Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia pertenecen a su creadora, Stephenie Meyer... Yo solo juego con ellos en mi mundo. La publicación de esta historia en otro lugar es plagio, ya que es original. Queda prohibida su adaptación y/o copia parcial o total

ºCapítulo VIIº


||Hasta hoy||

(Sin betear)

Miércoles 27 de Julio del 2011

No recuerdo cuanto tiempo estuvimos abrazados, ni en que momento me dormí, solo sé que cuando me desperté Edward ya no estaba allí y yo estaba recostada en mi cama. Frote mis ojos y toque mi estomago. A pesar de todo lo que había hecho Jacob la noche pasada mi ángel seguía bien, o eso esperaba. Sentí nauseas y fui rápido al baño donde vomite todo lo que había comido esa tarde, mi bebe estaba perfectamente.

Me cepille los dientes y me mire del espejo, el golpe que Jacob me había dado en la cara estaba peor que ayer, suspire y casi dejo salir un par de lágrimas, pero respire profundamente y me aplique mi crema "la milagrosa" para que se desaparecieran rápido. Salí del baño y cuando vi el reloj eran las 4:30 AM, me encogí de hombros y me entraron ganas de comer un poco de brocoli y miel.

Abrí la puerta de la habitación para ir a la cocina cuando vi la luz encendida al final del pasillo, no me preocupe pensando que Edward la había dejado encendida. Cuando iba a mitad de camino escucho un ruido proveniente de ella, me detengo abruptamente y empiezo a caminar lentamente hasta la cocina con algo de temor. Al llegar veo a Edward frente a la estufa, su cabello estaba desorganizado y su camisa arrugada, sonreí al verlo tan concentrado.

—Hola—dije haciendo que el saltara y regara parte de lo que estaba haciendo que ahora que miraba bien era: té. Gruño un maldición y yo solté una risita tonta y me acerque a el para ayudarlo a limpiar el desastre que había hecho.

—no vuelvas a aparecer de esa manera—dijo tocándose el puente de la nariz, yo sonreí apenada y le di un beso en la mejilla, el aprovecho eso para colocar sus brazos a mi alrededor y empezó a darme besos de vuelta pasando por todas las partes de mi cara menos mi boca, era como si solo fuéramos nosotros dos y nadie mas.

—vamos a hacer él te, de nuevo—le dije tomando la olla y llenándola de agua del grifo, me dirigí a la y puse a calentar el agua. Edward tomo una bolsita y ola iba a colocar en la ola, pero yo lo detuve—eso se pone cuando el agua este servida—el apenado se rasco la nuca y me miro a los ojos con una mueca en la cara, yo le sonreí y le di un beso en la mejilla. Me separe de él y me apoye en el mesón esperando a que el agua se calentara y Edward se puso a mi lado.

— ¿Como te has sentido?

—Milagrosamente no he tenido nauseas—sonrío aliviada y él me sonríe de vuelta. Estaba ansioso, lo notaba por la manera tan frenética en la que se movía su dedo. — ¿Sucede algo?—Me mira sorprendido y niega con la cabeza.

— ¿Si estudiaste Letras como tanto quisiste?—me miro curioso

—Si, tienes frente a ti a una graduada en letras y filosofía vía internet—digo con orgullo—Fue bastante complicado, porque a veces se hacían conferencias y el cambio de horario hacia que me levantara en la madrugada para poder verlas.

—Me alegra que hayas cumplido tu sueño—me pone la mano en el hombro y le da un apretón—te mereces eso y mucho mas-

Jueves 28 de Julio del 2011

Edward se fue luego de unas horas, el día anterior. Habíamos hablado sobre nuestro plan de huida, me sentía un poco más tranquila al saber que iba salir pronto de este infierno e iba a criar a mi bebé fuera de toda está porquería.

Al despertar esa mañana él me había informado que vendría por mí a media noche para así no levantar sospechas. Había arreglado las cosas más necesarias. Me miré en el espejo y noté que los moretones se veían mucho más marcados.

—Joder—susurro pasando mis dedos delicadamente por las zonas golpeadas, suspiro al ver que eran imposibles de ocultar—hasta hoy—susurro mirando como mi reflejo me devolvía la mirada decidida. Me alejo del espejo y me dirijo a la cocina para prepararme algo de comer. Mis manos temblaban de ansiedad mientras trataba de preparar algo decente. Me detengo y suspiro, estaba siendo inútil. Me separo de la estufa y me apoyo en el mesón, junto mis manos y pongo mi frente sobre mis manos unidas. Cierro los ojos. Trataba de calmarme. Inhala, exhala. Inhala, exhala. Era ahora o nunca. Por mi bebé, por mi ángel.

Levanto mi mirada más tranquila y sigo preparando algo de comer. Hago los quehaceres de la casa, quería que este día se sintiera como uno más, aunque no lo fuera. Terminé a las tres de la tarde. Me siento frente a la tv y puse una película algo vieja, la veía sin ver. Estaba divagando sobre mi futura libertad. Algo que había perdido hace mucho tiempo. Pero nunca era tarde para recuperar lo perdido.

Se hizo de noche y estaba más ansiosa, contaba los segundos mientras caminaba sin sentido por la casa.

7:00 pm

Muerdo mi labio, ya había mordido mis uñas hasta llegar a la carne.

8:00 pm

Había preparado un sándwich, no podía estar quieta.

9:00 pm

Me había quedado dormida en el sofá, me levanto y camino hacía la habitación, reviso que haya guardado lo necesario. Miro mi teléfono que había tenido abandonado. Edward había dejado un par de mensajes. Respondí a sus mensajes con un "estoy bien, tranquilo" borro los mensajes y guardo el teléfono en mi bolsillo. Tomo un libro que había empezado hace mucho tiempo y me dispongo a leerlo…

11:00 pm

Miro el reloj y me visto para poder salir. Dejo las maletas en la sala para no tener que preocuparme por ellas luego, Voy por mis medicamentos, cuando siento la puerta de la entrada abrirse. Sonrío. Edward había llegado antes. Debía estar igual de ansioso que yo. Salgo entusiasmada a saludarlo.

— ¿Qué es esto?-Dijo Jacob sosteniendo la maleta en sus manos. Me siento perdida, asustada. Mi cuerpo tiembla un poco pero lo miro con fiereza. Su ropa se veía arrugada y su cabello desordenado. Había estado tomando.

—Me voy-digo simplemente tratando de hacerme la valiente, aunque mis piernas temblaran. El suelta una risita burlona, de repente tira el bolso y se dirige hacía mi con la mirada embravecida. Me tomó fuerte del brazo con una de sus manazas y con la otra sostuvo mi mentón para que lo viera directamente a los ojos. Sus ojos pedían sangre y yo iba a ser su victima.

— ¿Con tu amiguito? —susurra cerca de mi cara, su aliento a whisky me tenía asqueada y con ganas de vomitar. Entonces siento el impacto de su mano en mi mejilla. Abro los ojos sorprendida, dejándome caer al suelo con derrota. Me empuja haciéndome caer al suelo— ¡Si no eres mía no serás de nadie!-grita con rabia propinándome otro golpe en el rostro. Siento algo húmedo bajando por mi nariz. Volvió a golpearme y yo chillé de dolor. El no me amaba pero no quería dejarme libre, quería que le perteneciera por siempre.

Era tarde, iba a matarme. Iba a ser sólo un mal día en la prensa local. Lagrimas salieron de mis ojos cuando pateo mi vientre. Grite de dolor y miedo. Traté de alejarme de Jacob pero el me detuvo y me puso frente a su rostro.

—Callaste mis lamentos con brutalidad—susurro fin ganas de luchar—me has convertido en un triste numero más—el vuelve a golpearme con odio- daría todo porque entendieras, sólo un segundo de mi sufrimiento—fue lo ultimo que dije. El empezó a golpearme con brutalidad. Mi vientre dolía y ya no quería permanecer despierta. Cerré los ojos.

Ese era mi fin.


Hola chicas... Siento haberme ausentado tanto. Golpeenme si quieren, si es que sigue alguien por aquí :/ Realmente lo siento mucho mucho. Terminaré todas mis historias... Solo tengan un poquito de paciencia

Nat