Sinopsis: Los Akatsuki quieren a Naruto. Hinata lo sabía, eventualmente, tendrían éxito. No estaban en contra de despedazar el suelo Konoha con el fin de dar con él. Y de repente, en la más improbable de las circunstancias, se encuentra a sí misma en una posición para ayudar. El dolor físico era algo con lo que ella podía tratar. Pero cuando su corazón se enredó en maraña de mentiras y engaños necesarios para mantener a todos a salvo, empezó a dudar de cuánto tiempo podría protegerlo. Sólo se volvía peor. Naruto ya no era el único en peligro, y no solo su vida y corazón estaban en juego. Y en el centro de todo, comenzó a conocer a alguien en quien nunca pensó dos veces. La única persona que podía ayudarla a salvar a Naruto. Ella necesitaba a Sasuke más de lo que alguna vez necesitó a alguien, pero ella no se dio cuenta de la profundidad sus sentimientos por ella, asustada de ser herida, ella no se dio cuenta de cuánto lo ama. Pero para entonces, ¿Será demasiado tarde?

Clasificación: Se quedara en 'M'. Lenguaje, gore, y un lemon en algún momento. Se llevara a cabo de una manera diferente, en una historia separada en un oneshort tan largo como pueda hacerlo sin problemas. De esa forma puedes leerlo si quieres, y si no, no te perderás en la historia. Aunque quizás no haga esto. Habrá obscenidades y otros contenidos maduros a través de toda la historia, así que no estoy segura de cuan bien saldrá el lemon.

N/T: Sí. Sé que aún no he terminado con las otras dos traducciones que tengo, y que tampoco he terminada mis dos historias, pasó por un momento de bloqueo de escritor, se lo que debe ocurrir pero no encuentro las palabras. Espero que pronto pueda continuar. La buena noticia es que este fic está terminado, y ya tengo tres capítulos traducidos; aunque actualizaré dependiendo de la aceptación de los lectores. Esta historia pertenece a Spartanica.

Disclaimer: Renunció.


Hinata se retorció a un lado, la palma de Neji voló cerca de su cadera, apenas errando. Ella llevó su mano izquierda en un brusco arco, el chakra azul silbando desde su piel y cerniéndose hacia la muñeca de su primo. Él ascendió su mano, y las dos manos chocaron con un fuerte chasquido. Al mismo tiempo, Hinata levantó su mano derecha y la empujó hacia adelante en el hombro de Neji. Él se inclinó hacia atrás, con la mano libre atrapándose a sí mismo para evitar el golpe. Él se echó hacia atrás, y Hinata se hundió en una postura defensiva. Por un momento, ambos Hyuuga se detuvieron, con sus pechos agitados. Luego Neji se enderezó. "Has mejorado, Hinata. Creo que debemos detenernos por hoy."

Hinata parpadeó, luego sonrió un poco. "Gracias, Neji-sama." Dijo suavemente. La pareja siguió caminos separados, Neji a la casa de la rama secundaria y Hinata a la principal. Se duchó y se vistió para el día, con su largo cabello escurriendo. Realmente debía cortarlo, pero no tenía el tiempo. Y entrenar con dos chicos, no había mucha simpatía cuando venía ese tipo de mantenimiento. Ella realmente no había querido que creciera. Solo pasó. Ella había estado de regreso en la aldea por casi un año. Su cumpleaños número dieciséis era en dos semanas. Y aunque su padre estaba planeando algún tipo de gran fiesta, había sólo una persona que ella quería que cuidara de ella. Y él apenas sabía que ella existía.

Juntando sus manos detrás de su espalda, salió de la mansión, dirigiéndose hacia las puertas de la aldea. No tenía nada que hacer hoy, lo cual era raro. Kiba tenía un horrible resfriado, y la familia entera de Shino había sido llamada a algún tipo de misión. Ella no había pedido detalles. Consideró detenerse en la casa de Naruto, pero el solo pensar en él trajo un sonrojo en su cara. Y no tenía una razón para ir a verlo, por lo que desterró la idea.

Sin embargo lo extrañaba. Una minúscula sonrisa tocó su cara. Cuando se reunieran de nuevo, ella sería incluso más fuerte de lo que había sido antes. Eso fue lo que se había prometido a sí misma la última vez que se vieron el uno al otro. Y ella era más fuerte. Realmente había conseguido dominar el Byakugan. Más que eso. Finalmente había impresionado a su padre. Y ganarse el respeto de Neji. La sonrisa en el rostro de Hinata creció. Las cosas finalmente se estaban volviendo a su favor. Estaba… feliz. Pero era como si Naruto sólo tuviera ojos para Sakura. Hinata no tenía nada en contra de la kunoichi de cabello rosa. Ella siempre había sido buena con ella. Pero ella aún deseaba que de alguna manera Naruto la notara.

Neji sabía cómo se sentía. Probablemente era el único que lo hacía. Había visto la forma en que ella miraba a Naruto. Tal vez era porque él era bueno leyendo a las personas, él sabía lo que significaban las señales de su cuerpo, la forma en que se movía inquieta. Pero raramente comentaba al respecto. Hinata estaba agradecida por ello. Ella y Neji eran casi amigos ahora. Más o menos. Y entrenaban juntos. Eso era nuevo. Neji incluso le enseñó cómo activar su Byakugan con sólo una señal de mano. Hinata levantó una mano y saludo a los guardias, ellos asintieron secamente cuando ella paso a través de las puertas de la aldea.

Le gustaban las afueras de la aldea. Se sentía más abierto, libre. Y aquí, podía estar sola con sus pensamientos. La joven Hyuuga siguió caminado hasta que encontró un lugar más aislado que cualquier otro. Había estado aquí una vez antes, esta cascada. El recuerdo le trajo un rubor a sus mejillas. Naruto la había visto desnuda… pero él no la había reconocido. Y ella había salido de allí antes de que él lo descubriera. Todavía… era un momento que se acercaba a su cabeza muy a menudo.

Seleccionando un lugar donde el pasto estuviera suave, Hinata se sentó, cruzando sus piernas debajo de ella y se recostó contra un árbol. Llevó sus manos sobre su estómago y cerró sus ojos. "Naruto-kun." Murmuró, antes de irse a la deriva en un sueño ligero.


Una fuerte explosión rasgó a través de los árboles, y los ojos de Hinata se abrieron de golpe. Se sentó con la espalda recta, mirando desatinadamente. Había varios grupos de chakra cerca. Dos de los cuales se sentían extremadamente poderosos, y uno de los cuales se sentía extremadamente familiar. Se puso de pie, forzándose a enfocarse mientras un grito de esfuerzo rasgaba el aire. "¡Byakugan!" levantó sus manos a su cara mientras sentía su linaje sanguíneo emerger. Luego abrió sus ojos, y su mirada voló a través de los arboles hacia la fuente del chakra.

Cinco figuras… dos de las cuales no reconoció. Una sostenía un objeto alargado que parecía ser una espada, la extensa cuchilla sostenida contra el estómago de una figura masculina. El nuevo miembro del equipo de Naruto, Sai. Pero la espada… parecía estar drenando directamente su chakra. Comiéndoselo. Detrás de él, aparentemente inconsciente, había una mujer quien Hinata supuso era Sakura. Y un poco a la izquierda de Sai, enfrentándose al otro enemigo, estaba Naruto. El corazón de Hinata se sobresaltó un poco. Pero algo estaba mal… Naruto no se estaba moviendo en lo absoluto. Él y la otra figura estaban allí, inmóviles. Probablemente era algún tipo de genjutsu.

Hinata empujó chakra en sus pies y saltó a un árbol, lanzándose hacia la pelea. Durante todo el tiempo, mantuvo su mirada en Naruto. Después de unos pocos segundos, él cayó sobre sus rodillas, y un rugido desgarrador de agonía escapó de su boca. Los ojos de Hinata se ampliaron de pánico. "¡Naruto-kun!" respiró. Su mirada se desplazó a Sai y al shinobi blandiendo la espada. Sai había invocado algún tipo de criatura hecha enteramente de su propio chakra, y la criatura estaba zambulléndose hacia el usuario de la espada.

Pero en el momento en que la espada desgarró la espalda de la criatura, se desvaneció. Como si hubiera sido absorbida directamente dentro de la espada. Sai estaba perdiendo la batalla, y rápidamente, mientras Naruto caía hacia adelante, inmóvil. Hinata hizo algo que ella pensó que ella nunca habría hecho. Tomó un kunai de la bolsa en su pierna y forzó una explosión final de chakra en sus pies, saltando desde los árboles abajo en la pelea, colocándose a sí misma entre la forma inconsciente de Naruto e Itachi Uchiha. No lo habría reconocido de no ser por el Sharingan en sus ojos. Naruto le había dicho una vez que la razón por la que Sasuke se había ido fue para volverse lo suficientemente fuerte para matar a su hermano mayor.

Pero entonces ¿qué estaba haciendo Itachi aquí? La mirada de Hinata se desplazó por un momento al otro shinobi, un hombre grande con piel azulada y agallas, su espada cubierta con vendajes medio deshechos. Sai había caído sobre una rodilla, pero sus ojos se habían reunido con los de ella por un breve momento. "¡No te acerques!" Hinata trató de hacer que su voz sonara imponente, sin miedo, mientras miraba con fiereza al Uchiha mayor. Sin conocer sobre su Mangekyou, ella lo miro a los ojos de frente, lo cual claramente lo sorprendió.

Él dio un paso tentativo hacia adelante, aunque ella sintió que él estaba más que burlándose que siendo cauteloso. "¡Es e-en serio!" odió el tartamudeo en su voz, pero no podía evitarlo. Reactivó su Byakugan, ya que lo había desactivado cuando saltó desde los árboles.

"¿Byakugan?" el otro shinobi habló, y Hinata se forzó a sí misma a mantener su mirada en Itachi, ya que él estaba dentro del rango de ataque ahora. "¿Así que tu eres una Hyuuga?" Kisame se alejó de Sai. El único miembro consiente del equipo siete estaba tan drenado de chakra que apenas podía mantenerse en pie. Era apenas una amenaza. Lo cual dejaba a Hinata sola contra los dos ninja renegados de rango-S. De repente, reconoció el patrón de sus mantos. Akatsuki. Luchó duro para mantener su rostro en calma, sin emociones, pero no estaba segura si había funcionado.

"Sólo es una pregunta." Esta vez fue Itachi quien habló. Su voz trajo un escalofrío al cuello de Hinata, y apretó su control sobre el kunai, tratando frenéticamente de recordar lo que ella había sido informada de los Akatsuki. Pero todo a lo que podía llegar era que la organización estaba formada enteramente por ninjas renegados, y que eran tratados como criminales de clase-S. Si uno era localizado, era claramente dicho que se reportara de su presencia, pero nunca tratar de pelear o capturar a uno. Lo cual dejaba a Hinata en una posición más bien difícil. Podía muy difícilmente alejarse de esos dos, y nunca sería capaz de cargar a Naruto, Sai y Sakura. Sus pensamientos fueron detenidos con un alto chirrido a las siguientes palabras de Itachi, "¿Eres el genio Hyuuga? ¿O el marginado?"

Hinata sabía que la pregunta no estaba destinada a ser respondida. Se suponía que era para enervarla, para mostrar algo de su debilidad y para decir a Itachi que tipo de persona, que tipo de paleadora era ella. Apenas logró mantener su cara seria mientras hablaba. "Soy la marginada." Su respuesta, una vez más, pareció atrapar a Itachi con la guardia baja, y aunque Kisame estaba un poco lejos, riendo, ella saltó hacia adelante, llevando el kunai cerca de su cuerpo para bloquear cualquier contra-ataque mientras canalizaba chakra en su mano izquierda, empujándolo hacia los tenketsus alrededor del corazón de Itachi. El movimiento no era perfecto. Neji había logrado manipular el chakra hasta el punto preciso donde lanzaría a ambos enemigos y colapsarían sus tenketsus. Hinata sólo podía hacer eso el cuarenta por ciento de las veces.

La siguiente cosa que supo, la mano de Itachi estaba fija alrededor de su muñeca, girándola hasta tal punto donde sus huesos gritaron en señal de protesta, aunque su muñeca no se rompió. Los ojos de Hinata se ampliaron. Ella ni siquiera lo había visto moverse. "Puedo matarte justo ahora, Hyuuga." Itachi siseó, aplicando un poco más de presión en su muñeca. Hinata cerró sus ojos. 'No grites' se dijo a sí misma. 'No grites.' Ella intercambio el kunai a su otra mano bruscamente, la cuchilla cerca de abrir una brecha en el pecho de Itachi. Atrapó la tela de su camisa y la rasgo, y antes de que ella completara el corte, Itachi se había apoderado de su otra muñeca. Torciendo su brazo alrededor de su cuerpo para que sus brazos se cruzaran, él atrajo su espalda contra su pecho, dejándola incapaz de moverse.

"Tengo tres escuadrones ANBU detrás de mí." Dijo Hinata de repente, cayendo completamente quieta mientras el control de Itachi se tensaba. Un poco más y sus muñecas se romperían como ramitas. Podía sentir la indecisión de Itachi. Kisame, sin embargo, reía otra vez.

"¿Entonces por qué eres la única al frente de este equipo?"

Hinata casi podía escuchar la sonrisa de Itachi detrás de ella. Oops. "Naruto-kun desapareció y yo quería ir tras él… porque yo… yo…" ella dejo de hablar repentinamente. Sai había ingerido una píldora de alimento sutilmente mientras ella enfrentaba a Itachi. Y él estaba barriendo su pincel a través del aire, la tinta volaba desde sus cerdas. Hinata vio a la criatura explotando justo a tiempo, y condujo su cabeza atrás fuerte contra la mandíbula de Itachi. Fue suficiente para conseguir que perdiera su control, y Hinata se lanzó al suelo mientras el perro león se lanzó sobre su cabeza, golpeando a Itachi de nuevo.

"¡Hinata-sama!" Sai envolvió uno de sus brazos alrededor de la cintura de Naruto, levantándolo y señalando con su brazo libre a Sakura. "¡Apresúrate!" aseguro su control sobre Naruto y se fue a través de los árboles. Hinata se puso de pie, mirando una vez más sobre su hombro para ver a Itachi luchando con el perro león. Kisame estaba moviéndose hacia él, su espada en lo alto lista para cortar a la criatura. Urgentemente, corrió hacia su compañera kunoichi y la levanto. Era un poco incómodo, ya que Sakura era más alta que Hinata. Pero ella era delgada contrario a curvas, y Hinata podía cargarla sin ser demasiado obstáculo. Escuchó una leve salpicadura de tinta y supo que Kisame debía haber destruido al perro león.

Saltando detrás de Sai, arriesgó otra mirada sobre su hombro para ver a ambos Itachi y Kisame sobre sus pies. Aunque no estaban haciendo algún indicio de que fueran a seguirlos. Esto la desconcertó, y se preguntó si habían tomado su engaño sobre el equipo ANBU enserio. Pero la mirada en el rostro de Itachi le envió un escalofrió a su espina y la hizo mirar de nuevo hacia adelante. Incrementando su velocidad hasta que se encontró con Sai, evitó su mirada, él la miro curiosamente como si fuera a preguntar si algo malo pasaba. Por alguna razón no se atrevía a mirarlo de frente. No podía enfrentar a nadie. Todo lo que podía hacer era asegurase de no quedarse atrás, y asegurarse de no dejar caer a Sakura.

Se sentía avergonzada, como si algo sucio hubiese pasado y hubiese sido su culpa. Como si de alguna manera hubiera traicionado a Naruto, la aldea de la hoja entera. Tal vez se estaba volviendo loca, o estaba imaginándolo… Pero parecía que cuando miro a Itachi, había, para el momento que lo había mirado, pareció como que él estaba sonriendo. Hinata se centró en los latidos del corazón de Sakura, y miro de reojo a Sai, quien no estaba tratando de mirarla a los ojos más. Luego su mirada se desplazó a Naruto, y sintió el poder de la sonrisa de Itachi de nuevo. Mordiendo su labio, volvió sus ojos de nuevo a su camino por delante.


Cuando Sai y Hinata se acercaron a las puertas, los dos guardias, Izumo y Kotetsu, no notaron al principio que algo estaba mal. Reorganizaron el papeleo hasta que Izumo hizo una doble toma. "¡Naruto-kun! ¡Sakura-chan!" Izumo le dio un codazo Kotetsu, cuyos ojos estaban muy abiertos, Kotetsu llamó por radio al médico ANBU, e Izumo se acercó a Sai y Hinata. "¿Qué pasó?"

Sai comenzó a explicar, su voz terriblemente calmada. Hinata solo escuchó, ocasionalmente asentía en acuerdo. Pero ella no dijo nada, y nadie le pregunto cómo se había involucrado en la pelea. Ella estaba contenta, ya que ella no quería hablar por el momento. Se desconectó del tono monótono de Sai, y no fue consiente de nada hasta que los médicos llegaron y se llevaron a Sakura y Naruto. Pareció que les había tomado horas a los médicos en llegar allí, mientras que en realidad no podrían haber sido más de unos poco minutos. El equipo médico comenzó a ir hacia el hospital, y mientras Sai saltaba detrás de ellos para asegurase de que sus compañeros de equipo estuvieran bien, Hinata descubrió que no podía seguir.

Por una vez estaba contenta de su habilidad de ir inadvertida, y se alejó de nuevo hacia la mansión Hyuuga. Una mariposa cosió el aire por encima de su hombro mientras caminaba, pero ella apenas la notó. No estaba del todo segura de porqué se sentía tan extraña… pero sus pensamientos seguían desviándose a los dos Akatsuki. ¿Qué habían estado haciendo aquí? ¿Qué era exactamente lo que buscaban? Empujó la puerta abierta de la mansión, los pies crujían sobre la grava del camino mientras ella caminaba hacia su habitación. Podría haber ido por la puerta de en frente, pero entonces habría sido notada, y ella no quería discutir sobre dónde había estado.

Su ventana estaba abierta, como ella sabía que lo estaría, y se levantó a sí misma al interior. Pero su pie quedo atrapado en el alfeizar mientras lo jalaba dentro, y tropezó, arreglándoselas para atraparse a sí misma en el último momento para agarrarse del borde de su mesita de noche. La lámpara sobre la superficie se estrelló en el suelo, y Hinata se estremeció ante el ruido. Espero… pero su puerta siguió cerrada y ni pasos intrusos del pasillo. Un suspiro de alivio, la Hyuuga se quitó el abrigo y se sentó sobre su cama, envolviendo sus brazos alrededor de sus piernas y descansando su barbilla sobre sus rodillas. Cerró sus ojos, y debía haber caído dormida, porque había soñado cosas que ya habían pasado… y cosas que podrían nunca pasar.


"¿Qué estás haciendo? Levántate." Neji se acercó a ella, sus ojos entrecerrados. Hinata sintió marchitarse un dolor a través de su pecho y bajo a sus piernas, luego viajó a la punta de sus dedos mientras ella se estremecía.

"¡N… no p-puedo!" susurró, un temblor recorrió su cuerpo.

"¿No puedes?" las palabras de Neji haciendo eco le picaron. "Eres más que un fracaso como lo pensé que lo eras, entonces." Hinata respingó, excavando sus dedos en la tierra debajo de ella y sintió las lágrimas manando de sus ojos. Ella no era un fracaso… pero cuando abrió su boca para protestar, ningún sonido salió. "Y por un momento, realmente pensé que habías cambiado." Neji se alejó de ella, y Hinata apretó su control en la tierra más fuerte. "Pensé que tal vez te habías vuelto fuerte."

La siguiente cosa que Hinata supo, estaba sobre sus pies, un gritó escapó de sus labios mientras lanzó un golpe al rostro de Neji. Fue un estúpido movimiento, y no un muy fuerte golpe del todo, así que no fue sorpresa cuando Neji dio una vuelta y atrapó su muñeca fácilmente en una mano. El dolor atravesó su cuerpo otra vez, y, jadeando, ella miro su cara, las lágrimas manando de sus ojos pero reusándose a caer. "¡No… soy débil!" susurró.

De repente no era Neji quien apretaba su puño, sino Itachi. Y allí, en su cara, estaba la malvada sonrisa que la paralizó con miedo. Y ella estaba de pie, observando inmóvil, mientras él arrodillado junto a la forma inerte de Naruto. La mirada de Itachi nunca dejó su cara, hasta que él atrajo un kunai y lo sostuvo en la garganta de Naruto. Hinata sintió nada más que pánico, terror, a la vista. Y ella aún no podía moverse. Sus pies están congelados en su sitio.

Itachi comenzó a arrastrar el kuani a través de la piel de Naruto, la sangre florecía desde su garganta y manchaba su rubio cabello de rojo, e Itachi la miraba, los ojos Sharingan del mismo color de la sangre de Naruto. Los ojos de Hinata se abrieron y trató de gritar, pero su boca no se abría. "¡Muévete!" gritó en su cabeza. Los ojos azules de Naruto estaban abiertos ahora, mirándola con traición y dolor. '¡No me dejes, Hinata!' pero ella estaba retrocediendo ahora, su corazón latía en su pecho.

Y él estaba siguiéndola, Itachi estaba de pie, moviéndose hacia ella, y los ojos de Naruto nunca dejaron su cara, incluso cuando sus labios se partieron en un grito sordo de dolor, lo último de sangre gorgoteó de su garganta. Y ahora sus propias manos estaban manchadas con su sangre, y los ojos de Itachi habían llenado su mente entera, y ella no podía apartar su mirada. "¡MUÉVETE!"


"¿Hinata-sama?" Hinata se sentó de repente, los ojos muy abiertos. De alguna manera, no se había movido durante el tiempo que se había dormido. Levantó la cabeza para ver a quien le hablaba, de pie en la puerta de su habitación. El rostro de Neji era, sorpresivamente, carente de emoción. Él la miro, y la fuerza de su mirada era tan inusual que Hinata sintió que algo debía estar mal. Ella se levantó, moviéndose al espejo al otro lado de la habitación, y sus cejas se levantaron en sorpresa. Su cabello estaba apelmazado con suciedad, y había algo de sangre en la parte de atrás donde ella había golpeado a Itachi. Había un pequeño rasguño en su frente y, cuando ella miro abajo en sus muñecas, vio el violento morado y negros moretones cuando Itachi la había sostenido.

Neji entró a la habitación, parándose detrás de ella y mirando su cara a través del espejo. Hinata no lo miro, sólo vio su propio reflejo. "El hermano de Sasuke… Y otro Akatsuki…" susurró Hinata, tocando el raspón en su frente. Solo podía suponer que lo obtuvo al salirse del camino del perro león. "Atacaron al equipo de Naruto-kun." Neji no respondió, pero movió su mano para tomar el brazo de Hinata, tirando de su muñeca magullada para examinarla. Convencido con que ninguna de sus muñecas estuviera rota, él la liberó, y Hinata ladeó la cabeza, sus ojos cayeron en el suelo. "Yo estaba en el camino de Itachi…" Hinata siguió hablando en voz baja. "Pero contra Itachi… contra solo uno de ellos, fui incapaz de proteger a alguien que me importa. De verdad soy… débil."

Se apartó de Neji, levantando su mano al espejo y colocando su palma contra él. "No pude… hacer… n-nada." Dijo entre dientes, apretando sus ojos cuando unas pocas lágrimas presionaron en sus ojos. Apretó sus dedos en un puño, la mano temblando. "¡Me reusó a ser débil más tiempo!" gritó, apartando su mano del espejo, luego arrojó su puño en el reflejo. Las piezas cayeron al suelo, brillando alrededor de ella y los pies de Neji. Neji vio el reflejo de Hinata romperse, y de alguna manera, pudo sentirlo. Esa chica se había ido. Ella no correría más. Ella ni siquiera daría la espalda de nuevo. Parecía que, con la ruptura de ese espejo, ella se había separado de su antiguo yo. O ella estaba comenzando.

Él habló por primera vez desde que entró en la habitación. "Debes ir al hospital."

"¡Estoy bien, Neji-sama!"

"No. Debes visitar a Naruto. Acaba de salir del cuidado de Tsunade."

Hinata levantó una mano a sus ojos, limpiándolos de cualquier lágrima. Neji sintió más como si ella estuviera limpiando los restos de su infancia. "¿Es eso… lo que viniste a decirme?" preguntó en voz baja. Neji vaciló por un momento, luego levantó un poco un hombro, volviéndose a la puerta. Él habló antes de irse, sus palabras derivando de nuevo a Hinata tan bajo que ella casi pensó haberlas imaginado.

"Estabas llorando en tu sueño." Hinata sabía que se arrepentiría de la pregunta que iba a hacer, pero no podía detener las palabras de salir a borbotones.

"¿Qué estaba diciendo?"

Neji volvió su cabeza a medias, para que ella pudiera ver la parte de su cara contra la luz del pasillo. "Estabas diciendo, 'lo siento.'" Entonces desapareció por el pasillo, dejando a Hinata sola en su habitación, mirando fijamente el suelo.


Ella fue al hospital, como Neji había sugerido. Pero cuando llegó a la entrada, vaciló, mordiendo su labio inferior. Tendría que preguntar por su habitación. Y si estaba despierto… tendría que hablar con él. Hinata respiró hondo, luego levantó su barbilla y entró. Nadie estaba en la recepción. Imaginado que las enfermeras estaban descansando o algo así, Hinata junto sus manos detrás de su espalda, mirando alrededor un poco torpe. Cinco minutos pasaron. Luego diez. Hinata se sentó en una de las sillas del vestíbulo, metiendo un pie detrás del otro y mirando por el pasillo cuando escuchó pasos. Pero nadie vino ni siquiera lo suficientemente cerca para pedir ayuda.

Una media hora paso. Luego una hora. Hinata finalmente se levantó, decidiendo que esto tenía que haber sido una estúpida idea después de todo. Volviéndose hacia la salida, colocó una mano sobre la puerta cuando alguien dijo su nombre.

"¿Hinata-sama?" La Hyuuga se volvió para ver a Sai saliendo por una de las puertas del pasillo. Ella levantó una mano en señal de saludo, y, luciendo un poco sorprendido, Sai regreso el gesto. "¿Qué estás haciendo aquí?" el chico se puso a la par con ella, y Hinata farfulló una respuesta, mirando hacia los laterales en lugar de la pared se reunió con el suelo. Sai esperó pacientemente a que ella hablara, al parecer no le ayudaría a apresurarla. Finalmente, Hinata habló.

"Quería asegurarme de que Naruto-kun estuviera bien." Ella se forzó a mirar a Sai, quien inclinó su cabeza curiosamente a un lado.

"Oh, por supuesto. Me alegra que hayas venido, de todas maneras. Quería agradecerte por salvarnos." Sai dio la espalda a Hinata, haciendo señas por el pasillo. "Sakura está en el 103, es donde yo estuve hace un momento. Ella está en coma, pero creen que estará bien en unas pocas semanas." Hinata escuchó cuidadosamente, rompiendo en un trote para alcanzar al otro ninja antes de regresar a un ritmo normal cuando ella se acercó a él. "Y Naruto está en el 159. Acaba de despertar."

Hinata murmuró algo entre líneas de 'No fue nada' Cuando Sai la mencionó salvándolos, y ahora cayó en completo silencio, su garganta seca. Ella tragó saliva, tratando de decir algo, pero Sai no esperaba nada. Él hizo una pausa repentinamente afuera de la puerta, y puso una mano en la manija. "¿Te importa si entró contigo? No lo he visto desde que salió de la cirugía." Hinata sacudió su cabeza rápidamente, luego Sai abrió la puerta. Ella se deslizó adentro después del chico, quedando ligeramente escondida detrás de él.

"¡Sai! Y… ¿Hinata? ¡Hola amigos!" el rubio estaba sentado, vendajes sobre su torso siendo cambiados. Naruto se miraba extremadamente cansado, pero sus ojos estaban brillantes, y la sonrisa en su rostro tan fuerte como siempre. Hinata se forzó a no mirar su pecho y estómago, su bronceada piel horriblemente expuesta. Naruto parecía ligeramente confundido de ver a Hinata allí, pero lo aceptó.

"¿Cómo te sientes, Naruto?" preguntó Sai, jalando una silla junto a la cama de su compañero y sentándose en ella. Había otra silla, al otro lado de la cama de Naruto, pero Hinata permaneció de pie avergonzadamente junto a la puerta, las manos entrelazadas detrás de su espalda.

"¡Estoy bien! Muy adolorido, pero sabes cómo es." La enfermera terminó con los vendajes de Naruto luego dejó la habitación. Hinata se movió a un lado para así no estar en el camino, observando la puerta cerrarse detrás de la enfermera. Cuando ella se volvió hacia Naruto y Sai, la conversación se había dirigido a un territorio incómodo. "… ¿Nos sacaste de allí? Cuando me desmaye tú y Sakura parecían estar muy mal."

Sai llevó su mirada a Hinata, quien quería decir algo para detenerlo pero sintió que las palabras murieron en su boca. "Hinata apareció justo a tiempo. Ella engañó a Itachi el tiempo suficiente para que yo pudiera invocar a un perro león. Ella es realmente quien nos sacó de allí."

Naruto miró con ojos entusiasmados a Hinata. "¿En serio? ¡Hinata, eso es asombroso!"

"N-no, en realidad… " Hinata sintió el calor subir en su rostro y lanzó su mirada hacia el suelo.

"¡Lo es!" Naruto bajó sus piernas al otro lado de la cama, empujándose con cuidado en sus pies. Luego estaba caminando hacia Hinata. Ella sintió su contorno agitándose. ¡No te acerques! Declaró en silencio. "¡Te enfrentaste con dos Akatsuki, y sobreviviste! ¡Salvaste nuestras vidas!" Él colocó una de sus manos sobre uno de los hombros de ella, sonriendo.

"Yo…" Hinata trató de alejarse de Naruto, pero su espalda estaba contra la pared y la mano de él la sostuvo rápido. Sin prestar atención a su malestar, Naruto la jaló en un abrazo. Sus ojos se abrieron como platos, y deseo poder irse and desmayarse, pero por primera vez, no lo hizo. Solo se quedó allí sintiendo que tenía una temperatura de 300 grados. Después de una eternidad, Naruto la liberó. Hinata parpadeó, viendo que Sai había jalado a Naruto.

"¿Estás bien, Hinata-sama? Luces un poco débil." Naruto miró a Sai en blanca confusión.

¿Débil? Lo deseo. Hinata asintió, apretando sus dedos. "E-estoy bien. Pero probablemente debo volver a casa. Solo quería asegurarme de que estuvieras bien, Naruto-kun." Ella chirrió, dirigiéndose hacia la puerta y agarrando el pomo con fuerza. "Te veré más tarde." Ella se forzó a abrir la puerta tranquilamente, luego se deslizó por el pasillo. En el momento que ella escuchó la puerta cerrarse, salió corriendo, sin detenerse hasta que llego a la mansión Hyuuga.

Neji vio a su prima corriendo por el sendero y suspiró. Al parecer, ella aún no había conquistado a su antiguo yo. Pero ella había cruzado una línea hoy, que el tanto conocía. Y sería solo cuestión de tiempo antes de que ella pudiera abandonar sus miedos completamente y enfrentar su destino.

Hinata se arrojó en su cama, y el momento en que golpeó la almohada ella estaba dormida, agradecidamente, no soñó nada.


Ella se quedó dormida hasta la mañana siguiente, la cual era Domingo, normalmente su día libre. Hinata se despertó con un fuerte golpe en su puerta. "¡Arriba, Hinata!" Ella gimió en silencio, reconociendo la voz de su padre. Sentándose, frotó el lado de su cabeza. "Estoy despierta, Tousan." Regresó el llamado. Eso pareció satisfacerlo, ya que ella vio la sombra debajo del marco de su puerta moverse. Suspirando, hecho un vistazo a sus muñecas. Los moretones se habían vuelto ligeramente de un enfermizo amarillo azul, y el rose en su frente estaba haciéndose una costra. Afortunadamente, su cabeza no dolía más, aunque, cuando se vistió, podría decir que la tensión en sus muecas aún era dolorosa.

Ella cepilló su cabello, haciendo otra nota mental para cortarlo pronto. Comenzó a tirarlo de su rostro, pero otro golpe en su puerta la detuvo. Al parecer, no había tiempo para eso. "Hinata-sama." La voz era un poco más suave, y se levantó, estirando los pliegues en sus ropas.

"Adelante." Dijo Hinata suavemente, juntando las manos detrás de su espalda. Neji abrió la puerta de su habitación pero no entró. Se apoyó contra el marco de la puerta tranquilamente, las manos en sus bolsillos. "¿Qué pasa, Neji-sama?" ella se sintió incomoda bajo su escrutinio.

"Tsunade quiere saber qué pasó. Naruto y Sakura aún están en el hospital, así que ella pidió que tú y Sai hagan el reporte."

Hinata frunció el ceño, deslizando su mirada a los zapatos de su primo. "Muy bien…" ella pasó junto a Neji, evitando su mirada mientras comenzó a ir por el pasillo. Ella no se dio cuenta que él la seguía hasta que llegó a la puerta principal. Un pequeño chillido de sorpresa escapó de sus labios cuando se volvió para mirar detrás de ella, sólo para encontrar a Neji justo a su lado.

"Hiashi pidió que te acompañara. Pero no me diste tiempo para decirlo antes de que corrieras de tu habitación."

Hinata sintió una punzada de locura en su estómago, y trató de ocultar su malestar con un encogimiento de hombros, como si no importara, pero Neji no estaba mirando más. Él estaba caminando a su lado, sus manos aun en sus bolsillos. Hinata mordió su labio inferior, enfocándose en no tropezar o hacer algo más vergonzoso. Para el momento que su primo había llegado a la mansión del Hokage, Sai ya estaba allí, de pie junto a la entrada.

"Hinata-sama. Neji-sama." Dijo, la voz siempre calmada. Los tres caminaron juntos el uno del otro, y el silencio cayó sobre ellos hasta que llegaron a la oficina de Tsunade.

Neji se volvió a su prima, diciendo. "Esperaré afuera, Hinata."

Hinata asintió mientras golpeaba la puerta de la oficina de Tsunade. Inmediatamente, fue abierta por Shizune, y Sai y Hinata entraron. "Fue una misión de reconocimiento, Sai." Murmuró Tsunade, sus manos sosteniendo su frente. Miró hacia arriba, ojos cansados e irritados. "Y Sakura yace en coma, y Naruto no saldrá del hospital en días. ¿Qué pasó? Dime todo."

Una vez más, Hinata se quedó de pie torpemente junto a la puerta mientras Sai comenzó a hablar, la forma precisa en que les habían enseñado a entregar un reporte en la academia. No de 'como' o 'nosotros'. Solo los hechos. Se encontró a si misma escuchando, queriendo saber cómo se habían metido en semejante situación.

"Llegamos a la frontera del país del fuego muy bien. Patrullábamos cuidadosamente, Naruto sufrió una torcedura de tobillo menor cuando saltó desde una cascada demasiado pronto, pero Sakura lo sanó y estábamos en nuestro camino de nuevo poco después."

Hinata sonrió un poco en esa parte. Sonó como algo que Naruto haría.

"Estábamos de regreso cuando Sakura y yo sentimos dos poderosos chakras cercanos. Naruto continuó hacia adelante, cuando nos detuvimos. Luego dos shinobis envueltos en mantos saltaron en el camino frente a nosotros. Uno tenía piel azul, agallas, y afilados dientes. Yo no estaba lo suficientemente cerca para ver si eran naturales. Tenía un gran espada con escamas por la cuchilla. Estaba envuelta en vendas, y no vi las escamas hasta más tarde. El otro era Uchiha Itachi."

Tsunade levantó su cabeza de repente, los ojos muy abiertos y sus manos cayeron sobre el escritorio con un sordo 'golpe'. Ella no interrumpió, sin embargo, escuchó con avidez. Y Sai, sintiendo su intensa curiosidad, continuó.

"Reconocimos a los shinobis por sus mantos como Akatsuki, e inmediatamente tratamos de huir. Pero no llegamos lejos antes de que nos atraparan. Sakura fue inmediatamente golpeada inconsciente por Itachi, y mientras yo me volví hacia el otro, Naruto estaba atacando a Itachi."

"Naruto fue atrapado en un genjutsu de Itachi, y yo traté de atacar a Itachi, pero el otro shinobi bloqueó mi camino. Su espada tiene la habilidad de comer chakra, y volvió mi tinta inútil. Yo habría muerto, pero eso fue cuando Hinata apareció, solo después de que Naruto fue incapacitado."

Reconociendo que era su turno para hablar, Hinata avanzó hacia adelante. Tsunade, sin embargo, no era paciente como otros habían sido. Cuando Hinata trató de aclarar su garganta, Tsunade se levantó. "Solo dinos, Hinata. Si esos eran en realidad Akatsuki tenemos serios problemas."

"Yo estaba… en el bosque… y escuché un fuerte ruido. Usé mi Byakugan y vi la espada comiéndose el chakra de Sai. También vi que Naruto-kun y Sakura estaban inconscientes. Así que comencé a correr hacia ellos y-"

Tsunade cortó sus palabras. Furia grabada en su rostro. "Debes haber sentido el chakra del enemigo y conociendo que ellos estaban más allá de tu poder, ¿Por qué no seguiste el procedimiento y lo reportaste inmediatamente?"

Hinata enrojeció un poco, jugueteando con sus manos. "Yo..yo… no estaba en una misión oficial y no tenía mi radio, y sabía que para el momento en que llegara a la aldea y volviera Sai y Naruto-kun y Sakura probablemente estarían muertos."

Tsunade miro por encima del hombro a Shizune, pero desde que Hinata no podía ver el rostro de Shizune, ella no estaba segura de lo que se transmitió. Sintiéndose repentinamente a la defensiva, volvió a hablar. "¡Y no podía dejarlos morir!"

Sai la miro al lado, frunciendo un poco el ceño mientras Tsunade regresaba su mirada a Hinata. "Es comprensible. Por favor continúa, Hinata."

Hinata se movió, encrespando sus dedos en puños para detenerse de hacer algún gesto más nervioso. "Salté desde mi escondite en los árboles y bloqué el camino de Itachi a Naruto-kun. Lo mire a los ojos y pareció sorprendido, por lo que dejó de caminar. Traté de hacer parecer que había muchos ANBU detrás de mí. Y en realidad no me creyeron, pero dudaron lo suficiente para dejar de atacar."

Ella dejó fuera la parte donde Itachi la había sostenido de sus muñecas, y cuando él la había reconocido como una Hyuuga. Vio a Sai mirándola con curiosidad, luego decidió que no era suficiente importante como para sacarlo a relucir, y habló otra vez, las palabras salieron apresuradas con eso. "Sai tomó una píldora de alimento, pienso, y logró invocar uno de sus perros león. Luego cargue a Sakura y Sai cargó a Naruto de vuelta a la aldea. Los Akatsuki deben haber tomado en serio mi mentira, porque no nos siguieron. Luego Kotetsu llamó por radio a un ANBU médico quien llevó a Sakura y Naruto al hospital." Ella cayó en silencio, y la habitación permaneció de esa forma por unos momentos, rotó cuando Tsunade se hundió en su silla.

"Gracias por el reporte. Tendré una asignación para ustedes la siguiente semana. Dado que Sakura estará en estado de coma en ese momento, tendré a Hinata para unirse a su equipo. Pueden irse." Sai se volvió a hacer eso, dejando sola a Hinata en la habitación con Shizune y Tsunade. Tsunade arqueó una ceja a la heredera Hyuuga. "¿Si, Hinata?"

"A… agradecería… si pudiera quedarme con mi equipo." Chirrió Hinata. "O quizás usted podría enviar a Ino-chan con ellos en su lugar. Ella tiene experiencia médica y-" la mirada en el rostro de la Hokage la detuvo en frío. "N-no importa." Susurró ella, salió apresurada de la mansión Hokage, apenas notando a Neji caminando al lado de ella.