The old red-brick building

*Inicio*

El viejo edificio de ladrillo rojo se conservaba muy bien.

Antes había sido un auténtico colegio mayor, pero ahora no tenía administradores, ni toques de queda, ni cosas así. Ahora era un edificio de viviendas, nada más.

Lo cierto era que estaba situado a las mil maravillas. El campus de interfacultades estaba a dos cruces al frente. Había un súper-24h al lado y el restaurante de comida mejicana para llevar y el pub irlandés quedaban a tiro de piedra. Hasta había un Blockbuster Videoclub a unas calles.

Las casa eran luminosas. No muy grandes, pero cómodas y con ADSL. Y no muy caro.

El viejo edificio de ladrillo rojo era el paraíso de los universitarios.

Ichigo era muy consciente de la suerte que tenía de haber podido alquilar el número 3º C de la residencia. Y más aún de encontrar un compañero de piso que pagar su parte y le cayera bien.

-¡Joder, cabrón, no abras el agua, que me estoy duchando!

Bueno, que le cayera bien, ...a veces.

-¡A mí que me cuentas! ¡Hay que fregar los platos si queremos comer hoy! ¡Ya no nos queda ni uno limpio, capullo!

-¡Pero no lo hagas cuando me estoy duchando, so imbécil!

Los gritos y los tacos a las diez de la mañana un sábado eran de lo más habituales en el 3º C. Los que estaban más hartos, eran los del 3º D, pero lo que ese par de pringados pensaran, a Ichigo Kurosaki y Renji Abarai les importaba un comino.

Ichigo y Renji se habían conocido en frente de un tablón de anuncios, donde un papel rosa anunciaba la puesta en alquiler de un piso para estudiantes por un precio relativamente módico.

Ambos habían cogido el panfleto a la vez y enseguida se pusieron a discutir por quién lo había visto primero, hasta que la señora del mostrador de información de la universidad (que ya temía tener que llamar a la policía) les había dicho que fueran los dos a verlo y compartieran gastos.

A regañadientes, pero admitiendo que era buena idea, ambos acabaron firmando el alquiler y comenzaron a vivir juntos.

Ichigo era de una ciudad cercana, llamada Karakura, que no tenía facultad cerca. Así que ni corto ni perezoso, el joven recogió su ropa, vació su hucha y se largó a Tokio a estudiar Medicina.

Renji era de un pueblo del sur, donde no había playa o campos, un único bar con una puerta que se caía a cachos y un parque con los columpios oxidados. Estaba en Tokio, trabajando como un esclavo para costearse la matrícula en Arquitectura.

Ninguno sabía más detalles sobre la vida del otro. No preguntaban. No les interesaba. Así era más cómodo.

-La próxima vez espera a que salga, joé...- gritaba Renji desde su cuarto.

-Tardas demasiado en ducharte ¿Cómo voy a esperarte?

Por fin habían dejado de gritarse y empezado a fregar el montón apilado de platos sucios.

-¿Qué quieres que haga? No voy a ir con el pelo sucio por ahí, ¿no?

-¡Pues córtatelo! ¡Tienes demasiado pelo!- Ichigo ya estaba harto de la misma cantinela de siempre. De pronto sonó el timbre-¡Abre tú, yo estoy con los guantes!

Sorprendentemente, Renji no discutió y salió de su cuarto con la camiseta gris de manga larga a medio poner y el pelo mojado, suelto y rojo.

Al otro lado de la puerta esperaba una chica:

-¿Sabéis que se os oye desde la calle?

Renji hizo un mohín con la cara y miró a su compañero de piso:

-¡Eh, calzonazos, está aquí tu novia!

Aún con los guantes de fregar llenos de espuma, Ichigo le levantó el dedo corazón a Renji mientras Rukia pasaba dentro.

-¡Ajjj, a qué huele! ¿Se os ha muerto algo aquí o qué?

"Qué dulce es..." pensaba Ichigo con claro sarcasmo. Renji se rió por lo bajo:

-No, guapa. Es que, aquí, el amigo no aguanta un concurso de chupitos y echó la pota en la misma alfombra.

Rukia miró con asco la alfombra de cáñamo de la casa, e Ichigo lanzó una mirada envenenada a su compañero.

-¿Ah, sí, Renji? ¿Y eso cuándo fue? ¿Antes o después de que Yumichika te metiera mano? Ya no me acuerdo...

Yumichika Ayasegawa era el gay más gay del mundo de los gays. Pero también era la sombra / novia de Ikkaku, un amigo de ellos, que era un maestro en el arte de correrse una buena juerga .

Rukia miró divertida como ambos chicos se lanzaban rayos por los ojos. Los dos pelirrojos, altos, musculosos, con cara de mala leche... Humm... Algún día les arrancaría un par de pelos a cada uno y los llevaría al hospital más cercano. Nunca se sabe si tu compañero de piso no es en realidad tu hermano mellizo perdido.

-Te recuerdo que hemos quedado a comer- dijo Rukia a Ichigo-. Y me juego el cuello a que aún no te has duchado.

Su novio la miró con cara de tonto.

-¿Quedado?

Rukia abrió los ojos de par en par, incrédula. ¡Sería imbécil...!

-¡Con mi hermana! ¿Te acuerdas? ¡Te dije que por fin iba a presentarte a mi familia!

El chico abrió y cerró la boca como un pez y se puso blanco, rojo y verde antes de correr hacia el baño gritando.

-¡Joder, mierda, la madre que ...!

Si no estuviera enfadada con él por haber olvidado la cita, Rukia habría disfrutado con su desesperación .

Renji la miró, vaciando un sobrecito de Nescafé en un vaso con leche fría.

-¿Cómo le puedes aguantar?

La chica hizo un gesto de indiferencia.

-Cuando quiere es un encanto. Cuando quiere...

No vio como Renji entornaba los ojos. De pronto el joven perdió las ganas de desayunar, y recogiéndose el pelo en una coleta, se metió las llaves en el bolsillo y salió de su casa, en la que ,de pronto, se sentía un intruso:

-Bueno, os dejo solos, suerte con tu cuñado.

Ni siquiera supo si Rukia le había oído.


Notas finales: Bueno, hasta aquí el primer capítulo de este AU de Bleach. Hace poco que me he enganchado, pero supongo que me dará para hacer este fic.

Todos los capítulos serán cortitos, pero intensos ;). Intentaré actualizar todas las semanas, pero si fuese haber algún contratiempo, avisaría en una nota como esta. Este fic me sirve de descanso del otro que voy haciendo (de capítulos más largos, y que tardo bastante más en hacer), pero si alguien quiere verlo, está en mi perfil n_n. Cualquier review se agradecerá enormemente y los llevaré siempre en mi corazoncito de friki. ¡Un beso y adiós!