El azul es tu color.
Disclaimer:Glee no me pertenece.
*Hacía tiempo que quería hacer algo de Cheerio!Kurt y Nerd!Blaine, al final ha salido esto. Espero que lo disfruten.
-...-
Se besan con desesperación, separando apenas los labios cuando la necesidad de respirar impera. Inspiran con fuerza, inhalando el aliento del otro, llenando sus pulmones de ese aire viciado que tanto necesitan. En ese cubículo tan pequeño que apenas caben sin rozarse, enredan sus lenguas en una danza infinita.
Las manos de Blaine afianzadas en las caderas de Kurt. Las manos del castaño enredadas entre los rizos azabaches, como si temiese caerse al vacío. Las respiraciones entrecortadas, las bocas muy juntas, evitando que cualquier jadeo o gemido sea escuchado.
El calor sube y las manos vagan inquietas por el cuerpo ajeno. Entonces Kurt se atreve a colar la yema de los dedos por la camisa de Blaine. Roza el suave bello que nace en el ombligo y que muere en un lugar que le hace vibrar sólo con pensar en él. Delinea el abdomen despacio, para después palpar con sus palmas la morena piel.
La respiración de Blaine va en aumento, hasta el punto en que tiene que jadear para atrapar algo de oxígeno.
-Kurt.-Susurran sus labios y el susurro se pierde en la boca de Kurt, que lo enreda hábilmente con la lengua.
-Shhh…-Es toda la respuesta que recibe.
Kurt aprovecha que Blaine deja caer la cabeza hacia atrás para lamer su nuez de Adán y besar la hondonada de su cuello. Y sonríe contra esa piel morena cuando oye a Blaine gimotear. Afloja el agarre y se deja caer contra la pared contraria. Blaine no tarda en aprisionarlo para evitar que escape. Aunque ambos saben que no es lo que quieren, ninguno desea escapar.
Blaine está en el cuello de Kurt, regando esa nívea superficie de besos lentos. Al castaño le gusta pensar que Blaine le hace el amor con la lengua, pero no lo dice. Pronto la pálida piel se torna rosa y después roja.
Kurt se enreda de nuevo en los labios de Blaine y en sus rizos oscuros. Mueve las manos al ritmo del beso, consiguiendo dejar un bonito desastre en ese pelo siempre tan perfecto.
El suave pitido de la alarma del reloj de muñeca de Blaine los devuelve al mundo real.
Blaine apoya su frente sobre la de Kurt e inspira con fuerza para inundarse del aroma del castaño. Abren los ojos y se miran, esos ojos de colores desconocidos que quieren acariciarse y que sólo tienen unos instantes para hacerlo.
Kurt empuja con suavidad a Blaine hasta que su espalda choca con la pared. Mete la mano en el bolsillo de Blaine y saca esas horribles gafas que tienen que estropearlo todo. Se las pone despacio y se deja besar por última vez por el moreno. Es un beso suave y dulce que dice todo lo que Blaine quiere decir pero que Kurt no le deja.
-Hasta la próxima Nerderson.-Susurra sobre los labios hinchados de Blaine.
-Es Anderson.-Dice con la voz vibrando a causa de la risa.
Kurt lo mira por última vez y sale del cubículo contoneando las caderas. Sale del baño de las chicas, ese que está junto al laboratorio de química y que nadie usa. Y camina hacia su coche con la cabeza bien alta.
La imagen de Blaine con los ojos brillantes, los labios rojos y los rizos habiendo sido cabalgados por sus dedos, está grabada en su retina. Ese chico siempre enciende en él cosas que no creyó que experimentaría nunca. Suspira y se alisa el uniforme de Cheerio, se mira los pantalones alzando una ceja. No sabe qué pensar, hace tiempo que no lo sabe. La sonrisa de Blaine, la que pone cada vez que entra en el cubículo y lo encuentra ahí, se cuela en su mente. Sonríe y enciende la radio, con la voz de su querida Gaga inundando su coche y levando su mente de Blaine se marcha de Mckingley High.
Blaine sale justo para ver como el coche de kurt se pierde en la carretera. Le tiemblan tanto las piernas que no cree que pueda montarse en su bicicleta en ese estado. Con un suspiro pesado se sienta en los escalones de la entrada. Se mira las manos, esas manos que minutos antes estaban sobre el hombre de sus sueños. Se lleva una mano al pelo, lo tiene hecho un desastre. Desde que empezaron esa extraña relación en la que no hay palabras su pelo pasa más tiempo revuelto de lo que él está acostumbrado. Con una sonrisa adornando su rostro se levanta, casualmente un granizado está esperándolo arriba.
-¡Definitivamente el azul es tu color Nerderson!
-Cuidado tío, que puede que nos lance un discurso.
Y tras eso los energúmenos se marchan. Blaine suspira, al menos esta vez no ha sido Puckerman, ese chico te llena hasta la ropa interior de colorante.
Se quita un trozo grande de hielo de su pajarita y se monta en su bicicleta pensando que realmente el azul es su color, porque es el color de los ojos de Kurt.
FIN.