en la escuela trayendo consigo celos y rivalidades.

Una mañana durante uno de los recesos Haruka repasaba sus apuntes.

-¿Por qué tan solita srita Tenoh? – preguntó un joven con tono galante.

-¿Por qué tan mentecato Alan? – respondió al joven que estaba en compañía de otros chicos.

-Haruka no me digas que estás en tus días – todos se reían de la broma de Alan menos la rubia, que seguía con la mirada clavada en su cuaderno.

-Lo dices porque tú te pones igual cuando estás ovulando – contraatacó la chica quien solo lo miró de reojo – Mejor vete a cambiar el tampón ¿sí? – esta vez lo miraba a los ojos – Imbécil – ya de pie para marcharse.

Alan tomó con fuerza el brazo derecho de Haruka – terrible error – haciéndola girar, ella venia con su puño izquierdo listo para estrellarlo contra la cara del joven, este se llevo la mano a la boca liberando a la rubia.

-¡Perra! Me rompiste el labio – bramaba con furia.

-Atrévete a tocarla de nuevo y te juro que necesitarás cirugía – sentenció Henry apareciendo de la nada.

-¿Tu y cuántos más? – bufó Alan.

-El, todo mi curso y yo – esta vez intervino el chico pelinegro que acompañaba a Henry – Eres un maricón metiéndote con las chicas, búscate una pelea pareja. ¿Qué ahora no eres tan valiente?

Alan apretó los puños y no le quedó más remedio que marcharse con el rabo entre las piernas junto con su bola de aduladores.

-¿Estás bien Haruka? – Su hermano estaba realmente preocupado – porque si ese idiota te hizo algo te juro que la va a pasar mal.

-Henry por Dios ¿qué si está bien? ¿Acaso no viste el gancho de izquierda que le dio a ese tonto?

-No te preocupes Henry estoy bien. Chiba tu siempre llegando en el momento oportuno.

-¿Sarcasmo o cumplido? Tenoh-chan – no me mires de ese modo, es que nunca entiendo tu sentido del humor Haruka.

-Ay Darien llevas años conociéndola y aún no aprendes a leer entre líneas, te está dando las gracias.

-Y ¿por qué no solo lo dice? – decía con fingido enojo.

-Darien lo que tienes de grande lo tienes de tonto – al fin la rubia decía una broma.

-Ja ja ja me muero de risa. – El chico de orbes azules replicaba sarcástico - Por cierto Haruka – una sonrisa picara se dibujó en el rostro del pelinegro – bonitas piernas – Darien y Henry se desarmaban de la risa.

-Chiba – la chica se paró frente a él - si vuelves a decir eso te arrancaré las bolas con un cúter y lo mismo para ti Henry – los 2 chicos se miraron con horror, llevando sus manos a sus genitales cubriéndolos con éstas – ¡Hombres! - Haruka era quien reía esta vez.


Bueno aquí estoy otra vez, no estaba muerta ni andaba de parranda, solo un poquito xD, sorry por la tardanza, es dificil escribir cuando se está terminando el semestre. Pues les dejo este chapter espero que les haya gustado, les tengo buenas noticias ya el proximo chapter está listo solo queda subirlo.

UKT: Gracias por dejar tu review. OK me preguntaste por Michiru, ella viene por ahí asi que no te me impacientes que la muchacha aparece. ¿De quién se va a enamorar? Mmm quien sabe xD todo a su tiempo.

Vientocortante: Lo de la operación, bueno me sacaron de la habitación cuando hablaron de eso, no me dejaron escuchar nada xD disculpa mi aptitud bromista, es que eso es TOP SECRET y no me lo dejan decir todavia. Gracias por pasar.

The Eternal Voyager : Oye gracias no me imaginé que este cap causaría esa impresión en alguien. Te agradezco la sugerencia y no es molestia, para eso estan uds los lectores para decirnos en que fallamos y creeme que haré lo que me dijiste.

Otra vez gracias por invertir 5 ó 10 minutos de su valioso tiempo para leer mi historia y dejar sus comentarios, espero cubrir sus expectativas, sin más que decir me despido. Nos leemos en la proxima.