Feliz tarde-cumpleaños regge-chan! :D espero que te guste el fic n.n/ y que no te decepcione y haya valido la pena la espera :3. tambien me disculpo con todas las lectoras por no actualizar mis fics Y-Y en serio lo siento, nunca crei que tener mas de un fic se me iba a complicar u.u y mas que ahora me bombardean ideas para otros fics ;A;
Hibari: ¬¬ solo ponlo herbívora, ya todos y todas las herbívoras que leen esto saben que eres una incumplida -.-
Aaag D': pero en serio perdón! . me esforzare por actualizar! ò.o
Hibari: ¬¬ solo ponlo!
Ok u.u ejem aclaraciones
-diálogos-
Narración
Pensamientos
Y solo una cosa NO SE IMAGINEN A TSUNA Y A HIBARI CON OREJAS DE NEKO! .
Tsuna: p..Porque? o/o
Solo que no se los imaginen D: ya recibí reclamos sobre mi salud mental T3T así que NO LOS IMAGINEN CON OREJAS DE NEKO!
Hibari: ¬¬ pon la historia
Ok u.u ya si se los imaginan con orejas de neko no va con mi responsabilidad D: ya les advertí T3T
Tsuna: tengo curiosidad owo ponla :D
Hibari: *tonfazo* ponlo! (también con curiosidad)
Ok u.u (sobándose la cabeza por el golpe)
Declaimer: katekyo hitman reborn no me pertenece ni sus personajes, solo a akira amano-sensei
LIBRE
En un pueblo donde la vegetación y animales eran abundantes, se encontraba una mansión, no tan moderna pero rozaba lo clásico. En ella vivía el rey del país junto con su hija y sus sirvientas. Su hija adoraba a los animales y siempre le pedía un animal diferente cada día, en este cuento relataremos, así es la historia de una mascota en específico: su pequeño gato café. (See el rey los humanos no importan -w-)
Era un pequeño gatito color café claro pegándole al color caramelo y unos hermosos ojos avellana , a este pequeño gato le encantaba jugar en el cuarto que le había asignado su amo donde tenía juguetes y una que otra vez venían los "amigos" de su dueño para ofrecerle uno que otro cariño o regalo, su vida en si no ofrecía gran problema y se sentía realmente afortunado, solo que había algo que lo inquietaba: el mundo de afuera.
Solo había salido una vez a ese curioso mundo que rodeaba su hogar y había sido una experiencia sumamente aterradora, los humanos desconocidos le daban miedo y terror. Esa única vez que había salido fue un total desastre: abundaba el ruido de objetos raros que eran tirados por caballos, había cosas muy raras en tiendas completamente oscuras (tienda de magia negra), niños jugando y arrojándole objetos, señoras molestas corriéndolo de los puestos de comida con una escoba y para terminar cuando huía de regreso a su hogar uno de esos objetos le había arrojado su colita y le dolía mucho. Desde esa vez no había vuelto a salir y cuando quería saber cómo era el mundo de afuera simplemente se asomaba por la ventana que se encontraba en su habitación y del taburete al que se subía podía ver gran parte del pueblo y todo su jardín, para él era hermosa esa vista y no se perdía ningún cambio que hubiera.
Un día como cualquier otro se levanto un poco más temprano de lo usual y al no ver a nadie caminando de un lado para otro fue a inspeccionar el castillo, el rey en ese momento estaba en su trono viendo algunos papeles, su hija desde hace una semana había tenido un juguete nuevo y casi no jugaba con el así que no le sorprendió tanto el no verla por aquí. Se encamino hacia su habitación donde podía ver el pueblo, no le gustaba ver todo tan silencioso y quieto, hacia que se sintiera aun mas solo de lo que ya era consciente que era.
Estuvo un buen rato viendo todo lo que hacían los aldeanos cuando un ruido cerca de su ventana lo distrajo, al bajar la mirada al arbusto que había hecho ese ruido vio como se seguía moviendo algo entre las ramas y empezó a asustarse y lo primero que cruzo por su mente fue alertar a los guardias de que había alguien hay, los animales no podían entrar y los que había estaban en otra parte del castillo así que solo podía significar que era algún humano de "mal agüero" como le había dicho su amo a uno de sus sirvientes al deshacerse de uno que había venido la semana pasada. Estaba a punto de irse para avisar a todos cuando vio como de entre las ramas salía un gato negro y lo volteaba a ver. El castaño ante el contacto visual se puso algo nervioso, asustado y emocionado no iba a mentirle a nadie pero era la primera vez que veía a una criatura casi igual a él, así que era algo emocionante ver como esa criatura que se parecía a él lo volteaba a ver.
Levantan su pequeña patita intento saludar como siempre lo hacían los guardias que según había entendido era un gesto de saludo y respeto, en cambio el gato negro después de verlo se fue y se perdió en los arbustos que estaban a un costado de la mansión.
No le habré agradado?..O será que le desagrada la idea de darle un saludo a un animal lugareño.. Con esos pensamientos volvió a ver el pueblo para tratar de que la llegada de ese intruso no le hubiera hecho gran daño, cuando realmente si lo había sido. Se sobresalto cuando escucho ruido dentro de la mansión y cosas cayendo, con gran agilidad salto de su taburete y se dirigió a donde se había originado ese sonido entrando a la cocina para ver con sorpresa al intruso que acababa de ver en por la ventana siendo perseguido por los empleados de la cocina. Con un maullido le indico que lo siguiera y salió corriendo del lugar para que este lo siguiera y la servidumbre no le hiciera daño.
Ya más calmados y fuera del alcance de las personas se quedaron en un pequeño sótano abandonado donde apenas entraba la luz.
-e..Estas bien?- le pregunto con mucho esfuerzo el castaño ya que ni siquiera podía ver si el pelinegro estaba enfrente de el o si ya se había ido.
-…mm...- se escucho a modo de afirmación y esto sirvió para el castaño se calmara y le guiara con sigilo hacia su habitación, mejor conocida como su observatorio.
-listo- dice feliz luego de empujar con mucho esfuerzo la puerta –ya aquí nadie te podrá echar..- dejo de hablar al ver que el invitado empezaba a observar todo lo que le rodeaba, aprovecho que no le prestara gran atención para inspeccionarlo un poco mejor, ciertamente eran muy similares salvo que por sus rasgos el parecía mayor, tenía el pelaje tintado de negro, ojos plateados y una que otra cicatriz en sus patas, después de haberlo visto mejor vio como el mayor estaba terminando su recorrido en la pequeña mesa (taburete) donde minutos antes había estado el castaño. Rayos..Que es lo que se hace cuando te vas a presentar? Se puso algo nervioso al ver que había terminado de inspeccionar la habitación y ahora toda su atención recaía en el. –emm..Este..Hola..Me llamo..- oh gran error el suyo, se había concentrado tanto en los temas que decían al presentarse que había olvidado algo realmente importante: no tenia nombre.
El pelinegro se dio cuenta del dilema del menor y decidió cambiar de tema, lo entendía, el tampoco tenía nombre –¿vives aquí?- le pregunto fingiendo desinterés.
-si!- respondió enérgicamente y un tanto feliz de haber escuchado la voz del ahora su invitado. –ne..Me he estado preguntando algo desde que te vi..Puedo hacerte una pregunta?..Si te parece bien claro- agrego rápidamente, no quería decir algo que lo fuera a incomodar e hiciera que se fuera, era la primera vez que entablaba conversación con alguien más.
El mayor asintió y se sintió un poco aliviado de que el menor siguiera con la conversación y hubiera omitido el tema de las presentaciones para hablar de algo normal. –te metiste a una chimenea?- Ante la pregunta no esperada no supo hacer otra cosa que reír
-porque?- le pregunto aun riendo tratando de calmarse, no solía expresarse mucho enfrente de desconocidos.
-por tu pelaje- le señalo y volvió a quedarse en la incógnita mientras ladeaba un poco la cabeza dándole vueltas a ese tema y mandándole inconscientemente una mirada inocente.
-Así nací- le aclaro ya ahora mas calmado y ahora el preguntando -¿Nunca habías visto a otro gato?-
-No..- Respondió el menor agachando las orejas y viendo al suelo sintiéndose algo deprimido debido a su desconocimiento a los mismos de su especie.
-bueno es natural- trato de consolarlo inconcientemente mientras no se borraba su sonrisa que le provocaba la inocencia de ese pequeño gatito –normalmente no vienen animales al pueblo infestado de herbívoros-
-herbívoros?- El pequeño dejo de ver al suelo al escuchar esa palabra e intrigarse de porque los llamaba asi.
-Los humanos- Aclaro el azabache no sin antes mostrar un dejo de desprecio en su voz ante la mención de esa raza.
-los odias?- En lo que le concernía al pequeño no le disgustaba pero tampoco los amaba, nunca pasaban tiempo con el, lo único de lo que se sentía agradecido era que había tenido un techo donde vivir gracias a ellos.
-no- dijo mientras se dirigía a una bola de estambre –simplemente que son débiles herbívoros..- toco ligeramente la bola de estambre y se perdió un momento en sus pensamientos que fueron interrumpidos por la sigilosa risa del menor
-eres raro- el pelinegro sonrio ante lo dicho por el menor
-lo dice el que pensó que sali de una chimenea?- El pequeño se avergonzó ante la mención de eso y no pudo ocultarlo sacándole otra sonrisa al azabache.
-eso es curiosidad..- dijo tratando de poner una defensa solida y volviendo a ver como el mayor se divertía ante su respuesta. Asi pasaron toda la tarde y en la noche se fue, se sentía triste al ver que su compañero se había ido y volviendo a estar solo en la oscuridad que lo envolvía y que había olvidado por unos momentos, pensando en eso se quedo dormido.
Al dia siguiente vio como el mayor volvia y esta vez trepaba por un árbol que había cerca de su ventana para ahorrarse tener que huir de las sirvientas.
Los días pasaron y las visitas del azabache se volvieron una rutina, siempre llegaba a la misma hora y se iba a la hora de siempre, al pequeño le encantaba escuchar las historias y relatos que este le daba sobre los limites del pueblo y que era lo que había visto. Despues de muchas platicas el castaño había averiguado porque el mayor si le tenia odio a los humanos, sus 2 dueñas anteriores ambas mujeres, habían sido quemadas por ser sospechosas de "magia negra" y ante ese descubrimiento el pequeño le ofreció quedarse a vivir con el.
"no, los gatos negros traen mala suerte" había sido su respuesta y en parte había hecho que se deprimiera un poco el pequeño pero no tanto, estaba alegre de tener como amigo al pelinegro. No importaba que el clima fuera de lo peor, que el pueblo hiciera de esas revueltas, aun con mas factores en contra el azabache nunca fallaba y siempre iba a visitarlo, asi que no era de extrañar que el pequeño estuviera inquieto de que su amigo aun no llegara.
~~~~~~~~en las orillas del pueblo~~~~~~~
Seguia dándole vueltas al tema que le había propuesto el pequeño "porque no te quedas a vivir aquí?" realmente le habían dado ganas de decirle inmediatamente que si, pero tenia cierto temor de que si se quedaba con el la tragedia lo acechara, siguió dándole vueltas a ese tema cuando se dio cuenta que iba tarde, maldijo para sus adentros y emprendió camino rápidamente para llegar a donde lo esperaba ese pequeño minino, hubiera seguido con su trote tranquilo pero veloz cuando diviso el pueblo y sintió como un hoyo se apoderaba de su ser.
El pueblo había estallado en guerra y debido a esto se podían ver las piedras que caian del cielo rodeadas de un fuego abrazador cayendo en una que otra casa siendo lanzadas por catapultas. Sintio un escalofrio y como si algo fuera a salir mal y a paso veloz se digirió hacia la morada del castaño para asegurarse de que estuviera bien y los ataques aun no hubieran llegado a el.
Por culpa del caos, las personas corriendo de un lado a otro y los diferentes materiales que volaban debido a los impactos se le hizo aun mas largo de lo comun el camino y con cada minuto que pasaba sentía que algo empeoraba. Ciertamente no había pensado en quedarse a vivir con el castaño, el quería que el pequeño conociera el mundo y emprendieran una especie de viaje, que se liberara de las cadenas invisibles que el se había auto-impuesto y se olvidara de su guarida material..el quería ser su guarida..
Con esos pensamientos y esquivando todos los obstáculos llego a la casa y lo que vio lo dejo devastado, el ataque ya había alcanzado la casa la cual estaba en llamas. Aun a paso apresurado y sin perder la esperanza se dirigió al cuarto donde siempre estaba el, quería que no estuviera, quería que se hubiera resguardado en algún otro lugar a salvo..
"los gatos negros dan mala suerte" esa oración se repitió muchas veces en su mente al estar en la puerta de la habitación y ver como todo era escombros en llamas, y en el taburete favorito del pequeño estaba el, recostado y completamente calcinado. Sintio como todo su mundo se venia abajo al acercarse mas y ver que..en efecto..el ser que le había dado una nueva razón de vivir, que había visto la primera vez que este había salido al pueblo y fue perseguido por unos niños, quien había estado observando desde entonces, y quien le enseño que este mundo no estaba completamente podrido…estaba muerto.
Se recostó a un lado de el sintiendo como el fuego lo abrazaba y fijando su vista en el ahora carbonizado pequeño felino, si este había muerto, ya no le quedaban razones para seguir en ese mundo infestado de humanos podridos.
Con ese pensamiento en mente, fue la ultima vez que alguien vio a ese gato negro que siempre iba de un lado a otro hacia el castillo y este veía al pequeño castaño esperándolo siempre en la ventana
FIN
Hibari: ._.
Tsuna: o-o
._. ….les dije que no se los imaginaran con orejas de neko Y-Y
Tsuna: es imposible!
Me hubieran hecho caso! DX
Hibari: porque mataste a mi herbívoro? *amenazándola tomandola por el cuello de la camisa*
Waaaa! D; e..es que hay una buena razón! Este es el prologo D; habrá capitulo 1!
Tsuna: de que tratara? D; reviviré? :3
No e-e
Hibari: *la zarandea*
Waaa - solo espérenlo y después de leerlo me dicen que tal, pero si me golpeas no habrá primer capitulo e-é
Hibari: te golpeare si esta historia no recibe menos de un review
Waaa O.O onegai! Dejen review aunque sea de amenaza o algo parecido, todo es aceptable! DX
PD: ojala te haya gustado regge-chan n.n''
Tsuna: como le va a gustar eso? Me mataste!
También a Hibari DX
Hibari: que?
Waaa me voy o.o
